¿Crees que me conoces? (Editando)

Capítulo 7: Incidentes inesperados y a toda velocidad.

Rose estaba en la cafetería, sentada en su mesa habitual, sentada con su grupo de amigos habitual, pero esta vez ella había sido la que había llegado primero y ahora solo estaba sentada con Thomas.

Paseo la mirada por la cafetería y no evito posarse en Kristoff, solo unos segundos, pero los suficientes como para notar que estaba solo en la mesa pero Ryan se acercaba. Él parecía no notar nada, tenía unos audífonos rojos pequeños, de esos que te tienes que meterte en la oreja, parecía absorto en sus pensamientos, con la mirada fija en la ventana, sus ojos verdes absorbían el tono grisáceo que tenía el día. Rose pestañeo y siguió paseando la mirada, ya había dejado de escuchar a Tom, aún tenía fresco lo que él le había murmurado, simplemente no dejaba de sorprenderla que el recordara algo tan pequeño. Sí, ella había recordado que su letra se inclinaba pero eso no era tan pequeño como recordar su manía con las T.

— ¡Rose!—Le gritó Tom. — ¿Por qué sonríes?

—Estaba recordando algo—le respondió volviendo la mirada hacia él.

Alii y las chicas ya se acercaban.

— ¿Por qué tardan tanto? ¿Van a paso tortuga?—las regaño pero con una sonrisa en los labios que convirtió el momento en una broma típica de las suyas.

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Una distraída Rose estaba haciendo dibujitos en la parte superior de la hoja, la señorita Pierce a veces simplemente la aburría, le explicaban cosas que ya habían pasado y que sabía de memoria.  Agradecía que fuera una de las últimas horas. Soltó un suspiro.

—Me aburro como el demonio—Dijo a nadie en especial.

— ¿Qué dijo Srta. Hatt?—Rose se contuvo de llevarse la mano a la boca, luego de haber abierto mucho  los ojos, se giró hacia la profesora.

—Profesora, esto ya lo pasamos, ya lo sabemos; no entiendo porque tiene que pasarlo de nuevo—Dijo con la frente en alto y con la espalda derecha.

—Yo decido que enseño y cuando lo enseño, no usted—Le gruño—Ahora ponga atención.

Rose casi puso los ojos en blanco, sin embargo solo alzo los ojos al techo.

—Compórtate—La regaño Caro, aunque una sonrisa amenazaba con salir de sus labios.

—No puedo—le respondió Rose guiñándole el ojo y sonriéndole de medio lado.

—No tienes remedio—Dijo Caro negando con la cabeza.

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— ¡Por fin una materia entretenida!—Exclamó Rose cuando por fin salieron de literatura y entraron a español, su última asignatura.

—Eso es porque tú haces trampa aquí—le dijo Alii, Rose le dio un “golpe” en la cabeza.

—Shhh—le dijo llevándose el dedo a los labios.

Caro y Lizzy rieron.

—Buenos días alumnos—Los saludo el profesor  Borja.

Luego de pasar la lista frases en español llenaron el pizarrón, Rose veía divertida a sus compañeros que miraban el pizarrón sin entender nada mientras ella ayudaba a sus amigas con la pronunciación.

—Vamos es muy simple—les dijo.

—Para ti—le respondió Caro.

—Para mí es jodidamente fácil—les dijo en español original.

—Señorita Hatt, es maravilloso que sepa tanto español pero no exagere—La regaño el profesor.

—Perdón—dijo, de nuevo, en español.