Permanecían sentados uno frente al otro en ese local y como había prometido había comprado carne la que descansaba sobre la parrilla frente a ellos, Jeon comía arroz y Jimin le miró molesto.
- Te vas a llevar con el arroz y dejaras la carne! - Dijo ya que la carne le había costado más de lo que hubiese deseado gastar, Jungkook levantó la mirada y sonrió con la boca llena.
- Tengo bastante espacio! - Se defendió mirando como el rubio volteaba los trozos jugosos y ponía algunos vegetales a un lado.
Era extraño, estar con Jungkook en esos momentos se sentía tan natural como si llevaran años conociéndose a pesar de no saber en realidad nada del otro o al menos Jeon no sabía nada de sí o su pasado. Cuando la carne estuvo lista comenzaron a comer compartiendo una charla de lo más inocente y entre sus respuestas automáticas y cada bocado se encontró con los grandes ojos del joven alfa, preguntándose si esas iris seguirían viéndole de esa forma pura después de saber lo que había hecho hace ya tantos años, en ese momento hubiese deseado una cerveza pero planeaba conducir y entonces habló.
- Quieres acompañarme? - Preguntó sin especificar a donde exactamente pero eso poco le importó al menor quien asintió de inmediato como si no necesitará saber el destino, solo le importaba estar a su lado y de alguna forma se sintió incómodo.
- Deberías comer más... - Escucho salir de esa boca para ver como esos palillos dejaban en su plato un trozo de carne.
- No tengo tanto apetito como tú... - Dijo en respuesta pero de todos modos acepto aquel gesto y devoró la carne.
La comida había estado deliciosa y Jeon había bebido un poco por no decir bastante, no estaba realmente borracho más bien lucía bastante bien después de dos jarras de cerveza, lucía alegre y se pegaba a él como un cachorrito deseosos por ser mimado.
- Camina más rápido... - Dijo tomando la mano del menor quien se abrazó a su brazo lo más pegado que podía, Park suspiro sin ser capaz de negarle el contacto y luego de unas cuántas cuadras llegaron al hotel donde Jimin se había estado quedando pero no entraron, en cambio el rubio le guío hasta una camioneta negra bastante grande. - Entra! - Le ordenó para abrir la puerta del copiloto donde quedó estampado por el cuerpo del menor.
- Jimin... - Le llamó entre besos pero Park se las arregló para alejarle ya que no planeaba tener sexo en esos momentos.
- Basta! No! - Dijo empujando al muchacho dentro del vehículo y cerrando la puerta para así rodear la camioneta y subir del otro lado. - Pensé que estabas bien pero estás ebrio... - Habló en un tono severo comenzando a regañarle pero las palabras murieron en su boca al ver a Jeon dormir plácidamente, suspiro cansado y se acercó para abrochar el cinturón de seguridad al menor y luego hizo lo mismo con el propio.
Había conducido con su mente repleta de pensamiento del pasado, estaba tan ensimismado que las horas pasaron como minutos y al llegar el sol apenas salia en el horizonte. Sin más estacionó y apagó el motor, se bajó de la camioneta y se adentro en una de las tiendas para comprar café y algunas galletas, volvió sobre sus pasos para volver al vehículo que Jin le había prestado, dejo los bocadillos a un lado y se concentró en beber su bebida caliente.
- Qué hacemos aquí? - Dijo con la voz somnolienta tallando se los ojos y sentándose derecho sobre el asiento, el aroma a café intenso le había despertado.
- Querías conocer más de mí, verdad? - Contesto el rubio quien le entregó el paquete de galletas.
- Hum! - Asintió cerrando los ojos nuevamente pero recibió un pellizco sobre su nariz lo que le obligó a mirar al responsable de tal acción. - Duele! - Dijo mirando con los ojos llorosos al rubio y cuando esté le soltó le arrebató el café de las manos.
- Hey! - Gritó el mayor. - Creí que no te gustaba el café! -
- No me gusta pero estoy sediento... - Dijo dándole un largo trago observado de reojo la expresión de disgusto que el mayor puso al ver que su café había sido bebido hasta la última gota por el menor. - Miento, estaba muy bueno! - Agrego con la intensión de molestar al mayor y se regocijó al ver como esté apretaba los labios en un gesto de obvia molestia pero su festejo duró poco, esa boca sumamente apetecible impacto contra la propia, Park le beso con insistencia de una forma casi salvaje donde su húmeda lengua casi ahoga al menor y entonces se alejó.
- Sabe mejor de tu boca... - Dijo haciendo que Kook sonrojarse hasta las orejas. - Come tus malditas galletas y deja de hacerte el listo... - Agrego sobre el oído del menor en un ronroneo que fue sumamente grave y de alguna forma amenazante pero seductor.
Jimin bajo del vehículo luego de eso y tomó su nuevo café apoyado en la pared de la tienda siendo observando por Jeon quien no resistió más y bajo para pararse junto a él. Luego del descanso caminaron hasta el cementerio y de inmediato dirigió la vista al mayor quien se había alejado para comprar un ramo en una pequeña florería a un lado, mentiría si dijese que no había esperado algo así, Park no parecía proceder de un hogar funcional pero a diferencia de él podía intuir que su pasado era incluso más cruel que el propio.
Caminaron por el lugar hasta una lápida que lucía bastante abandonada y vio a Park quitar las hojas secas que había caído de los árboles aledaños para poner ese ramo de flores allí. Jungkook leyó el nombre y miró el perfil de su compañero.
- Es mi madre, murió un año después de que me fui... -Dijo sin necesidad de escuchar al menor. - A pesar de todo su salud siempre había sido buena pero yo le hice enfermar al irme y estoy seguro de que se decepcionó de mi por lo que hice... - Agrego bajando la mirada.
