Capitulo 3 "Atentamente Niall."

4.4K 166 13
                                    

Sentí como me despertó un líquido frio, me senté y la habitación tenía luz por todos lados. El viejo asqueroso se reía de mí. Me limpie el rostro con mis manos, logre visualizar el florero en su mano, que asco me había echa mi orina.

-Cerdo. – Dije limpiándome el rostro.

-Cállate bastardo. – Sentí con su escupitajo cayo en mi rostro.

Mi corazón comenzó a latir de manera catatónica. Metí mi cabeza entre mis piernas, no quería golpearlo pero la furia que había guardado durante mucho estaba por salir. Comencé a jalar mi cabello y respirar profundo.

"Vamos Niall, tranquilo." Me repetía una y otra vez en mi mente.

-¿Qué harás llorar?

El reía una y otra vez, sentí como uno de sus escupitajos cayo en mi mano, respire profundo varias veces. Quería calmarme, quería soportarlo.

-¿Acaso eres una niñita? – El tipo comenzó a empujarme con el florero.

Comencé a temblar, quería estallar, solo quería golpearlo. Él me estaba provocando.

-Déjame. – Mi voz era ahogada, dura.

Estallo en una risa que inundo el lugar.

-¿Qué harás llamar a tu papá?

Cerré mis ojos, tan solo quería nublarme, había aprendido hacerlo muchas veces, tan solo bloquearme.

-Contesta bastardo. – Sentí como me toco de nuevo con el florero. - ¿Iras con tu mami?

Aquella palabra había tocado la parte más profunda de mi ser "mami", si mi mamá estuviera aquí ¿pasaría esto?, ¿ella lo permitiría? Un zumbido cubrió mi sentido auditivo y las voces volvieron a apoderarse de mi cabeza.

"-Niall amor escóndete debajo la mesa por favor.

Entre debajo la mesa mamá había recorrido el mantel. Me senté tenía miedo. Escuche como la puerta rechino, abrace mis piernas. Sus pasos eran torpes, mamá se movió hacia la esquina.

-¡Mona!

Papá estaba enojado de nuevo.

-Brad de nuevo llegas borracho. – Dijo ella con un suspiro.

-¿Acaso uno no puede estar tranquilo ni en su hogar?

-Brad deja de gritar, Niall se despertara.

Sentí un estruendo contra la mesa, cerré los ojos hundiendo la cabeza entre mis rodillas.

-¿Dónde está el bastardo?

-¡Brad nuestro hijo no es ningún bastardo!

-No es mi hijo esa escoria, por su culpa estamos como estamos.

-Cállate.-Grito ella.

Escuche como papá le dio un sopapo. No evite gritar.

-¡Basta papá!

-No Brad, no.

Papá se incoó viendo debajo la mesa y jalo mi pie.

-Papá, no papá.

Sentí como los brazos de mamá me jalaron. Mi zapato se quedó en la mano de papá.

-Niall corre.

Me fui al costado.

-Mami, mami, mami.

Papá se levantó y comenzó a caminar en mi rumbo, y mamá se lanzó sobre su espalda.

Secreto de Hermanos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora