POV STEPHEN
Me despierto con los primeros rayos de sol de la mañana, todavía no me creo que pueda dormir sin pesadillas. Sonrío nada mas abrir los ojos y encontrar al angelito que hay durmiendo junto a mi. La acerco más a mi dejando su cabeza reposar en mi pecho mientras una de sus manos se aferran a mi cintura. Ayer se nos olvido cerrar las cortinas y ahora la estancia esta iluminada levemente, sé que una de sus manías es dormir a oscuras y pronto se levantara así que aprovecho para observarla un poco mas. De verdad creía que iba a terminar con todo, que me iba a dejar solo, no sé cómo explicar el nudo que se me formó en el estomago, sentía que me faltaba el aire y solo ella podía deshacerlo.
Con un miedo que todavía no ha desaparecido en mi interior empiezo a acariciar su cintura con mi mano que estaba posada ahí. Se empieza a remover por lo que paro creyendo que la había despertado pero lo único que hace es pegarse a mí. Escucho como ronronea entre la inconsciencia y una sonrisa se dibuja en mí al saber que esa es la forma que tiene cuando esta mimosa para que la siga acariciando.
Sentir sus pechos sobre mi piel desnuda hace que recuerde todo los momentos vividos a noche, creo que nunca me podré saciar de ella, es adictiva.
Escucho como golpean la puerta por lo que cojo la sabana arropándonos a ambos antes de indicar que pasen. Por la puerta aparece Mónica que nos mira con una sonrisa.
- Hemos puesto el desayuno en el jardín, mucha suerte despertando a esa marmota- mi vista se dirige hacia ella por un segundo quitándole un mechón de pelo de su cara y posicionándolo detrás de su oreja en una delicada caricia.
- Por cierto la arpia de Hannah ya se ha ido podéis estar tranquilos- dice antes de salir de la habitación. Ante el nombre de esa una furia empieza a crecer en mí, todavía no me puedo creer lo que hizo, puede ser que yo al principio estuviera confundido pero no tenia ningún derecho a inventarse nada y menos a golpear a la niñata. Si le hubiera llegado a pasar algo no sé lo que hubiera hecho.
Unas caricias en mi pecho me sacan de mis pensamientos trayéndome a la realidad. Bajo la mirada encontrándome la mirada curiosa del angelito.
- No estes tenso- se eleva dejando caer levemente la sabana que la cubría dejando pequeños besos a lo largo de mi mandíbula. Al sentir su tacto dejo salir un suspiro desapareciendo todos los anteriores pensamientos y centrándome en la preciosura que tengo ante mí.
- Así estas más guapo- siento un calor subir por mis mejillas, es la primera vez que me lo dicen de forma tan sincera y mas alguien como ella. ¿¿¿¿Por qué mierdas me estoy sonrojando?????
- Stephen ¿¿te has sonrojado??- una amplia sonrisa se empieza a formar en ella y antes de que pueda completarla le doy la vuelta empezando a hacerle cosquillas.
- ¡¡¡¡PARA!!!!- sus carcajadas inundan toda la habitación mientras se retuerce de bajo de mí. Aflojo mi agarre cuando veo que le empieza a faltar el aire debido a la risa. Cuando logra regular su respiración me mira de forma socarrona, elevo una ceja cuando sus manos se dirigen a mis mofletes.
- Eres como un osito de peluche adorable- arrugo el ceño ante sus palabras. Yo no soy adorable, yo soy duro. Su risa se vuelve a escuchar por la habitación y sin poder evitarlo una sonrisa sale de mi al verla tan feliz.
- Te puedo demostrar lo duro que soy después- murmuro pasando mi amplia mano por su cuerpo desnudo. Un suspiro sale de ella asintiendo con la cabeza. Me río divertido ante su expresión antes de levantarme de la cama ante su atenta mirada.
- ¿A dónde vas?- pregunta observándome sin disimulo. Mierda niñata.
- El desayuno ya esta pero cómo me sigas mirando así se puede irse a tomar por culo porque no vamos a salir de esta cama- ante la mención de comida sus ojos se iluminan y su pequeña tripa empieza a sonar.
- Comida, comida, comida, comida...- empieza a cantar mientras se levanta corriendo y empieza a vestirse. La agarro de la cintura dandole la vuelta uniendo nuestros labios en un delicado beso, al abrir los ojos me encuentro con su tímida sonrisa y sus mejillas sonrosadas.
- Ahora sí que sí, buenos días angelito.
