Veintidos

2K 132 12
                                    

Michael

Mi cabeza da vueltas, vueltas y mas vueltas.

Todo por el maldito alcohol que ingeri la noche anterior.

Gire como tres veces en la cama quejándome antes de poder abrir mis ojos completamente.

—¿Amor qué hora es?— soltó la colorada mientras lanza un bostezo gigante tapándose la boca con sus dos manos.

Entre cierro mis ojos y giro mi vista hacia el reloj apoyado en la mesa de luz.

—Las Nueve y media casi.— Estire mis brazos y me senté en la cama.

Sentí sus manos frías en mi espalda, dejó varias caricias en ella.

Con fuerza puse mis pies sobre el suelo.

Caminé hasta mi valija, la abrí y saque algunas prendas para cambiarme.

—¿Te vas a duchar?— Pregunté.

Saqué varias toallas de el armario y me gire a observarla nuevamente, ya que no obtuve ninguna respuesta.

— No... Voy a bajar a desayunar... Luego lo hago... ¿Te espero?— la vi ponerse su pantalón con agilidad y correr a tomar sus zapatillas.

— No, tú ve bajando que yo luego te alcanzo.— sin demorar un segundo más caminé hasta el baño y cerré la puerta.

Me quedé detenido mirándome a el espejo...

¿Esto es lo que yo quiero verdad?

Quiero... Necesito seguir como si nada paso.

¿Esto es lo mejor que se te ocurre Michael?

Estuve por casi media hora debajo de él agua, cómo hago habitualmente.

Me vestí sencillo como siempre, tome mi celular junto con la tarjeta de la habitación y salí a el pasillo.

Todo bien calmo... Hasta que divise a la rubia salir de la habitación cercana a la mía, acompañada por Melissa y Malena.

Trague duro, se ve tan bien siempre, que digo bien... Perfectamente hermosa, linda, sexy ... Todos los adjetivos buenos que existan, igual no creo que haya una cantidad exacta para poder describir lo perfecta que es todos los días de el año.

Su mirada me observó de arriba a abajo con bastante rechazo.. así ha sido desde que yo me aleje de ella, desde esa última noche que la hice mía en su habitación, no cruzamos ninguna palabra, ni mensajes, ella intento hablar conmigo pero no la dejé, no quise escuchar lo que quería decirme, solo de un día para otro nos dejamos de hablar... Y todo por mi culpa, yo lo quise así.

Por fuera... Porque por dentro lo único que quiero es tenerla cerca mío.

Me pare frente a el ascensor, ellas también lo esperan, pero van conversando tan concentradas que ni notan mi presencia...

Las puertas se abrieron y me adentré, ellas también lo hicieron, seguían murmurando muy entretenidas.

Quedé parado frente a el espejo, noté su mirada encima de mi, respire hondo para que los segundos mientras el ascensor baja no se hicieran eternos, aún así lo fueron.

El ruido de las puertas abrirse me saco de mis pensamientos, ambas bajaron y yo caminé detrás de ellas, claramente vamos a el mismo lugar.

Llegamos a el comedor y ellas se fueron a sentarse a una mesa, es loco porque todos mis compañeros andan repartidos en distintos grupitos.

Luego de varios segundos divise a la colorada sentada con Ruggero, lino y Gio.

Antes de ir a sentarme pase a buscar una taza de café y unas medialunas, lo único que quedaba ya que para desayunar es bastante tarde.

—Bueno llegó el dormilón, creímos que ya no ibas a venir— comento Ruggero, el siempre tan simpático a toda hora... A veces lo odio, pero igual lo quiero más de lo que lo odio.

—Me costo levantarme hermano, después de la noche de ayer quede super cansado.— Un gran bostezo se me escapó y los tres rieron.

—Bueno chicos nosotros nos vamos a aprontar las cosas para el vuelo, nos vemos después.— Lino y Gio se levantaron y se fueron de la mano conversando muy amenamente.

—Yo también quedé cansado, así que me voy a dormir una siesta para estar bien descansadito para el viaje, nos vemos luego chicos...— el italiano tomo la bandeja con cosas sucias de su desayuno y se fue, quedé solo con Ana.

Casi no noto su presencia porque está con su celular entre sus manos.

Mis ojos se van hacia la mesa de ella, es tan imposible no mirarla, estamos en el mismo sitio sin cruzarnos la palabra... Después de todo parecemos extraños.

—…………… Ecuador no?— preguntó la colorada.

—¿Eh?— Encontré mi mirada con la suya, apretó sus labios, ya se había molestado con sólo notar que yo miraba a la rubia.

—¿En qué estás tan concentrado que no me escuchaste?—

—Ya sabes que a penas me levanto tardo tiempo en despertarme..—Dije intentando evitar el tema, pero claramente no lo logré ni lo voy a lograr nunca en mi vida.

—¿La estabas mirando cierto? ¿Hasta cuándo me vas a tratar como estúpida Michael?— apoyó su celular fuerte en la mesa.

—Neta que estoy harto de esta situación sabes, ¿Hasta cuándo vas a seguir pensando que me gusta Valentina? Déja de armarte películas en la cabeza Anita.. por favor.—

Despeine mi cabello reiteradas veces, ya me empieza a subir el calor por el cuerpo cuando hablamos de esto, me frustra demasiado.

—Lo voy a dejar de pensar... ¡Cuando lo admitas!—

Golpeó varias veces la mesa con una de sus manos, empujó su silla hacia atrás y disparo de el lugar rapidísimo.

Y así....

Así se volvió nuestra relación que en sus comienzos fue tan linda, ahora está completamente arruinada.

Peleamos todos los días, y el tema Valentina se ha vuelto el único que desata exactamente todas nuestras peleas.

Esta gira se está volviendo un verdadero infierno... y recién vamos llegando a la mitad.

Aún me quedan días y días para aguantar...

Esa conversación sigue dando vueltas en mi cabeza, prometí cosas que quizá no voy a cumplir, y lo peor de todo es que mi amistad con Valentina se va rompiendo de a poco, bueno si eso era amistad o más allá de lo que sea, me aleje de ella solo por complacer a mi novia... ¿Eso está bien?

¿El amor dónde quedó?

Se ha vuelto una relación super tóxica.

______________________________________






Deseo Prohibido (Michaentina 💜)Where stories live. Discover now