Capítulo 24.

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Conquistando a Niall Horan [Parte 2]

-Creo que soy adoptada -medite en un susurro.

-Chitss... -me espeto Madison llevándose un dedo entre los labios indicándome que este callada.

-Tal vez... me encontraron en un callejón -Dije pensativa.

- ¿Quieres callarte? ¡Maldición! Nos van a descubrir.

- ¡Pues que lo hagan! -Exclame. Madison giro su cabeza hacia mí y me fulmino, sus cejas se unieron y su cara se puso roja. Nuevamente volvió a asomar su rostro hacia el aparcamiento del estudio de grabación.

Rodé los ojos.

-Na na na na... -empezó a canturrear mi hermana mientras nos movíamos rápidamente hasta las puertas de metal.

- ¿Qué mierda estás diciendo? -susurre tratando de no perder los estribos.

-Cantando una canción de suspenso -dijo ella volteando hacia mí y guiñándome un ojo.

- ¿Por qué acepte apoyarte en esta locura?-murmure más para mí misma que para ella. Madison rio y en ese momento, cuando su risa inundo mis campo auditivo quise darle un golpe en la cara.

- ¿Porque te amenace con decirle a nuestros padres que te fuiste de casa sin su supervisión a altas horas de la noche, mientras, creías inocentemente que yo no estaba enterada?

Vuelvo a rodar los ojos, exasperada. Claro, la muy... hija de su mamá me había visto escaparme la noche en la que Niall Horan me llamo medio borrachín para decirme que estaba en la cárcel y que vaya a salvar su trasero. Al parecer Madison, ahora alias la psicópata anónima, me observo y tuvo esto todo fríamente planeado para que algún día, donde ella -por laguna razón- necesitara mi ayuda me echaría en la cara y me chantajearía como solo ella sabe hacer.

Jodida rubia.

- ¿Qué se supone que vas a hacer cuando lo tengas enfrente? -Dije con ironía - ¿Crees que mágicamente él se enamorara de ti? ¿Qué harás? ¿Levantar tu camiseta?

Madison pareció meditar unos segundos, pobre niña, de seguro su pequeño cerebro de hormiguita no podía con tanta información. Miro al cielo, un gesto que decía que estaba concentrada. Estoy casi segura que yo no soy de la misma sangre que... lo que sea que es Madison, tal vez tengo razón y mis padres me encontraron en un callejón. ¿Por qué simplemente no me dejaron tirada ahí? ¡Estaría mucho mejor!

-No se... -Dijo por fin. ¡Ahí esta! Luego de que las tuercas en su cerebro se movieran esto es lo mínimo que puede decir. A veces me da un poco de penita. -Lo sabré cuando lo vea -dijo rodando los ojos como si no fuera la gran cosa. Yo sabía que Madison, en el fondo de su minúsculo cerebrito, sabía que Niall no se enamoraría de ella con tan solo verla, aun si Madison fuera la cosa más irresistible... las cosas, en la vida real, no funcionan así. Aunque yo no podía hablar tanto de normalidad.

Me cogió de la mano, note que estaba sudando. Bueno, cárcel, voy por ti... de nuevo.

La parte de atrás del estudio de grabación estaba completamente desorientado, excepto por dos locas sueltas -éramos nosotras, claro-. Madison, lentamente empujo la puerta de doble vidrio, para la sorpresa de ambas, esta estaba abierta. ¡Qué mala seguridad! Aunque agradezco de todo corazón la falta de guardias.

Cuando estuvimos adentro, un largo pasillo se extendía desde donde nos encontrábamos. En las paredes blancas se encontraban miles de discos de plata e incluso de oro. Me quede un momento observando, cuando la voz de mi hermana me sobresalto:

-Por aquí -murmuró moviendo una mano y pegándose a la pared, como en esas antiguas películas de espías.

«Mi pequeña, tonta, idiota, estúpida, chantajista, obsesiva... y otras cosas más, Madison. ¿Tengo que amarla, no?»

My boyfriend is famous » horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora