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Taehyung y Jin se mudaron a Seúl, Jin iniciaría sus estudios en la universidad y había conseguido departamento en el centro con ayuda de sus padres. Habían traído sus pocas cosas de la cabaña hasta allí en la camioneta y el camión de la mudanza se había encargado de los muebles el día anterior. Taehyung cargo un par de cajas para subir en el elevador junto a su amante y al llegar al octavo piso entraron a su nuevo hogar, Tae quedó impresionado de lo espacioso del lugar comparado con la pequeña vivienda en la que habían estado conviviendo este lugar parecía un lujo.
— Está bien, no? — Comento Jin al entrar a la sala donde estaba todo apilado aún y al final había una amplia ventana que dejaba mucha luz natural entrar.
— Cómo pagaste esto? — Preguntó dejando lo que cargaba sobre la encimera de la cocina.
— mis padres me ayudaron a pagarlo, no te preocupes por el dinero! — Dijo bastante satisfecho pero aún si sus padres le prestaban dinero debía pagar los gastos básicos pero ya había conseguido un trabajo de medio tiempo por ahí.
Jin se acercó al menor para besarle, las caricias comenzaron con besos suaves, los esponjosos labios de Jin acariciaban los propios en lo que parecía una danza amorosa y pasional, el sabor de esa boca era dulce y esos jadeos aumentaban su libido.
— Taehyung… — Le llamó sobre sus labios, el aroma de su amante era embriagante y sentía tantas ganas de abrazarse a ese cuerpo por completo desnudo. Tae pareció notar su necesidad para abrazarle de los glúteos y levantarle del suelo para arrojándole sobre el colchón que descansaba en el piso.
— Si me miras así como podré contenerme? — Le advirtió juguetón mirando esos ojos tan brillantes. No esperó más y levantó la holgada camisa del mayor para meterse bajo esta besando su piel suave y cálida.
— No seas tan agresivo… No iré a ningún lado! — Dijo jugueteando observando ese brillo especial en las azules pupilas de su amante.
— Lo sé pero te deseo demasiado...— Contesto volviendo a acariciar el torso contrario mordiendo esos pequeños pezones y saboreando todo a su paso. — Cuando llegue tu celo lo haremos toda la semana... No voy a soltarte y te haré gemir muy alto! — Dijo perdido en la esencia de ese hombre.
— Eso ya lo hiciste... — Dijo recordando el celo anterior que habían pasado en la cabaña, habían hecho mucho ruido en ese entonces ya que no tenían vecinos tan cerca pero ahora podían ser fácilmente escuchados por ellos y eso le daba algo de pena.
Taehyung acariciaba sus piernas para luego quitarle los pantalones, a pesar de todas las veces que habían visto sus cuerpos desnudos SeokJin seguía avergonzandose cuando empezaba a desvestirlo.
— No te averguences... — Dijo acariciando las suaves piernas del mayor para tomar ese miembro y masturbarle con lentitud.
— No puedo evitarlo! — Le grito y entonces recibió una fuerte mordida alrededor de su pezón, su cuerpo tembló y un quejido escapó de su boca.
— Me gusta esa expresión... — Dijo al ver como su amante gemía de forma placentera luego de recibir esa mordida, sabía que le gustaba esa clase de cosas y se regocijaba al saber que no debía contenerse que podía ser lo más salvaje que quisiera y Jin incluso le pedía más cuando le tomaba con violencia.
— Siempre eres tú el que está sobre mi... Hoy quiero complacerte — Dijo el mayor alejando al menor y subiéndose sobre su regazo.
Tae se sonrojo hasta la orejas y sonrió con nerviosismo, Jin se quitó su camiseta e incito al otro a lo mismo y ya ambos con los torsos al descubierto el mayor empezó a masajear el abdomen del menor acariciando esa piel hasta ese cuello ganándose jadeos graves de esa boca que le encantaba besar, sus pelvis se movía lento y suave sobre el bulto dentro de ese pantalón cómodo de gimnasia, vio a V morder su labio inferior expectante y excitado, un jadeos escapó de su propia boca cuando las manos de su Alfa cogieron su trasero y un par de dedos se abrió paso en su intimidad.
— Taehyung! — Gritó temblando comenzando a empujar su trasero contra esos dedos, su cuerpo estaba deseoso y no esperaría más, así que se levantó un poco para sacar la erección contraria de esa cárcel de tela y ese miembro golpeó su glúteo al rebotar pero Tae no dejaba de insistir con sus dedos dentro y gimió casi suplicante. — Quita tus dedos... — Tae sonrió satisfecho ante las súplicas de su amante y abandono esa caliente cavidad.
