Capítulo 38: Cayéndose a pedazos.

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Los días comenzaron a pasar lentamente, Ry volvió a su casa y Alii no se movió de la suya, no se vio rastro de Caroline y Rose y Kris simplemente intentaban mantenerse a flote en esa tormenta que soplaba hacia todos lados.

— ¿Pasa algo?—le murmuro Kris detrás de la barra mientras ella lavaba los platos de la cena.

—Nada más allá de que odio lavar la loza—le murmuro secándose la mano pero luego se apoyó en la barra—me siento rara—murmuro luego de un rato.

— ¿No estarás resfriándote?—el búlgaro rodeo la barra y fue hacia ella.

—No es eso, es sobre mí—intento explicar, gesticulando con las manos.

— ¿En qué sentido?—le preguntó confundido, alzando una ceja.

—Hemos estado durmiendo juntos, solo durmiendo y tú no has intentado nada, lo cual aprecio—se apresuró a aclarar —Y yo…

—No te forzare a nada, aunque eso no significa que no tenga ganas—la corto él, sabiendo hacia donde iba. —He pasado poco más de seis meses sin estar con nadie, puedo esperar un poco más.

—Exacto, “un poco”—le hizo notar—Yo veré cuando este lista y recuerda que te dije que no por que tengamos esto serias mi…

Kris le tomo la cara entre las manos y la callo con un beso y le mordió un poco el labio— ¿Te haría sentir mejor que a mí también me pone nervioso?, contigo será diferente. —le murmuro contra su labios.

—Para de hacer eso—se medió quejo ella, sonriendo—se siente bien tenerte cerca, que me beses. Se siente diferente, y mis hormonas se vuelven un poco locas. —le confeso, rodeando su cuello con los brazos.

—No es mi culpa ser un adonis—le sonrió coquetamente mientras la rodeaba con los brazos— ¿Te sientes mejor?

—Creo que no tanto, debes esforzarte más—Rose lo tiro más cerca y lo besó. Aun ninguno de los dos entendía muy bien que eran, a veces estaban bien y otras veces discutiendo pero se sentía bien, como una relación, sabían que contaban con el otro. Para Kris era extraño y para Rose era nuevo, tampoco sabían muy bien cómo hacerlo, ninguno había tenido una relación anterior. Todo era nuevo, raro y vibrante.

Kristoff la levanto y la sentó sobre la barra mientras la seguía besando. Había besado a más chicas que las que podía recordar, literalmente pero estaba enamorado de Rose, y era ese “simple” hecho el que hacia todo diferente, que quisiera más de ella de lo que nunca había querido de nadie, que quisiera fusionarse con ella, tirarla cerca y devorarla por algo más que deseo.

Pero por otro lado Rose no conocía esa pasión, ese calor infernalmente bueno, jamás se había enamorado, jamás había sido amada y lo que Kristoff le provocaba era una explosión de sentimientos, amor, deseo, pasión. Pero ella era Rose Hatt, resistió cada roca que le tiraron, podía con un chico, ¿cierto?, si, si podía. . Enredo sus dedos en el cabello mojado de Kristoff, pues se había bañado hace poco, y se apegó más a él. No lo harían, pero quería ver que tan lejos podía llegar sin que su cuerpo se inquietara.

Pero eso no era justo para él, quien intentaba controlar esas hormonas. Por dios, Rose era hermosa y besaba genial. Tal vez vendría bien mandar todo al diablo un rato, pensó mientras enterraba los dedos entre sus ondas y la besaba más fuerte.

De alguna manera terminaron encima de la barra, con Kristoff arriba de ella, con las manos fijas en su cintura a pesar que las de ella estuvieran por debajo de su camiseta, acariciando su espalda y sus tatuajes, enterrando las uñas. Se sentía embriagado, como nunca se había sentido antes, comenzó a olvidarse del mundo, de la situación y comenzó a besarle la clavícula y a desabrocharle la camisa que traía.

¿Crees que me conoces? (Editando)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin