POV STEPHEN
El tío este no esta jugando limpio, la mitad de los golpes que esta dando no están permitidos pero parece que nadie se da cuenta. Aprovecho el descanso para beber un poco de agua y recuperar fuerzas. Mi vista se pasa por donde tenia que estar la niñata pero no la veo, intento recordar las palabras de David, ella no esta asustada por verme así, no se ha ido por eso.
Creí que no iba a venir, cuando la he visto en la entrada de mi camerino de repente he sentido eso que me llevaba faltando todas estas semanas, tranquilidad. Aun no se me quita la cara que ha puesto cuando le he robado ese beso y no sabe las jodidas fuerzas que me ha dado para el combate. Voy a ganarlo y a arreglar las cosas con ese angelito.
Escucho la campana y doy otra vez un recorrido con la mirada pero sigo sin verla, no puede haberse ido otra vez. Me concentro en mi contrincante, tengo que acabar contra antes para poder ir a buscarla. No ha pasado ni 2 minutos cuando escucho a alguien llamarme me giro dos segundos los cuales aprovecha mi rival para darme un puñetazo que me deja unos momentos aturdidos pero no los suficientes para darme tiempo de apartar a la persona que se ha puesto delante mía. ¿¿¿¿Carol????
- ¿¿¿¿ESTÁS LOCA????- no puedo evitar gritarle ¿¿como se le ocurre meterse en mitad de una pelea??
- TE QUERIA MATAR, LLEVA UNA NAVAJA EN EL GUANTE- en ese momento me giro viendo como el presentador sube para descalificar a mi rival, el cual mira al angelito con cara de pocos amigos.
- Eres una mocosa que no sabe dónde se ha metido- la pongo detrás mia intentando controlarme para no saltar encima de el.
- No vuelvas a dirigirle la palabra en tu puta vida. Tú si que no sabes con quien te has metido, esto no se queda asi. ¡¡¡ LLEVARSELO DE AQUÍ!!!- me giro al ver a la niñata que no tiene muy buena cara.
- ¡¡¡¡Ni se te ocurra volver a subir en mitad de una pelea!!!!, si te hubiera dado ese puño no lo habrías contado- al ver que no me mira le agarro de la barbilla para que me mire pero algo en su mirada hace que mis alarmas se enciendan.
- Stephen creo que algo no va bien...
La agarro a tiempo antes de que se caiga al suelo dándome cuenta que cae sangre por debajo de su chaqueta. ¡¡MIERDA!! La cojo en brazos y la llevo corriendo a mi camerino siendo seguido por los demás. Los de seguridad me hacen paso entre la gente y entro corriendo a la habitación.
- David tráeme el botiquin de primeros auxilios ¡YA!- la tumbo con cuidado en el sofá quitándole la chaqueta- Joder...- tiene una raja en el brazo, no es una herida muy profunda no creo que necesite puntos. Como vuelva a ver otra vez a ese gilipollas no sale vivo.
- Steph...- dice abriendo los ojos.
- Niñata a ti te gusta esto de darme sustos ¿no?- se ríe un poco mientras le ayudo a levantarse.
- No era mi intención- al ver el brazo y ver tanta sangre se alerta.
- Es superficial, no te va quedar marca solo que la sangre es muy exagerada- asiente con la cabeza- Esto te va a escocer un poco- la levanto sentándola encima de una mesa para que quede a mi altura colocándome entre sus piernas.
- Eres una cabezota, no te tendrías que haber metido- aprieto la mandibula al pensar que le podría haber pasado algo mas grave. La primera regla de un combate es no meterse entre los dos combatientes y ella la ha roto nada más llegar. Cuando escuché su grito me pensaba que le había pasado algo.
- No iba a dejar que te pasara nada, te podrían haber herido de gravedad- la miro a los ojos cuando termino de desinfectarle la herida, tiene el labio de abajo mas hinchado de lo normal demostrándome que aunque no se había quejado le había dolido. Intento mirarla a los ojos pero mi vista se dirigen hacia su boca.
- Lo que a mí me pase da igual, tú has salido herida- me acerco quedándome a centímetros de su cara.
- A mi no me da igual...a mi me importa...- veo como baja su vista a mis labios sintiendo su aliento a centímetros de los míos.
- MORENAAAAA ESO HA SIDO INCREIBLE- se aparta corriendo mientras yo maldigo en mi interior- ¿Interrumpo?- dice David al ver mi cara de querer matarlo.
- No, tranquilo, no pasa nada- al mirarla veo que esta sonrojada y sonrío sabiendo que es por lo que acaba de pasar.
- Eres una crack, es la primera vez que veo a alguien a subir al ring, quien iba a decir que una persona tan pequeñita tuviera tantas agallas.
- Yo no soy pequeñita- dice poniendo morritos. No puedo evitar mirarla divertido mientras me giro para coger mis cosas.
