Juntos Una Vez Más [#1]

By p_summer

266K 10K 18.9K

[PRIMER LIBRO] [+18] Atractiva, inteligente, dramática, heredera universal de una empresa millonaria, diverti... More

ADVERTENCIA
PERSONAJES
1. Nueva llegada
2. La tortura
3. Futbolista Sexy
5. Apuesta cobrada
6. Sesion de fotos
7. Juguemos
8. Tormenta
9. En pausa
10. Apenas comienza
11. Se quedó
12. Dos caretas afuera
13. Go away
14. Que mejore
15. Que empeore
16. ¿Mal camino?
17. Polos opuestos
18. Bestia
19. The list
EXTRA: J&E
20. Drama teatral
EXTRA OPCIONAL
21. Los juegos de Green High
22. El 7
23. ¿Lo vale, Emily?
24. Conexiones
25. If you want me
26. Pequeña H
27. ¿Y si tiene razón?
28. No era él
29. ¿Vs?
EXTRA: RYAN&EMILIA
30. Amarillo, verde, azul y rojo
31. "Barajas Shots"
32. Go to the hell and back
33. Pólvora&Fuego [Primera parte]
33. Pólvora&Fuego [Segunda parte]
33. Pólvora&Fuego [Tercera parte]
33. Pólvora&Fuego [Cuarta parte]
34. Odia las etiquetas
35. Secretos mejores guardados
36. Truths in the light
37. Destello de pólvora y fuego

4. Nickname

5.6K 256 224
By p_summer

Emily.

No está.

No ha llegado, que es diferente.

¿Y? Igual no está, eso es lo que importa.

Mentiras... mentiras... y mas mentiras Emily Marriet.

El club es nuevo claramente y por ser la inauguración, está lleno de muchísimas personas. Todavía hay fila para entrar y la gente se empuja entre sí tratando de entrar.

El club usual a los que acostumbramos a venir, es más sencillo, es más social. No es parecido a los del sur de Miami, donde la exclusividad es algo importante, donde no te codeas de cualquiera. Donde tú apellido y tú tarjeta de crédito. Hablan por ti.

Estamos un poco al norte de Miami, los lujosos edificios y restaurantes están un poco lejos y venimos más a lo sencillo.

Accesible, sería la palabra.

No ves compitiendo entre idiotas quien tiene un auto deportivo mejor que el otro. O de cuánto es tu fortuna, los antecedentes familiares y las ridículas peleas.

Es nuestro mundo. Agradece un poco que todo lo has disfrutado.

Lo agradezco, no miento. Disfruto de lo que mi apellido me obsequia, de lo que consigo si digo mi nombre. Pero eso no significa que deba ser tan hueca.

Touché.

¿Estamos todos?— pregunta Britany mirándonos.

Ryan toma la cintura de Brenda quien besa constantemente su mejilla y mi amigo no hace un gesto que se pueda distinguir, de si es de su agrado o no.

—Cuando quieras— contesta Ryan.

Britany viene sola, aunque dice que no por mucho ya que su primo nos acompañará. Es raro que Robert no esté, pero nos aseguramos de que estuviese bien, y al parecer solo quiere estar solo.

Seguimos esperando por Joseph quien aparece pero no solo. No es Andrea, si no... ¿Stefano?

—¿Que diablos ven mis ojos?— digo hablándole a Alice que está a mi lado.

—Me estoy preguntando lo mismo, lo juro— contesta mi amiga abriendo más sus ojos.

Joseph claramente no le agrada Stefano, y se nota ya que ninguno de los dos se hablan.

Stefano es el primero en saludar a rubia con un gentil beso en la mejilla y al resto con sonrisas. Joseph hace lo mismo pero al acercarse a Alice veo cómo su mandíbula se aprieta un poco.

—¿Y Andrea?— no puedo evitar preguntar.

Soy toda una chismosa, cuando de mis amigos se trata.

—Pensé que preguntarías por James— dice Joseph.

Le hago mala cara y maldigo haciendo que ría.

—Me llamó hace unas horas diciendo que tiene un compromiso familiar. Al parecer su abuela viaja mañana a Australia y es su abuela favorita— explica Joseph sereno— Me pidió que viniera, igualmente.

Esto... es raro.

Deja de pensar locuras.

Estoy previniendo, que es diferente. Tonta.

¿Esperaremos a James?— pregunta Ryan— No se si venga. ¿Dijo que vendría?

—Pensé que te había dicho algo— Brenda le habla a su novio pero ella niega— A mi no. Ni siquiera tengo su numero.

Nosotras si tenemos su número. ¿No vendrá el futbolista sexy?

¿Puedes dejar de llamarlo así?

¿Qué, y miento? Dicen que siempre hay que hablar con la verdad.

Ajá.

—Nadie tiene su número— corrige Britany— ¿Sabes que pasaría si todos los tuvieran? Las líneas telefónicas, colapsaría con tanta insistencia. Las hormonas locas de Green high estallan.

—¿Entonces... no vendrá?— Joseph mete las manos en el bolsillo de su pantalón oscuro.

Todos voltean a verme como si yo supiese si vendrá o no. Se quedan en silencio esperando una respuesta de mi parte.

—¿Qué?— alzo mis manos— Ni siquiera hablo con el, sin poder mandarlo a la mierda.

—Pensé que estaban saliendo— suelta Stefano encogiéndose de hombros.

—Guárdate tus maldiciones, Stefano— le advierto señalándolo— Evita caerme mal, tan pronto.

Stefano solo se ríe asintiendo y veo cómo Alice suspira.

—Se pierde de lo mejor— Alice se encoge de hombros.

—Apuesto a que está festejando a su manera— suelto— Así que no arruinemos la noche. Huele un aire libre de arrogancia.

Ni lo digas... porque que envidia para la que toque ese abdomen de dioses.

—Sobrarán botellas— Alice intenta ver lo positivo— Más para nosotras.

¡Vodka, vodka, vodka! ¡Si!

—¿Quieren que les recuerde cómo terminó la última vez que salimos todos de fiesta?— Joseph nos mira a mi amiga a mi negando.

—En mi defensa— me aclaro la garganta intentando no reír con la imagen que aparece de mi cabeza de vomitarle unos mocasines de diseñador— Te compré mocasines nuevos.

—Y yo una chemise, nueva— agrega Alice riendo— Vamos Jo... solo se divertido.

Joseph frunce el ceño al escuchar el Jo pero solo suspira y sacude su cabeza.

Fue tan divertido salir de fiesta y terminas ambas tan ebrias que Joseph tuvo que llevarnos a su casa para que no tuviéramos problemas en la nuestras.

Tal vez otra se asustara si un chico la lleva a su casa ebria, pero mi mejor amigo cuido de ambas.

Claramente la rubia de llevo un trato más especial. Pero no podía quejarme, al menos no morí

Aparece uno de los escoltas de la puerta y este nos da la indica que ya podemos entrar.

Todos ingresamos al club, el cual retumba la música por todos lados. No hay segunda planta, todos están juntos en el mismo lugar.

Vemos a chicos de nuestra edad como también a mayores. Todos están ebrios, la mayoría baila sin parar disfrutando las canciones de David Guetta. Veo a chicas tomando con grupos de amigos como también otras solas en la barra ahogando penas.

A parejas que la pasan bien. Pero lo que más llama la atención es el sitio que cuenta con decoraciones de todo tipo de luces de colores que alucina. Hay una máquina de humo que te despista de todo.

Sin esperar, logramos encontrar una pequeña mesa. Rápidamente dejan botellas de tequila, vodka, el menú de cócteles y... no se que otras cosas pero tienen gran porcentaje de alcohol.

