No sé en qué momento los chamacos empezaron a hablar en la historia, pero equis, digamos que ya están más grandes y que pueden hacerlo.
Prosigamos...
—¡Ramón!
—¡Roxy!
—¡Papá! ¡Ayúdame!
Roxy había caído sobre Ramón, sangrando del hombro.
Pero eso no fue lo que los sorprendió, sino que al desaparecer el glitch Roxy parecía tener la cabeza de Cucurucho en su propia cabeza.
—¿Qué caracoles? —Jadeó Badboy mirando a Roxy.
—¡Roxy! —Exclamó Quackity corriendo hacia ella.
Sin perder tiempo trató de quitarle la cabeza del Cucurucho, pero eso hizo que empezará a sangrar, no solo del hombro.
—¡Espera! ¡Quizás tenga clavos o algo! ¡Espérate cabrón!
—¡Pásenme unas putas tijeras o algo!
—¡Espérate cabrón!
Cellbit tomó su espada y en un rápido movimiento cortó la máscara.
—¡Rápido, tenemos que curarla! —Exclamó Cellbit.
Roier sin perder más tiempo, tomó a Roxy entre sus brazos, manchandose de la sangre de la chica en el traje blanco que llevaba. Pero nada de eso importaba.
—¡Puta madre! —Exclamó Quackity desesperado.
¿Y como no? Roxy ya era su esposa, y aunque al inicio ambos solo se trataban como amigos, ahora habían sentimientos de por medio.
—¿Cómo sucedió esto? —Se cuestionaba Baghera, cargando a una llorosa Pomme.
—Roxy estará bien, solo... debemos esperar a que Maximus nos dé buenas noticias. —Le dijo Forever.
Cellbit y Maximus salieron de la habitación, y entonces todos fueron hacia ellos.
—La herida por suerte no fue tan profunda, así que pudimos detener el sangrado. —Dijo Cellbit.
—La mala noticia de ésto, es que aunque pudimos quitarle la máscara de Cucurucho... parece que se conectó directamente al cerebro de Roxy. —Maximus suspiró quitándose los lentes. —No podemos hacer nada más, debido a que no somos cirujanos ni doctores mucho menos... los únicos que podrían ayudar son la federación.
—No, chinguen a su madre. La federación fue quien le hizo ésto para empezar. —Exclamó Quackity molesto.
—Quackity, yo trabajo con la federación, yo estaré con ella en todo momento, no te preocupes. —Le dijo Cellbit. —Además, creo que Jaiden también ayuda a la federación, así que nosotros dos podemos estar con Roxy.
—No, no, a Roxy no le agradaría que Jaiden estuviera ahí, no después de todo lo que le dijo.
—Quackity, la cosa no está en si Roxy y Jaiden son amigas o no. —Habló Roier. —Esto está en qué debe haber más personas que no la dejen sola.
Quackity hizo una mueca, pero al final asintió no muy convencido.
Llamaron a Cucurucho y él los llevó hacia las oficinas de la federación, caminaron hacia una habitación en la que la dejaron sobre una camilla.
—¿Qué le hicieron? ¿Por qué tenía una máscara? —Exclamó Jaiden.
—Clasificado.
—Clasificado mis calcetines. —Bramó sujetando a Cucurucho por el traje. —Si no querían a Roxy en la isla, mejor hubieran dejado que se fuera, no que la estuvieran torturando físicamente. ¡Ella no merece nada de lo que le ha pasado en esta maldita isla!
Cucurucho sacó su libro y comenzó a escribir.
«Pero tu también la lastimaste, todos lo han hecho. Roxy fue creada para sufrir. »
A Jaiden le temblaron las manos, haciéndola soltar a Cucurucho.
—¿A qué te refieres? —Preguntó Cellbit.
Cucurucho nuevamente tomó su libro y comenzó a escribir.
«Roxy no es humana... ella ha sido mandada a diferentes mundos para vigilarlos a cada uno de ustedes, ella los eligió para traerlos aquí. Su misión es sufrir para atraer a los demás hacia ella.»
Ambos quedaron en silencio, shockeados por lo escrito por Cucurucho.
—¿Cómo que a diferentes mundos?
«Ustedes no llegaron aquí porque sí. Ustedes tuvieron una vida pasada, pero no lo recuerdan. Roxy estuvo ahí con ustedes, pero no siempre se llamaba Roxy. Vexxie, Dixxie, Lizzie. Ella fue adaptada para estar junto a todos en diferentes lugares. No recuerda nada porque está programada para eso.»
—Ustedes... malditos. —Exclamó Jaiden tratando de golpearlo.
Cucurucho la detuvo, levantando su mano, después volvió a escribir.
«Por ser parte de la federación, ustedes no pueden mencionar nada a los invitados de la isla. O se considera traición, y la traición se paga con un castigo.»
—¿Y qué harán con ella? —Preguntó Cellbit al ver qué algunos enfermeros Cucurucho sin cara se acercaban a la chica.
—¿La curarán? —Preguntó inocente Jaiden.
Cucurucho ladeó la cabeza.
Fue entonces que ambos vieron que a Roxy le quitaban el brazo, un maldito brazo robótico.
Los dos quedaron más que asustados, Roxy nunca fue humana, ni siquiera era real. ¿Entonces con quién habían pasado todo este tiempo? ¿Siquiera sentía?
Los Cucuruchos sin cara cambiaron el brazo, aún manteniendo las que eran cicatrices, para que a los ojos de los demás no pareciera sospechoso.
Crearon una cicatriz superficial, en la que fingieron que habían cocido, y luego la vendaron.
Y sin siquiera pedir permiso volvieron a colocarle una cabeza de Cucurucho.
—¿Para qué es eso? ¿Por qué se lo ponen de nuevo?
«Roxy quiere ser feliz, una máquina no tiene emociones genuinas, puede imitarlas por el mundo a su alrededor, pero con la cabeza ella logrará sentir más que eso. »
Muchas dudas quedaron en los presentes.
«No se preocupen, ahora la cabeza será casi invisible, podrán tocarla y no pasará nada.»
Jaiden estaba pálida, mientras que Cellbit estaba consternado, pensando en como es que habían llegado ahí, ¿Roxy había estado con él antes?
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