17. Misión impasible pt.8

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—“Cuidao”, Peazo, que me pisas —exclamó Modesto, irritado.

—Perdona, hombre, es que como voy mirando el mapa no calculo.

—Pues a ver si atinas, que ya nos hemos perdido dos veces.

—¿Acaso no te ha gustado cuando hemos asomado la cabeza por el desagüe de la catedral? Ha sido muy culturizador.

—Si nos llega a ver el “segurata”, si que nos hubiera culturizado —expuso Modesto en tono de reproche. —Además, tenemos que darnos prisa, que ya falta poco para la hora C.

—Modesto, ¿por qué diantres le hemos puesto la hora C? —Interrogó Peazo, como siempre en un tono políticamente correcto.

—Por Cabezudo —dijo sin más Modesto.

—¿Y por qué no A de apagón —preguntó de nuevo.

—No sé, supongo que para no dar pistas. ¿Cuánto falta? Que es que ya estoy harto de la peste a mierda de este sitio.

—Vamos a ver... la siguiente bifurcación a la derecha... sí, vale. Ahora sube por esa escalerilla.¿Ves una especie de panel de cables?

—Sí, aquí está —contestó Modesto.

—Pues ése no es. ¿Ves uno a la izquierda?

—Sí.

—Pues ése tampoco. El panel del generador que lleva la electricidad al polideportivo es éste verde que está a tu derecha.

—¿Qué hora es? —quiso saber Modesto.

—A ver —Peazo se remangó y le dio al botón de la luz que había en la esfera del reloj —¡Corta, Modesto, corta, que nos hemos pasado un minuto de la hora!

—¿Qué cable era? ¿Qué cable era? ¡Ah sí!

«SNIKT»

Y SE HIZO LA OSCURIDAD

Historias que no contaría a mi madre. Volumen 1Where stories live. Discover now