Sin esperar mucho Alice me toma del brazo para que no me siente sino para ir a bailar com ella. Brenda y Britany lo dudan unos segundos hasta que Alice para entrar en calor, hace que todas nos tomemos un shot de sólo vodka.

—Vaya— Brenda sacude todo su cuerpo y carraspea su garganta— Esto parece azufre, joder.

—Solo es practica— Alice toma otro shot y llena de nuevo el vaso dándomelo a mi— Vamos, perra.

Sin pensarlo me llevo el pequeño vaso hacia atrás y pasando el líquido que quema en mi garganta.

—¿Tu primo...?— miro a Britany y se me dibuja una sonrisa.

Al menos pondré pasarla bien, espero que no sea otro idiota.

Todos son idiotas. No lo olvides.

—No está tan mal— se encoge de hombros— Aunque es unos... cinco años más que nosotros.

Hoy aparentamos más edad. ¿Unos 18 tal vez?

Podemos hacer de esta noche, increíble.

Los chicos se quedan en la mesa tomando lo que parece ser... ¿Tequila? ¿Que carajos es eso?

Solo alcohol, Emily. Ahora cállate y mueve el trasero. Pronto pondrán Rihanna.

Algo sensato dices.

—¿Por que debes llevarte toda la botella?— Joseph le habla a la rubia.

—¿Nunca has bailado con una botella?— contesta com sarcasmo— ¿Para que crees, Cooper? No creo estudiar mientras me ahogo en vodka.

—Da igual— Ryan se encoge de hombros y señala la botella que tiene Alice— De una u otra forma, la conseguiría. Ahorremos que el bartender termine herido en el piso.

—Calvo— corrijo a Ryan señalándolo— A menos que no tenga cabello, no dudo en que la rubia haga de las suyas.

Alice se concentra en llevarse varios shots de vodka a la boca y la apoyo haciendo los mismos gestos pero con diversión.

Dejamos la parte inferior del vaso en nuestras bocas y con la boca la movemos intentando que el líquido caiga en nuestras bocas sin desperdiciarlo.

—Creo que esto no es lo mío— Britany se limpia el cuello el cual se llenó todo de vodka.

—No exageres— Alice se lleva otro trago— Solo abre la jodida boca y disfruta.

—¿Saben que si en el club se dan cuenta que somos menores de edad, pueden llevarnos a comisaría?— espeta Brenda dudando en su tomar o no su vaso.

Todas nos miramos entre sí y Alice y yo nos llevamos el vaso a la boca sintiendo ese ardor.

—Entonces actúen como mayores, joder— pide Alice.

—Yo solucionare eso— Britany guiña uno de sus ojos— Iré por mi primo. Sigan ustedes.

Britany sale del circulo y Brenda duda unos segundos. Deja em vaso con vodka y decide llevar una botella de agua.

—Las acompañaré, al menos— nos da una pequeña sonrisa.

Alice y yo nos encógenos de hombros y asentimos. Chocamos nuestros vaso y de nuevo a la boca.

Veo cómo Stefano se levanta de la mesa y se acerca a la rubia reparándola de arriba a abajo, quedando su vista en los pechos de la rubia.

Joder aprendan a disimular imbéciles.

—¿Bailamos, preciosa?— Stefano le da una sonrisa coqueta a Alice.

Joseph arruga su entrecejo viendo la escena.

—Ahora si que me agradaría ver un botellazo— espeta Joseph llevándose un pequeño vaso con un líquido oscuro. Lo cual hace que carraspeé.

Tomo a mi mejor amiga del brazo antes de que Stefano se la lleve con el a bailar.

—Primero viene lunes— le guiño uno de mis ojos.

—¿Entonces soy martes?— Stefano alza una de sus cejas.

—Domingo— contesta Joseph "tosiendo"— Vaya, es fuerte el trago.

Alice mira mal a Joseph y el solo se concentra en seguir tomando.

—Prometo que luego bailaremos, guapo— Alice pasa su dedo por las mejillas de Stefano haciendo que sonría— No me extrañes mucho.

—Imposible— Stefano le coquetea sin descaro— Intentaré no ir a buscarte.

—Veamos hasta donde da tu fuerza de voluntad— dice Ryan riendo— O la de Joseph.

El rubio le da una mala mirada a Ryan y el asiente.

—Yo me largo con Brenda— Ryan se levanta y toma la cintura de su novia— Iremos a bailar y...

Alice toma otro vaso y lo llena de vodka casi que rebasando el vaso. Se lo ofrece a Ryan y este se queda unos segundos dudando.

—Vamos— lo animó— No seas niña.

—Ryan...— Brenda intenta detenerlo.

A Brenda no le gusta el alcohol y si es por ella, desearía que todos estuviésemos bebiendo botellas de agua. No la juzgo por no beber. Solo que a veces... intenta que seamos igual.

Ryan ignora la advertencia y una sonrisa se le dibuja en la cara tomando el vaso llevándoselo todo a la boca.

Alice y yo soltando un grito de diversión y con nuestro amigos vamos adentrándonos con la gente llevándonos dejar llevar por la música que suena.

Voy con mi mejor amiga ambas tomadas del brazo mientras ella tiene la botella. Nos movemos de un lado a otro inspiradas en lo que suena. Se que a un costado está nuestra mesa y que si alguien hace algo, Ryan está a nuestro lado y Joseph atrás.

Amamos a esos idiotas, también.

La máquina de humo hace lo suyo enloqueciendo a todos y nosotros también.

Like a G6 Es la canción que comienza a sonar en el club con un ritmo más suave. Más sexy para bailar.

—¡Shot!— grita la rubia colocando la botella encima de mi boca con distancia dejando caer el líquido— ¡Diez segundos, vamos!

Alice comienza a contar en voz alta mientras el líquido sigue acumulándose en mi boca y yo bailando la canción.

—¡Joder eres lo mejor!— mi amiga levanta la botella y mis mejillas acumulan una gran cantidad la cual pasó con un poco de dificultad por el ardor— ¡Ahora yo!

Ambas bailamos y repito el gesto de Alice pero con ella.

—Dame al menos quince segundos, primero para poder bailar con Stefano y segundo para intentar estar serena con Joseph— me pide mientras abre su boca.

—¡Abre bien la jodida boca!— le ordeno entre risas. Alice have lo que me digo y dejo caer el líquido de la botella en su boca— ¡Quince... catorce... trece... doce...!

—¿Que diablos hacen?— Ryan se acerca a nosotras y ve como el líquido sigue cayendo en la boca de Alice— ¿Quieres morir, rubia?

—¿Tu quieres hacerlo?— lo amenazo y me saco mi lengua.

—Joder están locas— se ríe Ryan y mira a la rubia— ¡Vamos rubia! ¡Fondo, fondo!

Y Ryan comienza a animar a la rubia cuando terminan los quince segundos. Ella pasa todo por su garganta sin dificultad y nos da los cinco a todos.

Ahora Ryan nos imita pero son veinte segundos los cuales aguanta y toma como si nada. Brenda está molesta pero Ryan solo le repite que está bien.

—Solo intenta no estar... tan ebrio— le pide Brenda.

—Está bien— Ryan asiente de mala gana.

—Mejor bailemos— Brenda jala el brazo de nuestro amigo con ella— Ya hay muchas chicas mirándote.

Brenda hace mala cara y Ryan suspira yéndose con ella un poco más apartados mientras vemos cómo Brenda le restriega su cuerpo a Ryan quien la toma por la cintura.

—Gracias a las relaciones de mis amigos, me doy cuenta que sola. Es mucho mejor— alzo la botella.

—¡Joder que si!— se ríe Alice a mi lado.

Los segundos en vodka comienzan a pasar factura, ya que comienzo a sentirme más ligera y no mirar a mi alrededor junto a Alice.

