The Teacher's Son [Gay + Adul...

By jav_lar

601K 39.5K 14K

"Lo que ves es lo que soy, Pero no soy lo que crees que ves, Ni lo que ves es todo lo que soy" Diego es chico... More

Parte 1 - Capitulo 1 *
2. "Ten cuidado con lo que deseas"
3. "Murphy"
4. Antes que nada es un bully
5. Espía atrapado
6. "La Noche" *
7. Normalidad anormal
8. Verano
9. Nuevos inicios *
10. ¿Un jabalí no es lo mismo que un cerdo?
11. Pool Party
12. La Primera Cita
13. "Estoy casi seguro que es un hombre lobo"
14. "Citas no citables"
15. "Sexo, Tacos y Rock&Roll" *
16. On line
17. La pelea
18 "Tutorías"
19. "Don't tell me it's over..."
20. Xbox, Pizzas y Cervezas
21. "La Mascota del Equipo"
22. "Tú-Aquí-Ahora"
23. "Bad Dragon"
24. "Max el Terrible"
25. "Shadow"
26. "Franco"
27. "Parte del grupo"
28. "Amigos de verdad"
29. "La cena"
30. "Te amo"
31. "Estaré contigo siempre que me necesites"
III - 32. "Entre broma y broma..."
33. "La Mazmorra"
34. "Amigos, más que amigos"
35. "Fortuito y divertido"
36. "Duelo"
37. "Así no es como me hubiera imaginado terminarían las cosas."
38. "Joven 18"
39. "Yo no soy gay"
40. "Halloween"
41. "Encuentros y desencuentros"
42. "Memorias de un pasado olvidado"
43. "Domingo"
44. "Gemelos"
45. "Visita inesperada" *
46. "Absolutamente nadie debe enterarse"
47. Helado frito
48. "Misión de rescate"
49. "Intervención"
50. "Alex"
51. "Blue Moonstone"
52. "¡A por él!"
53. "Hola"
54. "Te presento a mi..."
55. "Charlas"
56. ¿Dónde quedo yo?
57. "¡Dime que no es verdad!"
58. "¿En dónde he venido a parar?"
59. "Día siguiente"
60. "No, no somos amigos"
61. "La Broma"
62. "No eras tan listo como creías"
63. "Luau"
64. "El Jabalí Salvaje, acorralado"
65. "Navidad"
66. "El chico del bus"
67. "Cuenta atrás"
68. "Tiempo fuera"
69. "Tenemos que hablar."
IV. 70. "CmO 4.2"
72. ¿Qué haces aquí? ¡Vete!
73. "Días oscuros"
74. "Secuelas y consecuencias"
75. "Segundas oportunidades"
76. "Mudando a una nueva vida, parte 1"
77. "Mudando a una nueva vida, parte 2"
78. "Si de verdad lo amas... Déjalo ir"
79. "Playlist de los corazones rotos"
80. "Todos los caminos me conducen a..."
81. "Estira y afloja"
82. "Cuatro noches, tres días, dos errores, un anillo"
83. "Te juro que no es obsesión"
84. "Padre"
85. "Padre parte 2"
86. "Despedidas"
Epílogo. "La noche del cometa"

71. "Promesas rotas"

3.4K 257 132
By jav_lar



71.

"Promesas rotas"


La calidez de su cuerpo contrasta con el frío de las sabanas. Como si de una lámpara mata insectos, me siento inexorablemente atraído por él, lo rodeo con brazos y piernas como un pulpo atrapando a su presa. A la vista de cualquiera podríamos parecer un solo cuerpo, una sola entidad. Para mí no es suficiente, necesito más. Con palabras entrecortadas refrendo el amor que le profeso, a la vez que muevo mis caderas rítmicamente buscando entrar, fundiéndonos al fin en la hoguera del placer.

- ¡Ah! ¡Diego! –Exclamo extasiado a mitad de la noche, tan alto que, termino por despertar de un vívido sueño.

