No podía dejar de reír viendo los árboles pasar y la calle vacía húmeda por la ventana del auto. Muchas cosas habían pasado hoy. Con Mike por supuesto, cosas inesperadas, hasta a mi me sorprendieron. No creí que fuera capaz de esas cosas, nunca volveré a subestimarme.
Jane me da una mirada confundida y yo le sonrío como si supiera todos los secretos del mundo.
- Al parecer tienes mucho que contarme. - dice dándome un leve golpe en mi hombro.
Ya habíamos llevado a Lucy a su casa y Dylan iba conduciendo. Se veía algo molesto por haberlo molestado en plena madrugada. Pero es que no tenía dinero suficiente para un taxi. Y no confiábamos en ningún chico en esa fiesta.
- Pues al parecer tu también ¿Quién es ese tal James? ¿Y que pasó en la fiesta?
- Mejor no hablemos sobre eso ahora. - me susurra con cautela.
- ¿Y porque? - frunco el ceño pero la imito.
Jane me hace señas con la mirada hacía el asiento del conductor. Entrecierro los ojos y cruzo los brazos.
Dylan nos veía por el espejo y ni notó que yo lo estaba mirando. Cuando se percató de eso, volvió la mirada hacía la calle.
- Chismoso, si sigues metiendo tu nariz por donde no debería de estar, nos vas a estrellar.
El chasquea la lengua y sigue con su mirada hacía adelante. Al parecer sigue molesto.
- ¿Se comportaron? - veo como encarna una ceja por el espejo.
- ¿Mike no te contó nada? - pregunto sarcásticamente.
- No.
- Obvio no. - bufo, casi riéndome.
Él solo me ve frunciendo el ceño pero tuvo que volver a concentrarse en la calle.
- Kate, ¿puedo quedarme en tu casa esta noche?
- Claro, porque no. - le respondo emocionada.
- Gracias, es que no quiero que mi madre note que bebí mucho y mas en una fiesta así. - se rasca la cabeza con su cabello bien revuelto.
Dylan nos llevó a casa y se fue a dormir como un oso gruñon. Jane y yo fuimos a mi habitación y la obligué a contarme lo que paso y sobre ese chico.
Jane suspira antes de hablar.
- Pues me prometí a mi misma no volver a interactuar con ese chico de ninguna forma, pero mírame tomando ese reto. - golpea su frente - hace un año me emborraché tanto, ósea extremo - me cuenta - tanto que ni siquiera pude recordar mi primera vez - abro mis ojos sorprendida - pero si pude recordar con quien fue.
- Jane, ¿por que no me contaste? - la sacudo por los hombros.
Ella se encoge de hombros con una mirada aburrida, como si no le importaba.
- La primera vez puede ser algo especial pero la virginidad es una forma de la sociedad para controlar a las mujeres. Nos sentimos mas presionadas. - su mirada esta en el suelo y juega con sus dedos del pie.
Estábamos sentadas en la alfombra, ella frente a mi abrazando sus piernas y yo tenía las mías cruzadas.
- Jane, entiendo lo que dices y se que la próxima vez no sea tu primera vez pero será especial porque será con alguien que ames de verdad y eso es lo que realmente importa.
Ella me regala una sonrisa amable y asiente.
- ¿Pero que pasó cuando lo besaste? - le pregunté curiosa.
- Pues... me fui corriendo y juraba que me seguía, escuchaba mi nombre desde lejos pero solo seguí corriendo hasta estar afuera donde te esperé escondida en los arbustos.
Río un poco al recordar ese momento.
- Que loca eres amiga, ahora tendrás que esconderte en la escuela.
Pone cara de mala gana y se tira para quedar de espaldas sobre la alfombra.
- ¿Y tu? No me contaste nada.
Me recuesto al lado de ella, las dos viendo el techo.
- No se que me pasa Jane.
Volteo mi cara para verla y frunce el ceño.
- Cada vez que interactuamos de alguna manera, siento mas y mas atracción hacía él.
- Ah eso es normal. - dice encogiéndose de hombros.
- No, atracción sexual... muy fuertes.
Ella me mira agrandando sus ojos y parpadea un par de veces.
- ¿Enserio cumpliste el reto?
Asiento lentamente.
- Vaya Kate, me sorprendes, ahora tu eres la jugadora.