Pasamos algunas horas así y conocemos al dichoso primo de Britany. No está tan mal, pero si es mayor. Claramente su mirada viajó a Alice y a mi reparándonos sin descaro. Marco, se llama.

—Mi prima me dijo que eran lindas, pero no hermosas— dice Marco coqueto.

—Marco es todo un coqueto, no le hagan caso— se burla Britany— ¿Y la botella? ¡Vodka, vodka!

—Tu personalidad ebria, me agrada— dice la rubia dándole la botella.

Ya la botella de acaba y como se qué hay que seguir la fiesta. Me acerco bailando a la mesa, ya un poco más... si ebria.

Cierro mis ojos acercándome y es que me dejo llevar por gimme more es mi jodido himno. Muevo mis caderas celebrando la cantidad de alcohol que pasan por mis venas.

El coro me hace cantar un poco y me detengo cuando mis muslos chocan con la punta de la mesa. Abro mis ojos, para ver cómo el rubio debe estar burlándose de mi.

Y si. Joseph se está riendo por lo bajo mientras sigue tomando pero no es el único.

Al menos nos vio bailar. Nos hubiésemos suicidado si hubiésemos hecho el ridículo.

James Harrison está tomando también mientras no deja de mirarme. Está vestido de negro completamente, diría que se viste igual a los chicos pero no es así, el es más formal.

Aparte de sexy, arrogante, futbolista. Tiene sentido de la moda para hacerte mojar las bragas. Creo que el regalo de navidad, llegó adelantando.

¿No estás muy tomada, ya?— Joseph corta la tensión.

—Claro que no— lo miro mal y tomo otra botella y la destapo— Además ahora el ambiente se tornó más pesado. Mientras no lo sienta, mejor.

—Apuesto a que ya no sientes nada— dice James entrecerrando sus ojos— Siempre con un jodido drama.

—Deja de decir que soy una dramática— lo miro mal.

—Te comportas como una— se lleva otro trago a los labios— Me imagino que ebria, debes ser peor. ¿Entonces... a que hora de la noche me confesarás tu amor? ¿Luego de la segunda botella?

Joseph nos mira a ambos y el sigue mirando a lo lejos a Alice. Puedo verlo de reojo.

—A la segunda botella, te gritaré lo mucho que te odio— le doy una sonrisa falsa— Solo no llores cuando lo haga.

—Hello Kitty no estaría de acuerdo contigo, dramática— me guiña uno de sus ojos.

Abro mi boca para decirle que es un hijo de puta, metido. Pero Joseph me interrumpe.

—¿Cuantos vasos llevas?

—¿Vasos...?— arrugó mi entrecejo y en frente de ambos me llevó el trago largo d e vodka a mi boca. Esta vez pasa como agua— ¿Como se calcula en la boca?

James se lleva el vaso a sus labios aún mirándome.

—Mejor tomate una botella de agua— pide Joseph levantándose para tomarme de los hombros delicadamente y sentándome a un lado de James— Yo...

—Iras por Alice— hablamos James y yo al mismo tiempo, con obviedad.

Me alejo de James como si estar cerca de él me quemara. Sin embargo aún con todo el jodido alcohol puedo oler su perfume... Joder.

¿Dior? ¿Burberry?

Huele muy bien.

—¿Puedes encárgate de ella?— Joseph le habla a James señalándome.

—No soy una niña— intervengo antes de que conteste y me levanto— Vine para pasarla bien, no para quedarme con un imbé...

Corto mis palabras cuando siento que James me sienta de nuevo y abre una botella de agua dejándola en mi boca para callarme.

Joseph se ríe y este se pierde entre las personas. Dejo la botella de vodka en la mesa y volteo a ver cómo James mira a todas las personas. Quito la botella de mi boca dejándola en la mesa también.

Las chicas que pasan a un lado de la mesa, no dejan de mirarlo y más de una se acerca a ofrecerle un trago.

—Solo uno, guapo— habla una pelinegra coqueta y luego me mira— Lo siento, no sabia que tenias novia...

—¡Já!— es como una burla para mi, o maldición— Por mi puedes llevar...

—Está loca y ebria— dice James señalándome— Y no. No tomo tragos con cualquiera que se cruce.

No lo negó...

La chica traga grueso y se aleja dejándonos solos de nuevo. El vuelve a su posición fría y yo suelto una bocaza de aire.

—¿Que fue eso?— preguntó arrugando mi nariz.

—¿Una invitación a un trago?— contesta sarcástico y me mira— ¿Por que? ¿Me lo invitarás tú, dramática?

—No— contestó molesta y volteo mis ojos— Lo de...

—¿Te emocionó la idea de ser mi novia, en serio?— se burla y sigue tomando— No sabia que te ilusionabas así de rápido... aunque no te culpo. Todas lo hacen.

—Todas lo hacen— repito imitando su voz de mala gana— Eres un completo imbécil. ¿Crees que me gustaría ser...? Joder antes aceptó que soy una dramática.

—¿Y eso cuando sucede?— pregunta coqueto— Vamos... quiero verte confesándote.

—Lo único que veras, es como te mando a la mierda. Arrogante imbécil, mentiroso— espetó entre dientes.

Tomo la botella de vodka y la llevo a mi boca por unos segundos hasta pasar todo por mi garganta.

—Esperaba que mi noche mejorará, no empeorara— digo con una sonrisa falsa.

James solo me mira y relame sus labios.

—Y volvió a mejorar, cuando aparecí— dice con ese tono arrogante llevándose todo su vaso a los labios— Reina del drama.

¿Como me llamo?

Reina del drama... ni tan mal.

En estos momento podrían partirle la botella en la cabeza, pero sería meterme en un gran lío. Aún no se mucho de los Harrison... aunque según Alice, puede fácilmente duplicar y triplicar lo Miller.

Sería meterme en un lío por partirle la botella a un imbécil, luego estaría en la cárcel, tal vez cadena perpetua, me pudriré en esta. El se estará riendo, no podré entrar a la universidad, conseguir a un buen chico que valga la pena, casarme con un buen hombre y...

El apodo te queda increíble, en serio.

—Que horrible— es lo único que digo para levantarme— Para eso solo dime Emily.

—¿Como todos?— sacude su cabeza y se ríe— Soy James Harrison, reina del drama.

—¿Y eso qué?— alzo una de mis cejas— ¿Eres así de infantil? Vamos... tienes quince casi dieciséis.

—Soy un año mayor— dice tomando su trago y vuelve a mirarme— Y no es ser infantil... es la verdad. Eres toda una jodida reina del drama.

—Tu eres un maldito arrogante— volteo mis ojos— Si esto va a ser así, déjame decirte que eres un jodido Rey de la arrogancia.

Me doy la vuelta para irme y veo cómo Joseph aparece y se ve un poco cabreado. Y es que puedo ver a lo lejos a Stefano con Alice.

—¿A donde vas?— me pregunta mi mejor amigo.

—A disfrutar— contesto sonriéndole y alzo la botella— Donde no haya un puto Rey de la arrogancia.

—¿Un... rey... qué?— Joseph no entiende nada.

—Te espero para la confesión, reina del drama— escucho esa voz detrás de mi.

Lo miro por encima de mi hombro y le saco mi dedo del medio dedicándole una sonrisa falsa. Me harta, en serio.

Me pierdo de nuevo en la gente bailando y me consigo a Ryan quien sigue bailando con Brenda.

—¿Por que estas enojada?— pregunta mi amigo mirándome— ¿Cuantas botellas, te has tomado alcoholica?

—Eres un idiota— lo miro mal y me llevo la botella a los labios— Y mi enojo se debe a que me cagaron la noche.

—¡La noche está perfecta!— espeta Brenda riendo— Emily, deberías de tomarte una botella de agua.