Jin se levantó para acomodar ese miembro en su entrada y bajo penetrándose con lentitud, su cuerpo entero se entumeció cuando este presionó un área sensible en sus entrañas y se quedó sin aire. Taehyung acaricio sus piernas y cintura con lentitud notando su letargo,
— Estás bien? — Preguntó buscando la mirada del mayor.
— Se siente bien... — Pronunció con la voz quebrada y sus ojos nublados en placer.
Jin saltaba sobre su miembro y no podía hacer más que echar la cabeza hacía atrás ante lo satisfactorio que estaba resultando eso, Jin lucía sumamente sensual, sus hermosos y gruesos labios cobraron un color rojizo intenso por los insistentes besos que repartía sobre su cuello y boca, Jin sabía cómo complacerlo pero pronto le vio moverse con dificultad como si estuviese demasiado sensible y le ayudo embistiendo le pero solo provocó que el mayor temblará eyaculando sobre su abdomen.
— Honey... — Le llamó el castaño excitado al ver lo sensitivo que era su lindo amante.
— Te deseo... — Dijo casi en un llanto temblando inmóvil esperando que su cuerpo estuviese listo para continuar. — Hazmelo más! — Tae respondió a sus súplicas y se sentó en la cama para abrazar ese cuerpo masculino oliendo esa esencia primaveral para hacerle el amor con pasión y desenfreno.
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Había pasado un par de meses desde que Yoongi se había ido, Jimin había conseguido un empleo de medio tiempo en una pequeña tienda de conveniencia y él en una librería a unas calles de la pensión donde se estaban quedando, Hoseok también vivía en el mismo edificio y es que había conseguido un trabajo como bailarín para una compañía. Suga había enviado sus cosas a pesar de estar molesto por la decisión que había tomado.
Vivir junto a Jimin era agradable pero desgraciadamente no se veían mucho ya que sus horarios eran muy similares, el dinero que ganaban era suficiente para pagar el piso, la comida y los gastos comunes pero desgraciadamente no alcanzaba para nada más, Jimin usaba muchas veces su ropa y la verdad no le molestaba verle usar sus sudaderas y camisetas que le quedaban más grandes de lo que hubiese imaginado.
— Por fin en casa... — Dijo en un suspiro estirando los brazos luego de llegar del trabajo, era de tarde y Jimin aún no llegaba, dejó su mochila sobre el sofá y encendió el pequeño televisor para ver una película que llamó su interés, entró en esa diminuta cocina para poner agua a hervir y preparar una sopa de fideos instantáneos, mientras esperaba caminó hasta el baño y frente a la tasa bajo su bragueta para sacar su miembro y comenzó a orinar como si hace un buen rato aguantará las ganas. La orina hacía bastante ruido al caer y chocar contra el agua del inodoro, concentrado en ello escucho la puerta de la entrada abrirse y no pudo evitar sentirse un tanto avergonzado al estar orinando con la puerta abierta, miró el marco de la puerta escuchando los pasos firmes que daba su compañero y entonces le vio asomarse.
— No te fijes... Solo busco los supresores! — Dijo el rubio parándose frente al lavabo para abrir el compartimiento detrás del espejo para sacar un frasco y abrirlo para tomar un par con agua del grifo. — No me mires mientras orinas...— Le regañó al darse cuenta de la mirada embobada del menor sobre si.
— Entonces no entres cuando orino! — Se defendió el menor ya terminado.
— Entonces cierra la puerta! — Le acuso Jimin mirándole de pies a cabeza.
— Por... Por qué debería? Ambos somos hombres y tú también lo haces! —
— Ahora es mi culpa? — Le recriminó Park ofendido como si él fuese un mal ejemplo.
— No es eso! Yo ni siquiera te molesto por ello! — Contesto un tanto irritado cuando Jimin le recriminaba un comportamiento que él también hacía por costumbre.
— Eso es porque me lo has visto un montón de veces y te encanta verlo... Siempre me lo estás chupando... — Dijo por último relamiéndose sus labios burlándose del castaño quien se puso completamente rojo.
— Agh! No puedo seguir con esto! — Dijo subiéndose la ropa interior y acomodando su pantalón para salir del baño y al dirigirse a la cocina abrió la llave para lavarse las manos ya que el lavado del baño era tapado por el mayor.
— Jungkook! — Escucho llamarle al rubio y luego de secarse las manos volvió la vista al mayor. — Por qué no me lo chupas ahora? — Preguntó al mismo tiempo que llevaba su mano a su entrepierna para presionar su miembro por sobre la ropa mirándole de forma lujuriosa y coqueta en una obvia acción seductora.