Me encojo de hombros al igual que ella.
- Hm... no creo que es una mala idea en tener un momento sexual con Mike.
Abro la boca y la miro indignada.
- ¿Para que después se burle de mi? No gracias.
Ella voltea los ojos y me mira.
- Si quieres seguir sufriendo con tus deseos esta bien, conste que te di una solución. - me apunta con el dedo índice con los ojos entrecerrados.
Aunque tenía esos deseos no me atrevería en dar un paso así con él, no con él.
Después de tanta charla, al fin podíamos encender nuestros teléfonos que estaban descargados pero ahora cargados.
Veo todos los mensajes que me habían enviado justamente cuando se me apagó el teléfono. Uno de ellos era de Jack. Decía que no alcanzaría en ir a la fiesta y me pedía perdón. Que estupida soy, me había olvidado de él. Por estar haciendo tonterías con Mike. Que ironía la verdad.
Cuando estuve con Jack me olvidé de Mike y cuando estuve con Mike, me olvidé de Jack. Que frustrante es todo esto. Sacudo mi cabeza Y Jane me mira extrañada.
- Pensamientos absurdos.
Ella asiente como si me entendiera.
Jack me había prometido ir a otra fiesta con él para recompensar en no ir en la que yo lo invité. No me importaba la verdad, entendía que tuvo cosas importantes que hacer pero como quiera acepte su invitación. Al parecer ya me acostumbré en ir en fiestas. Algo que no hacía mucho en donde vivía antes.
- Esa estupida Helena me saca de quisio, ahora James me esta enviando mensajes. - hace un puchero.
- ¿Helena?
- Si, la chica de patas lindas, la que nos dio los retos.
Formo una o con la boca. Con que Helena...
- ¿Quien es ella? ¿Como la conoces?
- Es la amiga de la infancia de Lexy, pero su amistad es muy tóxica, no va a la misma escuela que nosotras pero todo el mundo la conoce por sus redes sociales. - me cuenta mostrándome fotos de la chica.
- Seguro ella es una de las razones de porque Lexy es así.
Ella asiente dándome la razón.
Después de estar viendo videos graciosos por internet, nos fuimos a acostar. Las sábanas eran tan suaves. Mirábamos el techo en un silencio total. Jane y yo nunca nos habíamos incomodado con el silencio. Y eso me gustaba. Puedo ser yo misma con ella sin sentirme avergonzada. Sin el miedo de ser juzgada. Por fin tengo una verdadera amiga.
- Se vino en sus pantalones. - me atreví a decir de la nada.
La volteo a ver y me mira.
- ¿Que? ¿En sus pantalones? - sube la voz pero le hago una seña de que se calle.
- Amiga, eres peligrosa. - ríe por lo bajo.
Espero que esta amistad perdure.
Al día siguiente en la mañana habíamos comido un buen desayuno hecho por mi padre. Dylan estaba de malhumor otra vez así que mi querido padre y yo llevamos a Jane a casa. Pasamos por unos helados y al volver a casa, Dylan se habia enojado aun mas por no comprarle uno. Eso le pasa por no acompañarnos.
Ya estaba enfrente de mi armario abierto con algunos conjuntos sobre la cama. No tenía nada para ponerme, mejor dicho nada nuevo que sea perfecto para salir com Jack. La primera vez que me vio me veía muy bien, algo que no usaría siempre. Y la segunda vez pues... era algunos trapos típicos para ir a la escuela. Hoy tengo que verme mejor.
Encontré un vestido azul oscuro en el fondo del armario. Me lo probé y fui a darme un vistazo en el espejo. Las mangas eran largas, apretadas al igual que las cintura. La falda era ligeramente suelta y llegaba a mis rodillas. Me parecía perfecta, no era tan corta ni tan larga y el escote no mostraba tanto, era justo.
Estaba a punto de cepillar mi cabello hasta que escucho unos pasos en el pasillo y después un toque en la puerta.
- Kate, vinieron a verte ¿lo dejo pasar? - era la voz de Dylan.
Que raro que se tomo las molestias para abrir la puerta principal, aunque seguro nuestro padre lo obligó.
Grito que pase y veo como la puerta se abre.
- Hola Kevin. - le regalo una sonrisa cerrada.
