Capítulo 18.

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Palabras extrañas y accidentes con tinturas.

Los llantos de bebé hicieron que me sobresalte en mi silla, rodé los ojos y seguí leyendo el libro de literatura. Era jueves por la noche y tenía que memorizar una estúpida estrofa que tenía palabras como «cuantiosa» En mi vida jamás le diré a alguien; "Oye eres muy cuantiosa". Los llantos siguieron ampliándose hasta el punto de volverse insoportable. Madison, como toda adolecente necesitada de dinero es niñera. De un pequeño -insoportable- niño de ocho meses. Tod, es la personita más fastidiosa que he conocido, después de Niall, claro está. Grita, llora, hace sus necesidades donde quiera que esta, come, sigue haciendo sus necesidades, gimotea, y duerme. Es como un perrito. Me levanto de la silla, un poco frustrada y voy a ver si mi hermana no está torturando al pobre Tod. Cuando bajo hacia la sala, Madison teclea en su celular mientras el pequeño Tod está gritando con la boca llena de lo que podría ser chocolate, aunque no quiero saber.

-Madison -exclamo con la cara roja de la furia - ¿Puedes decirle que se calle? Necesito estudiar.

Mi hermana levanta la vista de su celular, me mira por un momento y luego sus ojos azules se clavan en Tod, como si acabara de notar su existencia.

-Cállate -le espetó al bebe y siguió tanteando en su teléfono celular.

Solté un suspiro de frustración, me pregunto que había hecho yo para merecer este tipo de hermanas. Me acerque al pequeño Tod, o debería decir pequeño oloroso Tod.

-Ugh -me queje mirando al bebé-Huele a mierda ¿cambiaste su pañal? -le pregunte a mi hermana, pero ella no respondió, los llantos de Tod se detuvieron y otra cosa se escuchó... estaba haciendo del baño... ahí mismo en la alfombra... ¡de mi sala! -Coño, ¡Madison! Si no haces algo habrá una bomba nuclear. -advertí con enojo.

Madison rodo los ojos y de mala gana agarro al bebé, lo sujeto como si fuera ropa sucia y olisqueo.

-Por el amor de... ¿Qué mierda comiste? -le espetó al bebé, de repente una sonrisa malvada se formó en los labios de Tod, y sin previo aviso vomito encima de Madison. Por un momento me quede parada mirando todo en cámara lenta, litros de leche y papilla desparramada en la cara y cuerpo de mi hermana, su cabello rubio humedecido y sus zapatos rosas con vomito. Ella también pareció estar en shock, mientras asimila lo que acababa de ocurrir. Luego Tod se empezó a reír como si realmente entendiera lo que acaba de pasar y yo le seguí.

- ¡No es gracioso! -lloriqueo mi hermana escupiendo saliva.

-Es mejor que limpies todo esto -comente, pero antes quite mi celular de mi bolsillo trasero y quite una imagen de Madison con los restos de vomito. Ella chillo.

-Eres una odiosa -me grito y el bebé volvió a gritar alterando los nervios de mi hermana.

- ¡Ash! -se quejó ella haciendo que yo vuelva a reír. Tal vez Tod no era tan malo como pensaba.

***

-Muy bien, tengo un plan -dijo Amber - Les diré que tengo lepra y tal vez ellos dejen de seguirme -susurro como si el equipo de nerds nos estuviera escuchando en este momento.

-Lo dudo -comente volviendo a mirar mi libro de literatura. La palabra "cuantiosa" era difícil de memorizar en oraciones. -Están tan desesperados que no creo que les importe.

Amber gruño y miro hacia la gran cantidad de chicas que estaban haciendo fila en el centro comercial. Era viernes por la tarde, y yo seguía sin poder repetir la palabra "cuantiosa" sin trabarme.

- ¿Qué se supone que hacen? -pregunto mi amiga sin apartar la vista de la fila.

-Descuento -dije. Los viernes hasta las doce de la noche la tienda " First Center" hace un 50% de descuento de toda su mercancía. Una ganga, supongo.

My boyfriend is famous » horan.Where stories live. Discover now