— No estoy de animo... — Contesto molesto por el comentario burlón que le había hecho Park antes y simplemente se dio la vuelta para verter el agua caliente sobre el embace de fideos instantáneos y taparlo para esperar a que estuviesen listos. Sus hombros se tensaron cuando esas manos se deslizaron por ellos y sintió ese cuerpo pegarse a su espalda.
— Eres tan fácil de leer... — Comentó ante las actitudes obvias de un niño molesto, debía admitir que molestar a Jungkook se había vuelto algo realmente divertido ya que este era para su sorpresa fácil de provocar y sobre todo celosos sin razón.— Quieres que te recompense? — Insistió bajando sus manos para sostener esa pelvis y luego deslizarse hasta la hombría del joven Alfa.
— Jimin... — Le llamó en un gemido cuando las manos del mayor comenzaron a frotar su erección cada vez más dura, Jimin le hizo voltear para apresar esos labios entre los propios en lo que era un beso posesivo y demandante.
Hace un tiempo que no tenían sexo y eso que vivían bajo el mismo techo pero habían estado ocupados con el trabajo y las practicas les dejaban agotados y al llegar a la cama simplemente se limitan a dormir. Su mente estaba entumecida con las agradables sensaciones que el rubio provocaba en su cuerpo y mente.
— Espera! Esta sucio! — Dijo en una jadeo que escapó de su boca cuando vio al rubio bajar besando su cuello y ese abdomen marcado por sobre la ropa, pronto esas manos se deslizaron por sus glúteos y así le tomaron con firmeza para evitar que escapara, Jimin bajo la bragueta de su pantalón con los dientes y le vio enterrar la cara en su hombría como si estuviera oliendo le con descaro. — Jiminah! —
— No seas tímido! — Le regañó sacando el miembro de su escondite viendo como esté estaba enrojecido y húmedo con el presemen, no se cansaba de verlo, jungkook en verdad era grande y viril, bastante contradictorio con su personalidad pero bueno no es como si la personalidad afectará en como luce el pene de un hombre. Park sonrió ante sus pensamientos idiotas y no perdió más tiempo observando para engullir ese caliente falo.
Sentía que terminaría solo viendo como su pene entraba en esa boca y chocaba contra la garganta de Jimin, era tan excitante que le era difícil mantener la compostura y ese chico entre sus piernas lo sabía muy bien. Le veía sacarle por completo y darle mordidas leves que le hacían retorcer entre dolor y placer, sus piernas temblaron ya cerca del orgasmo y como pudo cogió esos cabellos rubios para alejarle de su hombría pero termino eyaculando sobre su rostro.
— Lo siento! — Se disculpó jadeando y apenado luego de manchar esa atractiva cara con su semen.
— Tengo que tomar una ducha de todos modos... — Comento limpiando con su mano el semen que escurría por su barbilla. — A la mierda la ducha! — Vocifero al ver la expresión acalorada sobre las lindas facciones de Jungkook y se abalanzó sobre el para besarle con pasión y un poco de violencia.
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— Oh! Mierda! — Dijo en un jadeo cuando Jeon comenzó a moverse empujándose por completo entre sus entrañas, ya había olvidado cuando comenzó a disfrutar del sexo con Jungkook pero no le importaba ahora.
— Jimin... — Le llamó excitado por completo fuera de sí, ese acto era placentero y se sentía tan bien después de tanto tiempo, no se dio cuenta de en qué momento se había vuelto adicto a ese cuerpo, Jimin le había enseñado todo y ahora con más experiencia parecía ser incapaz de retenerse. — Te amo! Te amo... — Pronunciaba entre quejidos aferrándose a esa pelvis enterrando su boca en ese cuello mientras Park se sujetaba al sofá respirando de manera acelerada dejando escapar jadeos graves cuando el encantador chico sobre si le embestía con fuerza.
— Jungkook... — Gimió al sentir su orgasmo cerca pero las palabras murieron en su boca cuando vio a Hoseok parado en la puerta principal cargando una bolsa que tenía obviamente algún postre por el logo dibujado en ella. — Espera... — Dijo al ver a Suga asomarse y rápidamente vio al pelirrojo empujar al mayor fuera de allí cerrando la puerta, ahora se arrepentía de haberle dado una llave a Hoseok pero sus pensamientos se vieron difuminados por la sensación placentera entre sus entrañas.
Jungkook ni siquiera notó la intromisión y con la cabeza escondida en el hombro del mayor seguía con ese acto, pronto el sonido de sus pieles se hizo presente haciendo eco dentro de la habitación al igual que los quejidos y gemidos del castaño. Jimin tomó una de sus manos y ocultó su rostro en el brazo del sillón jadeando presa del placer, Jeon dio unas furiosas embestidas llegando al orgasmo ante la estrechez de ese trasero y beso con ternura el área detrás de la oreja del rubio dando una últimas embestidas profundas pero suaves.
— Lo siento... No pude contenerme. — Se disculpó exhausto acariciando la piel de ese torso.
— Me vine sobre el sillón... — Pronunció jadeando y dejando al menor besar su cuello. — Tú lo limpiaras! — Agrego por último empujando con delicadeza al castaño para que saliera de su interior.
— Quiero seguir... — Escuchó decir al Alfa menor quien emitía esas encantadoras feromonas y se sentó al otro extremo del sofá para mirarle suplicante por más.
— Vas a volverme loco! —
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Jin había ingresado a la universidad hace apenas un mes y la verdad ya estaba lleno de trabajos e informes, había dejado el trabajo de medio tiempo para concentrarse en los estudios y era Tae el que se encargaba del dinero y muchas veces hacía la cena ya que su amante estaba demasiado ocupado, no le molestaba pero SeokJin llegaba muchas veces al extremo de pasar la noche en la facultad estudiando con sus compañeros y le preocupaba que su salud se estuviese deteriorando por las pocas horas de sueño. Para su suerte hoy pasaron la noche juntos y se acomodaron en esa cómoda cama abrazados para dormir unas agradables ocho horas.
Dormía plácidamente cuando el sonido del agua le despertó, estiro su brazo esperando encontrarse con su amante pero en su lugar se vio solo en esa cama, miró la hora y aún era muy temprano para que Jin se alistara para ir a la universidad, sin más se levantó para ver qué sucedía y se paró fuera de la puerta del baño.
— Jin? — Le llamó preocupado y al escuchar los jadeos del otro lado de la puerta se apresuró a entrar encontrando al pelinegro abrazándose a la taza del baño. — Jin! — Grito preocupado arrodillándose a su lado acariciando su espalda viéndole vomitar.
— Ah... Perdón, te desperté... — Se disculpó y Taehyung frunció el ceño molesto.
— Si te sentías mal deberías despertarme! Me asustaste! — Dijo estirando la mano para jalar la cadena. — Aún quieres vomitar? — Preguntó ordenando el flequillo desordenado del mayor y cuando tocó el área se dio cuenta de que tenía fiebre.
— Estoy bien... — Contestó mirando al menor con una expresión más apagada de lo normal.
— Tienes fiebre, te llevaré a la cama! — Dijo para pasar esos brazos a su cuello para que se sujetará y entonces le cogió de las piernas y espalda cargándolo así devuelta a la habitación, le deposito sobre la colchón de su lado de la cama y entonces le arropó con las cobijas.
— Perdón... — Se disculpó nuevamente eran seguro las cuatro de la madrugada y Taehyung estaba despierto a pesar de que debía ir a trabajar a las siete.
— No te disculpes! — Le regañó besando las mejillas de su amante que lucía como un bollo envuelto tan solo con la cabeza fuera y entonces se apresuró para ponerse una camiseta y su chaqueta.
— Dónde vas? — Preguntó observando a su amante vestirse.
— Iré a la tienda por medicinas, solo serán unos minutos... — Dijo volviendo sobre sus pasos para checar nuevamente la temperatura y mirarle preocupado. — No tardo! — Se despidió para salir apresurado, ya en el elevador suspiro resignado, sabía que todo ese estrés le haría mal a Jin pero no era como si fuese y le dijera que dejase los estudios, no era su decisión y debía respetar los deseos de su pareja aún si estos traían de alguna forma consecuencias.
Los días trascurrieron y Jin asistía a la universidad como de costumbre pero aquel accidente le hizo preocupar, había insistido un par de veces con ir al doctor pero SeokJin se negaba diciendo que estaba bien. Se encontraba pensando en el estado de su amado mientras cocinaba la cena, el pelinegro llegó hasta él y le abrazo por la espalda sacándole de su ensimismado estado, Jin comenzó a besar su cuello y nuca con insistencia.
— Huele muy bien... — Dijo Jin acomodando su rostro en el hombro contrario observando esas verduras salteadas.
— Tengo un buen maestro! — Contesto sonriendo refiriéndose a su amado novio, quién se alejó con la intención de ayudarle a poner la mesa. — También es muy sexy! — Dijo con descaro dándole un palmada en el trasero.
El Omega rió ante las acciones coquetas de su Tae Tae y se arrodilló para sacar unas cosas del mueble pero cuando volvió a levantarse se mareo y sus piernas flaquearon.
