Atrévete Conmigo

By almudeeniis

422K 23.9K 4.7K

Una única palabra, vacaciones Andrea y sus amigas deciden hacer un viaje juntas antes de que cada una vaya a... More

Prólogo
Personajes
Playlist
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42 (FINAL)
Epílogo
Agradecimientos
Valeria y David...

Capítulo 24

7.8K 485 47
By almudeeniis

Andrea

—¡Por fin, chavales! ―exclama Adri, adentrándose en el que sería nuestro apartamento durante la semana del festival.

Resulta que nuestro apartamento está a hora y media en coche del lugar donde se celebra el festival. Y como comprenderéis, nadie está dispuesto a hacer de chófer porque eso implica no beber nada de alcohol, así que todos estuvimos de acuerdo en alquilar un ático para pasar la semana.

¿Podríamos haber elegido la acampada? Sí.

¿Quisimos? No.

La verdad es que estuvimos debatiendo si hacer acampada, la idea de llevarnos la experiencia completa era tentadora. Todo cambió cuando Adri dijo que podía conseguirnos un apartamento al lado del recinto, estaba claro que él no quería dormir en una tienda de campaña, y no le costó mucho convencernos de pagar un poco más a cambio de tener habitaciones propias y ducha.

Evidentemente, accedimos.

Y aquí estamos

―Sigo asimilando lo poco que pagamos para lo increíble que es esto ―comenta David, dando vueltas por el apartamento.

—Y para la ubicación que tiene —concuerda Valeria alegremente, volviendo de inspeccionar la terraza.

Ambos se miran durante breves segundos y asienten, dándose la razón mutuamente.

Los demás estamos amontonados con las maletas en el salón comedor, pero eso no nos impide apreciar lo grande y bonito que es el ático.

―¿Soy genial o no? ―sonríe Adri, caminando hacia la cocina—. Ventajas de conocer al propietario.

Nuestro amigo vuelve con un vaso de agua y, tras darle un sorbo, lo deja sobre la mesita. Entonces nos mira y se frota las manos.

—Bien, ahora toca la parte complicada ―comienza—, el reparto de habitaciones. Hay dos habitaciones con cama de matrimonio, una con literas y el sofá cama.

Todos nos miramos entre nosotros, está claro que esto va a ser una batalla campal por las camas matrimoniales.

―¿Y a qué esperamos para echarlo a suertes? ―pregunta Val, emocionada.

No creo que sea necesario decir que soy bastante competitiva, quizá un poco caprichosa también.

Quiero, más bien necesito que una de esas habitaciones sea mía

―No es por nada, pero ¿sabéis lo que os digo? ―miro a mis amigos con una gran sonrisa.

―Ni se te ocurra hacer lo que creo que vas a hacer ―me advierte Val, previendo mi siguiente movimiento.

Diría que lo siento, pero no lo siento en absoluto.

Como dirían mis hermanos cuando me enfado porque desaparece mi comida: el que no corre, vuela

―¡Una de esas camas de matrimonio es mía! ―grito, al mismo tiempo que empiezo a correr por el pasillo.

Al parecer el universo y la suerte están de mi lado. De casualidad, doy con una de las habitaciones y cierro antes de que Val me haga un placaje de los suyos.

Jaque mate amigos

―¡Andrea abre la puerta! ―me exige la rubia, golpeando la puerta.

―¿Te he dicho alguna vez lo molesto que es que me conozcas tan bien? ―le digo, tirándome sobre la cama.

Y menudo colchón madre mía, tengo que dormir aquí cueste lo que cueste.

―Te jodes ―me responde.

―Te quiero ―chillo de vuelta.

―Quiéreme menos y abre la puerta ―esta vez aporrea la puerta con más fuerza—. Mira que la tiro abajo.

—Pues pagas la fianza —me burlo.

—Andrea...

―Ya voy ―me levanto de la cama perezosamente y camino hacia la puerta para abrir.

Cuando abro siento cada una de las miradas de mis amigos sobre mí y no puedo evitar sonreírles con inocencia.

―Dame una sola razón por la que debas dormir en esa cama ―exige Val—. Una y es tuya.

—Si no duermo bien vais a tener que aguantar mi mal genio estos días.

—No me sirve —niega la rubia, empezando a caminar de vuelta al salón.

—¡Espera! —la detengo.

Todos me miran expectantes.

Ahí va amigos míos

No quería recurrir a temas turbios, pero me lo pedís a gritos...

―No creo que sea algo agradable que nos pilléis a Pablo y a mí en pleno confeti en el sofá ―me encojo de hombros—. Y en las literas...pobre del que la comparta conmigo si me toca.

Entonces, me apoyo contra el marco de la puerta y añado:

―Vosotros no tenéis ese problema —me cruzo de brazos—, ¿o sí y no estoy al tanto? —espero su respuesta mientras disfruto del ambiente de incomodidad que acabo de crear.

David y Valeria me miran horrorizados.

Javi y Sofía se hacen los locos.

