Las despedidas son siempre duras

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Han pasado días de silencio, tristeza, distancia para la soledad necesaria.

SÁBADO

Al entrar a la iglesia, cuando aún queda un rato para que todos tomen asiento, te acercas a tu abuelo y, tras una pequeña y secreta despedida, besas la frente de tu abuelo. Te doy la mano tras haber salido del entierro. Aunque tu mano está escondida bajo la manga negra y le ha costado aferrar la mía, lo agradece.

Decir "te quiero" no valeWhere stories live. Discover now