Capítulo 29.

65.7K 1.7K 223
                                    

Secretos y amigos imaginarios.

-Y dime... er...

-______-Digo entre dientes mientras le frunzo el ceño a mi madre que está tomando mi mano con fuerzas.

-______-Repite la mujer, que no debe pasar los cuarenta años, tiene pequeñas arrugas en las esquinas de los ojos, sus labios están pintados de rojo, y tiene una inmensa sonrisa que se ve demasiada forzada para mi gusto. -Cuéntame acerca de este nuevo amigo... mm... que tienes.

Mi ceño se profundiza aún más y le fulmino con la mirada a mi madre, que sigue con los ojos agrandados y acariciando mi mano con su dedo pulgar.

-Vamos, ______. -Dice mi madre con una dulce voz -Cuéntale a Cristina tus problemas, ella puedo ayudarte.

Antes de que yo al menos pueda responder, Cristina me corta.

-Dime ¿Cómo te hace sentir? Hablo de que, esto de tener amigos... que nadie más puede ver ¿te hace sentir bien? ¿Menos sola? -Miro al cielo, con vacilación. Está bien, era oficial, mi madre piensa que tengo amigos "imaginarios" y llamó a una "psicóloga" para que me ayude con mi "problema" pero lo único que sé es que la tipa quiere plata, y que en los últimos diez minutos me pregunta si estoy bien.

-No tengo amigos imaginarios -Protesto escupiendo las palabras. Oigo como la risa de mi hermana se escucha desde la sala.

-Está bien... -Dice Cristina forzando aún más su sonrisa -Es normal negarlo, pero el primer paso para recuperarte es la aceptación. No está mal tener amigos imagina...

- ¡Que no tengo putos amigos imaginarios, coño! -Gruño levantándome del taburete de la cocina y apartando la mano de mi madre.

- ¿Te sientes bien así? -Pregunta Cristina tartamudeando - ¿Sientes que diciendo malas palabras... de algún modo te liberas?

Mi madre me fulmina con sus ojos azules.

-Sabe algo -Digo entre dientes -No tengo puñeteros amigos imaginarios, y sí, me encanta decir malas palabras. Así que... señorita Cristina, usted puede irse a la mier...

-Oh, Dios -Exclama Madison entrando en la cocina - ¿____ al fin ha enloquecido?

-Cállate -Gruño señalándola con el dedo índice.

-Huy, ¿te enojaste? ¿Me golpearas? ¿O llamaras a uno de tus unicornios imaginarios a hacer el trabajo sucio?

-Ya cállate, rubia -Vuelvo a exclamar y mi madre intenta cogerme del brazo, como si en cualquier momento me abalanzara sobre mi hermana. -Tú no me toques -Le digo apartando su mano -Crees que estoy loca.

-No es verdad -Dice mi madre y cuando enarco una ceja ella vacila -Esta bien, tal vez un poco.

Ruedo los ojos y sin importarme, aparto a un lado a mi hermana dirigiéndome escaleras arriba. Mientras escucho a Cristina -la-mujer-botox-y-sonrisa-falsa- decir:

-También debemos tratar sus problemas de ira - ¡Como quisiera golpearla! ¡No tengo problemas de ira! Bueno... tal vez... a veces... sólo un poco. -Ella necesita atención especial.

Cuando estoy en mi cuarto, azoto la puerta y busco un suéter en mi armario, cuando me lo coloco, tomo mi celular y lo guardo en mi bolsillo. Vuelvo a abrir la puerta y salir, para dirigirme escaleras abajo donde Cristina sigue parloteando.

-Tal vez... ¡Oh ahí estas, ____! -Dice mi madre cuando me ve, luego su ceño se profundiza al ver que yo paso de largo - ¿Adónde vas? -me pregunta.

-Afuera.

-Estos actos de rebeldía son normales... -Escucho que dice Cristina consolando a mi madre.

My boyfriend is famous » horan.Where stories live. Discover now