- Claro que si enana.
- Auuch- me giro y veo como David ha posado su brazo por sus hombros dandole en la herida. Me acerco a ellos y le aparto el brazo.
- Ten cuidado donde metes las manos.
- Ha sido sin querer tío- dice riéndose.
- Haber si a mi se me va escapar un puño sin querer- escucho una pequeña risa y al levantar la mirada veo a la niñata aguantándose la risa. Le cojo el brazo y le vendo la parte afectada para que no le roce mientras escucho su conversación con mi amigo. Cuando acabo la cojo de la cintura bajándola de la mesa ante su sorpresa.
- Toma ponte esto e intenta no hacer mucho esfuerzo con el brazo- le entrego una de mis sudadera que utilizo para entrenar la cual tiene escrito en la parte trasera "Diablo". Veo como se la pone y le queda por mitad del muslo, muerdo mi labio intentando aguantar las ganas que tengo de tirarme encima de ella y besarla. Encima ahora con mi sudadera parece mas pequeña y parece que puedo llevármela en el bolsillo.
POV CAROL
Siento la mirada de Stephen recorrerme de arriba a abajo y se que aunque no quiera tengo que estar mas roja que un tomate. No estoy acostumbrado a que un chico me deje su ropa y la suya huele malditamente bien. Aparto la mirada intentando no mirarle demasiado me pone nerviosa.
- Bueno ¿vamos a tomar unas cervezas para celebrar la valentía de la morena?- dice David cuando llega Mónica después de haberme echo un análisis por si estaba bien.
- Claro, quien iba a pensar que la que se iba a subir a un ring ibas a ser tu, la loca de las dos soy yo- dice riéndose. Me rio con ella porque se que es verdad. Me llegan a decir hace unos meses que iba a hacer eso y no me lo creo.
- Muchas gracias chicos pero estoy un poco cansada y prefiero irme a casa. Eso si os tenéis que tomar una a mi salud.
- Eso esta hecho morena, ¿te acercamos a tu casa?- siento la mirada de Stephen todo el rato en mi y eso no ayuda a mi nerviosismo.
- No tranquilos mi casa pilla lejos del bar, cojo un taxi no os preocupéis.
- ¿Segura amiga?- dice Mónica. Asiento con la cabeza y le doy una sonrisa tranquilizada. Es verdad que me duele un poco el brazo pero puedo valerme por mi sola.
- ¿Stephen vienes?- dice David introduciéndolo por primera vez en la conversación.
- Paso ha sido un día duro.
- Pues rubia me parece que esto se ha convertido en una cita- dice cogiendo a Mónica de la cintura y dandole un beso. Por un momento pienso que se sentirá tener alguien que te quiera de la misma manera que se quieren ellos dos pero desgraciadamente yo no tengo esa suerte. Cuando los veo salir por la puerta me giro para coger mis cosas e irme a mi casa, tengo unas ganas de estar en el sofá y ver una película.
- Bueno yo... yo me voy... ehh gracias por lo del brazo...- veo como sonríe ante mi nerviosismo y no puedo evitar maldecir internamente. Porque me pongo nerviosa es solo un chico, es... es solo Stephen James...- ehh adiós- digo yendo hacia la puerta pero cuando voy a salir veo que se pone delante de la puerta impidiéndome el paso.
- ¿A dónde vas?- dice mirándome con una sonrisa de lado- Tú y yo tenemos que hablar.
- ¿Te importa hablar mañana?Llevamos dos semanas sin hablar no pasa nada por un día más, tú estas cansado y yo también. Quiero llamar a un taxi antes de que se haga de noche- de verdad que quería arreglar las cosas con él pero después de todo esto lo único que quiero es llegar a mi casa y tumbarme tranquila. Cada vez que hago cualquier movimiento me duele mucho el brazo pero prefiero no decir nada. Ya sé cómo se pone Stephen cuando estoy mala y no quiero volver a sentirme inútil.
- Tu no vas a coger ninguna taxi yo te llevo.
- ¿Qué? No hace falta enserio, no te tienes que sentir con la obligación ni nada...- pero me interrumpe antes de que pueda terminar de hablar.
- Niñata te han dicho alguna vez que hablas mucho- dice poniéndome la capucha de su sudadera y tirando de los cordones para que no pueda hablar.
- Eres un abuson- digo dandole un golpe en el hombro desapretando el nudo para poder ver. Lo escucho reírse e intento reprimir la sonrisa que me causa verlo así.
- Soy "el diablo" nena- dice acercándose a mí e inclinándose a centímetros de mi cara- Y ahora vamos a salir de aquí, los angelitos primero- cuando miro hacia atrás veo que se había acercado tanto para abrir la puerta ya que yo estaba casi pegada a ella.
- Y vamos a hablar en tu casa, tú podrás aguantar un día mas pero yo necesito arreglar las cosas ahora.