El marcador es fiable

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1-0.

Íbamos 1-0, yo ganando. Y no pensaba perder. Por nada del mundo. Pensaba mantenerme fuerte. Aún a pesar de que te habías bajado de la encimera y te habías quedado con esa tanga de encaje que tanto me gustaba. Te pusiste de espaldas a mí, mientras tus labios guiaban a los míos, en una misma dirección. Puse mis manos en tu vientre y seguimos nuestro ritual de besos. Mientras tanto, yo no me daba cuenta que te habías pegado tanto a mí. Y que tu trasero se presionaba contra mí como si siguiera una melodía.

Así que acaricié con mi nariz tu cuello. Y tú esperabas, y yo deseaba besarte. Pero habíamos quedado en una cosa.

Y te das cuenta.

—Hazlo ya, joder —dijiste con la voz ronca entre sonrisa y sonrisa, exasperada.

—¿De qué estamos hablando exactamente? —pregunté, haciendo un vago amago de quitarle la prenda de ropa interior que había dejado al descubierto.

Decir "te quiero" no valeWhere stories live. Discover now