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El juicio por la custodia de Titi iba a ser este mismo día, pero no me permitieron estar ahí así que me quedé en el nuevo pueblo que Lolito había construido, supuestamente ahora éramos ricos, así que me quedé en casa

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El juicio por la custodia de Titi iba a ser este mismo día, pero no me permitieron estar ahí así que me quedé en el nuevo pueblo que Lolito había construido, supuestamente ahora éramos ricos, así que me quedé en casa.

—Ah, estoy harta. —Bufé con molestia.

Luzu no se encontraba en el pueblo, así que ahora podía juntarme con Quackity para hacer maldades.

Salí de casa y con toda la calma del mundo me dirigí al pueblo, más específicamente a dónde se estaría realizando el juicio, el juzgado, vaya.

Para cuando puse un pie en el pueblo, comencé a escuchar gritos desesperados y asustados, miré hacia el cielo, notando una especie de criatura morada y negra.

—Por eso digo que me voy a regresar a mi casa. —Murmuré dándome la vuelta como toda una cobarde. —Ingesu, que se encarguen los héroes, yo ya me voy.

Y justo en ese momento, hubo una gran explosión que incluso me mandó directo al suelo, y eso que no estaba cerca del lugar.

Me levanté algo aturdida con lo que sucedía, luego recordé que los chicos estaban en juicio así que corrí hacia ellos para ver si estaban bien.

—¡Chicos! ¡Chicos! —Exclamé llegando junto a ellos. —¿Qué demonios sucedió? ¿Están bien? ¿En donde está Titi?

Todos evitaron mi mirada, y pronto pude ver cómo Rubius sostenía un palito de madera, específicamente con el que le gustaba jugar a Titi.

—¿Qué fue...?

—Titi nos salvó, Roxy. —Murmuró Staxx con la voz rota.

°°°

Después de la muerte de Titi, las cosas estuvieron algo tensas.

Rubius había perdido la cabeza, Staxx estaba deprimido, Vegetta era muy suave para contar las cosas, a Willy parecía no importarle, y Quackity... bueno, él estaba aparentemente normal, pero solía culparse porque su supuesto hermano había muerto, y no había podido alcanzarlo.

Ahora mismo me encontraba en la nueva casa de Quackity, estaba fuera de ésta, ya que él no sabía que me encontraba ahí.

Si tan solo... hubiera sido yo y no él. —Hablaba Quackity. —Pude haberlo alcanzado, pero choqué contra ese maldito y pendejo monstruo.

Suspiré y sin más golpeé tres veces la pared, ya que el muy inteligente no había puesto puertas aún.

—¿Quién es? —Cuestionó desde dentro.

—La vieja Inés. —Dije con un tono de burla.

—Vete, quiero estar en soledad. —Dijo luego de abrir un agujero para que pudiera pasar.

H Y P E   B O Y   Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon