Hoy era la tercera cita con el doctor, Josephine se habia puesto unos pantalones flojos para estar cómoda, la ropa que usaba recientemente era más floja, su vientre habia crecido mucho para ser tres meses. Hero por su parte se había tomado el dia en el trabajo de nuevo, estaba pensando en tomarse vacaciones, pero hasta ahora la persona que quería que sea su reemplazo no esta demasiado listo para un cargo tan importante.
— ¿Lista? — preguntó Hero. Ambos se encontraban en la mesa desayunando.
— Sí. — afirmó ella para después llevarse un poco de fruta a la boca.
Hero tomaba su café con un pan tostado, no era su mejor desayuno, pero estaba tan nervioso que no podía ingerir nada más. Hoy se sabría si su bebé estaba bien y si ya no habría mas riesgos.
Josephine hizo un ruido con su boca para llamar la atención. Él hizo un movimiento con su cabeza para que sepa que la estaba escuchando.
— Hero. — él levantó la cabeza para mirarla, por el tono de voz que utilizó pensó que debería de ser importante.
— Dime. — mordió su pan tostado y después se limpió la boca con la servilleta.
Josephine lo miró con miedo.
— Mis clases de la universidad ya van a empezar, necesito matricularme y comprar mis útiles. — dijo ella un poco nerviosa.
Algo de lo que Josephine se había asegurado era que en el contrato pusiera la cláusula de que ella seguiría con sus estudios. Tenía que terminar su carrera, se lo había prometido a su madre.
— ¿Qué es lo qué estas estudiando? — Josephine soltó un suspiro de alivio cuando notó que no la miraba con molestia sino con curiosidad.
— Psicología. — algo que siempre quiso saber la rubia fue porque la gente se enojaba, siempre se lo paraba preguntando a su mamá. Así que cuando investigó se dió cuenta que todas sus preguntas de acuerdo a la psicología humana podrían ser resueltas.
— ¿Te quieres volver loca? — bromeó Hero. El chico le dio un último mordisco a su pan.
— No, siempre quise saber porque el ser humano reacciona como lo hace, por eso estudio eso. — respondió la rubia. Ella desayunaba una ensalada de frutas con granola y yogurt.
— ¿Y qué te dicen mis reacciones sobre mi? — preguntó el con una sonrisa de autosuficiencia.
— No hay que ser inteligente para saber como eres. — ella tomo un sorbo de su jugo de fresa. — Eres una persona que sufrió mucho, pero que ahora gracias a tu esfuerzo estas donde estas. Pero también tienes un temperamento horrible. Te enojas muy rápido y te estresas mucho. Necesitas relajarte. Oh y no tienes mucha paciencia.— ahí quedó la conversación.
Hero terminó de tomar su café y esperó que Josephine terminara de desayunar. Él le recordó que tomara sus vitaminas.
Ambos salieron de la casa hacía el auto. Esta vez Rob no manejaría, Hero lo haría.
***
Cuando Hero estacionó frente a la clínica Josephine sintió náuseas, era el momento de la verdad.
Hero le abrió la puerta del clínica, ella entró al lugar y como un robot se dirigió al ascensor. En este se podía sentir el nerviosismo de las dos personas que lo ocupaban. Cuando las puertas se abrieron salieron de este rápidamente, aunque la rubia dió un mal paso y casi se cae, casi, porque Hero alcanzó a atraparla.
— Tienes que fijarte por donde vas. — dijo él cuando la atrapo. Luego la soltó y fue a donde estaba la secretaria de la ginecóloga para pedir su turno.
Ella se sentó en un sofá que estaba ubicado en la sala de espera, había una mesa donde habían varias revistas.
— Somos los siguientes, llegamos temprano. — dijo el chico una vez que se sentó a su lado. Josephine asintió, mientras se mordía el labio inferior nerviosa. — No hagas eso. — susurró él mirandola a los ojos. Ella lo miró y sintió como el dedo pulgar de Hero acariciaba su labio inferior para que este dejara de ser mordido. Ellos estaban en su mundo, estaban perdidos en ellos mismos.
El primero en desconectar miradas fue Hero, el cual después del aturdimiento aclaró su garganta acomodándose bien en el sofá. Josephine por su parte sentía su corazón latir deprisa y muy fuerte, tanto que sentía que Hero podría escucharlo.
