POV STEPHEN
Escuchar su voz ahogada al otro lado del teléfono activó una alarma en mi. A la niñata nunca le gusta decir que esta mal para que la gente no se preocupe, y si me ha llamado es porque algo grave le pasa.
No puedo dejar de tocarla y abrazarla y aunque me mentalizo que es para tranquilizarla a ella se que en verdad es para tranquilizarme a mí. Necesito saber qué está bien y en mis brazos siento un poco de alivio al saber que no le va a pasar nada estando conmigo.
Miro otra vez alrededor de los pasillos y sigue sin aparecer ningún maldito médico, ¿¿Que clase de urgencias son estas?? Veo a un enfermero aparecer por la puerta, pero cuando pasa por delante de nosotros pasando de largo siento la furia aparecer en mí.
- ¡¡¡Eehh tu!!!- este se gira mirándome con miedo- ¿¿Se puede saber dónde coño está el médico?? Mi novia se encuentra mal y llevamos veinte minutos aquí esperando y todos pasáis de largo.
- Señor hay más pacientes tenéis que esperar a su turno.
- ¡Y una mierda!- doy dos zancadas acercándome a él pero un cuerpo me frena.
- Stephen puedo aguantar no armes un lío, por favor- bajo la mirada encontrándome con sus grandes ojos y designado me vuelvo a sentar en la silla viendo como el pacotilla del enfermero escapa corriendo.
Observo cómo se sienta a mí lado y se agarra con cuidado la mano. Aprieto la mandíbula, todo esto no tendría que haber pasado y aunque se que no es culpa de nadie no puedo evitar sentirme culpable.
- ¿Estás mejor pequeña?- paso una mano por su pelo inclinándome para poder verla mejor.
- Me sigue doliendo, pero así por lo menos estoy concentrada en este dolor y olvido los otros síntomas- me da una pequeña sonrisa, pero me sirve de poco. ¿DONDE ESTA EL MEDICO?
En ese momento sale uno anunciando el nombre del angelito. Me levanto como una bala y pasando una mano por su cintura nos dirigimos hacia la consulta. Miro con recelo al doctor. No tendrá que tener más de 25 años y la mirada que le ha dado a la niñata al entrar no me ha pasado desapercibida. Cuando yo venía siempre era un viejo regordete el que me atendía.
- Siéntense por favor y Carol cuénteme qué es lo que le pasa- su vocecilla inunda la habitación y es en ese momento en el que todo celos se esfuma para pasar a la preocupación.
- La muñeca, creo que me la he lastimado. Estaba poniendo una caja en una estantería cuando me mareé y perdí las fuerzas. Al caerme se cayó también la caja en mi mano y siento como si miles de agujas se estuvieran clavando en ella- una lágrima cae por su mejilla y no aguanto el impulso de acercarme y quitársela yo mismo en una leve caricia.
- Bien, sientese en aquella camilla- se levanta con cuidado y sigue las indicaciones. Cuando voy a ir detrás de ella, el doctor me para.
- Puede quedarse aquí mientras- ¿Pero quién se cree este medicalucho? Voy a soltarle una borderia cuando la voz del angelito llama la atención de ambos.
- ¿Puede quedarse conmigo? No me gustan los hospitales y necesito que esté a mi lado- una sonrisa de suficiencia se forma en mi boca pasando por delante del tío. Me acerco al angelito que al segundo se abraza a mí.
- No te separes de mí, por favor, no aguantaría estar sola aqui- siento como empieza a temblar y la separo de mí para verla mejor. Le agarro ambos costados de la cara para mirarla de frente.
- Tengo la intención de pegarme a ti como una lapa si hace falta, así que por eso no te preocupes, vas a estar bien- una pequeña risa se forma en su cara y con ese simple gesto me llena de alegría. Uno nuestros labios en un dulce beso y la cojo de la cintura para subirla a la camilla.
Escuchamos una tos que me hace a regañadientes separarme de ella. Los mofletes de la niñata adquieren un color rojizo y no puedo evitar mirarla con adoración. El doctor da pasos hacia la camilla viéndoselos incomodo, que se joda.
- Te va a doler un poco, pero necesito ver qué tienes exactamente- con su mano buena agarra la mía entrelazando nuestros dedos. Le doy un beso en el dorso de la mano, lanzándole una mirada que intenta transmitir tranquilidad. Cuando suelta el primer grito de dolor aparto de un empujón al doctor ese del angelito.
- ¡¡STEPHEN!!
- Le esta haciendo daño- de un empujón me encaro a él con la mandíbula apretada.
- Señor si no me deja hacer mi trabajo voy a tener que pedir que desaloje la estancia hasta que pueda examinarla- abro y cierro mi puño intentando relajar todo el estrés que tengo acumulado. Tengo que relajarme o se que me van a echar y por ningún concepto voy a dejarla sola cuando me necesita.