A quien tengo entre mis brazos no es el amor de mi vida, solo es una almohada.

No es el primero, y estoy seguro tampoco será el último de estos sueños, han sido regulares desde el día que mi novio se marchó, hace ya casi un año

#

El último semestre de preparatoria pasó tan rápido que a estas alturas no sabría decir cómo es que termine la preparatoria. Fuera de clases el ambiente terminó siendo aburrido. Si bien de vez en cuando coincidíamos casi todos para almorzar (excepto Moni que no me perdonó ni volvió a dirigir la palabra); o aquellas charlas triviales cuando compartíamos clases con alguno de los chicos, la mayor parte del tiempo la pasamos dispersos, pensando cada quien en sus futuros académicos.

Las peleas con otros bullies cesaron en gran parte debido a que Donato no fue recibido en ente curso, nunca creí decirlo, pero extrañé los encontronazos que teníamos, no porque lo apreciara o algo por el estilo sino porque por lo menos tendría a quien golpear cada que estuviera de pésimo humor.

Carlos bien podría suplir el puesto de saco de box, se lo ganó a pulso cuando Diego en una de las últimas pláticas que tuvimos, me confesó cuando este lo había besado a la fuerza solo para probarse así mismo si era o no gay. Me dio tanta rabia que me prometí decorar el estacionamiento con sus sesos en cuanto lo viera acercarse con su cara de inocente.

Cuando los rumores sobre su reconciliación con "puchoncita" llegaron a mis oídos, pensé que eso ya sería suficiente castigo, lo cierto es que lo mejor o peor estaba por llegar unos meses después. Antes de que los rumores corrieran como un río embravecido, a él se le vio decaído y con la mirada perdida. Todo mundo se asombró cuando renunció no solo a la capitanía, sino también al equipo mismo. ¿Porqué? Bueno, porque tomó un empleo de medio tiempo como mesero en un pequeño restaurante.

Casi al mismo tiempo, puchoncita fue vista acomodarse una apretada faja con la ayuda de sus amigas en el baño; amén de que más de uno la escuchó decir que no quería comer porque tenía nauseas. Para la graduación, no había manera de ocultar su evidente embarazo.

Semejante chisme ocupó las mentes de toda la escuela dejando de lado las ausencias de Diego y Tony.

Respecto a nuestro amigo soldado, él si regresa con relativa frecuencia a visitarnos, aunque sería más realista decir que viene a ver a su novio Andrés. De alguna forma, hasta donde entiendo, han logrado llevar una relación a distancia lo mejor posible. La pareja no se separa ni un momento cuando Tony tiene licencia, sin exagerar podría asegurar, no lo deja ni ir al baño solo, por tanto, constantemente nos burlamos de ellos al llamarlos "siameses". Lo cual en cierto modo dificulta la interacción con los demás, un par de veces he notado como Tony se me queda viendo indeciso, como si quisiera decirme algo, para luego ser interrumpido por algún comentario Andrés.

A quien más le ha afectado el tener que compartir a su mejor amigo con otro chico es a Rubén, se le nota cada vez más incómodo en nuestras reuniones. Ni siquiera el entusiasmo por Lorena en mantener a ese par de amigos fue suficiente, llegó el día en que el gemelo #2 declinó la invitación, alegando una historia absurda de deberes atrasados de la facultad.

En cuanto a mí, tampoco me resulta fácil ver a la pareja haciéndose cariñitos ñoños frente a nosotros, me hace desear el poder hacerlos con Diego, aunque sean demasiado cursis para mi gusto.

Sin dar mayores detalles de su vida en el cuartel, Antonio nos entretiene con historias de sus "aventuras" y lo extenuantemente gratificante que resulta el entrenamiento. Todo cambia en su última visita. Inesperadamente, el primer fin de semana de octubre se presenta en la ciudad. Se le nota decaído y pensativo, un comportamiento raro en él. La noche previa a su partida me cita en un bar diferente al que solemos ir.

-Hey Tony. –Lo saludo al sentarme frente a él.

-Hola. –Responde secamente. –Gracias por venir. -En esta ocasión es innegable que algo le pasa, se le nota decaído y distraído.

- ¿Sucede algo? ¿Tú y Andrés están bien? –Es lo primero que pasa por mi cabeza ante semejante semblante, todavía más si tomamos en cuenta la ausencia de su eterno acompañante.

-Sí, todo genial, es un gran chico. No es sobre él por quien hemos venido, es más bien sobre... -Sus palabras me tienen intrigado, pero si mi amigo no puede hablar, ciertamente no seré yo quien lo fuerce.

-A veces la vida nos pone en situaciones difíciles solo para probar nuestra determinación y en la mayoría de ellas, nuestra fé. – Al escucharme decir semejante frase de librito de autoayuda no puedo evitar recordar cuando me burlaba de Diego cuando decía algo por el estilo.

Más que hablar, lo que quizá necesita es compañía. Lo sé porque en ocasiones justo así me siento. No quiero hablar con nadie, pero tampoco me apetece estar solo.

-Lo sé. –Contesta reflexivamente, después de habernos tomado una cerveza en completo silencio. Tony observa la calle a través del ventanal con la mirada fija y semblante serio. Con los amigos sigue mostrándose dicharachero y alegre como siempre, sin embargo, en este momento me doy cuenta de lo mucho que ha cambiado realmente.

Interrumpe su silencio una vez más para decir. –Hay veces en que no sé si podré resistir esta vida. –Voltea a verme y continúa. -Cada día se me hace más y más difícil el estar separado de las personas que quiero.

-Sí, es duro. He visto a tus papás un par de veces, ambos están orgullosos de ti, en especial tu mamá.

-Ella es fuerte, sabe cómo es esto. Mi abuelo era coronel, siempre estaba lejos de casa, de hecho, fue él quien le presento a mi padre. Cuando nací yo estaban muy felices por asegurar el que haya un militar más en la familia.

- Así que lo llevas en la sangre, estoy seguro podrás con ello.

Da otro largo sorbo a la segunda botella antes de volver a hablar. -La cuestión es que, he vivido en carne propia el sentimiento de vacío y abandono cuando a papá lo mandaban a lugares lejanos, pero ahora también sé que en muchas ocasiones es necesario ir a cumplir mi deber.

- ¿Piensas dejar el ejército entonces?

-No, es duro, pero también me siento que puedo ayudar mucho estando en la milicia, por lo menos de momento.

-Debe ser difícil. Yo no creo tener las vísceras para hacerlo que tú haces.

-Eso pensaba también yo al principio. Cuando recién ingrese mi padre hizo que me mandaran a las cocinas, su intención era que me hartara de cortar papas, sin embargo, eso no me excluía del entrenamiento completo. Un día, uno de mis compañeros de barraca salió herido en una de esas prácticas, al no haber un médico cerca, me toco darle los primeros auxilios. No te miento al decir que más de uno no pudo soportar la visión de la sangre fresca, quizá sea porque en la cocina eso era el pan de cada día, por lo que permanecí sereno en todo momento. Cuando por fin llegaron a ayudarle, el medico se sorprendió del buen trabajo que había hecho.

- ¿Tan grave estuvo?

- Más o menos, él y uno de sus amigos estaban practicando con cuchillos.

- ¿Y luego, que paso?

- Unos días más tarde me cambiaron a la brigada de búsqueda y rescate. Es un buen cambio, pues siento que ahí puedo ayudar más.

-Eso es genial.

-Lo es, es solo que, también he escuchado y visto cosas con las que no estoy de acuerdo. Cosas que han hecho replantearme si debo o no romper un juramento.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

POV Tony

Un día como cualquier otro en las frías y húmedas barracas. Antes de las quinientas, los catres deben de estar pulcramente ordenados, al igual que nuestros uniformes, listos para la rutinaria inspección.

Se nos informa la actividad principal del día, juegos de guerra. Nada fuera de lo común, una especie de captura la bandera, solo que, en lugar de rifles cargados con paintball, son balas de goma. Uno podría pensar que al ser de material blando son relativamente indoloras, bueno, si cometes tal estupidez y te descuidas por ello, podrías llegar a perder más que solo un ojo.

Siempre, o por lo menos hasta donde mi experiencia puede hablar, se nos divide en dos equipos, azul y rojo, sin embargo, en la práctica de hoy esto no sucede así. Se nos informa que todos los reclutas nos alinearemos bajo la bandera azul, pues en esta ocasión nos enfrentaremos a otro regimiento. Una sonrisa por parte del sargento, que nunca anuncia nada agradable, es un claro indicador que esa no será la única sorpresa del día.

Formados debajo del estandarte que debemos proteger, se nos da una última indicación antes de comenzar la batalla. - ¡No tengan piedad de ellos, porque yo no la tendré con ustedes! –Vocifera amenazadoramente el sargento.

Esta clase de ejercicios pueden llegar a durar desde días, hasta pasada una semana, dependiendo del nivel de los participantes. Para sorpresa de todos, al atardecer del primer día ya están prácticamente rodeados, el equipo rojo debe ser uno muy malo o es conformado por unos novatos inútiles. Desde mi posición pude observar su campamento con detenimiento, no había uno solo que no se le viera herido, es más, varios de ellos están al borde de la desesperación.

En cuanto la primera avanzada atraviesa su endeble perímetro la gran mayoría suelta las armas y, el llanto. Solo un pequeño grupo ofrece resistencia, no la suficiente para impedir su derrota. Embriagados por la facilidad con la que consiguieron el triunfo algunos reclutas no miden su fuerza al someter al equipo visitante.

Como parte de mi trabajo en la unidad, brindo asistencia de primeros auxilios y curaciones rápidas en el campo, por lo cual soy parte de un grupo que envían para atender a los heridos del campamento derrotado una vez que se ha declarado terminado en combate. Esto es algo raro, pues entre sus filas, se supone, deben de tener un equipo similar.

Si creía que mi sargento era malo con nosotros, es porque no había conocido al suyo. No solo se limita a gritar e insultar como suelen hacer, sino que, además, los golpea con su fuste y amenaza con castigos peores una vez que regresen al internado. ¿Internado? Es entonces que presto mayor atención a los chicos, definitivamente no son reclutas, son unos críos de entre los quince y veinte años aproximadamente, cada uno más asustado que el otro. La falta de organización se debe a la ausencia misma de formación. Los han mandado para que les diéramos una paliza.

Aprovechando mi labor, intento entablar conversación con alguno de ellos y poder obtener información, mas todos parecen tener tanto miedo de las represalias que nadie quiere hablar. Tampoco es para menos, moretones viejos y nuevos se superponen entre ellos haciendo difícil el calcular cuándo o cómo se los hicieron. Y eso solo las que pude observar en brazos y piernas, no quiero ni imaginar las que tendrán en partes más ocultas.

Al fondo de la tienda donde están los pocos que ofrecieron resistencia y casualmente, los más heridos, veo de pronto un rostro familiar. Con el mayor disimulo del que soy posible me acerco a él.

Algo que he aprendido en estos meses es el poder esconder mis emociones y reacciones ante las demás personas, ¡y vaya que me ha servido en esta ocasión! Debido a lo magullado de su cuerpo, me entretengo con él un poco más que el resto, dándonos la oportunidad para cruzar un par de palabras.

–Vengo a revisar esa herida. –Imprimo a mi voz autoridad y apatía por si hay algún oído indiscreto cerca.

El chico está por la labor, y tampoco da muestras de reconocerme, se cerciora que nadie nos oye antes de hablar en voz baja. –Tony, ¿Qué haces aquí?

