Capitulo 44

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Oli hizo un extraño movimiento para salir de el agarre  de Niall que la tenia acorralada sin dejar que se moviera, sin dejar que el irlandés tuviera tiempo para pensar, ya se encontraba subiendo los escalones que le faltaban en la escalera y corriendo en dirección a la habitación de Elena. 

Niall no dudo en ir tras ella.

- ¡Harriet!.- soltó la muchacha una vez que entro en la habitación dándose cuenta de los objetos hechos pedazos en el suelo, claramente estos habían sido los que ella habia escuchado romperse tiempo atras.

Un sollozo inundo toda la habitación.

La pelinegra se detuvo en seco y entonces la vio. La vio ahi. En un rincon, temblando, llorando y aferrada a sus piernas como si su vida dependiera de ello.

Joder, ¿que mierda había pasado?. El rubio entro a la habitación unos segundos después de que Oli prácticamente se lanzara a hasta Harriet para atraerla a sus brazos y brindarle proteccion.

Niall inspecciono cada lugar de la habitación, sorprendido, había ropa -de mujer, claro- esparcida por todo el lugar, algo que pudo identificar por floreros y retratos, hechos añicos en el suelo blanco. Luego fijo su vista en la chica pelinegra inclinada sosteniendo a una niña, la misma niña que le había atendido la vez anterior que estuvo en esa casa. La diferencia era que la niña había perdido ese brillo tan peculiar, esa alegría. Ahora la  pequeña lloraba inconsolablemente y aunque Oli hacia su mayor esfuerzo por calmarla, las lagrimas de esta no podían cesar, murmuraba cosas que la chica no podía entender y los jadeos eran cada vez mas fuertes.

El chico miraba atento la escena, dándose cuenta de la preocupación y dolor que sentía Oli en ese momento. Era tan tangible. La pelinegra le murmuraba cosas a la pequeña al mismo tiempo que acariciaba su pequeña espalda con la única intención de tranquilizarla. Al poco tiempo las suaves palabras y caricias de Oli  dieron resultado. La pequeña dejo de llorar una vez que se sintió segura de nuevo y cayo en la cuenta de que era su madre quien estaba ahora con ella.

- Se ha ido.- logro susurrar la pequeña aun aferrada a los brazos de su madre. Inmediatamente Oli se puso alerta de nuevo.

- ¿Quien pequeña?.- le hablo con delicadeza la chica para no darle a demostrar que estaba nerviosa, lo que menos quería era verla llorar de nuevo.

- El señor de negro.- Oli se tenso. Niall arqueo una ceja mientras prestaba mas atención a la niña.

- ¿De quien hablas Harriet?, ¿lo conoces?, ¿lo habías visto antes?.- la niña negó efusiva mente con la cabeza que un yacía en el pecho de Oli. Ella sintió su movimiento.

- El quería llevarme.- sin darse cuenta, Oli apretó mas a Harriet hacia ella en un movimiento protector, el solo echo de saber que alguien había entrado a su casa con el propósito de llevarse a su hija le despertaba ese sentimiento protector de madre. Nadie podría separarla de su lado, no. Nunca.

- ¿Le has visto la cara?.- Niall se acerco un poco mas a Oli hasta quedar detrás de ella, de una forma u otra sentía la necesidad de ayudar a Oli en ese momento.

La pequeña negó nuevamente y se quejo, su madre todavía la mantenia sujeta con fuerza y eso a ella le dolía. La lastimaba. El señor de negro la había maltratado, jaloneándola por la casa mientras ella hacia el mayor esfuerzo por soltarse, en una ocasión el señor de negro perdió el control y la tiró tan fuerte que sus pequeñas piernas no fueron capaces de sostenerla mientras tropezaba hacia atrás, pero no cayo. Al contrario se mantuvo de pie. Una vez que su espalda se estrello fuertemente contra uno de los muebles al lado de la cama. Justo la punta de madera la golpeo. El dolor fue inmenso pero en ese momento sentía mas miedo por el señor de negro, que dolor.

Oli la retiro un poco para poder mirarla mejor. Ojos hinchados por las lagrimas, su bonito color verde se veía tan apagado. Pelo revuelto como si se lo hubieran estado jalando, ella ignoraba el hecho de que eso era exactamente lo que había pasado. Sus brazos estaban con la piel de gallina y sus manos. La pelinegra abrió sus ojos, las pequeñas manos de su hija tenían marcas rojas. Harriet trato de esconderlas cuando se dio cuenta de que era lo que su madre miraba en ella. Oli la detuvo, sosteniendo ambas manos de la pequeña entre las de ella. El irlandés tras ella estaba igual de sorprendido.

- Harriet, ¿que...

- Fue el señor de negro.- le contesta inmediatamente la pequeña, sabiendo perfectamente lo que su madre le preguntaría. Oli vuelve a tensarse y es en ese momento que se da cuenta de que Harriet y ella no son las únicas en esa habitación cuando la cálida mano de Niall encuentra su hombro y se lo aprieta levemente en un gesto reconfortante.

Ella gira su cara solo un poco e inclina la cabeza hacia atrás para poder mirarlo y entonces sus miradas se conectan. Azul y negro. El le dedica una pequeña sonrisa de medio lado para darle a entender que esta ahí. Ahí con ella. Quiere ayudarla. Harriet sigue la mirada de su madre y sus ojos verdes se abren como platos. El chico de nombre raro esta ahí en su casa nuevamente, no se lo esperaba.

- Creo... creo que deberías irte. Ya hablaremos luego, lo prom...- ella no termina la frase porque Niall no la esta escuchando, hace lo contrario de lo que ella le dijo y entonces se inclina a su lado poniéndose de rodillas y ella puede sentirlo, esta tan cerca que se le hace difícil el no cerrar los ojos y disfrutar de su exquisita esencia, la realidad le golpea. Harriet. El chico no esta mirándola a ella, tiene su mirada azul puesta en la pequeña y esta lo mira tímidamente.

- Hola, ¿me recuerdas?.- la voz del chico es tan suave cuando se dirige a la niña que hace que Oli se sorprenda y haga preguntarse si es el mismo Niall que ella conoce.

Harriet asiente al mismo tiempo que su enmarañado pelo le cae a la cara. Niall alarga un brazo para retirárselo. Ella se tensa y trata de alejarse en un movimiento brusco cae sobre su espalda y eso, eso duele. Le duele tanto que un grito se escapa de su garganta alterando tanto como a la joven madre y al rubio.

Niall que aun seguía con su brazo estirado, su cerebro trabajo rápido, mas rápido de lo que el pensaba que podría trabajar. En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba al lado de la pequeña niña sosteniéndola mientras esta se retorcía en un intento de apaciguar el dolor que la recorría.

Oli se acerco velozmente al chico e intento coger a la niña de sus brazos y al moverla fue peor. Como ella ignoraba que era lo que le dolía, la sujeto pasando un brazo por su delicada espalda y otro grito por parte de la niña inundo la habitación. El chico se dio cuenta inmediatamente, entonces retiro el brazo de Oli negando con la cabeza y haciendo el mayor esfuerzo por no lastimarla mas, la giro solo un poco y decidido levanto la pequeña blusa  purpura que cubría la espalda de la niña. Oli vio cada acción de el chico con el ceño fruncido y entonces ahogo un grito al ver lo que Niall había descubierto.

- Joder.- dijo el irlandés. 

Single mother {Niall Horan}Where stories live. Discover now