Michael
— Bueno, bueno, ustedes siempre con esa tensión en el aire, ¿No les parece que es un poquito temprano?— la irritable voz de Ruggero apareció junto a nosotros.
La rubia sonrió y con sus manos me empujó suave el pecho para alejarme.
— Claro, vos cómo extrañas a Cande tenés que venir a molestarnos.— fijé mi vista en el con mi peor cara posible, porque además de interrumpirnos era temprano.
— Sos un maldito, yo que siempre te banco en tus cosas.— achicó sus ojos y negó ofendido.
— Wey yo te quiero pero a veces eres insoportable, simplemente eso.—
La rubia y el italiano se miraron entre si y comenzaron a reír sin parar, yo como muy inocente no sabía porque.
Aunque en el fondo si lo sé, el insoportable e "Infumable" <como siempre me dice ella.> Soy yo.
— Sos un careta.— Me señaló con un dedo y afirmó con seguridad la rubia.
Aplané los labios y puse mis ojos en blanco.
— Chicos en media hora viene la combi a buscarlos, ¡acuérdense que hay función temprano! — gritó Mati desde lejos captando la atención de todos.
— ¡Me tengo que ir a aprontar!— la rubia soltó el plato de comida sobre la mesa e intento correr pero yo jale su brazo haciendo que nuevamente se diera vuelta.
— pede... ¿Nuestra conversación? —
Suspiró.
Suspiré.
— Puede esperar...— soltó sin ganas.
— Te tomo la palabra.— sonreí y le guiñe el ojo.
Apenas solté su brazo salió disparada, ya me olvidaba lo estricta que es a la hora de aprontarse y maquillarse antes de salir.
A mí me sigue pareciendo hermosa a lo natural, a la mañana cuando se despierta, a la noche cuando se acuesta y a cualquier hora de el día es perfecta porque simplemente es <ella.>
— ¿Brow estás vivo? — escuché nuevamente la voz de el italiano.
— Si, ¿porque lo preguntas wey? — reí junto con el.
— Hace una hora te estoy hablando y no me contestas, solo estas ahí con esa cara de <boludito enamorado>— fijé mi vista en el y estaba tratando de imitarme.
Volví a reír por eso, lo que voy a extrañar a este ser humano molestandome cada vez que encuentra momento.
— No puedo wey, esta chica me trae muy loquito.— tapé mis ojos con mis dos manos y los refregué.
— El amor... Hablando de amor esta debe ser Cande...— sacó el celular que sonaba de el bolsillo de su campera y se alejó un poco de mi.
Lo escuché pegar un grito de <AMOR>.
Ruggero es adorable cuando habla con su novia.
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Horas previas a el show..
Me duché, me sequé y vestí ya con el vestuario preparado en mi camerino.
Habían pasado algunas horas y ya nos habían trasladado hacia aquí, ensayamos, almorzamos y quedaba un ratito para salir a romper con todo el auditorio Nacional.
Luego de terminar de alistarme me pusieron los micrófonos y también me maquillaron un poco.
Salí de el camerino a caminar por el de los demás, viendo a quien quería molestar con mi pistola de agua y tarareando una canción.
— < puedes ganar o perder, apuesta todo si la quieres..> — entré cantando a un camerin sin saber a cual.
Abrí la puerta lentamente y di un paso hacia adentro.
Sonreí victorioso cuando la vi ahí concentrada, maquillandose y peinándose mientras se mira a el espejo.
Escondí mi pistola de agua por detrás de mí espalda y me fui acercando a ella.
— ¿Que haces acá?— me preguntó mientras se ponía labial, que por cierto le cienta muy bonito ese color.
— Pasaba a verte... ¿Mucha molestia te doy? — reí bajito.
— La verdad si te soy sincera si, te tengo que aguantar todos los días de mi vida. — se acomodó el pelo y se dió vuelta a mirarme.