-Eso mismo te pregunto yo a ti. ¿En qué clase de internado del horror te han metido?

- No tienes ni idea.

-Dime que puedo hacer para ayudarte. –Le digo en clave, pues uno de sus "supervisores" se acerca al área donde estamos.

-Nada más, estoy bien. –Responde haciéndose oír por el guardia, una vez que este se aleja, se corrige. -Bueno, sí una cosa, pero prométeme, júrame que cumplirás tu palabra.

-Lo juro. –Acepto a regañadientes.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

POV Omar

Tony se termina de un largo sorbo su tercera cerveza para darse valor antes de mirarme a los ojos con mirada triste. –Vi a Diego.

Al principio pienso que he escuchado mal o que es una alucinación debido al alcohol recorriendo mi organismo. Su rostro compungido confirma la veracidad de su declaración.

- ¿Dónde? ¿Está bien? ¿Qué te dijo? –Lo acribillo a base de preguntas. Es la primera noticia de su paradero en meses. Con ayuda de algunos amigos lo había localizado en una ciudad cercana, sin embargo, al apersonarnos en el sitio nos encontramos con que habían vuelto a cambiarse.

-Para empezar, me pidió mi palabra que no te diría nada, por tanto, te pido no hagas una tontería y te comportes como es debido.

-Prometo tomármelo con calma. –Lo cual no incluye el que pueda hacer una tontería después.

Entrecierra los ojos sopesando aún que tanto decirme. –Tuvimos un entrenamiento conjunto con otra base, fue ahí donde lo vi.

- ¿Eso quiere decir que está en el ejército?

-No, es mucho peor. Estuve investigando al respecto, pues me dio muy mala espina, lamento decir que tenía razón.

- ¿Dónde está? ¡dímelo! Por favor.

-Es un internado, o por lo menos eso es que aseguran ser. Por lo que he oído tiene muy mala reputación aún para los estándares del ejército.

- ¿Qué más te dijo? –El volumen en mi voz es un poco más fuerte que el de una conversación casual entre dos amigos, por lo que un par de mesas se nos quedan viendo esperando una posible disputa.

-Omar, es el ejército, no una sesión de té. A penas pude cruzar unas breves palabras con él. Solo lo suficiente para que me hiciera jurarle no decirte nada.

-Perdóname. –Vuelvo a sentarme, logrando con ello perder el interés de los parroquianos. –Sabes, no entiendo sus motivos para ocultarse de mí. Eso me tiene desconcertado.

-Justo eso fue lo que me convenció para contártelo. Sin embargo, tampoco lo entiendo.

Terminamos la cuarta ronda sumidos cada uno en sus pensamientos. Antes de despedirnos, anota el nombre de la academia en una servilleta de papel. –Es todo cuanto sé. Por el bien de ambos te pido seas prudente.

#

¿Prudente yo? ¡Venga ya!

Lo primero que hago es recabar toda la información posible de esa institución. Lo cual no es mucho. Según su página web es una escuela especializada en atender y corregir casos graves de comportamiento (un reformatorio para niños ricos), sus métodos son de lo más chulos: talleres ocupacionales (explotación laboral), clases de equitación (sí claro), Re-programación neurolingüística (lavado de cerebro), campamentos y actividades al aire libre (ser apaleados por un grupo militar entrenado), ah espera que viene lo mejor, acompañamiento con grupos de apoyo (más lavado de cerebro).

Puras chorradas.

Su localización es retirada, y no solo hablo de mi ciudad, sino de cualquier otra. Está anclada en lo alto de una montaña rodeado por un denso bosque, ríos y cañadas por doquier. Ciertamente un lugar al que no podrías llegar por casualidad, ni mucho menos salir caminando sin más. Debe ser muy costoso mantener un sitio como ese.

