-Mañana, a las siete de la tarde. Te mando la dirección por mensaje. -dijo Carter. Hacia un par de minutos que me había llamado.
-Hm, perfecto. ¿Me puedes decir quién va a ir al final? -pregunte.
-Pues lo que te dije el otro día. Quizás alguno más. Justin Bieber no ira, no te preocupes. -dijo, suspire. Eso era un alivio.
-Oh, vale. Gracias por avisarme.
-De nada, buenas noches. -dijo él. Colgué.
Me tumbe de nuevo en la cama, suspirando. No sé qué prefería, que Justin fuese o que no fuese al evento de mañana. Tenía unas horribles ganas de verlo. Hacía más de cuatro días que no le veía, después de la fiesta. De la horrible fiesta.
Últimamente estaba más animada, salía más con Alis y Brit y me distraía mucho. Aunque nada cambiaba el hecho de llegar a casa y pensar en él. De echarle de menos.
Creo que me estaba acostumbrando a la idea de no verle todos los días, de no tenerle. Y me sentía mal, pero tampoco quedaba otra opción.
Lo peor es que hacerme a la idea de que no estábamos juntos, no hacía que le olvidase, no hacía que lo sacase de mi cabeza. Justo al revés, conforme más pasaba el tiempo, más me daba cuenta de que le quería.
Pero al fin y al cabo no hay ninguna solución. Él no confiaba en mi, y yo no iba air más detrás de él.
Mi móvil vibro dejándome ver un mensaje de Carter, en el que, como él había dicho hace minutos, ponía la dirección del evento de mañana.
Ryan me trajo el móvil hace uno días. Porque ni yo iba a ir a recogerlo a casa de Justin, ni Justin iba a venir a dármelo. Así que Ryan hizo de mediador.
Se oían risas desde mi habitación. Salí de mi habitación y llegue al salón, encontrándome a Ryan y Sara viendo una película, abrazados.
-Ey, chicos. -salude.
-Ey, Mel. ¿Cómo estás? -pregunto Ryan.
-Bien. -respondí con una sonrisa-. Oye, mañana estáis invitados al evento de la empresa. Tal vez sea aburrido, pero podrías venir. -suplique, con cara de cachorrito. Necesitaba que viniesen pues si no eso iba a ser un total aburrimiento. No conocía a nadie.
-Hm, claro tonta. ¿A qué hora es? -pregunto Sara.
-A las siete empieza. Podéis venir más tarde si queréis. -dije con una amplia sonrisa.
-Está bien, allí estaremos. -dijo Sara.
-Buenas noches. -dije sonriendo.
-Buenas noches. -contestaron los dos al insinuó, lo que nos hizo carcajear.
Entre de nuevo en mi habitación y abrí mi armario, sacando un pijama, y involuntariamente encontrándome con la sudadera que Justin me dejo en el parque. Aquella noche, cuando le dije que me gustaba y él a mi.
Un escalofrió recorrió mi cuerpo. Controle ese sentimiento de añoranza que me invadió y me acosté.
En menos de lo que pensaba me quede dormida.
Narra Justin.
En mi vida había echado tanto de menos a alguien.
Ni siquiera se podía contar las veces que se me había pasado por la cabeza coger el teléfono y llamarla.
Todo era confuso, ya no sabía que pensar.
Ryan me había contado varias cosas, pero nada que me hiciera deshacer la confusión. Por otro lado las palabras de Melissa en la fiesta me dejaron desconcertado.