Di los pasos que me faltaban para que nuestros cuerpos chocarán, sentí su respiración contra la mía.
— Pede... Siempre tan dura conmigo.— tome su mentón en una de mis manos y subí su cara para que nuestras miradas conectarán directamente.
— No hagas este jueguito nefasto... No lo vas a lograr.— me empujó con ambas manos y firme, muy firme.
Retrocedí un poquito, ella me miró sonriendo y con sus labios haciendo presión.
— ¿Jueguito? Yo no estoy jugando pede... Salvo que tú quieras que juguemos.— me acerqué nuevamente y acaricié suave su abdomen sobre la ropa.
Esa "ropa" que quisiera que se desintegrara.
Puso sus dos manos en mi nuca y me atrajo hacia ella, su nariz rozó con la mía y tragué duro, super duro.
— ¿Querés jugar Mike?— soltó con voz ronca y ese acento que me vuelve más loco de lo que ya estoy.
Lamió sus labios, se los mordió frente a los míos y sentí sus manos subir a mi cabello, lo alborotó como suele hacerlo siempre.
Mis manos bajaron por su espalda hasta llegar a su trasero, lo presione suave y ella gimió bajito cerca de mi oído.
Me esta provocando y juro, juro que lo hace tan bien, es completamente experta.
No me contuve, no pude ni creo poder hacerlo jamás.
Sus labios llegaron a atacar los míos con fuerza, como si fuera la última vez, sentí su lengua jugar con la mía y moverse al compás con desesperación y ganas de profundizar más.
Este no era un beso delicado, jamás lo son entre nosotros, no sabemos para nada manejar la tensión que nos traspasamos el uno a el otro.
Alzé sus muslos con mis dos manos y con esfuerzo logré sentarla sobre la mesa en donde antes estaban sus accesorios de maquillaje, que por cierto los tiramos todos hacía el piso.
Abrió más sus piernas dándome entrada para poder pegarme más a su cuerpo, ambos gemimos al sentir el contacto, el calor, la adrenalina incontrolable.
Baje mi boca a su cuello, arqueó su espalda y pude llegar con mejor accesibilidad a su piel.
Me tiró fuerte el cabello cuando dejé varias mordidas y besos por donde pude, es imposible no hacerlo, su piel puede llegar a ser como una droga para mí.
Probablemente después me quiera asesinar porque dejé varios chupones a la vista..
Subí mi rostro y me encontré con sus ojos azules mirándome con completa satisfacción y deseo.
Me pone demasiado ser yo el que provoca esa mirada y dilatación en sus pupilas.
Volví a juntar nuestros labios, ni me acordé que ella recién se estaba pintando y que lo más seguro era que me iba a dejar todo pinturrajeado.
Entre todo eso que nos hacía palpitar a mil el corazón, ocurrió algo peor..
Ambos nos sobresaltamos.
Si, golpearon la puerta.
— Valu, ¿Estas ahí? En cinco minutos salen a escena.— oímos la voz de Facu.
Nos separamos de a poco y reímos, si nos ponemos a contar todas las interrupciones que tuvimos en esta gira no nos da la vida.
— Era obvio.— afirmó ella mientras me daba un leve empujón para que yo saliera de adelante suyo.
— Espera.. pede... Aún me tienes que responder algo tú... ¿Recuerdas?—
Nos miramos fijo por varios segundos hasta que ella rompió el silencio..
— Después de el show pásate por mi habitación y hablamos, por lo que veo necesito aclararte varias cosas.—
Se bajó de la mesa y antes de pasar completamente por mi costado e irse,
me dió un beso corto sobre los labios.
Caminó hasta que sentí la puerta cerrarse otra vez.
[Tensión :
Espontánea atracción entre dos personas, existe sin importar que desees o no hacerte consciente de ella.
Una descarga que eriza la piel.
Es una de las energías más fascinantes que los seres humanos podemos generar y percibir.]
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