Un año después, realmente llegó el fin del mundo, y Zhao Xiulan persistió en el final de la vida durante varios años confiando en los materiales del espacio.
Inesperadamente, se produjo un accidente en una actividad para rescatar a un compañero, donde luego de quedar herida e inconsciente llegó a esta época.
Con el espacio a mano, incluso en esta era de suministros escasos, la vida de Zhao Xiulan no será demasiado difícil.
Todavía tenía un dolor severo en la frente y estaba mareada.
Extendió la mano y se tocó la frente, la fiebre era tan intensa que hizo sentir su cuerpo incómodo.
Tal estado fue causada por la hermanastra de la propietaria original, Li Lijuan.
Al hijo del capitán, Liu Jianguo, le gusta Zhao Xiulan y siempre está cuidándola, lo que pone a Li Lijuan muy celosa.
Después de advertirle a Zhao Xiulan muchas veces, todavía la encontró hablando con Liu Jianguo. Entonces, un día la encontró sola y la empujó al río sin culpa.
Aunque la verdadera propietaria fue rescatada, desarrolló una fiebre alta y murió. Sucedió que el alma de Zhao Xiulan pasaba y tomó posesión del cuerpo.
Antes de que Zhao Xiulan tuviera tiempo de compadecerse por la miserable experiencia del pobre propietario original, escuchó una voz aguda fuera de la puerta.
"Tú, chica muerta de cerebro, eres tan perezosa, ¿Piensas que te criaremos gratis? El sol ya brilla en tus nalgas, todavía no has cocinado el almuerzo, ¿qué vamos a comer después?"
Zhao Xiulan frunció el ceño. Era la madrastra, Ma Yumei, quien estaba hablando. ¡La propietaria original había sufrido mucho a manos de esa mujer y le tenía mucho terror!
Ahora que la dueña original tenía mucha fiebre, ¿cómo podía esperar que cocinara?
Como Zhao Xiulan no se movió, Ma Yumei abrió la puerta de una patada: "Zhao Xiulan, ¿eres sorda o tonta? ¿Tienes cosquillas? ¿Quieres que alguien te de una lección? Te digo que te levantes ahora o te mataré a golpes. ¡Maldita seas! "
Después de decirlo, Ma Yumei abrió la colcha que cubría a Zhao Xiulan y la levantó.
Frente a Ma Yumei, la escuálida Zhao Xiulan fue levantada como un pollo.
Zhao Xiulan frunció el ceño y trató de apartarla. Escuchó a su hermana Zhao Xiuzhu entrar en el cuarto y suplicarle a Ma Yumei: "Tía Mei, mi hermana tiene fiebre alta, déjala descansar, yo cocinaré. "
Después de que cayeron las palabras de Zhao Xiuzhu, Ma Yumei se burló: "¿Qué pasa con la fiebre? Todos tenemos que sacrificarnos y arriesgarlo todo. ¿Quién en la brigada se cree tan valioso para no trabajar cuando enferma?
Además, si estás enfermo, ¡tienes que moverte más! "
"Pero tía Mei ... El cuerpo de mi hermana no puede soportarlo..." Zhao Xiuzhu se acercó a Ma Yumei, y luego miró la frágil cara de Zhao Xiulan, preocupada.
"Ooh, ella simplemente es una perezosa, finge estar enferma para no trabajar." Entró otra voz burlona. Era la hermanastra de Zhao Xiulan, Li Lijuan.
Al oír las palabras de Li Lijuan, Zhao Xiuzhu bajó la cabeza, temiendo ser criticada también.
En esta época, las personas eran muy sensibles a las etiquetas. Si se les juzgara como como un mal elemento de la sociedad, no podrían mantener la cabeza en alto y serían marginadas.