Adri pone una mueca de resignación y Pablo sonríe satisfecho, al final esto le favorece.

―¿Nosotros? ―inquiere Sofía, siendo la más rápida en reaccionar. Se señala a ella misma y a mi primo y niega con la cabeza—. No.

―Ni por todo el oro del mundo ―concuerda David.

Valeria resopla al escuchar el comentario.

—A ti no te toco ni con un palo, cerdo.

—No decías eso hace unos días —David sonríe de forma arrogante—. ¿Quieres que te refresque la memoria?

Los dos se miran de manera desafiante durante unos segundos. Decido intervenir antes de que estos dos lleguen a las manos.

―Bueno, pues lo que decía desde el principio ―esbozo una sonrisa triunfal—. La habitación es mía.

―Capulla con suerte ―murmura Val―. Vamos a sortear el resto —les dice a los demás.

Después de sortear las habitaciones la situación es la siguiente: Paula y Adri duermen en el sofá, Javi y Sofía en las literas y David y Valeria en la otra cama matrimonial.

―Que sepas que si duermo contigo es por la cama ―oigo decir a Val—, no te emociones.

―Repítelo hasta que te lo creas, rubia ―le responde David.

Me río al verlos, son tan parecidos...En realidad son tan para cual, pero tienen una necesidad insana por intentar quedar por encima del otro.

Estoy ordenando mis cosas cuando siento que los cálidos brazos de Pablo me rodean desde atrás.

―¿Siempre consigues todo lo que te propones? ―me susurra al oído.

―Es una de mis grandes habilidades ―sonrío, dándome la vuelta para encararle.

—Eso ha sido juego sucio...

—Sucio es todo lo que podremos hacer sobre esa cama gracias a mí —sonrío, tirando de su camiseta para acabar con el poco espacio que nos separa.

Junto nuestros labios e invado su boca con mi lengua, Pablo desliza las manos de mi cintura a mi culo y lo masajea haciendo que se me escape un gemido de placer.

―¡Oh joder! ―escuchamos la voz de Adri desde el pasillo―. Cerrad la puta puerta.

―¡No hagáis mucho ruido! ―grita Sofía.

Serán cabrones todos.

Pablo y yo nos separamos cuando Javi aparece con cara de pocos amigos por la puerta. Mi primo señala al castaño con el dedo y dice:

―Como me entere de que te tiras a mi prima estando yo bajo el mismo techo la tenemos —advierte.

Pasea la mirada entre los dos y yo tengo que hacer un gran esfuerzo de contención para no reírme de su intento de amenaza.

―Déjalos en paz ―le regaña Sofía.

Mi amiga le da un codazo a mi primo, que tras darnos una última mirada de advertencia, se pierde por el pasillo.

Miro a Pablo, el cual está bastante divertido por la situación. Después de la interrupción de nuestros amigos decidimos darnos una ducha y arreglarnos para salir. El hecho de que hubiese dos baños facilitaba las cosas, pero no dejábamos de ser ocho personas.

Si yo pensaba que lo de las habitaciones había sido una batalla campal, esto era peor. Nos habíamos declarado la guerra por uno de los baños.

Por suerte, los conciertos de la tarde no le interesaban a nadie así que ganamos un poco más de tiempo para usar los baños. De esta forma, también reservábamos nuestra energía para darlo todo en los conciertos de la noche.

Después de cenar en un restaurante cercano, decidimos que es hora de irnos para coger buen sitio dentro del recinto.

―¡Hora de ir a por alcohol! ―dice Adri, emocionado.

Caminamos hasta su coche y abre el maletero. Todos le miramos con sorpresa al ver que tiene todo repleto de botellas de ron.

¿Esta gente piensa beberse todo eso?

―¿Has arrasado con todos los supermercados de Valencia o qué? ―inquiere Paula, alternando su mirada entre el maletero y Adri.

—Por lo que sé aquí hay un único supermercado donde compra todo el mundo —informa nuestro amigo—. No me gusta esperar largas colas, tampoco pensar en la posibilidad de quedarme sin alcohol y mucho menos perder el tiempo que podría dedicar a disfrutar de los conciertos ―explica él, pasándonos todo tipo de bebidas.

—Tienes una mente brillante, Adri —le digo.

Después de su explicación no nos queda nada que rebatir, así que entramos al recinto donde tiene lugar el festival. El lugar está repleto de gente de nuestra edad y la música del momento resuena por los altavoces.

Gracias a la mente privilegiada de Adri encontramos sitio muy cerca del escenario. Después de la actuación de algunos artistas famosos, llaman al escenario a un dj bastante conocido por aquí para que pinche el resto de la noche.

Según avanza la noche el recinto se va llenando. Hay buen ambiente, la gente va más borracha y de vez en cuando recibimos algún que otro empujón, pero no hay movidas.

―¡Tía esto es una pasada! ―exclama Val―. El dj está tremendo, ¿crees que podría ligármelo? ―prácticamente me grita para que la escuche por encima de la música.

