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—Okay, ahí está. —Señaló Cellbit a Roxy.

Ella estaba caminando como si nada mientras un esqueleto le disparaba.

—Aprovecha y mata al esqueleto. —Le dijo al rubio.

—No me lo digas dos veces. —Sonrió yendo a matar al esqueleto. —Oh, Roxy, un esqueleto te seguía.

—Ah, si lo noté, pero... nada. —Sonrió.

—Vexxie. —Habló Cellbit.

Roxy ladeó su cabeza, sin entender por qué la llamaba así, pero aún así mantenía una expresión seria.

—No me llames de ese modo, mi nombre es Roxy, R-O-X-Y. —Bufó.

Cellbit y Forever se miraron con confusión.

Ambos dieron a la idea de que quizás Quackity haya cambiado algo, porque ayer ella había reaccionado a eso.

—Oh, es que escuchamos que Quackity te había llamado así, lo sentimos. —Dijo Forever apenado.

—Ah, no se preocupen, ese solo es un... apodo que él me puso. —Sonrió. —¿Necesitaban algo?

—Eh, si, si. —Asintió Cellbit. —¿Sabes en donde está Roier? He querido verlo pero... es difícil después de lo que pasó.

Roxy hizo una expresión de ternura. Sabía que su cuñado amaba mucho a Roier.

—Él está en su castillo, bueno, está construyendo sus edificios y eso, quizás puedas encontrarlo ahí. —Murmuró.

—De acuerdo, gracias. —Dijo yéndose, dejando a Forever con la peliblanca.

—¿Tu necesitas algo?

Forever solo la miraba curioso, tratando de averiguar algo.

—¿Es una contraseña o algo? —Cuestionó rodeandola, mirándola fijamente.

—¿De qué hablas? —Preguntó confundida.

—Sofía tenía una contraseña para que solo personas específicas pudieran hablar con ella. —Murmuró. —¿Qué clase de contraseña tendrás tu?

—No entiendo... —Murmuró tratando de alejarse.

—QSMP. —Dijo, pero nada sucedió. —Quackity... nah, sería muy obvio. Federación. Venganza.

—¿Te sientes bien? Me estás asustando.

—Patos. Cucurucho. Espera, ¿Quackity tenía un huevo, no es así?

—Si, Tilín.

—Tilín. —Y entonces la peliblanca quedó como piedra. —¿Roxy, me escuchas?

—Si. —Dijo de forma monótona.

—¿Qué eres?

—Un sistema.

—¿Para qué fuiste diseñada? —Preguntó sacando su comunicador para hablarle a Cellbit y a Maximus.

—Para atraer a las personas y traerlas aquí.

—¿Tienes algún objetivo ahora?

—Alemania.

—¿Traeras gente de Alemania?

—Si.

—¿Cómo?

—Mi sistema está repartido en máquinas idénticas a mí, está en todo el mundo.

Cellbit y Maximus llegaron, pero no venían solos, estaba Roier, Foolish y Badboy.

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