— Josephine Langford. — la ginecóloga llamó. Al parecer la pareja que estaba antes que ellos ya había salido.
Josephine y Hero se levantaron de sus asientos nerviosos.
— ¿Cómo estás Josephine? — preguntó la ginecóloga sacando la historia clínica de la mencionada de su cajón. — ¿Ya tienes síntomas? — la rubia asintió.
— Sí, náuseas y también duermo mucho. A veces también me duele la espalda. — explicó la rubia.
— ¿Estuviste siguiendo la dieta? — preguntó mientras anotaba en la historia clínica.
— Sí, y también estuve tomando las vitaminas. — la ginecóloga asintió.
Se levantó de su silla y los dirigió al mismo lugar de la vez pasada. Peso a la chica y midió el tamaño de su vientre.
— Subiste los kilos que te pedí, pero necesito que sigas siguiendo esa dieta, necesitamos que el bebé tenga todos sus nutrientes, y que tu tambien te sientas sana. — los dirigió a donde le harían la ecografía a Jo.
Josephine se recostó en la camilla y se subió la camiseta que traía. La ginecóloga le hecho el gel y comenzó a pasar el transductor por el vientre de Jo.
En la pantalla ya no se veía la forma de un punto, se veía una forma rara, parecia una persona.
— Ya terminó de formarse y también ya puede escuchar, así que mamá y papá pueden ir hablándole para que vaya conociendo su voz. Mide diez centímetros y pesa cincuenta gramos. También es probable que comience a moverse ya que buscará acomodarse. — ambos chicos sonreían con las palabras de la doctora. Hero le sonreía a la pantalla como si el bebé pudiera verlo, y Josephine no podía retener sus lágrimas. — Chicos, estan fuera de peligro. Pero es recomendable que hasta que comience el cuarto mes recién la señorita Langford comience a hacer más cosas. — ¿Quieren escuchar el corazón? — ambos chicos asintieron emocionados.
La doctora limpió el transductor con una toallita desinfectante y ahora coloco en el vientre de Jo un doppler. Presionó unos botones en el ecógrafo y se escuchó un sonido muy fuerte. Parecía un tambor.
La ginecóloga revisó bien la ecografía anterior y se percató de algo de lo que no se habia percatado antes.
— Señores, hay una noticia que debo darles. — ese tono asustó a ambos chicos. — No sé si se abran percatado, pero lo que se esta oyendo no es sólo un corazón. Son dos. — la rubia abrió los ojos como platos.
— ¿Cómo es eso posible? — preguntó Hero algo confundido.
— Cuando son embarazos por procedimientos puede pasar que ocurra un embarazo multiple. Y por lo que puedo distinguir el bebé que aparece estuvo tapando al otro. — explicó la ginecóloga rapidamente.
— ¿Voy a tener gemelos? — preguntó Hero.
— Son mellizos. — respondió la ginecóloga.
***
Cuando volvieron a casa cada uno fue a su habitación, todavía no era hora de almuerzo y tampoco estaban cómodos el uno con el otro.
Primero el cruce de miradas que habían tenido en la sala de espera y ahora ya no es un bebé, si no dos. El plan inicial era tener uno, pero ahora son dos, lo cual se debia al procedimiento medico y que Josephine estuvo tomando unas hormonas que le dieron. Aunque también cabría la posibilidad de que en la familia de ella hayan existido embarazos múltiples.
El resto de la mañana Hero se la paso dando vueltas en su cama, mientras Josephine hablaba con sus bebés, diciendoles que nadie los iba a separar.
————
Chicas! Después de tanto tiempo je.
Este capítulo esta dedicado a dos chicas hermosas que cumplieron años en el grupo de wathsapp de esta historia (si todavía no entras el link esta en mi tablero de mensajes). Les prometí que les iba a dedicar un capitulo a cada una pero como no se cuando vuelva a actualizar les dedico este a ambas.
Pregunta del dia. ¿Cuál es su top 5 de historias Herophine? El mío iría asi:
Sempiterno
Tenacidad
Vuela
Changes
Y todavia no tengo quinto je. Espero que les haya gustado. Nos vemos muy pronto. Espero ver muchos comentarios.