Hago que ambos miren en dirección a la mesa donde hay una chica mostrando todo su trasero a James y el parece mirar a otros lados.

—¿Una chica que muestra su culo?— Ryan alza una de sus cejas y entrecierra sus ojos— Joder ¿No es James?

—Es el— afirma Brenda mirando— Deberíamos saludar ¿Emms...?

—Me largo— es lo único que digo para seguir pasando por las personas.

Llego a que Alice quien me quita la botella y ella sigue tomando conmigo mientras Stefano sigue tomando fotos del momento. Pasamos minutos así y la rubia y yo seguimos bailando, las mejores canciones de Rihanna.

Algunos chicos se nos acercan e intentan bailar con nosotras y la verdad...

¡Soltería! ¡Soltería! ¡Putería! Ay... se me escapó.

A veces puedes caerme bien, conciencia.

Doy buenas ideas.

Acepto a bailar con un pelinegro que se ve un poco mayor, no está tan mal. O es que el vodka ya me afecto por completo.

Tal vez... pero solo pásala bien. Mañana será un día de mierda de nuevo, mamá..., papá..., vomitar...

Una Emily sin preocuparse, si.

Miro de reojo a Alice quien rechaza el amigo del chico con el que bailo. Porque es Stefano quien la toma de la cintura bailando con ella.

La rubia todavía no está ebria, en realidad ninguna. Creo.

Alice me mira de reojo y me guiña uno de sus ojos que por la luces se ven oscuros. Stefano baila con la rubia mientras ella se mueve de un lado a otro. Pero puedo notar como ella mira al otro lado de la mesa... donde esta Joseph.

No se que canción suena solo se que es lenta y bastante pegajosa. Las manos del chico están en mi cintura y este se pega mas a mi cara.

¿Por que no bailar con el rey de la arrogancia? Uff... lo tomamos de los brazos y joder...

No debo pensar en ese imbécil. Así que miremos los horizontes.

¿Que te parece uno exactamente al costado, vestido de negro, con un perfume delicioso y sonrisa arrogante? Solo digo.

Dije horizontes no caminos rocosos y jodidos.

—Eres demasiado preciosa— su voz es muy grave. Joder tiene que ser mayor, bastante.

¡Ay! Bueno insisto... aprendimos a sumar por una razón ¿no? Dieciséis más tres. Es igual a diecinueve. Listo.

¿Siempre consigues hacer un desastre, no?

Somos un desastre.

¿Si?— mi voz es más grave, creo que es porque el vodka calentó mi garganta.

No eres de aquí. ¿Cierto?— el chico relame sus labios y yo niego— ¿Quieres ir... por un trago?

Malas excusas— sacudo mi cabeza y me rio en su cara— Mejor tómate tú el trago, idiota.

Quito sus manos que de un momento a otro bajan hasta tocarme el trasero. Me doy la vuelta pero el toma mi brazo.

¿Crees que el Rey de la arrogancia, pelee?

Lo único que puede pelear ese imbécil, son los polvos que puede darse.

—¿Podemos seguir bailando?— me pide sonriéndome.

—Se me quitaron las ganas, imbécil— me zafó de su agarra y me doy la vuelta por completo.

—¡Joder de culo!— grita el mismo chico atrás de mi.

Solo suelto un suspiro y volteo mis ojos llegando a la rubia quitándole la botella la cual me llevo a los labios por un buen rato.

—¿Todo bien?— pregunta la rubia mirándome— ¿Te hizo algo? ¿Debo quitarle las bolas?

—Espera ¿Que?— Stefano se asusta.

—Déjalo, ni bolas tenía— digo tomando otro trago largo sintiendo el ardor en mi garganta por un buen rato.

—¿No quieres una botella de agua?— me ofrece Stefano— En la mesa hay.

Le devuelvo la botella a mi amiga aún con el líquido en mis mejillas acumulada.

¿Es posible que ya seamos unas alcoholicas?

Cállate.

—Joder Emms...— interrumpo a Alice.

—Lo siento por interrumpir, iré al baño— aviso y miro a Stefano entrecerrando mis ojos— Toca en donde no debes y la que te saca las bolas, soy yo. ¿Entendido?

Stefano traga grueso y lo se porque su nuez de Adán sube y baja.

No espero una repuesta por parte de ninguno porque estoy pasando por medio de varias personas que se empujan. El calor se concentra entre todas las personas bailando, el olor a alcohol es demasiado.

—¡Metémelo!— escuchó a un chica que gime a un costado.

Mierda, mierda.

Chocó con algunos chicos que me reparan con la mirada pero logro empujarlos para salir. Esto de compartir con todos... es un poco peligroso.

Peligroso es darnos una botella, acabamos con ella y se la partimos a alguien.

¡Hey!

Veo dos puertas y creo que son las de los baños. Veo a varias chicas salir de uno así que eso me lo confirma.

Camino hacia el baño sin embargo escucho una voz conocida... una risa bastante conocida. Volteo a ver cómo del baño de los hombres sale Sabrina quien se pasa su dedo pulgar por su labio inferior.

¡Se la mamo!

Creo que voy a vomitar.

Ella no se percata de que estoy allí y no quiero tampoco que sepa. Así que antes de que salga el hombre del baño yo me adentro al de mujeres.

Hay algunas chicas que se maquillan y están me miran de arriba a abajo.

Una de ellas es castaña de ojos grandes y de un cuerpo exorbitante. Tal vez unos dos años más que yo. Esta se da la vuelta y queda en frente de mi.

—¿Te conocemos?— la voz es burlona y una sonrisa se dibuja en su cara.

Perra, todos lo hacen. Esa sería una buena respuesta.

No somos así.

Le quitas lo divertido.

¿Te conozco yo a ti?— es lo que sale de mis labios con la misma sonrisa.

—¿No eres... la perra de Christian?— pregunta otra señalándome.

Perra si. Pero de raza fina.

Creo que he tomado mucho.

—No soy ni seré nada de ese malnacido— es lo único que contesto caminando a uno de los cubículos y antes de cerrar la puerta las miro— Si quieren saber el nombre de su perra. Es Sabrina Lance, de nada.

Ellas se ríe y yo cierro la puerta del cubículo con fuerza y me centro en hacer pipí.

—La conocimos— habla una de las chicas— Es agradable.

—Me imagino lo bien que se llevan— digo con sarcasmo.

Lo único que escucho son unos tacones y la sombra de estos caminando hacia afuera del baño.

Al menos se fueron, antes de que les dijeras en toda la puta cara. ¡Perras!

No me pondré a ese nivel.

Pero sería divertido.

Termino de hacer pipí y jalo de la cadena. Abro la puerta y el baño está solo, me acerco al espejo y lavo mis manos y saco de mi cartera para retocarme un poco.

—Corazón— esa voz hace que deje de hacer lo que hacía para mirar fijamente el espejo— Te he dicho que odio verte con otro chicos. Odio que te vean bailar, y más que tenga que mirarte de lejos.

Cagamos. ¡Busca algo con que pegarle!

Esto no puede ser... luego de tanto tiempo. No.

En mi mano tengo el rímel, y me imagino que...

¿Y que vas a hacer con eso? ¿Ayudarlo a resaltar la mirada? No seas idiota ¡Corre!

Si estás aquí es porque también me extrañas, corazón— odio el maldito apodo que utiliza conmigo. Como si todo estuviese bien.

¿¡Donde están los hombres cuando se necesitan?!

Volteo a verlo y esta ahí... Christian Kansas, la maldita pesadilla, está en frente de mi. Y...

—¿Estas drogado?— es lo primero que sale de mis labios.

