Las 3 am. Trato de abrir los ojos lo mas que puedo para asegurar que esa era la hora. Y lo confirmé. ¿Pero quién hace tanto ruido en la madrugada? Ni yo hago tanto ruido cuando me hago un emparedado en la cocina. Bajé silenciosamente las escaleras y fruncí el ceño al ver que no había nadie. Pero noté los zapatos de Dylan al lado de la puerta principal.
Al parecer ya había llegado de su salida con Mike.
Fui a dar un vistazo al salón por curiosidad. Todas las luces estaban apagadas. Pero pude ver claramente una sombra tirada en el suelo al lado de uno de los sofás.
¿Que diablos?
Me agaché para ver mas de cerca pero no pude distinguir lo que tenía enfrente, en el suelo. Así que agarré mi teléfono y usé la linterna. Casi dejo caer mi teléfono al ver quién era.
Mike estaba tirado medio muerto boca abajo en el suelo. Parece como si se hubiera caído del sofá y continuó durmiendo en el suelo.
Lo sacudí un poco para despertarlo pero nada.
- Mike... Mike... - lo sacudí con mas fuerza.
- Llegué al cielo. - dice en voz baja, apenas pude escucharlo.
- ¿De que hablas? Estás en mi casa. - le dije subiendo un poco la voz.
- Oh no... estoy en el infierno. - cerró aún mas los ojos.
- Deja de jugar ¿Que haces aquí? - le pregunto tratando de voltearlo pero con mi fuerza no es suficiente.
- No creo que estoy en un estado considerable para responder. - se voltea y coloca una mano sobre su panza.
- Pues creo que si lo estas, considerando que me estas respondiendo de todas formas. - entrecierro los ojos aunque no me estaba viendo.
- Hm...
- Levántate. - le golpeo el hombro y ahi abre los ojos y me mira fijamente.
Le echo un último vistazo por completo y noto que tiene los zapatos puestos. ¿Acaso Dylan no podían quitárselos? Me acerqué a sus pies negando con la cabeza.
Se los quité delicadamente mientras él me observaba cautelosamente.
- Finalmente te veo en pijama, podré dormir en paz. - deja caer su cabeza al suelo nuevamente.
Me volví roja... otra vez. Se me había olvidado por completo mi pijama medio vergonzosa.
- Pervertido. - murmuré.
El empieza a reírse y corro a taparle la boca. Mi papá no estaba pero no quiero que Dylan se despierte, porque estará de malhumor y nadie lo podrá soportar.
Al sentir sus labios tratando de besar mi mano lo alejé de golpe para limpiármelos con mi camisa.
- Ahora dime que pasó y podrás dormir en el sofá.
- Vomité sobre los zapatos de Dylan y de todos modos continúe sintiéndome mal. No sé porqué, eso nunca me pasa cuando bebo. - suspira profundamente. - Asi que Dylan me trajo aquí, sintiendose mal por emborracharme tanto.
- Hm, ya veo. Entonces Dylan es un buen amigo ¿eh?
Él asiente al techo con una sonrisa.
- Vamos, te ayudo. - trato de levantarlo por la espalda a dirección al sofá, pero el hizo todo el trabajo. Mi fuerza no sirvió para nada.
Estaba a punto de irme hasta que siento que me agarra la muñeca. Volteo a verlo algo sorprendida.
- ¿Por qué él?
Me quedé congelada. De algún modo siempre tiene que hablar de él, no lo entiendo.
- Mike, no te entiendo, será mejor que hablemos cuando estés mejor...
- No, si me respondes algo, no lo recordaré de todos modos. Así no tendré que lidiar con la realidad.
- Estoy segura que lo recordarás.
Me acerca mas hacia él.
- ¿Que tengo de malo?
- Yo...
- Que no sean esos ridículos rumores de mi.
No tenía una respuesta. Una respuesta difinitiva. Pero no quiero demostrarlo.
- No creo que deba responder a eso.
Empieza a reír con su risa irónica.
- Buena jugada, como siempre. - se acomoda como un bebe aún con mi muñeca agarrada.
Diablos tiene mucha fuerza. Y desde aquí podía oler su aroma. Su típica aroma y el del licor. Niego un poco con la cabeza pensando en el desastre que es él y el desastre que es mi hermano. Mañana será una mañana horrible para estos dos. Y si Dylan se levanta con su humor de amargado también lo será para mí.
Después de un rato Mike aflojó el agarre y pude liberarme. Cuándo ya llegué al pasillo pude escuchar sus roncidos. Debo de admitir que Mike tiene algunas cosas que me sorprenden después de todo.
Después de unas horas amaneció y fui la primera en bajar las escaleras. Eso creí hasta que el sofá estaba vacío y cuando giré a ver la cocina ahí estaban Dylan y Mike.
Dylan estaba preparando panqueques y Mike estaba sentado en la barra tomando algo en una taza. Me mira con una media sonrisa y de inmediato entrecierro los ojos.
- Espero que tengan el peor dolor de cabeza del mundo. - me acerco al refrigerador para tomar algo de agua.