"No hagas tonterías"

Aunque quisiera, no podría simplemente aporrear la puerta exigiendo me entreguen a Diego, mucho menos entrar furtivamente y secuestrarlo. Después de darle vueltas a varias ideas opto por lo más convencional.

Le doy la información a Rebeca, con suerte Sergio al ser abogado pueda obtener una orden para liberarlo de su cautiverio. La instrucción que este me da es clara. No hacer nada, o podría ponerlos sobre aviso.

Llevarlo a cabo no resulta ser tan fácil como decirlo, ahora que sé dónde está, se apodera de mi un ansia tremenda por ir con ellos a recuperarlo. Cosa que tampoco me han recomendado hacer, entiendo su punto, en mi impaciencia podría llegar a estropear las cosas.

#

Llega la fecha del torneo anual de caballería una semana después de habar con Tony. Me presento más que otra cosa, por tener algo en que ocupar mi mente, si me que quedo en casa a esperar que los abogados hagan su trabajo moriré de ansiedad. Además, sirve que libero algo de tensión durante los combates.

Lucas como mi fiel amigo, ha hecho un hueco en sus actividades para poder venir a acompañarme. Quien ya no nos acompaña es Gera, pues lo han aceptado en la universidad a la que tanto quería en Estados Unidos. Por lo cual, muy a regañadientes (ajá), Luis ha tomado su puesto, aún no estoy muy seguro si es buena idea, el muy gandalla se aparta para sí mismo gran parte de la mercadería, por otro lado, también resulta ser un muy buen vendedor.

Shadow y Bety también se han apuntado con nosotros. La razón es simple, Bety quiere sentirse como una princesa de cuento de hadas, incluso ya tenía un vestido con corsé en tonos lila, luce tan hermosa que ni siquiera Shadow pudo negarse; quien no tuvo más remedio que seguirle la corriente y usar, por primera vez desde que la conozco, un vestido en colores morado y negro, en definitiva la hechicera más jodidamente sexy que he visto en mi vida.

Este año no ha sido tan fácil pasar a las semifinales como el pasado, todos han mejorado bastante, incluso los novatos son buenos, o quizá y lo más probable, es que yo no haya entrenado lo suficiente.

Mientras Lucas trata de arreglar una abolladura en la armadura, trato de recuperar el aliento sentado en la entrada de mi tienda antes de volver a la arena de combate. Hago mentalmente un recuento rápido de los movimientos del caballero Jaguar, pues es con él con quien me toca combatir a continuación, no es la primera vez que nos enfrentamos y por eso mismo no lo tomo a la ligera. En la siguiente ronda me tendré que enfrentar (si es que gano) ya sea al caballero de la Llama o al novato Unicornio, una sorpresa para todos pues es su primer año en el torneo.

Distraído en mis pensamientos, no me percato de la presencia del desconocido, hasta que veo delante un par de zapatos finos y su dueño me llama por mi nombre.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

POV ¿?

-Caballero Dragón azul. ¿Es usted el señor Omar Gallardo? –Es necesario repetir dos veces la pregunta al sujeto sentado frente a mi, pues al parecer lo he pillado absorto en sus pensamientos.

Levanta la vista claramente confundido, no lo culpo. Estaría igual si los papeles estuvieran invertidos, un señor de mayor edad, pulcramente vestido con un traje Oxford a rayas ejecutivas de tres piezas y zapatos hechos a la medida con toda seguridad no es algo que se vea a menudo por estos lares.

-Soy yo. ¿Qué es lo que desea? –Responde con voz grave y mirada torva, al levantarse me doy cuenta que no tiene el cuerpo de un mocoso ñoño como lo había imaginado.

Sin inmutarme a su desplante de intimidación, extraigo del portafolios el sobre dirigido a su persona. En cuanto este lo recibe, lo abre con cuidado y comienza a leer el contenido, mientras más avanza en la lectura una vena en su sien comienza a hincharse a niveles alarmantes para un joven de su edad.