Christian me da una sonrisa burlona lo cual contesta mi respuesta, además de sus ojos rojos. No puedo evitar repararlo, está más delgado, con más ojeras, hay hematomas en sus brazos, como si se peleara con alguien, tiene un olor a mierda por tanto alcohol y... su cremallera está abajo.

Oh Dios... ya sabemos a lo que venía la perra de Sabrina, claramente.

Joder... que asco. Son tal para cual, no puedo creer que le llegue a decir eso "amiga"

¿Que hace Emily Miller, por estos lados?— alza sus brazos— La pequeña de papá... la mimada. ¿Vienes por mi corazón? ¿Ahora si la pasaremos bien?

Su tono dulce me enferma, me dan más ganas de vomitar y a la vez me da terror.

—Vete a la mierda, Christian— camino hacia la salida lo más rápido posible pero me toma del brazo con fuerza— ¡Suéltame, maldito! ¡Vete a joder a Sabrina para que te la chupe de nuevo!

El abre sus ojos al darse cuenta de lo que digo pero no le molesta. Es el mismo cabrón que conocí, el mismo imbécil que jugo a dos puntas, que no puede mantener el pito quieto.

—¿Por que celos?— su mano se posiciona en mi mejilla acariciandola.

Yo cierro mis ojos con fuerza porque su tacto me da asco.

Si perdiéramos borrar la memoria, el sería el primer recuerdo que borraría.

—Te ofrecí hacerlo muchas veces, corazón— suelta una risita— Te ofrecí muchas cosas... todavía están en ofertas. Todo para ti, mi corazón.

Abro mis ojos y lo primero que hago es zafarme de su agarra y de solo pensar "en sus ofertas" es como si encendieran algo adentro de mi que arrasa con todo.

Partirle una botella en estos momentos no sería tan mala idea. ¡Dale duro, joder!

Levanto mi mano sin dudarlo dos veces y la estrelló con su mejilla fuertemente haciendo que voltee su cara.

Reaccionó cuando veo mis dedos marcados en su mejilla y como mi pecho sube y baja con impotencia.

—¡En tu vida!— le advierto señalándolo— ¡Vuelvas a mencionas tus asquerosas ofertas! ¡Me drogaste, maldito!

Christian me mira y se soba su mejilla asintiendo. Me pega a la pared y siento como el alma sale de mi cuerpo cuando me acorrala con sus brazos y sus ojos verdes quedan conectados con los míos.

Su cabello negro cae sobre ambos, dándome piquiña en los ojos.

—Hoy me das una abofeteada y mañana serán besos, corazón.

—Voy a poner una jodida orden de alejamiento, para ti Christian— escupo sin miedo— Por una buena maldita vez, compréndelo. ¡Me importas una mierda!

—¡Es mentira!— golpea la pared a mi lado y se enoja— ¡Te importó mucho! ¿Sabes por qué lo se? Porque estás dispuesta a todo por mi.

—¿Desde cuando eres tan chistoso?— lo empujo haciendo que tambalee— Hablas como si hiciera todo por ti. Cuando ni un maldito paso di, y joder. Lo agradezco tanto.

—Me amas, corazón— Christian habla entre dientes enojado— Ibas a dejar que te follara... ¿Lo recuerdas?

No más... no más. No fue así...

Me acerco a él de nuevo abofeteando el otro lado de su cara con algunas lágrimas en los ojos de solo recordarlo.

Dejo otra marca en su otra mejilla y lo empujo haciendo que su espalda choque con la pared del baño. El me mira y me sonríe.

—Estas tan follable ahorita, corazón— dice con un tono dulce— ¿Sabes lo bien que se debe escuchar de tu voz los gemidos?

Vamos a vomitar. Solo corre por favor.

—Acéptalo de una buena vez— mi voz es serena— Te odio Christian Kansas.

—¿Con quien estas follando, ahorita?— suelta como si nada y no respondo— Joder... ¿Sigues esperándome, corazón?

—Te espero pero para la orden de alejamiento— digo con rabia— Porque en tu maldita vida, volverás a verme. Ni a hablarme. ¡Hasta aquí llega esta Mierda!

Mis palabras lo ponen nervioso y a la vez enojado. Puedo verlo por sus expresiones sin esperar me largo de los baños antes de que pueda retenerme de nuevo.

Sal de aquí joder. Por favor.

Choco con varias personas ebrias y la verdad yo también, no estoy en mi cinco sentidos. Jamás le había dado bofetadas a alguien.

Choco con un grupo de chicos que se dan la vuelta están drogados y como no... son el grupo de amigos de Kansas y entre ellos está Sabrina quien restriega su trasero en los miembros de estos pero se detiene en seco al verme.

Vaya...— habla Sabrina— ¿Ya te folló?

Sabrina me ve con sorpresa y suelta una risita ridícula. Los amigos de Christian, me reconocen y estos también me reparan con la mirada como si no fuese posible verme.

Son dos, y la verdad nunca me agradaron. Porque sabía que estaban metidos en problemas y que Christian, estaba haciendo lo mismo.

—No— contesto y le doy una sonrisa falsa— Porque ya te folló a ti, ridícula.

—Veo que eres una buena detective— aplaude con falsedad y se sostiene del hombro de uno de los amigos— ¿Quieres detalles? Porque te podría contar lo delicioso que fue...

Uno de los amigos que es quien está más drogado la calla y entrecierra sus ojos mirándome, hasta rodearme.

—Hola bonita Emily— habla tomándome de un hombro— ¿Por que no te quedas? A Christian le encanta...

—Emily— Es voz está más ronca y a pesar de la música en alto, se logra escuchar.

—James— dice Sabrina al ver la misma silueta que yo— Mierda... eh... hola, guapo.

James ignora a Sabrina pasándole por un lado como si no existiera. Los amigos de Christian se ponen a la defensiva y me tenso mas. Y si Christian llega...

Ni siquiera espero mucho, porque James llega a mi y mira a los chicos de una forma tan fría y me toma del brazo.

—Aprende a alejarte de la mierda— dice James mirándolos.

—¿Como nos llamaste?— pregunta uno de los amigos.

—Oigan creo que no deberían de hacer esto ahora...— Sabrina muerde su labio— James...

—¿Por que sabes mi nombre y yo ni siquiera sabía que existías?— dice el arrogante a mi lado.

¡Tómala joder!

Sabrina muerde su lengua y frunce su ceño.

—Has hablado conmigo...— James la interrumpe.

—¿Sabes cuantas locas hacen eso?— alza una de sus cejas y niega.

Sabrina rasca su nuca avergonzada y es que hasta yo quiero reírme pero la situación tensa no es para eso. Los amigos de Christian le dan un leve empujón a James haciendo que de dos pasos hacia atrás y por estar un poco tomada, casi caigo pero ahora James me sostiene de la cintura.

—¿Ahora que niño rico?— pregunta uno de ellos— ¿Quieres pelear con nosotros, en serio?

Pelear con ellos sería un suicidio. Saben boxeo, son unos locos que no tienen piedad. Lo he visto.

—Vuelve a tocarme, imbécil. Y te parto la maldita cara ¿Entendido?— James habla tan grave que asusta.

Los amigos de enojan y en ese momento no lo pienso mas. Comienzo a correr alejándonos del lugar mientras arrastro a James conmigo.

No podemos permitir que dañen esa jodida cara tallada por ángeles. Eso sería un pecado, no lo perdonarían en el cielo.

¿Que diablos haces, Emily?— James empuja a la gente para que nos deje pasar— ¿Quienes son esos imbéciles?

—¡Solo corre!— le pido mientras sigo moviendo a la gente y estos nos gritan o abuchean.

Por un momento James se detiene en seco y hace que me detenga yo también porque me toma de la cintura haciendo que lo mire a la cara. Tiene la mandíbula apretada, y el ceño fruncido.

