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—Roxy está muy feliz últimamente. —Dijo Maximus. —Espero que no haya encontrado mis hiervitas especiales.

—Maximus. —Lo regañó Vegetta. —Quizás está feliz por la boda de Roier y Cellbit.

—O por Quackity.

—Me alegro que después de todo lo que sucedió pueda estar feliz. —Murmuró Missa sonriente, viéndola jugar con los niños.

—Epale, epale, no ande viendo a mi vieja que le voy a partir su madre. —Bramó Quackity dándole un suave codazo a Missa.

Si bueno, digamos que Cellbit había hecho de cupido junto a Richarlyson, ya que según Quackity quería ser el primero en casarse. Así que casaron a Roxy con Quackity.

—Ya pinche celoso, nadie va a mirar a Roxy, nomás se ve bien preciosa pero ya. —Dijo Roier mirando feliz a su amiga. —Crecen tan rápido.

—¿Qué sucedió entre Jaiden y Roxy? Parece que Roxy no quiere acercarse a Jaiden. —Murmuró Forever.

—Al parecer Roxy tocó sin querer una mina encima de la casa de Jaiden, explotó su casa y se dañaron las cosas que ella tenía de Bobby. —Dijo Roier haciendo una mueca. —Jaiden le dijo cosas... y Roxy por eso está molesta.

—Oh vaya, pero no fue culpa de Roxy, ni se Jaiden, quizás solo fue el calor del momento. —Habló Maximus.

—Pues si, pero ya sabes cómo son las chicas.

—Oigan, ya va a empezar todo, Roier, ve a tu lugar, Cellbit ya está ahí. —Le dijo Etoiles.

Okay, hombre, ya estoy listo.

Quackity y Roxy se tomaron de las manos apenas estuvieron juntos, y fueron a sentarse para iniciar la ceremonia.

Cuando menos lo esperaban, tanto Cellbit cómo Roier se estaban casando.

—Espero que las cosas puedan seguir así, tranquilas. —Suspiró Maximus. —Dos bodas en dos semanas, tío, una locura.

—La otra capaz y es la tuya con Badboy. —Se rió Roier.

—No digas mamadas, wey. —Dijo imitando a Roier, haciéndolo reír.

¿Hola? ¿Todos me escuchan? —Roxy había subido al escenario. —Roier me pidió que escribiera algo para él en este día tan emocionante para él.

—Preparense para llorar. —Les dijo divertido Spreen.

—Ay no, tanto que me costó hacerme el delineado. —Se quejó.

—Todos nos conocimos en esta... maravillosa isla, y todos nos hicimos muy cercanos, independientemente de nuestra nacionalidad e idioma, todos conectamos los unos con los otros. Una de estas uniones, fue con Cellbit y Roier. ¿Quién iba a pensar que sería un Brasileño quién entendería el humor raro de Roier, y le seguiría los coqueteos? —Ella rió. —Me alegro que puedan ser felices en esta isla, así que... disfruten la isla.

Y entonces, las luces se apagaron.

—¡Perdón! ¡Pensé que nadie estaba usando el cable! ¡Quería conectar mi celular! —Exclamó Mariana mostrando su cargador y su celular.

Todos rieron, pero la fiesta continúo.

—No es por ser chismoso, pero eres la chica más linda de todas. —Le dijo Quackity a la peliblanca.

—Quackity, solo hay tres chicas, contándome a mi.

—Pues de las tres, eres la más hermosa. —Dijo besando la frente de la chica.

Pero al instante, la cabeza de Roxy tembló, comenzó a hacer glitch y Quackity temió que el código saliera.

—Yo sé que te pongo nerviosa, nena, grr. —Habló tratando de que Roxy volviera en sí.

Las últimas dos semanas Roxy había estado actuando raro, no podía mojarse la cabeza por alguna razón, ni siquiera podían tocarla porque entonces estaría haciendo glitch.

Cucurucho aparecía de vez en cuando para hablar con ella, cosa que parecía extraño a los ojos de los demás. Pero lo dejaban pasar, quizás era para que él código no saliera de nuevo, pero no lo sabrían.

Roxy finalmente regresó en sí misma, y sonrió con una enorme felicidad.

—Soy tan feliz aquí, contigo. —Dijo tomando la mano del contrario.

Roier y Cellbit finalmente abrieron la pista de baile, haciendo un vals de pareja. Fue algo hermoso ante los ojos de los demás, se notaba su amor.

—Boludo ya no puedo más, estoy cansado y aburrido. —Jadeó Spreen mientras se frotaba la cara con ambas manos. —Me voy a casa, ya no aguanto este maldito traje.

—Aguanta Spreen, solo deja que terminen. —Le dijo Missa.

Spreen, ¿Podrías llevarte a Ramón contigo? —Le preguntó amable Fit. —Ya tiene sueño también.

—Por eso digo que mejor me quedo, está buenísimo el vals.

Fit bufó, cargando a Ramón para que pudiera dormir en sus brazos.

Oh, Fit, yo lo cuido. —Le dijo Roxy con una pequeña sonrisa. —Debes estar cansado, ve a disfrutar la fiesta, yo lo cuidare.

—Muchas gracias. —Dijo pasandole al niño, ella lo cargó con cuidado, dejándolo dormir.

Fit fue hacia la pista de baile y comenzó a divertirse.

Oh, Vexxie. —Llamó Foolish. —Oh no, no sé porque dije eso.

Roxy había quitado su sonrisa, mirándolo fijamente, casi dándole miedo a Foolish.

¿Crees que podrías cuidar a Leo un rato? Vegetta y yo queremos bailar, pero no quiere quedarse sola.

—De acuerdo, traela. —Murmuró con una sonrisa, algo forzada. —Y Foolish... no me llames de ese modo.

—S-Si, lo siento.

Foolish se fue y al minuto regresó con Leo, la niña subió a la silla al lado de Roxy y luego se recargo en la mesa para dormir un poco.

Le dolía la cara de estar sonriendo todo el tiempo, estaba cansada pero su mente por alguna razón no la dejaba descansar su sonrisa.

A lo lejos, vio a Cucurucho, pero ella decidió ignorarlo.

Mala idea, el oso ladeó su cabeza y eso hizo que Roxy entrara en un glitch.

Ramón al sentir que su cuerpo temblaba, se despertó, notando que Roxy lo cargaba, pero no solo notó eso, sino que estaba en glitch, y que los números estaban por salir.

¡Papá! —Exclamó Ramón.

Leo despertó asustada, sacando su espada para después apuntar sin siquiera ver a dónde o a quien.

El sonido de la espada encajandose en algo alertó a todos.

—¡Leo, no! —Exclamó Foolish.

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