¿Crees que me conoces? (Editando)

Capítulo 35: Perdido y encontrada.

¿A quién quería engañar? Lo quería demasiado como para alejarse de él.

Kristoff era un buen chico.

La cuidaba cuando iba con su madre.

Se llevaba bien con Monsi.

Tal vez…Tal vez su amistad podía ser algo más.

Rose intentaba mantenerse tranquila con sus pensamientos y no provocar una tempestad. Era como si estuviera desactivando una bomba; un pensamiento erróneo y todo explotaría.

Había pasado un día desde la fiesta y ella había salido con Monsi a un parque y su hermanita estaba en los columpios mientras ella arreglaba sus pensamientos.

No pudo evitar preguntarse como estaría sintiéndose y pensando Kristoff y se sintió confortada de cierta manera al tener la seguridad de que él también estaba confundido, la hacía no sentirse sola.

Enterró la cara entre las manos con frustración, tenía sentimientos demasiado profundos hacia él y esperaba que el tuviera el mismo problema.

Querer y ser querida. Eso era algo demasiado raro. Nadie le había dado tanto amor, cariño y cuidado desde que su padre había muerto y luego reapareció él y le dio todo lo que necesitaba.

Compañía, confianza y amor.

Iría con él, hablaría con él. No importaba si serian amigos o lo que fuera, solo lo quería cerca.

Kristoff Dobrey le hacía bien.

Miro hacia  su hermana y se la encontró acompañada, un chico pelirrojo y pecoso estaba sentado en el otro columpio.

Casi le dieron ganas de llorar al ver la escena, tomo su celular y le saco una foto y fue de inmediato al WhatsApp.

Se detuvo un segundo antes de enviársela a Kristoff. Por alguna razón se quedó viendo el chat, los antiguos mensajes con sus doble tics y la foto que Kristoff: Era el mismo en una selfie sonriendo exageradamente, como ese emoticón que había por ahí, lucia gracioso y tenía un estado de “Ocupado”, muy original.

Se terminó riendo de sus pensamientos y le mando la foto con el comentario “La historia se repite”

Y dejo el celular al  lado, y comenzó a vigilar a su hermanita.

Mientras tanto en el departamento Kristoff parecía león enjaulado. Odiaba estar nervioso y descontrolado, él era Kristoff Dobrey, el gran búlgaro, el chico malo, la oveja negra, el pez que nada contra la corriente, el que siempre sabía qué hacer y qué decir. Pero no, con Rose se le trababa la lengua y comenzaba a transpirar.

Pero eso pasaba últimamente, siempre se había sentido cómodo con ella, incluso con Monsi pero esos estúpidos sentimientos comenzaron a aparecer a unos meses de convivir con ella. Odiaba quererla de esa manera. Pero tampoco podía hacer nada para cambiarlo, sabía perfectamente los problemas que acarreaba enamorarse, y él había sido lo suficientemente estúpido como para enamorarse de su mejor amiga, la única chica que había logrado meterse entre su coraza y alojarse en su corazón. Y lo peor era que lo había hecho silenciosamente, tomándose su tiempo, pero cada vez más certera y eficaz.

Pero ahí estaba, preparando una disculpa para ella, para arreglar las cosas y para intentar avanzar. No sabía si era valiente o cobarde, tal vez un poco de ambas. Suspiro otra vez y escucho vibrar su celular.

Era su chica, no, su Rose. ¡Ah! Se quejó su cerebro, agito la cabeza y abrió el chat de Rose. Porque la tenía como Rose, y ella tenía una foto de ella con Alice, haciendo muecas con la boca y de estado tenía “¿Do i wanna now?” una canción de Artic Monkeys.