—¿Te hicieron algo?— habla muy enserio. No hay diversión en su cara como siempre.

—No— contestó y el deja de fruncir el ceño y suspira— Pero tenemos que irnos...

—¿Por que carajos desapareces así?— ahora me reprocha. Es como un niño— Tienes a todos buscándote, joder.

— ¿Donde están? ¿Donde...

Chocó con alguien haciendo que caigamos al suelo. Caigo a su lado y es cuando veo hacia arriba para ver a Joseph, Ryan junto a Brenda y a Britany.

Significa que...

Volteo a mi lado para ver a la rubia que se sostiene la cabeza.

—¡Joder!— grita enojada— ¿Puedes tener al menos un puto cuidado? Estoy buscando a mi mejor amiga y imbéciles como tú entorpecen...

—¡Alice!— estoy tan feliz de verla y de verlos a todos. Que me voy a los brazos de mi mejor amiga— Necesitamos salir de aquí.

Joseph ayuda a levantar a Alice y James a regañadientes me levanta de un tirón. Tener sus manos en mi cintura...

Estoy tan agradecida pero... ¿recuerda al jodido loco, qué hay por ex? ¿Y sus amigos... los matones?

¿¡Donde carajos estabas?!— me pregunta Joseph preocupado.

—Oigan el chico sigue sangrando, al parecer tiene la nariz rota— anuncia Britany dejando su teléfono.

¿De quien mierda hablan?

—¿Qué...?— miro a Britany.

—El idiota con el que bailaste— explica Ryan rascando su nuca— Lo encontraron en un costado del club, sangrando por la nariz y un buen moretón... creo que no debió ser tan coqueto.

¡Ese idiota es lo que menos importa! ¡Joder Emily, si le sucede algo a tus amigos! ¡Será tu puta culpa!

¡No importa!— digo volviendo a mi realidad y miro a todos— ¡Solo corran! Tenemos que salir... me encontré con...

No termino de hablar porque veo cómo aparece uno de los amigos de Christian golpeando a Joseph en toda la cara.

La gente se alarma al escuchar el estruendo. Veo cómo mi mejor amigo tambalea y es Ryan quien lo sostiene mientras Alice lo toma de la nuca.

—¡Joseph!— la rubia lo revisa— Mierda.

—Maldito hijo de puta— espeta Joseph recuperándose en su sitio— Joder, ahora si.

Ryan da un paso hacia al frente con la intención de ir con el idiota, pero quien aparece hace que todos quedemos en seco.

Necesitamos salir de aquí.

—Buenas noches, elite de Miami— es la voz de Christian con un tono divertido— Para ti también, corazón.

Christian aparece con sus amigos y estos solo les divierte el hecho de golpear a todos. La mirada de Christian va hacia James quien me toma del brazo.

—Atrás, Emily— me ordena y es lo que hago.

—James vámonos— le pido— Ellos van a golpearte, van a dejarte mal y...

—¿Ellos?— habla James divertido y los señala— ¿Hablas de estas mierdas?

No, no. Ahorita no es el momento.

No se si sea un imbécil, queriendo morir o si es un imbécil haciéndose el héroe, para morir.

Lo mismo.

Creo que es mejor irnos— apoya Britany— Hare que mis primo los saque.

—Vamos bonita— el mismo idiota que me tocó el hombro le guiña uno de sus ojos a Britany— ¿Te irás cuando se comienza a poner divertido?

—¿¡Que mierda sucede contigo?!— Alice explota y se le va encima a Christian quien sólo la mira— ¡De una buena vez vete hijo de puta!

Alice intenta írsele encima pero Stefano la toma de los brazos y mi amiga se resiste.

—¡Déjame Stefano!— le grita soltando patadas— ¡Déjame arrancarle el cabello a este imbécil! ¡Y si no me sueltas te haré lo mismo, joder!

Joseph empuja a Stefano y es el quien toma a Alice de la nuca para que lo mire. Mi mejor amigo esta enojado, puedo verlo en su mirada, tiene sangre en la nariz.

—No harás nada Alice— Joseph soba su cabello. Y es increíble como Alice se calma— Vete, yo arreglare esto.

—¿Qué?— Alice sacude su cabeza— ¿Estas loco...? Ellos...

—¿Debo darte otro golpe, rubiecito?— pregunta el otro divertido— ¿O al otro imbécil?— se refiere a Ryan.

Trago grueso porque no puedo dejar que esto pase por mi culpa.

—Christian...— intentó llamarlo.

—Ni le hables— me ordena James con voz grave.

Ya quiero desfigurarte la cara, solo con el hecho de que estes con mi corazón— Christian aprieta su mandíbula— Y ahora al llamarnos mierda... es peor.

—¿Y que harás?— James lo reta— ¿Decirle a uno de tus amiguitos que me golpee? ¿Se te cae las bolas si lo haces tú, imbécil?

Christian aprieta su mandíbula y veo cómo su pecho sube y baja. Esta muerto del enojo.

—James...— Insisto moviendo su brazo— No vas terminar bien... en serio.

Lo que veo es como Christian golpea a James en la mejilla derecha y sus amigos se ríen. Me coloco en frente de James y veo que si hay un círculo rojo.

—¿¡Acaso no escuchas lo que te digo?!— le grito enojada— ¡Van a joderte! ¡No es momento de ser un maldito arrogante!

—¿Que apostamos?— me pregunta interesado.

—¿¡Que mierda pasa contigo?!— suelto un grito.

—¿Que te he dicho, corazón?— la voz de Christian llega a mis oídos— Odio que estes con imbéciles...

Veo cómo Christian intenta golpear de nuevo a James pero el puño no llega a su otra mejilla porque James lo hace primero golpeando toda su nariz y puedo jurar escuchar los crujidos.

—Vuelve a abrir esa boca de mierda y haré que la cierres por un buen tiempo— espeta James mirándolo— Pedazo de mierda.

—¡Joder!— grita Alice— ¡Eso estuvo...! ¡De locos!

Solo abro mi boca para ver cómo el golpe aturdió tanto a Christian dejándolo en el suelo. La gente se alarma y se vuelve un despelote.

—Apostado— me dice James apretando su mandíbula— Ahora vete.

—¿¡Qué?!— Refutó sin creerlo— Quiero que te pateen el culo por arrogante pero no así ¡Es suicidio!

—Ahora mi turno, niño rico— espeta uno de los amigos de Christian volviendo en su lugar— Quiero arrancarte la jodida cabeza.

—Quiero ver eso, y más si no tienes ojos— dice James tranquilo— Anda imbécil.

Los golpes por ambos lados se desatan y los gritos de las personas mas. No se que hacer... no puedo meterme.

Veo cómo James golpea al amigo de Christian una y otra vez. Ni siquiera hace un esfuerzo... es como si, lo hiciera tranquilo.

Veo cómo también algunos golpes caen en su cara y otros lo esquivan.

—Que ganas tenia— habla Joseph al amigo de Christian que lo golpeó— Ahora me desquitare.

Joseph comienza a pelear también y veo cómo los golpes van hacia Joseph con fuerza y los de el logran darle unas cuantas veces al chico. Sin embargo la fuerza que usa Joseph es mucha.

Las personas corren y todos se empujan intentando salir como otros lo ignoran.

Alice intenta detener a Joseph pero Ryan la detiene al igual que yo sigo gritándole a Christian que los haga parar.

—¿¡Que mierda quieres?!— le grito a Christian— ¡Demente!

—¿En serio, preguntas?— Christian me mira. Trago grueso porque me pone los nervios de punta.— Quiero a la virgen, hija de papás que la ignoran y llenan sus vacíos con tanto dinero. Quiero a la de ojos celestes que se pasea con pequeños vestidos que hacen que me ponga tan malditamente duro. ¿Que, que quiero? Te quie...

