Deseo Prohibido (Michaentina 💜)

61

Michael

Sentí el miedo y la felicidad al mismo tiempo. Todo mezclado. En un par de segundos mi cabeza revivió todo lo que estaba congelado hace meses. Como cuando llegas a tu casa luego de unas largas vacaciones y los muebles están llenos de polvo pero no quieres mover ni un dedo para limpiarlos.

Mantuve todo en un estado de quietud constante para ni siquiera tener la voluntad de hacer el proceso de superarla.

Yo estoy completamente negado a superarla, no me creo capaz.

Ni en mil vidas.

Pero ahora está aquí y solo con su voz hizo temblar todo mi mundo nuevamente.

Es totalmente increíble hallarnos en el mismo punto geográfico y a la hora exacta. Esto tiene que ser obra del universo o tener alguna explicación científica.

Quiero pensar que no enloquecí así que tengo que probarlo.

Con la cobardía en el pecho me di vuelta a mirarla. Fue un destello saliendo de sus ojos cuando se encontraron con los míos.

Puedo jurar que todo al rededor nuestro se detuvo. La gente. El aire. Las luces. Hasta los relojes.

Su rostro cambia totalmente cuando me reconoce. Puedo asegurar con certeza que le ocurren las mismas sensaciones de confusión que a mí.

— Michael...— dice atónita.

La tomo suave del brazo y nos hacemos a un lado con sus valijas para que las personas detrás de ella puedan hacer el check in y no se molesten.

— No lo creo..— niego y sonrio por los nervios.

Ella parece estar tan sorprendida como yo. Nos miramos las caras como si en vez de vernos, viéramos hologramas en nuestro lugar.

— ¿Cuando llegaste?— pregunta aún estando anonada.

¿Mi mente está en blanco y paralizada? Efectivamente sí.

Hacía tiempo que alguien no me hacía dudar tanto, hasta de el lugar en donde estoy, o el año en el que vivo.

Llegó nuevamente para desestabilizarme todo.

— Hace un mes..— respondo no muy convencido de mi memoria.

Hicimos silencio un par de segundos, ese silencio antes de hacer explotar alguna bomba.

— No supe nada más de vos...— suelta apenada y mira para otro lado para evitarme.

Noté la amargura en sus palabras.

— Lo sé..— lo asumo.

Al fin y al cabo había sido mi culpa.

— No fue muy maduro bloquearme de todos lados.. —reprocha— Sea lo que sea que hicimos mal, mejor dicho para el orto.— se reafirma a ella misma señalándose con las manos.

— Fue sumamente infantil de tu parte.— se queja en plan de rezongo hacia mí.

Fui un cabron.

Con lo que me cuesta a mí darle la razón a los demás.

No sé que contestarle así que lo que me nace en el momento es estirarle mis brazos para que nos abrazemos.

Duda un poco antes de hacerlo pero cuando lo hace sentí todo lo difícil que había sido vivir lejos de su cuerpo. Mis manos rodearon su espalda un poco descubierta y tuve otra vez su piel junto a la mía. Su perfume, el que yo siempre he conocido de cerca, me invadió completo.

Lo que yo llamo tener a mi merced la octava maravilla.

— No te haces una idea de lo mucho que te extrañé, idiota.— me tira los pelos, jugando.

Me aprieta contra su cuerpo como si yo tuviera ganas de escaparme.

Si supiera, aunque probablemente por la cercanía que estamos teniendo se de cuenta que el corazón está por estallarme.

Sonrio y sonrio aún más porque no puede verme.

Siempre me he sentido inseguro porque siempre creo que no le llego a la altura. Valentina es una mujer demasiado especial.

Esas mujeres que solo te las cruzas una vez en la vida.

Siempre he sentido que ella merece mucho más, muchísimo más.

— La neta es que no quiero romper este lindo momento...— me separo apenas para que podamos mirarnos.

— Tendría que estar llegando al set en este mismo momento.— miro mi reloj por encima de su cabeza.

— Hace un montón que no nos vemos y ¿me vas a cambiar por una grabación?— reprocha y me suelta.

Río para mis adentros.
La neta es tan loco estarnos viendo.
Dudo que esto no sea un sueño como el de anoche.

— Lo siento de verdad.—hago un pequeño pucherito.— Son muy exigentes y llevo llegando tarde desde que empezamos.— suelto una carcajada.

— Mejor andá Mike. — dice sin más remedio. —No quiero que te echen por quedarte conmigo.— se preocupa.

Me quedo bobo mirándola por su amabilidad. Nos acostumbramos tanto a discutir y pelear por cualquier cosa que ahora hablarnos así es tan difícil de creer.

— ¿Hasta cuando te quedas?— pregunto con temor a la respuesta.

— Solo esta noche.. estoy de paso.— comenta con pocas ganas.

Se me desdibuja toda la felicidad al escucharla. Una sola noche y quién sabe hasta cuando dirá el destino para volvernos a encontrar.

— Bueno.. entonces hagamos algo.— le digo entusiasmado.

Levanta una ceja —¿Que planes tenés Ronda?— se acerca sutilmente.

— Prometo no decepcionarte.— le guiño el ojo y le planto un beso en la mejilla.

Ella sonríe.
Dios. Nadie sabe lo mucho que extrañaba verla sonreír por mi.

Por nosotros.

— ¿A que hora tengo que estar pronta?— le noto esa picardía latente y mi mente se me enloquece a niveles extremos.

— A las nueve, pede.— le besó la mejilla y nos volvemos a abrazar para despedirnos.

Ninguno quiere distanciarse ahora que nos volvimos a encontrar.

La veo alejarse lentamente con sus tres valijas y me saluda con la mano que le queda libre antes de volver a tomar las manijas.

"¡No estás drogado!
¡Ni alcoholizado!
¡Ni es un sueño!
Esto es real wey.
Completamente real."

Me repito una y otra vez a mi
mismo. No me va a caer la ficha en un buen rato. La mala suerte de autopadecerme.

Emprendo mi camino con el corazón casi salido de mi pecho, la respiración a mil por ciento y mis mejillas todas acaloradas.

Podría incendiarme ahora mismo.

Esto es Valentina.

" No será tan distinto amarte y olvidarte, no lo será.

Se que pronto ya no pasará nada,
que este mar me traerá las mismas olas, que estás malditas palabras ocuparán cada frase y pronto no tendré nada que contar que no hable de esta soledad obligada, de este agujero inesperado, de este abandono tuyo tan frío y distante, de este dolor que me encierra con llave al alma, de este vacío irreparable donde ya no cabe nadie.

Nadie que no seas tú.
     
                                       "Elvira Sastre"

                                (...)

Buenas!
Aquí les dejo otro...
Necesito comentarios.
¿Expectativas?
Los quiero y gracias.. siempre mil gracias por leerme.🤗🌈💜