- Stephen estoy bien solo ha sido la impresión. Deja que me lo mire y así nos vamos a casa de una vez- asiento con la cabeza y me giro hacia ella. Me coloco a su lado y sin esperarlo me da un beso en la mejilla que hace que la destense. No se como incluso en este momento es ella la que me relaja a mi. Soy un egoísta.
- Perdón- me mira sorprendida y es que normalmente la palabra lo siento no esta en mi vocabulario- Puede seguir con su trabajo- el angelito aprieta mi mano y cuando levanto la cabeza me esta mirando como si estuviera ¿orgullosa?
- Bien, por lo que veo tiene un esguince de grado uno en la muñeca, los ligamentos están no están rotos, pero sí dañados. Es una lesión lesión leve, con un vendaje y el debido cuidado para la semana que viene tiene que estar bien.
POV CAROL
Un suspiro de alivio recorre mi cuerpo. Con el dolor que sentía creía que era más grave, pero dentro de una semana estaré bien. Miro a mi lado encontrando la mirada de Stephen ya fija en mi, le doy una sonrisa la cual me devuelve al segundo. Vuelco toda mi atención en el doctor al escuchar su voz.
- Y cuénteme sobre los mareos- con ayuda de Stephen me bajo de la camilla y es que con una mano sin poder apoyarla es difícil. ¿Por qué la hacen tan altas? Me siento en la silla delante de su escritorio mientras él empieza a teclear cosas en su ordenador.
- Lo de los mareos es reciente, básicamente pierdo la fuerza y me recorre un mareo de pies a cabeza que no me deja mantenerme en pie. No me suele durar mucho pero es horroroso, después de ello siento mucha fatiga- asiente con la cabeza sin dejar de escribir. El pánico me empieza a entrar al ver cómo frunce el ceño mirando al ordenador.
Siento un leve apretón en mi muslo y cuando dirijo la atención ahí veo la mano de Stephen, intento concentrarme en eso para poder tranquilizarme. Si no estuviera aquí conmigo ya hubiera salido corriendo por la puerta.
- También esta teniendo vómitos- miro a Stephen y este me da una mirada de que como no lo cuente yo, lo cuenta él. A regañadientes empiezo a hablar.
- Hace unos días me comí un bote de helado que me sentó fatal. Desde entonces he estado vomitando cada vez que como algo o simplemente me levanto con nauseas- el medico deja de escribir para fijar su mirada en mí.
- ¿Hace cuánto que no le baja la menstruación?- lo miro extrañado ante esa pregunta fuera de lugar y siento como Stephen se tensa a mi lado. En ese momento el aturdimiento llega a mí. Al ver su error lo corrijo de inmediato.
- ¡¡Oh no!!, yo tomo pastillas anticonceptivas.
- Usted sabe que no son 100% factibles ¿no? Puede ser que haya estado sometida a mucha presión o estrés o se le ha olvidado algún día- mi voz empieza a temblar y ahora mismo no puedo mirar a Stephen. Esta insinuando que estoy ¿embarazada?
- No... no lo se.
- Voy a hacerle una prueba de embarazo y si vemos que sale negativo empezaremos a hacerle pruebas. Pero no quiero enviarle medicamentos hasta que estemos seguros.
Desde que me he hecho la prueba Stephen no me ha dirigido la palabra. Intento controlar las lagrimas que quieren salir de mi. ¿Qué voy a hacer si estoy embarazada? No tengo casa y con la mierda que cobro va a ser imposible mantenerlo y Stephen... parece como si le hubieran dado la peor noticia del mundo. Las lagrimas empiezan a salir de mi y pego las piernas a mi pecho en la silla para poder esconder mi cabeza en ella. Posiblemente con el ruido que hay no se escucharan mis sollozos. ¿Me va a dejar?
Siento una mano en mi pierna y otra en mi cintura y cuando me quiero dar cuenta estoy sentada encima de Stephen y sus brazos alrededor mia. Paso mis manos por su cuello aferrándome a él sin poder controlar más mis lagrimas.
- No llores angelito- sus manos empiezan a acariciar mi pelo.
-Tengo miedo- lo dice en un susurro , pero esas simples palabras hacen que algo dentro de mi se rompa. Él nunca atiene miedo de nada. Me separo de él mirándolo de frente y puedo ver varias lagrimas aclocadas en sus ojos.
- ¿Miedo?- es lo ultimo que creía que iba a decir.
- Mi padre era una mierda de persona y yo... si tu estas... no quiero ser como él- susurra derrotado.
-Stephen serias el mejor padre del mundo y posiblemente yo seria la mala de la película porque estoy segura que tu serias el que lo consentiría- una sonrisa se forma en su boca y me vuelve a atraer a él en un abrazo.
- Yo también tengo miedo- confieso pegada a su cuello- no se que voy a hacer con un bebé ahora y creía que ibas a dejarme, desde que el me he hecho la prueba no has dicho nada... ¿Por que no vas a dejarme, no?- mi voz tiembla en las ultimas palabras. Se separa de mi corriendo.