- Buenos dias niñato- ahora son mis tripas las que suenan y entre risas nos terminamos de vestir.
POV CAROL
Al salir al jardín nos encontramos a David y a Mónica en una actitud muy cariñosa. Escucho como Stephen tose a mi lado para que se den cuenta de nuestra presencia. Ambos se separan asustados y una pequeña risa sale de mi.
- Pero si por fin han decido honrarnos con su presencia- murmura David mirándonos con una amplia sonrisa.
- Ya ves lo bueno se hace esperar- le guiño un ojo y mi atencion se centra en toda la comida que hay encima de la mesa. Diooosss esto es una fantasía.
- Amigo yo que tú tendría cuidado con la comida me parece que la morena es capaz de dejarte por ella- al levantar la cabeza me encuentro a todos mirándome y es cuando soy consciente de que tengo la boca abierta. Un sonrojo involuntario se apodera de mi escuchando sus carcajadas.
Veo como Stephen le saca el dedo corazón y es que es verdad que muchas veces el me ha dicho lo mismo.
- Irse a la mierda- digo entre risas. Cojo una silla para sentarme y empezar a comer este manjar cuando siento un tirón de mi.
- ¿A dónde te crees que ibas angelito?- se sienta el dejándome sentada en su regazo pasando su fornido brazo por mi cintura. Deposita un pequeño beso en mi mejilla antes de empezar a servirnos jugo de naranja.
- ¿Qué?- pregunta mirándome curioso. Por un momento me he quedado atontada por ese simple gesto de Stephen, pero es que estos pequeños detalles son los que me ha llevado a enamorarme perdidamente de él.
- Nada, nada- le doy un pequeño pico y empiezo a comer la tostada que tengo en frente sintiendo su sonrisa pegada en mi hombro.
- Esto está buenísimo, ¿lo has hecho tú David?- mi amiga me mira cruzada de brazos a lo que me río de su gesto.
-¿Qué pasa, que yo no lo podría haber hecho?
- Mónica no sabes hacer ni un huevo sin que se te queme.
- Eso es mentira- dice con la boca pequeña logrando una carcajada grupal.
- No importa cariño yo cocino por los dos- aprovecho el momento en el que se besan para estirarme y coger un Donut que me ha estado llamando desde que me he sentado aquí. Doy un primer bocado cerrando los ojos y deleitándome con su sabor.
- Tienes que probar esto- estiro el Donut para que Stephen lo muerda. No aparta la mirada de mí mientras muerde lo que le estoy ofreciendo. Vale, creo que me he puesto caliente. Parece que se da cuenta de mi situación porque se relame el labio con la punta de la lengua eliminado los restos de chocolate que le hayan podido quedar.
- ¿Estás bien niñata?- pregunta mirándome divertido bajando la mano que tenia en mi cintura hasta mi cadera.
- ¿Mmm?- ahora mi vista no se puede separar de sus labios. Se acerca a mi rozando su nariz con la mía sin quitar esa sonrisa de suficiencia.
- Eso es lo que provocas en mi cada vez que te veo comer poniendo esas caras, has tomado un poco de tu propia medici...- antes de que pueda acabar la frase juntos mis labios con los suyos en un beso lento, besos con sabor a chocolate, no creo que exista algo mejor. Enredo mis manos en su cuello acariciando su cabellera mientras su mano libre va a mi mejilla. Me separo de el con una sonrisa en la cara pero vuelve a acercarme besándome con delicadeza.
- Ufff que calor hace aquí ¿no?- antes de que pueda darme cuenta un chorro de agua nos empapa enteros. Stephen se separa de mi con los ojos abiertos sorprendido y al ver su cara no puedo evitar estallar en risas.
- ¿Pero que...?- giramos la cabeza viendo a David y a Mónica intentando aguantarse la risa con un cubo de agua ahora vacío en la mano.
- Lo siento amigo, pero es que pensaba que me un momento a otro te ibas a convertir en fuego, estabas muy caliente y con la calor que hace te viene bien un refrescon.
- Un segundo niñata ahora vuelvo- me da un beso en la frente y me levanta de encima dado una sonrisa a David que da miedo.
- Te doy 5 segundos para salir corriendo- de repente le cambia la cara y mi risa aumenta aun mas.
- Tio era una broma...
- Llevas 3 segundos malgastados- mira a Mónica y esta le dice en un susurro "Corre". Viendo cómo los dos salen corriendo persiguiéndose cómo niños pequeños nos volvemos a sentar Mónica y yo en la mesa, pero la verdad es que voy a tener que subir a cambiarme, estoy empapada.
