Capítulo 5.

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5.-I Know How To Speak-Manchester Orchestra.

La primera vez que Lucky Jacobi me llevó al instituto en su auto ocurrió un día lunes, después de dos días de haberme compartido su lugar más preciado. Durante esos dos días que no nos vimos cruzamos palabras por mensajes quizás casi cada minuto de las cuarenta y ocho horas que pasaron. Lucky me hablaba de sus películas favoritas, yo le hablaba de las mías, Lucky me explicaba sobre aquella serie que estaba viendo en Netflix de la cual se había vuelto adicto, yo encantada escuchaba sus notas de voz explicando algo que le gustaba, Lucky me mostró su última entrada antes de que alguien más la leyera, era increíble, se lo hice saber, él se burló afirmando que debería ser la presidenta del club de fans de Jacobi. En mi mente no era una mala idea.

Ese lunes sonreía felizmente mientras Nick y mamá discutían sobre mi castigo. A mamá no le hizo nada de gracia el que no respondiera mi teléfono mientras que estaba con Lucky, mucho menos le pareció adecuado que me fuera a quien sabe dónde con el vecino a quien todavía no le había presentado. Nick me defendió el viernes y Nick seguía defendiéndome el día de hoy.

—No, Nick, ese no es el comportamiento que quiero ver en mi hija. Aurora tiene que aprender a respetarnos y también a esta casa.

—Cadense, tampoco metió al chico en su habitación a escondidas—Max casi escupió su cereal ante ese comentario, pero los adultos no le prestaron atención —. Aurie ya ha sido advertida y ella a partir de ahora si llega tarde te llamará para confirmar que está bien, ¿verdad, Aurie?

Asentí metiendo la cuchara en mi boca, pero la verdad no estaba muy segura de lo que estaban hablando. Yo solo contaba los minutos para que la puerta sonara.

De repente, sentí como algo impactó en mi rostro. Con una pequeña sonrisa en mis labios miré a Max quien me observaba bastante divertido y quizás algo... extrañado.

—¿Por qué estás tan feliz?—Lo miré confundida, al no obtener una respuesta de mi parte preguntó de nuevo, esta vez llamando la atención de Nick y mamá—. Pareciera que estuvieras a punto de estar en Disney World, princesa.

—Hicimos un pacto sobre el chiste de la princesa, Max.

—Es cierto, dije que iba a reducir mis burlas, más no que iba a eliminarlas.

—¿Cuál pacto?—preguntó Nick curioso.

—Anda, cuéntanos, ¿por qué pareciera que estás a punto de ver al prin...? ¡Oh!—La sonrisa maliciosa de Max hizo que un escalofrío recorría mi columna vertebral.

Pero guardó silencio.

Entre la mirada maliciosa de Max y las curiosas de mi progenitora y padrastro estuve a punto de huir de la cocina. Me removí incómodamente en mi asiento, hasta que el timbre sonó.

Ya saben, salvada por la campana o algo así.

De golpe Max se levantó de su asiento y corrió hacia la puerta. Esa fue mi señal de alerta. De inmediato me levanté y corrí detrás de él, pero sabía que jamás lo alcanzaría. Mi corazón empezó a latir con rapidez al escuchar el intercambio de palabras de ambos chicos. Mi corazón estuvo a punto de explotar cuando escuché las palabras de Max.

COLLIDE: La historia de una colisiónWhere stories live. Discover now