- No creo que haya sido tu culpa... - Dijo en un intento de consolar al mayor quien permanecía con la mirada fija en esa lápida.
- Asesine a ese hombre que pagaba las cuentas y quien nos mantenía, nunca creí deberle algo pero en verdad lo odiaba con todo mi corazón, él siempre gritaba y la golpeaba... Él intento matarme y luego quiso violarme. - Comentó sin mostrar emociones manteniendo un semblante serio. - Trato de justificar mi error pero sé que en el fondo disfrute hacerlo... Aún si era el peor hombre sobre la tierra, qué me hace distinto a él?- Se cuestionó para mirar al castaño.
- No eres como él... - Dijo tomando la mano del rubio. - Tú me salvaste, me diste esperanza y valor - Agregó mirándole con seriedad y pronto ese rostro serio fue adornado nuevamente con esa sonrisa cálida que caracterizaba al menor. - Siempre estaré agradecido! -
- Jungkook... - Jimin le miró con los ojos cristalinos dispuesto a esconder su mirada pero el castaño se acercó hasta juntar sus frentes mirándole con más que amor sobre sus pupilas.
- Me gustas... - Soltó sobre el rostro ajeno liberando su aliento caliente sobre los gruesos labios.
- Si... - Dijo y entonces continuó con dificultad. - Tu también a mi. - Dejó escapar para ganarse el llanto del menor, en verdad Jeon lloraba por todo pero era lindo de todas formas, con rapidez abrazo al castaño y allí frente a la tumba de su madre beso esa boca luego de confesarse y sonreír con sinceridad como hace mucho no había hecho. - Ya no llores! - Insistió deslizando sus manos hasta ese rostro limpiando con sus pulgares las lágrimas que brotaban de esos ojos.
- Lo siento! - Se disculpó el menor recibiendo besos cortos sobre sus labios y ante esas acción cariñosa volvió a sollozar solo que esta vez se abrazó con fuerza al rubio, se sentía en las nubes al ser por fin correspondido y amado como siempre había deseado su corazón.
•••
Jimin le llevo hasta su viejo apartamento, al entrar se encontró con ese lugar aún rebosante de la encantadora esencia del rubio, era un lugar pequeño y algo desordenado pero no duró mucho tiempo contemplando ya que los cálidos brazos de Park envolvieron su cintura para regalarle un beso. Una vez más esos labios le transmitían calidez muy distintos a los besos que ha habían compartido cuando apenas se conocieron.
Las caricias comenzaron a intensificarse y aún algo nervioso llevó sus manos a los redondos glúteos del mayor, le gustaba ese cuerpo masculino y fuerte pero ese trasero redondo y esponjoso terminaba por seducirle. Recibido la aportación de Park metió sus manos en los pantalones del mismo para tocar esa piel suave, sabía que ese hombre le amaba de igual forma y deseaba fundirse en cuerpo y alma con ese chico.
Se quitaron la ropa el uno al otro acariciado sus cuerpos y besando su piel, se abrazaban y volvían a besarse por completo ensimismados en el placer que cada caricia dejaba sobre su piel, ambos jadeante y gemían frotando sus erecciones con suma lentitud. Jungkook se subió sobre el cuerpo desnudo de su amante para besar esa boca y acariciar esas piernas masculinas. Jimin abrió las piernas sintiéndose incluso avergonzado, Jungkook parecía incluso más nervioso de lo usual y sin detenerse a pensarlo demasiado
- Hazlo... - Insistió Jimin al mismo tiempo que acariciaba esos mechones oscuros.
- Jiminah! - Dijo en un jadeo abrazándose a ese cuerpo penetrándole con lentitud, el interior de Park estaba por completo húmedo y sumamente caliente, un gemido escapó sus labios ante esas sensaciones alrededor de su miembros y entonces abrió los ojos para observar la expresión acalorada del mayor. - Está bien? - Preguntó queriendo ir a un ritmo que él impondría y su aliento escapó de sus labios ante la expectación.
- No preguntes por todo... - Contestó abrazándose a esa pelvis con sus piernas aferrándose a las sábanas cuando Jeon comenzó a meterse de esa forma tan profunda y placentera que le hizo gemir.
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Jungkook bajo de la camioneta para encontrarse frente a ese lugar humilde pero acogedor, vio a Park cerrar la puerta del vehículo para caminar hasta él y tomar su mano. Su cara se torno roja y disimuló mirando al suelo enternecido al recibir atención especial de parte de ese chico del que sabía le amaba.
- Jiminie! - Escuchó y levantó la mirada para encontrarse con ese Alfa que había reconocido como el novio de su ahora amante, quien le había golpeado sin compasión en el pasado. - Oh! El chico maloliente... - Comentó llamando la atención de Jeon quien bufo un tanto molesto.
- Qué haces Taehyung? Por qué eres tan descortés? - Le regaño el pelinegro saliendo a recibirles. - No le hagas caso! - Dijo para animar a ese Alfa de cabellos castaños.
- Vamos... - Le jaló Jimin para que avanzara y así poder entrar.
Se sentía feliz, ahora era parte del mundo de Jimin y estaba más que satisfecho de estar junto a ese hombre, quizás el camino hasta allí habías ido difícil y había estado lleno de tropiezos pero habían valido la pena, sin ellos nunca siquiera hubiese llegado a ese corazón y si no hubiese tomado la mano de Yoongi en aquella ocasión quizás ni siquiera hubiese sido capaz de tomar la de Jimin en ese justo momento.
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