Al día siguiente...
Me levante bastante más tarde de lo normal, pues no tenía practicas, y las chicas tampoco porque irían mañana. Nos arreglamos y nos fuimos de compras al centro comercial.
Pasamos el día comprando zapatos, algo de ropa y algunos complementos. Estuvimos comiendo en un pequeño restaurante de comida rápida y tomamos café en starbucks.
Se nos hizo bastante tarde.
De camino a casa estábamos hablando de salir el viernes alguna discoteca nueva.
-Vale perfecto disco nueva, por fin. !Estaba aburrida ya de la otra¡ –dijo Brit.
-Sí y llamamos a Trent. Hace un mes que no sabemos nada de él. –añadió Sara.
-Planazo chicas. Yo llamo a Trent. –decía entusiasmada Brit.
-Si. Yo avisare a Nate. –dijo Alis.
Al llegar al apartamento, Sara se acostó enseguida y yo también, el día de compras había sido agotador.
A la mañana siguiente llegamos todas puntual a la oficina, y entramos a las practicas.
Tras las primeras dos horas, nos dieron veinte minutos de descanso para almorzar y salimos a una pequeña cafetería de la oficina.
El día no se me estaba haciendo precisamente corto.
Al terminar las practicas, Sara y Brit fueron a por algo de comida rápida para comer. Alis y yo las esperamos aquí, en la oficina.
Cinco minutos antes de que llegaran fui al baño, pues llevaba ya media mañana aguantándome. Termine, y justo al salir, en uno de los pasillo había una puerta medio abierta. Me asome y vi nada más y nada menos que a Justin haciendo una sesión de fotos.
-Perdone señorita, no puede estar aquí. –dijo un guardia.
-Mm, lo siento... –maldije por dentro. Por ser tan descuidada.
-Oh, no pasa nada déjela. –añadió Justin. Intente caminar rápido para salir de allí pero Justin me detuvo.
-Melissa, ¡Melissa, espera! -dijo en tono tranquilo, con una sonrisa.
-¿Cómo has descubierto mi nombre? –rió.
-La secretaria está loca por mi, fue fácil.
-Creído. –dije escupiendo la palabra.
-Ingenua. –volvió a sonreír-. ¿Vas a aceptar ya mi salida?
-Ni en un millón de años.
-Nunca digas nunca. Tiempo al tiempo, Trees. Melissa Trees. –guiño un ojo al entrar de nuevo en la sala. Me quede en shock ¿por qué tanto interés? Con todas la chicas que debe de tener... En fin.
Continué mi camino, me adentre en el baño y después me fui con las chicas.
El día continuo normal y las chicas confirmaron que mañana iríamos todos, inclusive Trent a algún local de fiesta nuevo.
Por la mañana como las chicas habían ido a las practicas y yo ya había completado mi semana, me fui a buscar algún buen modelito para esta noche. Y tras toda la mañana recorriéndome L.A. encontré algo perfecto.
Por la noche ya íbamos todos subidos en el todoterreno de Trent. Él nos condujo hasta una de las discotecas más modernas y solicitadas de L.A. Allí entramos y nos situamos en una zona más privada. Pedimos algo de beber.
A la media noche ya llevaba un par de copas. Todos empezamos a bailar en la pista.
Unas inesperadas manos se posaron delicadamente en mi cintura y gire rápidamente.
-¿Bieber? ¿Qué estás haciendo? –pregunté sorprendida.
-Vamos Melissa, un pequeño baile. –aferró de nuevo sus manos a mi cintura y colocó mis brazos alrededor de su cuello acortando espacio entre nuestros cuerpos. Me miraba de manera provocadora y seductora. Y debo decir que lo hacía muy bien.
-Te mueves jodidamente bien. –susurro.
-Venga, Justin deja de decir tonterías...
-Es verdad, enserio. –dijo mirándome sonriendo.
-Bueno, ya.
-¿Te has puesto nerviosa? Ves, no soy tan terrible... Estoy seguro de que no te desagrado tanto como dices. Al revés diría yo... –dijo, de forma demasiado picara.
- ¿Qué? Deja de beber porque te está afectando Bieber.
-Ya, ya. Venga Melissa... Reconócelo –dijo sonriente y pícaro a la vez
-¿Qué tengo que reconocer? –dije fulminándolo, mientras me despegaba un poco de él.
-Pues que te… –le corte, por que sabía perfectamente donde iba a acabar esa frase.
-Pues que nada. –dije tajante, mientras me alejaba. Le mire cuando ya estaba a unos metros y tenía una sonrisa divertida en su cara.
-!Nos vemos¡ –le oí decir, mientras seguía sonriendo.
[…]
Continuaba la noche y no iba precisamente bien.
Brit y Sara bebieron demasiado, y Alis y Nate las llevaron a casa.
Yo fui a buscar a Trent, pero él estaba demasiado ocupado con una chica.
Bien tenía un problema, ¿cómo volvía ahora a casa? y beeep la peor de las ideas salto a mi cabeza. Justin.
Fui a buscarlo y lo encontré con una chica. Muy acaramelados diría yo. Me acerqué perdiendo toda la dignidad y le hable.
-Necesito tu ayuda. –se giro a verme.
-Vaya... pensaba que ibas a tardar más en rogarme.
-Enserio, Justin. ¿Puedes llevarme a casa? –se despidió de la chica y me cogió del brazo alejándonos un poco.
-Con una condición, la semana que viene te recojo. El jueves a las siete. –acepte resignada. Si quería que me llevara no tenía otra opción.
-Está bien vamos. –salimos por la puerta de atrás y llegamos a su lujoso coche.
Me abrió la puerta de este y le indique donde me tenía que dejar. En el camino, él solo me miraba sonriendo y yo le fulminaba por que había conseguido lo que pretendía.
-Es aquí, gracias... por traerme.
-¿Eh? niñata, ¿no te vas a despedir?
- Adiós.
-Eso es poco amble, ¿sabes?
-Bien. –le dije. Comencé acercarme a él, apenas a un medio centímetro de nuestros labios y acaricie su cuello con mi dedo. Él me miraba fijamente, puso una de sus manos en mi cintura.
-Bieber, Bieber, Bieber. ¿Tienes a chicas mejor que besar o no? –le dije burlándome de él y alejándome un poco.
-Tengo a miles, y lo sabes. Pero ahora me interesas tú. Ya sabes el jueves, a las siete. Nos vemos. –arranco el coche con una sonrisa deslumbrante y se fue.
Por dios a esa distancia era aún más guapo. Y su fachada de chulo me estaba matando por dentro. Era demasiado atractivo.
Entre a casa y vi a Sara ya durmiendo. Así que me puse el pijama y me fui a dormir.