- Veo que la cosa va bien ¿no?- me dice Monica dándome con el codo. Fijo mi mirada en Stephen con una sonrisa antes de contestarle.
- Sí, pero tengo miedo- murmuro con congojo.
- Carol, tienes que decirle lo que sientes, no tiene que ser hoy o mañana, pero no tardes mucho más, te esta haciendo daño- bajo la mirada sabiendo que tiene razón, pero no se si podría aguantar el rechazo de Stephen.
- Lo sé- digo en un suspiro.
- ¡¡¡MÓNICA AYUDAME!!!- nos giramos ante los gritos de David y los vemos en el jardín debajo de Stephen el cual hace como si tomara el sol.
- YA TE DIJE QUE NO TE METIERAS CON UN BOXEADOR- la mirada de Stephen conecta con la mia guiñandome un ojo. Sonrío sonrojada y clavo la atención en mi amiga cuando me llama.
- ¿Tú me has cogido un bikini en negro?- a mi memoria acuden todos los recuerdos de ayer.
- Mmm... si, ¿no te importa? Es que no llevaba y tu me dijiste que me ibas a prestar uno.
- Obvio que no me importa, pero ese no es el bikini que te iba a prestar e iba a volver loco a Stephen, ese era muy simple- no quiero ni pensar cual era el que quería que usara.
- No importa ese esta bien.
- No, no, no. Vamos arriba a cambiarnos- me agarra de la mano y tira de mi pegando un grito a los chicos diciendo que íbamos a ponernos el bikini. Subimos la escalera y veo como empieza a rebuscar en su maleta.
- Mónica me estas dando miedo.
- Vas a flipar cuando lo veas, solo me lo he puesto una vez pero a ti te va a quedar espectacular- mis ojos parecen que se van a salir de la órbita cuando veo que tiende un bikini brillante.
- Oh no
- Oh siii- dice mirándome con una sonrisa traviesa.
- Que no- digo negando con la cabeza frenéticamente.
- Que si
- No
- Si
- No
- Si
Y efectivamente fue un si, en mi vida me habría comprado un bikini así, es demasiado Mónica y no es que sea malo simplemente no me gusta llamar tanto al atención pero como solo estamos nosotros cuatros ha logrado convencerme. También el hecho de que Mónica llevo un trikini espectacular ha conseguido animarme.
Mónica me quita la toalla cuando ve que tengo la intención de ponérmela por encima.
- Amiga a desfilar- se engancha a mi brazo y abre la puerta del jardín como si de dos supermodelos se trataran. Los chicos ya están metidos en la piscina hablando y todavía no se han dado cuenta de nuestra presencia. Mi nerviosismo aumenta pero Mónica parece darle igual porque empieza a pisar más fuerte para que se den cuenta que hemos llegado y parece que lo logran porque cuando se giran están para hacerles una foto.
- Joder...- murmuran los dos a la vez con la boca abierta.
POV STEPHEN
¿Es posible que este sufriendo una erección al verla fundida en ese brillante bikini? Confirmamos, es posible.
- Joder...- decimos David y yo a la vez. Se acerca a la orilla de la piscina con una sonrisa picante mientras se sienta en el bordillo. Nado hasta ella posicionándome entre sus piernas.
¿Confirmamos que a este paso se me van a poner los huevos azules? Confirmamos.
- Hola- dice cuando estoy ante ella.
- ¿Hola? ¿Tu sabes lo caliente que estoy en este momento? Podría arrancarte ese bikini a mordiscos y hacértelo contra la pared de la piscina sin pensármelo dos veces- digo a centímetros de su cara.
Observo como aprieta las piernas y es que a la diablilla se que le ponen estas cosas pero hoy no se puede porque tenemos compañía. La agarro de la cadera sumergiéndola poco a poco en el agua. Al sentir el agua fría chocar contra su piel pega inconscientemente su cuerpo con el mío dejándome escapar un gruñido.
- Niñata, tú definitivamente me quieres matar, ¿me estás castigando o algo? Porque te juro que me estas volviendo loco- una risotada sale de ella mientras niega con la cabeza.
- Ha sido idea de Mónica pero al ver tu reacción ha merecido la pena.
- Pues no se si agradecérselo o odiarla porque no sé cómo voy a aguantar todo el día- paso mi mano por su espalda bajando hasta llegar a su hermoso culo. Si sobrevivo hoy me tienen que poner en los Record Guinness.