- Bueno, me voy los chicos me esperan en el servidor. - Dylan se va corriendo como si se le esta quemando la pizza.
Al entrar Kevin cierra la puerta atrás de él y se sienta en la orilla de mi cama.
Él nunca ha estado en mi cuarto o me ha visitado antes. Es raro que lo haga ahora.
- ¿Como estás? - me pregunta mientras estoy cepillando mi cabello.
Lo miro a través del espejo y el se acomoda sus gafas. Admito que se ve tierno haciéndolo.
- Pues bien, me divertí mucho anoche que mal que no pudiste venir.
- Si, me habría gustado ir con ustedes pero mi padre me necesitaba para algo. - se inclina hacía adelante y pone sus codos en su rodilla dejando sus manos en el aire.
- La proxima será. - le vuelvo a sonreír a través del espejo.
Un silencio se apodero de la habitación y cuándo terminé mi maquillaje, él abre la boca.
- ¿Vas a algún lado? - pregunta casi suspirando.
- Alguien me invitó a salir a alguna parte. - me encogí de hombros y me levanto.
El también se levanta y ahora quedamos frente a frente. Estudia mi cara pintada para después desviar la mirada hacía la ventana atrás de mi.
¿Que le pasa a este chico?
- ¿Otro chico? - pregunta aún sin mirarme, solo la ventana.
- ¿Que? - fruncí el ceño.
- ¿Vaz a salir con otro chico?
Pregunta como si yo salgo con muchos chicos, no entiendo.
- Pues, conocí un chico muy agradable cuando fui a un concierto con Jane. Empezamos a hablar desde entonces.
Sus hombros se bajan y me mira a los ojos. Se veía como si quería abrir la boca pero la cierra completamente a una linea fina.
Dio un paso hacia adelante. A unos centímetros de mi. Yo me quedé viéndolo con los ojos fruncidos esperando para ver que es lo que pretendía hacer.
Él levanta la mano y acaricia mi cabello hasta agarrar un mechón y lo coloca atrás de mi oreja.
- Te vez hermosa.
Mi corazón dio un salto inesperado. Nunca había oído esa palabra salir de él. Tal vez, pero definitivamente no diciéndomelo.
Su mano cambia de lugar a mi cara y su pulgar rozó mi mejilla con delicadeza.
- Kevin ¿que pasa? - me atreví a preguntar pero antes de que pudiera decir algo mas, su otra mano pasa a mi cintura, me pega hacía a él y me abraza.
Su olor golpeó mi nariz que estaba en su hombro y sentí su calidez traspasar mi cuerpo. Se me había olvidado que bien se siente un abrazo. Hace tiempo que alguien no me da uno. Sonreí sobre su hombro y lo apreté mas.
Se sentía bien, sus brazos masculinos se sentían bien alrededor de mi. Me sentía cómoda y segura a la vez. Y eso me gustaba.
No sabía que le pasaba, pero sentí como si quisiera decir algo, expresarse. Él es mi amigo, y me puede contar lo que sea. No me importa estar ahí para él.
- Si tienes que decir algo, puedes confiar en mí. - le susurro al oído y le doy un beso en su mejilla.
Él asiente en mi hombro y finalmente nos separamos.
- Espero que te diviertas, ¿la próxima salimos?
- Claro, no me olvidaré de ti. - le sonrío con dulzura.
Él asiente con un pulgar arriba y sale con las manos en los bolsillos.
Suspiré y empecé a ponerme los zapatos. Vino hasta aquí solo para quedarse como 10 minutos. Este chico me quiere matar del estrés... de seguro.
Después de unos minutos recibí un mensaje de Jack de que estaba afuera, así que corrí al espejo para darme un último vistazo y bajé las escaleras. Me preparé mentalmente e hice unos ejercicios de respiración para relajarme y salir de la casa.
Entré a su auto deportivo y el olor de su colonia me golpea por completo. El auto olía a él, y eso me parecía atractivo. Cualquier chico que huele bien es atractivo, no hay discusión.
- Hola. - le sonrío.
- Hola, te vez hermosa. - su cumplido me hace sonreír otra vez y desvío la mirada a otro lado.
Es la segunda vez que alguien me dice que me veo hermosa. ¿En verdad me veo como tal? ¿O solo son amables?