- ¿Debe ser una maldita broma?

-No, no lo es.

-Pues entonces mi respuesta es no. ¡Con un carajo! ¿Cómo se atreve si quiera? –Los improperios que suelta el joven van subiendo exponencialmente de nivel, a tal grado que ha llamado la atención de las tiendas cercanas.

-Por favor señor, contrólese. –Le pido con firmeza.

-Será mejor que se largue si sabe lo que le conviene. –El rojo en sus ojos y su lenguaje corporal son convincentes.

-Cómo guste, pero, piénselo bien. – Con una leve inclinación de sombrero, me despido.

Las vociferaciones de aquel sujeto se escuchan a varios metros de distancia, tal como me lo habían advertido, no fuí bien recibo.

Hablando de informaciones. ¿Qué les costaba haberme avisado del calor y el olor insoportable imperante en el ambiente? ¡Ni que decir del gentío! Dios mío, No veo la hora de alejarme de este sitio, sin embargo, aún no termino con mis asuntos aquí. Por fortuna encuentro a mi siguiente encargo en las gradas, tal como se me había dicho, aunque se suponía estaría en primeras filas, no hasta el fondo de las mismas.

Mientras me acerco reviso su fotografía para confirmación visual de su identidad, algunos cambios significativos sí, pero atribuibles al paso del tiempo.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

POV Omar

La sorpresiva y misteriosa misiva ha conseguido despertarme del estupor. Si su intención es verme flaquear ya puede ir olvidándolo, no pienso rendirme.

Llego a la final del torneo para enfrentarme contra un amigo, el caballero de la Llama. ambos nos conocemos bien por lo cual tenemos bien preparado el contra ataque, haciendo de este, uno de los encuentros más difíciles y férreos de este año, sin dejar de lado la camaradería entre nosotros.

Por primera vez, subo al templete de los jueces para recibir los honores por haber ganado la competencia. Si bien el año paso también lo gané, no pude participar en la ceremonia de premiación por estar convaleciente en el hospital. Como la tradición lo indica, con el puño cerrado sobre el corazón, y la rodilla derecha al piso, hago una reverencia hacia a la tribuna y a la mesa de los jueces. El presidente del comité organizador de los juegos, es el encargado de colocar una corona de laurel sobre la cabeza del vencedor, por lo cual es hasta ese momento que me retiro el casco de protección.

El público en las gradas se pone de pie para ovacionar con un atronador aplauso, vítores y demás sonidos ininteligibles inundan el ambiente. Me sorprendo buscando entre los rostros frente a mi alguno conocido, de pronto veo uno extremadamente familiar al fondo del graderío, una serie de flashes turban mi visión momentáneamente.

Un abrazo inesperado por parte de Shadow acompañado por un beso cerca de la comisura de mis labios me toman por sorpresa. –Lo siento, los abuelos de Bety han venido y están en la primera fila. –Susurra en mi oído antes de separarse, sin dejar de abrazarme.

En realidad, no estoy interesado por indagar más sobre sus motivos. Mi atención está centrada en las gradas, solo que el continuo movimiento de personas en ellas me impide volver a enfocar mi visión correctamente. Como puedo me abro camino entre felicitaciones, palmadas de hombros y uno que otro magullón hacia las puertas de acceso, sin encontrar a quien busco.

Continue Reading

You'll Also Like

294K 15.3K 29
¿Porqué enamorarse de una persona que realmente no vale la pena? Una persona de la cual tú sabes no tiene futuro, una persona que no le da importanci...
571K 44K 77
La experiencia me enseñó que las vidas perfectas no existen, pero la mía con Laura me hacía feliz. Sin embargo, nuestra vida de ensueño se convirtió...
320K 18K 34
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...
3K 144 12
Maxi, el tipico bad boy, capitan del equipo de futbol y el mas fuerte del colegio necesita subir sus notas si quiere seguir teniendo poder en la escu...