James se lanza encima de el golpeándolo una y otra vez mientras lo deja en el suelo. Solo veo sangre y los nudillos de James lastimados.

Visualizo a Joseph que está golpeando y con los nudillos hecho mierda. Ryan sigue reteniendo a Alice y de un momento a otro... veo cómo Stefano saca a Britany y a Brenda, del club.

—¡Sácalas, joder!— pide Joseph mirando a Ryan y luego a nosotras— ¡Tienen que irse!

—Joseph...— Ryan intenta hablar.

—¡Ahora mismo, Ryan!— ordena James sin siquiera vernos— No me hagas golpearte a ti también.

La amenaza la toma en serio ya que Ryan toma con un brazo a Alice reteniéndola y a mi con otro, mientras nos aleja de los golpes.

—¡Joseph!— grita Alice— ¡Basta! ¡Puto Christian! ¿¡No tienes las jodidas bolas de aceptar que acabo?!

Ni siquiera hay repuesta, con todo oscuro y a la distancia que vamos, no se sabe quién está en el jodido suelo con sangre y quien está encima golpeando como bestia.

—¡No!— gritó forcejeando con Ryan— ¡Ryan los van a matar! ¡James! ¡Joseph! Joder...

—Ellos van a estar bien— Ryan intenta calmarnos— Debemos salir de aquí, así Christian al no verte. Se va a la mierda.

Ya no podemos ver nada por todas las personas. Solo nos encontramos saliendo del club con un montón de personas. Todas gritan y se quedan en la calle tomando y otras se deciden ir.

Ryan nos lleva hasta un poco antes de la esquina donde está Stefano con Brenda y Britany que están nerviosas.

Stefano se percata de nosotros y de inmediato saca las llaves de su auto. Brenda corre a abrazar a Ryan con un poco de llanto.

—Dios mío...— Brenda lo mira para asegurarse que este bien— ¿¡Como pensabas quedarte adentro?!

—No ahorita, Brenda— Ryan lentamente nos suelta a mi y a la rubia.

Alice no para de peinarse el cabello con sus dedos frustrada y yo no puedo dejar se mirar la punta de mis tacones pensando en la mierda, que está pasando adentro.

En cómo deben estar y en que es todo mi culpa.

—Larguémonos— habla Stefano subiéndose a su Range Rover.

—Mi primo se encargará de todo—Nos asegura Britany quien se mete en el auto de Stefano— Pero antes de que alguno de esos imbéciles salgan... tenemos que irnos.

—Necesito volver— dice Alice dándose la vuelta para correr.

—Volver al jodido auto— Ryan la detiene— ¡Nadie ira adentro!

—¡Ryan!— le exijo también con frustración— No puede ser...

Siento como mis ojos se empañan con pensar que si terminan con media cara destrozada, será por meterse una vez más por mi.

—¿No podías evitarlo?— Brenda me habla enojada— ¿Por que tenías que hablarle? ¿¡Por qué?! ¡Metiste a James y a Joseph en esto! ¡En tu jodido problema!

La verdad... tiene razón. Mucha.

—No sigas hablando, Brenda— Ryan la mira frunciendo el ceño— No es culpa de nadie.

—¿¡Entonces?!— Brenda se cruza de brazos—¡Joder!

—Brenda— Alice le advierte— La culpa es de un maldito obsesionado. Llamado Christian Kansas... no de Emily.

No puedo evitar sentirme tan avergonzada que me encantaría perderme o no existir.

—Pero creo que es más fácil culpar, cuando es lo único que puedes hacer— termina Alice.

Ryan saca dos llaves. Una se las da a Brenda, son las llaves de su auto y las otras son las llaves del auto de Joseph, se las dio en algún momento.

—Vete a casa— Le pide Ryan a Brenda— Hablaremos luego.

—Ryan...— Brenda intenta hablar.

—Quiero evitar una pelea— dice Ryan.

—¡Eres mi novio!— reclama Brenda— ¿¡Y...?! Maldita sean.

Brenda enojada se sube al Pagani de Ryan. Ni siquiera espera ya que es la primera en acelerar saliendo del lugar. Stefano se despide al igual que Britany, y estos también se van.

Ryan nos guia al deportivo de Joseph y a regañadientes nos hace subir a Alice y a mi.

—Perdón— son las palabras que salen de mi después de tanta mierda— Perdón por arruinar todo... por hacer que pelearas con Brenda y por hacer que Joseph...

Alice me abraza y dejo mi cabeza en su hombro mientras no puedo dejar de pensar en James y Joseph.

Tú culpa... joder.

Son solo celos de Brenda— dice Ryan acelerando— Debe entenderlo... amigos antes que todo. No es tu culpa Emms, no lo es.

Admito que las palabras de mi amigo hacen que mi corazón deje de estar tan acelerando y asustado.

¿Joseph? ¿En serio? ¿Crees que tu mejor amigo luego de tanto, merece terminar sin cara? ¿Que tipo de amiga eres?

—Te he dicho que dejes de culparte— me habla Alice con un tono sereno— Yo confió... en ellos. Ese pedazo de mierda de Christian , no es invencible.

Abrazo a mi amiga también y algunas lágrimas rodean mis mejillas.

—Necesito saber cómo están— suspiro— Hijo de puta de Christian.

—Debe haber sangre— espeta Ryan adelante manejando— Mucha.

—Cállate idiota. Voy a sacarte sangre yo a ti— dice Alice enojada.

Metiste a James en todo esto Emily. ¿Que tiene que pagar el? Acabará en la mierda por tus cagadas.

No joder...

(...)

No dejo de mirar mi iPhone esperando que haya un mensaje de James o de Joseph y Alice también está preocupada pero ella puede controlar sus nervios, en cambio tengo un periodo de ansiedad y culpabilidad.

Emily respira... no puedes volver a caer de donde te costó salir tanto.

Ryan nos trajo a mi mansión y agradezco que los escoltas que siempre me ayudan a escaparme son los mismos que están para que no digan nada.

Entrar a la mansión no fue tan difícil ya que deje abierta la puerta de servicio en donde pasamos los tres cuidadosamente más. Hasta quedar en la cocina donde los tres seguimos en silencio y tomando agua.

—¿Por que no llaman?— soy la primera en hablar y en mi voz se escucha un hilo— ¿Y si no están bien? ¿Y si en serio...?

Ryan se lleva el vaso con agua a los labios por unos minutos y Alice suspira.

—Quiero pensar que todavía siguen golpeándose y que Christian tiene la nariz partida, apunto de caérsele— dice la rubia.

—¿Y si hablamos con los papás de Joseph?— propone Ryan.

Nunca metemos a nuestros padres en nuestro problema. Sencillamente sabemos que están ocupados, o que si deciden meter sus manos en esto, habrán personas afectadas... el dinero mueve a personas, pero también son capaces de arrasar con todo.

—Joseph no lo permitiría— dice la rubia sacudiendo su cabeza— Olvidemos eso, será otro problema... ¿Saben algo de los papás de James?

—Joder— Ryan camina de un lado a otro rascándose la cabeza— Apenas sabemos de Joseph. ¿Y pediremos ayuda a quien no sabemos?

Antes de que abra mi boca unos pasos llegan a la cocina haciendo que todos volteemos a ver.

—¿Que hacen aquí tan tarde, chamacos?— es mi nana. Y esta nos mira a todos extrañada.

Mis amigos saludan a mi nana quien los recibe con abrazos y besos. Sobretodo Ryan quien adora a mi nana, ya que muchas veces le hizo su comida favorita de niño.

