Deseo Prohibido (Michaentina 💜)

Treinta y nueve

Michael

Hacia pocos minutos que habíamos terminado el show en Lima, Perú.
Increíble con mucha emoción y euforia por parte de los fans.

Incluso parecía tener más energías que antes, quedé completamente lleno de amor.

Caminé atrás de todos mis compañeros hacia donde nos esperaba la camioneta para llevarnos de vuelta a el hotel.

Mire mi reloj y marcaba las 21:30.

Llegamos a la combi y el chófer nos abrió la puerta, vi entrar a la rubia antes que yo, la seguí hasta que ella se sentó sin prestarme atención una sola vez.

- ¿Puedo?- señalé el asiento a su lado.

- Le estoy guardando el lugar a Melissa que ... Ahí viene.- levantó su cabeza y encontró la mirada de su cómplice que ya venía directo a ella.

- ¡Mike córrete!- me dió un leve empujón.

Le di una última mirada sería a las dos, son detestables cuando están juntas, debo admitirlo.

Seguí mi camino hasta el fondo que habían dos asientos vacíos, me senté solo y tome el celular de mi bolsillo de la campera.

Revisé mis redes sociales un rato mientras la camioneta ya entraba en funcionamiento, dejé un mensaje de buenas noches y agradecimiento en Twitter, recibí varias respuestas pero no las constesté porque me fui quedando dormido.

Aunque el viaje no fue muy largo.

- ¡Mike cabron! - sentí un grito por parte de el insoportable pero adorado amigo Ruggero y fui parpadeando hasta poder despertarme.

- Cinco minutos más...- me acomode y acurruque mirando hacia la ventana.

- ¡Llegamos wey!- ahora el que gritó fue Gastón mientras se levantaba de su asiento y se cebaba un mate.

Bufé cinco veces seguidas, me deslizé sobre los otros asientos vacíos a mi lado y logré tomar el equilibrio para poder pararme aun medio embobado por el sueño.

La camioneta ya estaba completamente vacía, éramos los últimos en bajar.

- wey quiero cenar y acostarme, les juro que ese show me dejó CANSADÍSIMO.- un bostezo frágil se me escapó de la boca.

- Parece un anciano.- el italiano soltó a carcajadas junto a él argentino.

- Te informo que hay joda hoy y no pienso dejarte encerrado en el hotel.- afirmó Ruggero.

- No wey yo no me apunto está vez, lo siento.- negué con mi cara.

- ¿Te quedas con tu novia entonces? Que aburrido saliste mexicano.- los dos rieron burlándose de mi.

- Si tuviera wey...- los mire divertido por sus expresiones y gestos estúpidos.

- eh si tenés... ¡No te hagas el bobo con nosotros!- el argentino me pegó un codazo en el brazo y procedió a abrir la puerta para entrar a el hotel.

- ¿De que hablan cabrones?- los miré fijo a los dos y sus rostros cambiaron a confusión.

La neta es que no entendía nada.

¿Que se les pasaba por la cabeza a estos dos?

Ambos se miraron entre sí y me miraron nuevamente a mi.

- ¿Vos no volviste con Anita?- el italiano Preguntó casi en susurro.

- ¿Que? ¿De que hablas? Yo no volví con ella... Solo somos buenos amigos.- contesté aguantandome no explotar en carcajadas, que poco conocen a su amigo.

- ¡Alguien metió la pata! - el argentino analizó de arriba a abajo a el italiano conteniendose la risa al igual que yo.

Si antes me costó entender ahora menos lo hago.

- ¿Que hiciste Ruggero? - fijé mi vista en el, sus ojos miraban a algún punto fijo en el suelo mientras rascaba su barbilla.

- Para... ¿Vos estás seguro de que no volviste con ella? Porque la rubia me dijo otra cosa....- abrí mis ojos como platos al escucharlo pronunciarla.

Ahora sí que se me fueron las ganas de reírme.

¿Que carajos tenía que ver la otra en todo esto?

- Yo no volví con ella en ningún momento.- afirme nuevamente con seguridad.

- Pero Valentina me dijo que los vio juntos, demasiado juntos.- lo vi mirarme confundido.

- ¿Tú hablaste con Valentina? Neta que no entiendo nada wey ...- negué con mi rostro, lleve ambas manos a mi cara y refregue varias veces mis ojos.

- Le dije que habían vuelto... Porque bueno eso es lo que supuse... ¡Perdón!
- confesó con gracia.

- ¿Porque rayos hiciste eso wey? - me sobe la frente con rapidez, en que lío me metió este chico.

- Bueno vos también estás todo el día al lado de ella.... Da bastante que pensar.- el argentino comento de intruso en la conversación.

- ¿En algún momento yo les vine a decir "chicos volví con Anita"? No lo hice okey, aparte que yo a ustedes siempre les cuento todo. - afirme y me di vuelta para irme.

Ya me estaba enfadando de más como para quedarme otro minuto ahí parado junto a ellos.

- Dale Mike no te vas a enojar por esto ¿No? - el italiano me palmeó la espalda varias veces.

- Claro que me voy a enojar por esto wey, si Valentina no me vuelve a hablar... va a ser por tu culpa...- le señale el pecho y caminé hasta el ascensor.

Apreté varias veces el botón para llamarlo y me adentré en cuanto las puertas se abrieron en frente mío.

Apoyé mi cabeza en la pared y lanzé un suspiro medio agotado.

Mi cabeza daba vueltas y vueltas intentando buscarle una solución a el tema.

La rubia ya tenía bastante con el problema que le provoque con su novio, bueno ex-novio, encima se le suma todo esto, ahora entiendo perfectamente el porqué de sus ganas de no querer verme ni en figurita.

Saqué el celular de mi bolsillo y lo único que pude hacer fue enviarle un texto.

" Necesito hablar contigo, necesito que por favor me escuches..."

¿Será en vano?

Lo poco de relación que aún me queda con ella solo se sigue basando en problemas y malos entendidos.

¿Hasta cuándo?

¿Cuando vamos a seguir nuestro propio rumbo sin darle atención a nada ni a nadie?

¿Cuánto tiempo nos queda juntos?

La pregunta sería es...

¿Nos queda tiempo juntos?

La verdad es que siempre lo terminamos desaprovechando por este tipo de cosas, sin hablarnos, sin mirarnos, evitandonos y no nos damos cuenta que la gira está a un paso de terminar.

Este proyecto que nos juntó no va a durar infinitamente, ambos lo sabemos y ni siquiera eso logra acercarnos un poco.

Todo porque siempre nos dejamos llevar por nuestro al rededor.

Lo que dicen o lo que no dicen...

Si critican o no critican.

¿Y nuestros sentimientos en donde quedan?
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