Capítulo 19.

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"𝑫𝒆𝒔𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊𝒅𝒐.''  


-Realmente me resulta casi imposible que Nicholas se estuviera acostando con Daniela.-Lancé mi mochila a un lado de mi cama.- Pero me resulta más imposible que tu mayor coraje con él sea que les gano en la final.-Traté de no reír, sentándome en la cama y recargando mi espalda en la cabecera.

Derek rodó los ojos y se sentó frente a mí.- El juego me importa una mierda.-Murmuro, jalando mis piernas hacia su regazo, estirándolas.

Reí entre dientes.- Sí, claro, y yo puedo leer mentes.-Él sonrió.

-¿En serio? Tanto tiempo conociéndote y no lo sabía.-Bromeó, mirándome incrédulo.- Quizá por eso supiste que estaba enamorado de ti y comenzaste a coquetear conmigo

Le pegué con la almohada.- Tú fuiste el que trató de coquetear conmigo.-Lanzó una carcajada.- No me agradas, Leister.-Me resbalé en la cama hasta que mi espalda tocó el colchón. Cerré los ojos.  

-Deberías comer algo.-Acarició mi cabello.- Puedo ir a comprar algo o puedo cocinar.-Abrí un ojo y me reí.- ¿Qué es gracioso?-Frunció el ceño, sin dejar de sonreír.

-¿Tú? ¿Cocinando?- Me dio un apretón en la rodilla.  

-Muy graciosa.- Hizo una mueca.- Pero apuesto que cocino mejor que tú...ahora.-Hace unos años, cuando Derek y Adriel apenas se estaban conociendo, Derek lo invitó a cenar a su casa; a mi hermano le dio diarrea por dos días. Siempre bromeábamos sobre la gran comida que preparaba Derek porque, siendo sincera, no sabía cocinar.

Varias veces nos había intoxicado a Daniela y a mí solo por querer ser buen hermano y buen novio.- Iré a comprarte algo.-Se levantó, quitando mis piernas suavemente de su regazo.- ¿Qué quieres que te traiga?-Se inclinó y besó mi frente. Me encogí de hombros y volví a cerrar los ojos. Me sentía muy cansada. Tenía más ganas de descansar que de comer. Derek suspiró.- Amor, tienes que comer algo. No puedes estar así y no quiero tener que llevarte a rastras al hospital.-Abrí los ojos y alcé una ceja. Él rodó los ojos.- Claro que no te llevaré a rastras, pero sí te llevaré a la fuerza si no haces caso, bonita.-Me pellizco levemente la mejilla. 

-Estoy un poco cansada, eso es todo.- Sonreí débilmente.- Lo que quieras comer tú, eso comeré yo.-Me pasé la mano por la cara.- No he hecho la gran cosa y siento como si hubiera empujado un tanque, literalmente.

Hizo una mueca.- Creo que puedo entenderte y solo te puedo decir que tienes que descansar.- Se puso de cuclillas para estar al mismo nivel de mi cara.- No tienes que hacerte la fuerte, no siempre. Si estás mal, ¿qué importa si los demás te ven llorar? Aunque pienses que tienes que hacer todo tú, que tienes que hacer más cosas por tu cuenta; no lo tienes que hacer. Hay muchas personas ahí afuera haciendo mucho trabajo, quizá hasta más de lo que tú y yo podríamos hacer.-Una lágrima se coló por mi mejilla y Derek la limpió con su pulgar.

» Sé que hoy te quebraste frente a Nicholas y, aunque cada vez que lo miro me dan ganas de partirle la estúpida cara, sé que por algo lo hiciste. Quizá confías en él, quizá solo te sientas segura abriéndote así con él y quiero decirte que está bien. Los problemas de otras personas no tienen porqué ser los tuyos, nena. Si quieres tener a alguien con quien desahogarte, por mí no hay ningún problema si quieres consultar a Nicholas.- Suspiró y se relamió los labios.- No me agrada. Para nada. No te voy a mentir, creo que es un bastardo y un idiota peroo...-Alargó, levantando un dedo. Reí levemente.

Sabía que lo hacía para que no me sintiera mal. Era algo típico de Derek. 

 -No creo que sea mala persona.- Me pasé el dorso de la mano por la cara.- Es amigo de Atenea y sabes cómo es con las personas idiotas.

Liberandum ©Where stories live. Discover now