- Pues tus deseos son órdenes. - cuando volteo a ver a Mike, se mete unas píldoras en la boca y le da un trago a su botella de agua que tenía al lado.
- Pues yo estoy bien. - dice Dylan comiendo su panqueque.
- Presumido. - murmura Mike.
Niego con la cabeza.
- ¿Vas a un lado? - pregunta Mike encarnando una ceja.
Pienso por un momento las razones de porque me preguntaría eso pero no se me ocurre nada.
- No ¿por que? - le respondo después de todo.
- Por nada... creí que saldrías con tu noviesito. - hace una cara burlona y agrando los ojos lo mas que puedo.
Luego de ver a Mike un rato con rabia, volteo a ver a Dylan que tenía una cara inexplicable.
Sin expresión, solo me miraba fijamente y entrecerró un poco los ojos masticando su panqueque lentamente.
- Eh...
- Con que novio ¿eh? - dice al fin.
- ¿Novio? Pfff ¿que novio? ¿Acaso se puede tener uno de esos? - rasco mi nuca disimuladamente y veo como Mike trata de aguantar su risa.
- Soplón. - le golpeo el hombro.
- Mike hizo muy bien en decirme, ahora podré amenazar a ese chico y preguntarle como te puede soportar.
- ¡Oye! - reclamo - eres malo.
- Lo dice la que me llamó sin futuro ayer. - entrecierra mas sus ojos.
- Yo si tengo derecho en insultar, tu no.
- Si Kate, eres muy mala. - Mike dice antes de continuar con su comida.
- ¿Que?
- Y tengo mis razones.
- ¿Que le hiciste al pobre Mike? - pregunta Dylan algo sorprendido.
- Es mejor que no lo sepas. - Mike le da un trago a su taza.
- No hice nada y no soy mala. ¡Lo son ustedes dos! - pongo mis manos a mi cadera. - Será mejor que Mike tome su camino a casa, papá llegará en media hora.
- Le diré que es mi amigo y vino a desayunar con nosotros, fácil. - le da un puño a Mike.
- Que solución... lo que quiero es que Mike se largue de aquí.
- A mi también me encanta tu compañía Kate. - me sonríe.
Entrecierro los ojos. Me pregunto si recuerda la conversación que tuvimos. Y además, actúa muy normal aunque tuvimos diferentes conversaciones algo serías. No se ve molesto ni nada parecido.
- Ahora que lo recuerdo, habrá un festival de música. Es como una competencia creo.
Volteo a ver a Mike de golpe.
- ¿Enserio? - pregunta Dylan con la boca llena.
- Si, y adivina quien va a concursar.
- Hm... ¿quién? - pregunta Dylan.
Yo sigo parada ahí viendo a Mike con rabia, con ganas de darle golpes.
- Pues... - me voltea a ver con una sonrisa de lado - el noviesito de Kate. - se burla.
- Si que deseas ese puñetazo. - me acerqué a él para pegarle pero me detiene por las muñecas.
Empieza a reírse de mí.
De pronto suena un sonido irritante y Dylan se levanta de golpe y se dirige hacía el cuarto de lavado. Corriendo como loco.
Me forcejeo contra Mike pero sigue agarrándome las muñecas. Con mucha fuerza, pero no tanta como para lastimarme. Por un momento nos detuvimos al mismo tiempo y nos vemos a los ojos. Fijamente.
Era como si una película de memorias pasara por su cabeza y por alguna razón esa expresión me suaviza. Pero mi corazón empieza a latir con mucha velocidad, como si se fuera a salir de mi pecho. Ya no me forcejeo, solo me limito a contemplar su cara. Lo guapo que es. Esos labios que ya no podré besar, bueno... si puedo pero no debo. No puedo hacerle eso a Jack, otra vez.
Al sentir su agarre aflojándose me alejo de él.
- Perdón. - aclara su garganta.
- No es nada. - me alejo un poco más.
Incómodo...
- Bueno, ¿entonces que con el festival? - Dylan vuelve a la cocina y el ambiente se tensa.
Él, de lo bobo que es no lo nota y nos mira con una sonrisa.
- Podemos ir. - Mike se encoge de hombros.
- Fantástico, podré conocer al noviesito y como toca.
- ¡No lo llamen noviesito! Que molestos son.
- No te pongas así hermanita, que te pones roja. - se acerca para darme unas palmadas sobre mi cabeza.
- Como un tomate. - dice Mike.
Yo volteo los ojos sin mirarlo y le doy un manotazo a Dylan.
No me pareció una buena idea de que vayan, pero ellos no me escucharán y les dará mas ganas de ir si reclamo. Así que me muerdo la lengua y me prometo que los evitaré todo el rato cuando estemos en el festival.
Dylan y Mike serán desconocidos para mí.
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Holi, :D Espero que les este gustando la historia hasta ahora. Me estoy esforzando mucho para terminarla. Escribí 5 capítulos más, adelantados. Pero necesito tiempo para editar y corregir. Así que ténganme paciencia😢. Quiero que los próximos capítulos sean perfectos para ustedes. Comenten que piensan de los que ya han leído para saber en que mejorar. Las opiniones constructivas ayudan mucho.☺️
Hasta la próxima semana 👋🏼