- Eh chicos ¿¿qué os parece hacer una competición en parejas??- nos giramos ante la voz de Mónica y es que cuando estoy con ella se me olvida que hay mas personas al rededor. Frunzo el ceño sin saber muy bien a qué se refiere pero el angelito al ver mi cara me lo aclara.
Con la niñata subida en mis hombros me pongo en frente de David que tiene a Mónica en la misma posición. Básicamente hay que empujarse y quien aguante más gana.
- Pero esperarse, antes de nada hay que poner un premio- todos asientes de acuerdo conmigo.
- ¿Qué propones?- dice David. Me quedó pensando pero no se me ocurre nada ahora mismo. Tener al angelito con sus partes tan cerca del mi cabeza anula mis sentidos.
- Quién gane tiene que recoger toda la casa mientras los otros se quedan tomando el sol- escucho que dice la niñata encima de mí. Le aprieto el muslo diciendo que es buena idea, aunque en verdad tampoco aguantaba mucho más sin tener un roce con ella.
Entre muchos partidas y muchas caídas, al final acabamos ganando y es que estos nunca aprender que están combatiendo con un boxeador, aunque en algunas partidas estoy seguro que la niñata se ha dejado caer aposta para dejarles ganar alguna.
- ¿Qué pasa?- efectivamente ahora mismo estamos tomando el sol mientras los otros dos terminan de recoger las cosas para irnos ya a casa y ahora observo como la niñata se incorpora en la hamaca que esta a mi lado mirando al rededor.
- ¿Tú crees que aquí nos ve alguien?- la miro con el ceño fruncido sin saber muy bien cuales son sus planes.
- No creo- las persianas de las casa de alrededor todavía estan echadas hacia abajo.
- Perfecto- mis ojos parecen que se van a salir de la órbita al ver cómo se desprende de la parte superior de su bikini.
- ¿¿¿¿¿¿¿Pero qué haces??????- esta mujer me quiere matar, lo tengo claro.
- Tomar el sol. Tú mismo has dicho que no hay nadie y no quiero tener después las tetas tan blancas- mi mirada no se pueden apartar de ellas observando como les echa crema y ahora mismo me pregunto si me estan haciendo una cámara oculta.
La miro por unos momentos más sintiendo a mi amiguito sufrir por ser liberado. Por la sonrisa que me esta dando sé que no voy a poder hacerle cambiar de opinión.
POV CAROL
Observo la cara de sufrimiento de Stephen y no puedo evitar reírme disimuladamente. Es la primera vez que hago topless, nunca me he sentido segura, pero él me transmite esa seguridad que nadie más hace.
Me encantaría vivir en una casa así, se respira tranquilidad por todas partes y al estar rodeada de naturaleza le da un aspecto más mágico.
Mi casa... todavía no sé que voy a hacer. Sé que Stephen ha estado hablando por teléfono con gente sobre las personas que me persiguieron pero cada vez que le pregunto evade el tema. Sé que lo hace por no preocuparme pero necesito saber qué esta pasando. La idea de quedarme con él me encanta pero no puedo quedarme eternamente, ni tampoco quiero vivir con miedo.
- Lo he intentado, pero no aguanto más- abro los ojos sorprendida ante la voz de Stephen y antes de que pueda reaccionar lo tengo besándome desesperadamente. Una sonrisa se escapa de mi en mitad del beso y es que estaba esperando a ver cuánto aguantaba, tengo que admitir que ha sido más de lo que esperaba, 20 minutos son mucho para él.
- Eres mala y no sabes cuanto te deseo- coge su camiseta poniéndomela por encima y me agarra como un saco de patatas entrando corriendo a la casa. Mi risa no puede parar en ningún momento y verlo todo al revés no ayuda.
- ¡¡Oye que acabamos de fregar!!- cuando levanto la cabeza observo a Mónica y a David mirándonos divertidos con los productos de limpieza en la mano.
- Lo siento- mi disculpa quiere salir verdadera pero mi risa no acompaña.
- Os jodeis- escucho que dice Stephen a la misma vez.
- ¡¡Stephen!!- le doy un golpe en el culo que es lo que tengo más cerca pero lo único que logro es avivar sus ansias.
- Diablilla no sabes lo que acabas de hacer- me deja en la cama con todos mis pelos esparcidos por todas partes mientras me observa desde arriba con una sonrisa traviesa.
- Vamos a despedirnos de esta casa como se merece.