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—¡Jaiden, cuidado allá! —Exclamé.

¡Lo tengo! —Exclamó ella.

Ambas estábamos explorando el lugar, éramos las únicas chicas aquí así que era genial pasar tiempo con alguien del mismo género.

No sabía que fueras tan buena con las peleas cuerpo a cuerpo. —Me dijo Jaiden sonriente, sacó una tostada de su mochila y la comió.

Bueno, estuve junto a Spreen, Roier y Vegetta al inicio de estás vacaciones, ellos son muy buenos, además de que entrene con armas.

—Oh, me gustaría ser tan buena como tú, yo soy algo... torpe con eso.

—No te preocupes, quizás luego te presente a Roier, es el que más presente está, él podría ayudarte demasiado.

—Genial.

Ambas miramos a nuestro alrededor, confundidas por dónde estábamos.

¿En donde estamos?

—No tengo idea, déjame revisar el mapa. A la madre, estamos a diez mil bloques de distancia del muro.

—¿¡Que!? ¿Pero estamos perdidas?

—Nah, solo sigamos caminando, y hasta que topemos con el muro.

—¿Estás segura?

—Claro, supongo que el muro rodea todo el planeta, o el mundo, lo que sea. Y bueno, tampoco es como que estemos super perdidas solo... ¿Jaiden?

Estuve buscando a Jaiden desde ese momento pero no la encontré, traté de regresar sobre mis propios pasos, pero digamos que no era muy buena ubicandome, mucho menos en un lugar donde no conocía.

—¡Jaiden! ¡Si me escuchas grita!

Estaba muy cansada ya, ni siquiera tenía comida, tenía frío, me dolían las piernas, incluso los brazos por sujetar la espada.

¿Jaiden? ¿En donde estás?

Me dejé caer en un tronco para poder descansar un rato, esperando que ningún mob viniera a asesinarme.

°°°

Ya habían pasado dos días desde que me había perdido. ¿Era estúpida? Claro que sí. No me agarraba la señal del aparato este que nos dieron para comunicarnos, así que no podía pedir ayuda, y para colmo el otro aparato que me indicaba las coordenadas se me había dañado.

—Estoy perdida. Perdida. Perdida. —Traté de hacer un eco pero me resigné. —Listo, estoy perdida, ya no tardarán en olvidarme.

—Hola.

—¡Puta madre!

—Ay, que boqui... ¿Roxy?

—¿Qué demonios eres tú?

—Soy lo contrario a un demonio, soy un ángel.

—Pues no tienes cara de ángel.

—Respetame niña. —Me dijo dándome un golpecito en la frente. —Tu eres la chica perdida, ¿No es así?

—Ay, ¿Yo? Yo no estoy perdida, yo nomás ando explorando, ¿Sabías que hay un volcán al sur? Eso es genial.

El ángel me miraba burlón.

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