- ¿¿Qué?? Claro que no. Joder, no quería que pensaras eso, simplemente estaba en shock. No podría dejarte nunca, te has clavado tan dentro de mi que a muy duras penas podrías salir. No vuelvas a pensar eso en tu vida y si tenemos que aprender a ser padres lo aprenderemos juntos. Una lágrima traicionarme escapa de mi.
- Te quiero niñato.
- Y yo a ti diablilla- uno nuestros labios en un delicado beso sintiendo que el momento se puedo romper en un segundo. Una mano la posa en mi barriga sin despejar su mirada de la mia. Me sentí pequeña bajo su calidez y fuerza, me sentí en casa, como si nada me pudiera pasar entre sus brazos.
- Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
POV STEPHEN
Todavía no me creo que esto pueda ser verdad. Como mierdas voy ayer padre si nunca he tenido uno, tengo miedo de cagarla y que ese bebe pase por lo que yo he pasado. Nunca pensé en esto, pero ahora ver al angelito regordeta y con un hijo mío dentro es lo que más ganas tengo ahora. Joder, si antes la protegía ahora no se lo que voy a hacer si de verdad está embarazada. Mi madre se va a volver loca y Emily... dios Emily va a saltar de alegría.
- Stephen... pases lo que pase estaremos juntos ¿No?- siento su voz temblar. Hemos pasado al consultorio y ahora estamos esperando a que venga la doctora con los resultados. Si habéis leído bien, doctora, el otro se le acabo el turno y se fue, menos mal.
- Siempre- paso una mano por su mejilla viendo cómo cierra los ojos apoyándoselo en ella. Escuchamos la puerta abrirse y es en ese momento en el que nos enderezamos ambos en la silla. Los nervios empiezan a florecer en mi y al ver que la niñata no para de mover el pie se que esta igual que él. Le agarro la mano apretándosela para que vea que estamos juntos en esto.
- Buenas noches, aquí traigo sus resultados, lamento la espera- estoy tan nervioso que no me salen las palabras ni para quejarme. Cualquiera que me vea pensara de todo menos que soy un boxeador profesional.
- ¿Quieren abrirlos ustedes o les doy yo el veredicto?
- Usted- susurra la niñata a mi lado. Observo como abre el sobre y parece como si lo hiciera a cámara lenta.
- Enhorabuena, está usted embarazada de 2 meses- mi mirada automáticamente va al angelito el cual tiene una sonrisa y un brillo especial en su mirada. ¿Voy a ser padre?
- Un bebé....- susurro sin asimilarlo.
- Un bebé- afirma sin poder creerlo todavía.
- UN BEBE- de un salto me levanto de la silla cogiendola y empezando a dar vueltas con ella escuchando su risa.
- Stephen como no me bajes voy a vomitar y estropear el momento- la bajo de inmediato pensando que he podido marear también al bebe.
- Perdón, lo siento- me acalla con un beso en medio de una sonrisa. Le agarro de la cintura con cuidado acercando nuestros cuerpos.
- Perdón por interrumpirles pero tengo que darles una serie de indicaciones- nos volvemos a sentar ante la mirada expectante de la doctora la cual nos mira con una sonrisa.
- Los dos estáis sano pero el bebe pesa menos de lo que debería, tienes que comer más- miro a la niñata con el ceño fruncido, siempre se lo digo y nunca ame hace caso.
- Es que todo lo que como últimamente me sienta mal.
- No te preocupes, voy a mandarte unas pastillas para las nauseas pero aun así debes alimentarte mejor. En cuanto a los mareos también es normal, en este mes es importante que guardes un poco mas de reposo, hasta el tercer mes se puede producir un aborto involuntario- en ese momento mi piel se pone de gallina ante tan posibilidad.
- Yo me encargo de que descanse y que coma.
- Con el tiempo que os he visto a los dos juntos se que lo harás- las mejillas del angelito cogen un color rosado.
- ¿Algo más?
- También vas a notar más ganas de ir al baño, más cansancio y vas a tener más sueño de lo normal. Puede ser que también te afecte al humor- a mi cabeza acude el episodio de esta mañana, como ha pasado de estar enfadad a llorar y a reír- y los antojos es una cosa segura- la miro sin poder creer que el destino haya puesto en mi vida una persona como ella.
- Les voy a programar una cita para la semana que viene para hacer tu primera ecogafria, ¿el martes les viene bien?- asiento de inmediato pero la niñata dice que no, la miro extrañado.
- El miércoles es tu pelea, seguro que tendrás que entrenar- murmura preocupada.
- A la mierda el entreno, quiero conocer ya a ese renacuajo. Doctora ese día esta perfecto apúntelo, pero apúntelo bien que no quiero que haya equivocación.
- Tranquilo papa nadie te va a impedir ver a ese bebe- voy a ser padre... VOY A SER PADRE.
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Efectivamente como muchas habíais adivinado nuestro angelito esta embarazada. ¿Todas tenéis ganas de ver a Stephen en modo papá oso protector? Casi todos los mensajes pedían un mini Stephen pero dejadme en los comentarios de este capítulo si preferís que sea un niño o una niña.👶🏻👧🏼🧒🏻