Yo asiento efusivamente.

―¡Tía mírate! ―la señalo―. ¡Por supuesto que sí! —exclamo, a lo que ella me responde alzando su cubata, para después llevárselo a los labios y darle un gran sorbo.

Val va en busca del Dj y no puedo evitar sonreír. Doy un sorbo a mi bebida y miro a mi alrededor, en ese momento me percato de que ninguno de mis amigos está alrededor. Intento buscarlos entre el mogollón, pero resulta difícil con la gente saltando y gritando borracha.

—Parece que no soy el único que ha perdido de vista a sus amigos ―me dice un chico.

―Estaban a mi lado hace unos minutos, no pueden estar muy lejos.

El chico me ofrece una sonrisa coqueta. Es alto, tiene el pelo rubio oscuro y unos grandes ojos verdes.

―Soy Gabriel ―se presenta.

―Andrea ―le digo de vuelta.

―Si tuviera una amiga tan guapa no la perdería de vista ―vaya, este chico va directo.

Justo cuando voy a responder veo a mis amigos y a Pablo buscándome.

―Ahí están —señalo al grupo—, espero que encuentres a los tuyos ―le digo, empezando a caminar en su dirección.

Tengo que darme prisa no vaya a ser que los pierda de nuevo

―Espera, dame tu Instagram ―me pide sacando su móvil del bolsillo.

Se lo dicto y rápidamente vuelvo con mis amigos, que miran por detrás de mi hombro cuando me acerco hacia ellos.

―¿Quién era ese? ―pregunta Pablo, acercándose a mí para cogerme de la mano.

―Nadie importante no te pongas celoso ―le sonrío, antes de darle un beso.

Pablo y yo pasamos el resto de la noche bailando, dándolo todo al ritmo de la música. En cuanto a los demás, hubo un poco de todo durante las siguientes horas:

Paula no dejó de lloriquear por Rubén, decía que le dábamos envidia y que lo echaba mucho de menos.

Sofía y Javi se limitaron a darse celos hablando con otras personas.

A David lo perdimos de vista unas cuantas veces porque se iba a hablar con grupos de chicas y Valeria estuvo gran parte del tiempo intentando seducir al dj.

Adri, por su parte, se dedicaba a dar picos a cada persona que veía.

―¡Familia tengo que contaros algo! ―grita Adri por encima de la música cuando consigue reunirnos a todos―. Llevo tiempo queriendo deciros que soy bisexual, y no encontraba la forma de hacerlo así que creo que este es un buen momento. ¡Soy bisexual! —vuelve a recalcar.

―¿Y qué pasa? ―respondo yo, siendo la más rápida en reaccionar.

―No sabía cómo ibais a reaccionar ―se encoge de hombros.

¿Nuestra reacción? Es su vida, puede compartirla con quien quiera.

Aunque, en el fondo puedo ver que tiene miedo de que sus amigos no lo acepten como es.

Momento decisivo no solo para él, sino para mí también

―Tío Adri te queremos por lo que eres como persona no por quien te guste o deje de gustar —le dice Pablo. Javi y David asienten rápidamente.

Sonrío satisfecha, no soportaría que lo tratasen de otra forma.

―Os quiero ―nos dice con sinceridad.

―Y nosotros a ti, chaval ―Javi le palmea la espalda.

David se une al abrazo de los chicos y bromea:

—Entonces...¿soy tu tipo? —arquea una ceja.

—Javi me gusta más —lo molesta, y todos reímos al ver la cara decepcionada de David.

Tras la confesión de Adri cada uno vuelve a lo suyo. De vez en cuando me invento algún baile absurdo que vaya al ritmo de la música y los demás se unen.

Ya he perdido la cuenta de los cubatas que llevo, sólo sé que me dejo llevar al ritmo de la música como si no hubiera un mañana

En un momento dado Pablo me enmarca la cara con las manos y me hace mirarlo a los ojos.

―Parece que esta noche va de confesiones ―me dice.

Apoyo mis manos sobre las suyas y sonrío ampliamente.

—¿Tienes algo que decirme? —pregunto intrigada.

―No creo que sea ningún secreto ―se encoge de hombros, sin apartar su intensa mirada de mí—. Me estoy enamorando de ti.


¡Hola! ¿Qué tal estáis? Espero que os haya gustado el capítulo

Mis ganas de repetir el verano va en aumento por culpa de todos estos... Pero la realidad es que el curso solo acaba de empezar. Mandadme mucho ánimo que lo voy a necesitar jajajajajjj

Os recuerdo que podéis seguirme en tiktok o en insta, que estoy bastante más activa que por aquí.

No olvidéis que me hacen mucha ilusión vuestros ⭐️ y 💬. ¡Nos vemos en el próximo capítulo! Cuidaos. 🧡

Continue Reading

You'll Also Like

4.9M 428K 80
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...
798K 48.6K 41
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
303K 11.8K 41
Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que busc...