Veinticinco

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Michael

Me sorprendí al sentir que alejó su cuerpo de el mío, nuestros labios demoraron unos segundos en separarse..

La vi pararse y quedar frente a mi, su expresión no cambiaba y me preocupe, no dejo de mirar por detrás mío nerviosa hasta que yo hice lo mismo.

Maldición.

—¿Tienen algo para decir? ¿o se van a seguir quedando callados?— Pregunto  ella, me pare de el sillón y gire a verla, note lágrimas correr por su rostro pero las seco al instante.

Trague duro.

¿Porque no pensé que esto pasaría?

Los últimos días me había tenido entre ceja y ceja, era más que obvio.

Soy un maldito estúpido.

—¡Mierda! ¡Hablen ya! —Grito la colorada, la voz se le quiebra de a poco.

Vi aparecer a Ruggero por detrás de ella, se quedó paralizado al ver la situación en la que estamos, porque cualquiera que llegara a el cuarto entendería todo.

Ahí silencioso me miro y me dijo de todo con la mirada.
El siempre me aconsejó lo correcto pero yo no escuché.

—Yo mejor me voy, ustedes tienen que hablar tranquilos..—solto la rubia a mi costado.

—Vos no te vas a ningún lado, ahora después de todo voy a hablar yo, y contigo acá presente.— la colorada seco varias lágrimas, aún así se notaba fuerte.

Mi garganta se secó por completo, hice crujir mi cuello y puse las manos en los bolsillos de mi pantalón.

Anita dio varios pasos hacia el sillón en donde anteriormente yo estaba sentado.

—¿Cuántas veces te pregunté Michael? ....¿Tan poco me querías para hacerme ésto? —puso sus manos en su frente, acarició su cabello y lo hizo hacia atrás, sus ojos rojos por el llanto me miraron.

—Anita...- respire hondo - esto es tema de nosotros, Valentina no se tiene porque quedar.—

—¿Tema de nosotros? - sonrio falsamente - Dejó de ser de nosotros cuando te acostaste con ella ¿O no? —

Apreté la mandíbula, a pesar de todo tiene razón y eso lo tengo que aceptar aunque no quiera.

Mire a mi costado, la rubia mira hacia algún punto fijo en el suelo, puedo deducir que no la está pasando nada bien al igual que yo.

¿Quien podría estar pasándola bien en un momento como éste?

—Valentina andate, neta que acá los que tenemos que hablar somos yo y ella...—señale a Anita, la que me miro con furia al instante y con su mano golpeó fuerte el sillón.

—¡No! ¡Quiero que se quede! — reprochó la colorada.

Puse mi ojos en blanco y con mis manos me alborote el cabello.

— ¡Para que mierda quieres que se quede! - elevé la voz - la relación que se está rompiendo es la nuestra,ella no tiene porque estar aquí, así que Valentina, por favor, vete — volví a insistir.

La rubia me miro como intentando buscar una respuesta, claramente no sabía si irse o no, yo no sé qué es lo mejor, pero la verdad no quiero que sea parte de esto.

Solo le asentí con la cabeza dándole el paso para que lo haga.

Definitivamente es la peor situación que estoy pasando en lo que llevo de vida.

Intento ser lo más coherente pero no hay mucho más para decir, solo queda asumir culpas.

Valentina nos miro a los dos nerviosa y sin demorar un segundo más se fue, pensé que Anita la detendría pero no lo hizo, se quedó solo apoyada en el respaldo de el sillón, callada.

—Yo.... Realmente no sé qué decir.—

Pensé en ir a abrazarla con fuerza pero sería algo demasiado estúpido de mi parte, no me siento bien, para nada bien.

—¿Hay algo más para decir? Creo que ya me alcanzó con lo que vi.— dijo con indignación, la vi jugar con sus dedos y tener su vista fija en ellos.

Se hace lento, cada vez más lento corren los segundos y más me dejan sin palabras.

— Lo lamento.— las lágrimas me salieron con fuerza, intenté secar cada una pero me harían falta muchas manos más.

—Ahora no te lamentes, ya está hecho, yo solo pensé.... Pensé que eras distinto pero ya me demostraste que no, sos igual que todos Michael. —

Me encantaría tener la seguridad que tiene ella para hablar, para decir las cosas, para mostrar fuerza, pero yo no soy así, soy la persona más débil de el mundo y más cuando estoy en situaciones como estas.

Solo asentí callado, sentí la sal y amargura en mi boca por algunas lágrimas que pasaron sobre mis labios.

— Solo te digo gracias por todo, fueron años hermosos - hizo una pausa y suspiro - ...una lastima arruinarlos de esta forma, podría haber sido diferente si hubieras hablado desde el principio, pero siempre fuiste un cobarde, sos un cobarde.— sentí sus pasos alejándose hasta que sentí la puerta cerrarse fuerte.

Me sorprendí, se fue, me dejó solo, esperaba más de ella, espere que me dijera un montón de cosas más... Pero solo se fue.

En todo lo poco que dijo y piensa de mi le doy la razón, tiene toda la razón.

¿Ahora sí apareció la culpa?

Es lindo mientras nadie te descubre, mientras que estás ahí haciendo las cosas mal pero nadie se entera...

¿Pero todo cambia cuando hay que admitir que te equivocaste?

Las cosas van a cambiar desde ahora supongo...no se cómo pero no creo que siga todo igual que antes.

Me tendría que sentir aliviado, ahora se supone que puedo estar con Valentina libremente...¿No?

Pero no me puedo sentir feliz, rompí una relación de la peor manera, rompí una persona que me quería, me quería muchísimo..

Y lo peor es que...

Tampoco sé si voy a poder estar con la rubia, a pesar de todo ella sigue con su novio y ni siquiera creo que se le pase por la cabeza dejarlo por mi.

¿Será momento de estar sólo? ¿O acompañado?

Neta que ya no se.

¿Ella querrá estar conmigo después de lo que pasó recién?
Pensé que después de esto y de que las cosas salieran a luz todo sería más fácil pero ya veo que no...

Nunca va a ser fácil.

Demasiadas vueltas me da la cabeza como para pensar con claridad en este momento.

Y así es la vida...
Te da golpes fuertisimos...
O será que...
¿Tú buscas tus propios golpes?

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Deseo Prohibido (Michaentina 💜)Where stories live. Discover now