Mi nana sin importar la hora decide hacernos algo para comer. Mis amigos claramente no se quejan al contrario, ya saborean la deliciosa comida.

—¿Entonces?— mi nana habla de nuevo y me mira— ¿Me contarán o tendré que adivinar?

Mis amigos me miran buscando un tipo de aprobación para contarle y yo solo asiento. No tengo secretos con mi nana.

—Iré por mi cargador— aviso señalando mi teléfono.

Ellos asienten y Alice comienza a contarle a mi nana lo que sucede en el club. Camino saliendo de la cocina y siento como tocan mi hombro, miro por encima de este y Ryan me sonríe.

—¿Te he dicho que si quieres hablar con un amigo, estoy para ti?

—Lo se idiota... estoy bien.

—Claro— dice con sarcasmo y señala mi teléfono— Emily tienes ochenta porciento  de batería ¿Y vas a buscar tu cargador?

Al parecer no es tan idiota cómo pensábamos.

¿Que harás?— me pregunta alzando una de sus cejas— Quiero ayudar.

Asiento resignada.

Busco en el enorme despacho de mi mamá el enorme libro de todos los números telefónicos de comisarías, clínicas, hospitales, restaurantes y más. Antes de irme veo el escritorio blanco de mármol de mi mamá.

Una hoja blanca resalta por encima de su MacBook así que me asomo a mirar por curiosidad.

Dieta sin carbohidratos para Emily...

Suelto un suspiro al ver el encabezado de la hoja, con una rigurosa dieta de lunes a lunes. Con citas a nutricionistas y también sesiones de fotos, para su campaña.

Dior no hará tallas grandes...¿no?

Me pregunto si alguna vez... compartiré algo con ella que no sea una jodida dieta, o "consejos" por mi bien.

Nos preguntamos lo mismo desde los 13 Emily. No nos hagamos las sufridas.

¿Lo conseguiste?— la voz de Ryan me desconcentra volteo a verlo y arruga su entrecejo— ¿Estás bien?

Asiento con una pequeña sonrisa.

—Carmen hizo comida, dijo que tienes que comer— avisa mi amigo.

—Si...

Me voy con Ryan de nuevo a la cocina. El tiene mi MacBook y con la ayuda de Alice comenzamos a llamar a todas las clínicas y hospitales buscando los nombres de Joseph Cooper y James Harrison.

Alice se encarga de llamar a los hospitales, Ryan de organizar las próximas llamas y yo a las clínicas.

—Deben tener fuerzas— mi nana sigue dejando la comida en el gran comedor— Solo espero que ese... Christian. De una buena vez por toda deje de crear problemas.

Mi nana estaba también preocupada por ambos. Ella no podía creer que James se haya metido en problemas por algo que no le incumbe. Tal vez si Joseph porque estuvo durante mi relación con Christian y vio el daño pero... ¿James?

Una parte de mi ansiaba saber que estaba bien y otra decía que era un idiota un jodido terco por meterse en lo que no le incumbía.

Se metió porque quiso.

No dudare en colocar esa orden— digo decidida— No quiero saber más nunca de ese idiota.

—Es la mejor decisión— asiente mi nana apoyándome y me da un plato con trozos de frutas, huevos, mermelada— Tienes que comer.

Miro mi plato por unos segundos y alzo mi vista para ver a mi mejor amiga esperando que me lleve algo a la boca. Tranquilamente lo hago y cada quien vuelve a lo suyo.

Entre menos problemas hagas... mejor.

—Llame a Britany— dice Ryan y sacude su cabeza— Su primo no contesta las llamadas tampoco.

—He llamado a los hospitales y no hay ningún chico con ambos nombres— Alice toma aire— No se si alegrarme por eso o preocuparme más.

—Confío en que están bien— habla mi nana tranquilizándonos— Igual le rezaré a mi virgencita. ¿Han hablado con alguno de sus padres? ¿Piensan quedarse?

Ryan sigue masticando su comida y Alice igual. Con la propuesta de mi nana ambos se miran y luego me miran.

—¿Quieres recibir a un par?— propone Alice embozando una sonrisa— Un idiota y una rubia sexy.

—Hey— se queja Ryan empujándola un poco— Soy sexy también, todo Green high, lo dice.

—Joder es porque no te conocen como nosotras, niñito— digo burlándome un poco también.

—¿Entonces?— Ryan alza una de sus cejas— Vamos... déjame tener un buen desayuno, mañana.

—Idiota— digo entre dientes y asiento— Saben que si.

—No podías decir que no— adula la rubia— Igualmente me quedaría.

Embozo una sonrisa porque a pesar del mal momento. Mis amigos son así... se quedan para todo momento y por alguna tontería te hacen reír.

—Entonces prepare la habitación de invitados mientras ustedes terminan— avisa mi nana.

Mi nana se va a de la cocina y Ryan sigue ayudando a Alice en busca de las clínicas. Por mi parte entro a la bandeja de mensajes esperando ver algún mensaje de respuesta por parte de James o de Joseph.

—¿Andrea aún no responde?— pregunta Ryan.

—A ella no le interesa— contesta Alice quien sigue llamando. Todos la miramos y ella se encoge de hombros— ¿Qué? Es cierto.

Le habíamos avisado a Andrea pero no teníamos respuesta de ella. Britany seguía preocupada y su pelea con Robert seguía así que no sabíamos mucho de él tampoco.

No conseguíamos respuesta de todos los números que llamábamos, la frustración llega a nosotros. Y en realidad no sabíamos que más hacer, no queríamos quedarnos sentados esperando.

—Haré un té— espeta Ryan acercándose a la cocina.

—Por favor no quemes la mansión, es lo menos que necesitamos ahorita— pide Alice dejando sus manos en el inicio de su cabello rubio.

—Joder, hago un buen té lo prometo— alza sus manos.

—Agradecemos que eres millonario— me burlo— Al menos tendrás buenos chefs.

—O podría conseguirme una novia chef— ríe mi amigo— Joder sería lo mejor.

—Sueñas mucho Brown— espeta la rubia.

Siento la incomodidad de mi estómago por la comida. Es como si necesitara correr al baño y deshacerme de todo lo que tengo adentro.

Tampoco es como si la frustración nos ayudarán mucho.

Cierro mis ojos intentando controlarme pero es que siento que es más fuerte. Me concentro en mi iPhone y en textear de nuevo a James.

Dime que estás bien... dime que los dos lo están. Necesito saberlo, joder.

No puedes hacerte el maldito héroe con ese tipo de gente. No quiero ni imaginar como debes de tener la jodida nariz partida.

Se que si sigo escribiendo lo insultaré por meterse, y es que no puedo. Dejo mi teléfono en el comedor pensando que hacer.

Ryan deja té para los tres mientras pensamos que hacer. Y es cuando tomo mi MacBook, escribiendo el nombre en google.

—¿Que haces?— pregunta mi mejor amiga— ¿Por que buscas...?

—Necesitamos saber cuanto poder tienen— digo mirando los portales web que aparecen.

Trago grueso porque si hay poder. Mucho como para manejar casi todo Nueva York a su antojo.

—Vaya...— dice Ryan mirando la MacBook conmigo— Eso si es en verdad una élite.

—Siempre fue la élite— asiento leyendo sobre el hombre neoyorkino.

Continue Reading

You'll Also Like

21.4K 852 78
Encontrar a su pareja en el acto mismo de infidelidad la llevará a ingerir en su sistema digestivo una cantidad exorbitante de alcohol. Ein Morlyng c...
5.4M 583K 40
Libro 1 de la Bilogía "Te Amaré" Libro 2: Por Toda La Eternidad Puedes querer y hacer que te quieran, pero si esa persona está rota por dentro no p...
4.8M 422K 79
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...
47.3K 2.6K 140
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...