Al volver del trabajo, cansada, hambrienta y destilando negatividad, me das un breve beso en los labios y un gran abrazo de bienvenida que me aviva. No hay nada que más me gusta que un recibimiento así; desde que mi madre murió cuando tenía 10 años no he vuelto a disfrutar de los cálidos abrazos al volver de clases... hasta que nos encontramos.
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Decir "te quiero" no vale
Short StoryVamos a jugar a un juego: Guiñar un ojo, vale. Abrazar, vale. Besar, vale. Hacer el amor, vale. Dar la mano, vale. El 80% de las cosas que se te ocurran, valen. El otro 20% sabes que son ideas locas que has visto en películas. No valen. Bien... sol...