0 4

935 103 3
                                    

—¿Entonces por qué estaban ahí tirados?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Entonces por qué estaban ahí tirados?

—Pues porque Titi quería jugo, se lo di, pero lo tiró, estábamos tan casados por ayudar a Merlon, que cuando quise recogerlos mis piernas fallaron y caí, y me dio flojera levantarme, así que le dije a Titi que nos durmieramos ahí en el suelo, y pues ya. —Me encogí de hombros.

—Eres una... creímos que los habían matado, peor porque la ventana estaba abierta, ¿¡Que no piensas o qué!?

—Ya, relájate, no fue para tanto. —Viré los ojos. —Me duele el cuerpecito.

—Du. —Habló Titi con cansancio.

—Bueno, están en su casa, ahí hay comida, nosotros nos vamos a dormir. —Murmuré cargando al alien para después dirigirnos hacia mi habitación, en donde cerré la puerta para después irnos a la cama para dormir.

Apenas tocamos las almohadas, nos quedamos dormidos.

°°°

—¡Oye Roxy! ¿Podrías echarme una mano aquí? —Cuestionó un aldeano.

Miré a Titi, quién lloró. Quizás había pensado que terminaríamos igual que ayer.

—Ahí está Quackity. —Señalé al de gorro.

—¡Oye! ¡Ahorita no joven, a la vuelta! —Exclamó el de gorro mientras hacía un par de ademanes con las manos.

—¿Por qué ahora no están ayudando al pueblo? —Preguntó Merlon mirándonos a Titi y a mi.

—Pues porque... ¿Por qué, tu? —Cuestioné al niño, quién lloró. —Titi no quiere dice.

Titi me golpeó.

—Oye Niño, te estoy salvando de que seas esclavo, mínimo trátame bien. —Le dije y luego me dirigí hacia el anciano. —Es que la verdad estamos muy cansados, ayer trabajamos mucho, y luego estando bajo el sol, pues ya sabrá, don Merloncito. Al pobre Titi le agarró golpe de calor.

—No le crea Merlon, ella es una floja y él un triste niño huer... ¡Aaaahhh!

—¡Eso Titi, partele su madre!

—¡Cuidado con mi...!

—Uy, creo que fue mucho. —Murmuré cargando al niño, ambos miramos como Quackity sufría en el suelo mientras se sostenía sus partes nobles. —Pues ya ni modo, ¿Quién quiere pay de manzana?

—¡Du!

—¡Vuelvan aquí, pendejos!

—¡Corre Titi, correeee!

H Y P E   B O Y   Where stories live. Discover now