— Jin! — Gritó alarmado cuando le vio desvanecerse y por suerte alcanzó a sujetarle para que no cayera sobre el piso de la cocina. — Te llevaré al hospital, no puedes seguir así! — Dijo sumamente preocupado.
— Sólo estoy cansado! Necesito descansar y estaré como nuevo!— Se excusó sonriendo y volviendo a ponerse de pie.
— Jin... — Taehyung le miró preocupado casi llorando y entonces recibió un cálido abrazo de su amante.
— Si estás tan preocupado te prometo que iremos mañana a primera hora! — Prometió acariciando los cabellos castaños de v y besando sus labios con dulzura.
El alfa acepto pero el aroma de Jin se sentía diferente no la había notado antes, este se había vuelto más dulce de lo que ya era pensó quizás que eran los supresores y simplemente ignoro aquello.
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Un grito le despertó de un salto y de inmediato observó es espacio vacío a su lado, se puso de pie y se encaminó apresurado al baño esperando encontrarse con el pelinegro vomitando pero no fue así. Su cuerpo entero se tensó al ver a su amado Jin arrodillado en el suelo del baño con rastros de sangre en sus piernas y aquel charco de un rojo profundo, las manos empapadas en sangre del mayor habían ensuciado las baldosas de la pared cuando había intentado levantarse, su estómago se contrajo como si estuviese frente a una escena de asesinato era demasiada sangre.
— Tae! — SeokJin tuvo que llamarle una vez más para que volviese en si y entonces se abalanzó sobre si.
— Puedes levantarte? — Preguntó intentando ponerle de pie pero Jin se quejó por el dolor. — Tranquilo, llamaré una ambulancia.— Dijo alarmado saliendo del baño para buscar su celular y llamar a emergencias.
— Taehyung... — Escuchó llamarle y volvió allí para poner una toalla entre sus piernas y abrazarle con fuerza.
— Estarás bien! — Intento tranquilizar al pelinegro pero la verdad él estaba incluso peor.
Descansaba sentado en la sala de espera, sostenía un vaso de café ya vacío, ya habían pasado unos treinta minutos y nadie venía hasta el para darle noticias. Decir que estaba preocupado era poco, su corazón dolía y cada latido era dado en agonía e incertidumbre, quería ver a Jin, necesitaba saber que estaba bien y entonces sus súplicas fueron escuchadas cuando vio al doctor acercarse a su persona.
— Él está bien? — Preguntó poniéndose de pie apenas vio al doctor acercarse.
— Él está bien, pasara la noche aquí para hacer observaciones y luego podrá volver a casa, debe descansar, puede estar un poco sensible por la perdida pero los abortos espontáneos son comunes en las primeras veinte semanas. — Aclaró y Taehyung parecía estar congelado, no sabía que su amado Jin esperaba un bebé y se vino a enterrar cuando ya lo había perdido, consternado llevó una de sus manos a su rostro sintiendo sus ojos arden apunto de llorar pero aguanto. — Su salud es buena y estoy seguro de que el próximo bebé será el bueno! — Le animo el doctor dándole palmadas en la espalda. — Ya puede pasar a verlo! Esta en la habitación del fondo! — Era una noticia desgarradora pero debía ser fuerte, conocía a su novio y sabía que debía estar culpándose a sí mismo por esto y no permitiría que tomara toda la responsabilidad.
— Jin... — Le llamó al verle mirar en dirección contraria cuando entro en la habitación, el mayor no mostraba la más mínima intención de establecer contacto visual. — Cómo te sientes? — preguntó tomando asiento a su lado para acariciar esos cabellos oscuros.
— Lo siento... — Se disculpó con la voz quebrada.
— No te disculpes, ninguno de los dos lo sabía... — Insistió sabiendo que en parte era su culpa por no notarlo.— Está bien, no te culpes por esto.— Dijo para tomar la cálida mano del pelinegro que descansaba sobre la camilla.
— Pero! — Jin por fin le dio la cara y sus hermosos ojos no eran más que lágrimas y tristeza, estaba muy mal y entonces dejo salir sus feromonas con abundancia para abrazarle y confortarle de ese modo.
— Está bien... — Insistió besando ese cuello y acariciando esa amplia espalda con lentitud. — Ya no llores! Me rompes el corazón... — Dijo alejándose un poco para mirar esos ojos oscuros y besar esos labios con ternura.
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Estoy encendida actualizando! 🙆💪 Disfrútenlo mientras dure!
Todo el Taejin que les debía 😋💪
Gracias por leer ❣💜