Capítulo 46.

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"Creo que... Creo que será mejor que no estemos juntos."

Esas palabras taladraban mi cabeza una y otra vez, constantemente. 

Ni siquiera se como fuí capaz de decirlas, sabiendo qué, realmente, no podía, ni mucho menos quería estar sin él. 

Mi cabeza era una lucha constante entre enfrentarme a mis sentimientos y a él, o no. 

En mi mente decía mil veces que esto no podía acabar aquí, que no podía alejarme de él, cuando, había sido yo la que se había alejado por sí sola diciéndole eso. Y ni siquiera sé cuanto tiempo más podría aguantar sintiendo este tormento en mi interior, sintiendo que le perdía. 

Lo más miserable era que, esta vez, ni siquiera tenía yo la culpa. No era yo la que tenía a una chica viviendo con él. Y aún así me sentía mal por decir lo que dije, sabiendo que no lo podía cumplir. 

Creo que era una completa estúpida. Por que después de ver lo que vi esa tarde en su casa, la fiesta... todo. Después de todo, en vez de tener ganas de gritarle, de enfadarme con él... Lo único de lo que tenía ganas era de abrazarle y no separme de él ni un instante. 

Era la peor sensación que había tenido nunca. Me sentía sola. 

Creo qué había sido, incluso, gracias a Sara que no le había llamado ya. Ella me había dicho que no me preocupará, que esto se arreglaría pronto. Y que aunque él no tenía del todo la culpa, que no me dignara a llamarle ni mucho menos. 

Y, sinceramente ya no sabía que hacer. Era un lunes por la tarde, completamente aburrida y con más razones para ponerme a pensar en lo patética que era ahora mismo. Llorando por alguien que ni siquiera se ha preocupado en saber de mi. 

Él no me había llamado ni una sola vez desde la discusión. Ni una maldita vez. 

Sara entró por la puerta de casa con un par de bolsas de comida. 

Me levanté a ayudarla. 

Ella, al verme, preguntó enseguida. 

-¿Todavía no te ha llamado? –negué con la cabeza-. ¿Ni siquiera ha venido? –volví a negar-. Será... –maldijo en voz baja. 

-Se ha olvidado de mi Sara. –lloré-. Ni si quiera me ha mandado un maldito mensaje. –sollocé en su hombro-. ¿Sabes que es lo peor? Él tendría que estar mal, y aunque sea intentar arreglar algo... Pero nada, absolutamente nada. Definitivamente no le importo una mi... –mi amiga me cortó, mientras me abrazaba y yo me desahogaba con lagrimas en su hombro. 

[...]

Minutos después de de mi pequeña conversación con Sara, ya un poco más calmada, decidimos colocar la compra y horas después nos encontrábamos viendo una película de comedía que Sara había escogido. Junto con un gran bol de palomitas de colores. 

Cuando llevábamos unos quince minutos escasos de película, Sara se levanto repentinamente. 

-¿Que pasa? –pregunté extrañada.

-Hm... –actuó nerviosa-. Voy abajo. –dijo.

-¿Qué? ¿Por qué? 

-Eh, pues... Ryan está abajo. –dudó-. Esperándome. Enseguida vengo. 

-Genial... –musité. 

Sara salió por la puerta. 

Bufé. 

¿Había algo más triste que un lunes, viendo como tu mejor amiga te deja sola para ir con su novio, y tú te quedas viendo una aburrida película? 

By your side. {Justin Bieber} {TERMINADA}Where stories live. Discover now