Se miraba frente al espejo, ese traje le quedaba a la perfección pero no era eso lo que le mantenía quieto en su lugar, tenía miedo y no ver a Jimin le ponía aun más ansioso. Debía armarse de valor pero no importaba cuanto se mentalizara, asesinar a alguien no era algo fácil, sin importar que se tratase de un mal hombre seguía siendo una acción sumamente difícil.
Arreglo su corbata por encima vez, retrocedió un par de pasos y retiro la vista del espejo para caminar al cuarto de baño, las plantillas de sus relucientes zapatos hicieron ese agradable sonido al chocar con el suelo de baldosas blancas. Estiró sus manos para quitar la tapa del estanque y se quedó helado.
— Dónde está? — Pronunció al ver el estanque del inodoro vacío, mordió su labio resignado y entonces aquella voz gutural se dejó escuchar a su espalda.
— Fue estúpido de tu parte robarle un arma al guardia de seguridad, en verdad pensaste que no sería sospechoso? — Le cuestionó mirándole desde arriba. — En verdad pensabas dispararme? — Comentó con obvia burla.
— No me crees capaz? — Cuestionó Jungkook dándole la cara, intentando mantenerse fuerte pero a cada segundo se sentía más desilusionado.
— No lo eres! — Agregó apuntando su arma al más joven quién retrocedió un paso al verse amenazado. — Ya es hora... — Dijo quitando el seguro, Jeon cerró los ojos con fuerza pero nada sucedió y al mirar a su progenitor este sonrió con malicia. — Termina de vestirte y baja! —
Aquel hombre salió de allí que el aire volvía a sus pulmones, había sido descubierto y no pudo evitar sentirse un inútil, alguien que ni siquiera podía cumplir sus promesas ni proteger como es debido a la persona que amaba y mucho menos a sus amigos y familia. Con los ánimos por los suelos terminó de alistarse para recorrer ese pasillo largo y bajar aquellas escaleras que parecieron infinitas.
— Donde vamos? — Preguntó ingenuo el menor al ser dirigido basta la salida y se detuvo esperando una respuesta.
— No creíste que el sitio de encuentro sería aquí, verdad? — Escucho ser pronunciado por esa voz grave y entonces un nudo se formo en su garganta. — No te disparé pero eso no significa que saldrás impune por tu comportamiento! — Fue dicho con un sentimiento de ira.
— Yo no... — No alcanzo a terminar la frase cuando una cachetada impactó en su rostro obligándole a bajar la mirada.
— Ese chico no te enseñó modales? Te crió como un bastardo! — Aquellas palabras le molestaron, Yoongi le había dado todo y era al único que consideraba su familia.
— No hables así del él! Él es mucho más que tú! — Su mejilla ardió por segunda vez pero ese dolor no era nada, no podía herirle más de lo que ya estaba o eso había creído.
— Comportate o no me haré responsable de lo que mis hombres puedan hacerle a ese omega mientras no estamos... — Y esas palabras fueron lo último que terminó por quebrarle por completo, el aire le falto y ante su actitud débil recibió un fuerte jalón de cabello obligándole a mirar arriba. — Discúlpate... —
— Lo siento... — Se disculpo y fue liberado, bajo la cabeza sintiendo las lágrimas amenazando con caer de sus ojos, se sentía decepcionado les había fallado a sus amigos y le había fallado a Jimin, debió hacerle caso pero en ese momento no pudo dejar pasar la oportunidad de coger el arma, Park le había advertido que debía robar un arma el mismo día que planeaban salir, ya que de no ser así sería sospechoso y así fue, le habían descubierto gracias a sus acciones desmedidas.
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Park se había vestido con esa molesta ropa casi traslúcida que ese Alfa había comprado destinada a él, era en verdad humillante que cada camisa fuese en parte traslúcida haciéndole sentir como un objeto sexual o simplemente algo que debía lucir bien frente al resto. Soltó un suspiro cargado de resignación pero debía aguantar ese sería el último día que pasaría confinado o al menos eso creía.
Sus pies le llevaron a la ventana, ni un solo automóvil había llegado y todo estaba tan silencioso a pesar de que ese día se desarrollaría una fiesta, era sospechoso y no le fue difícil llegar a la conclusión de que habían sido descubiertos. La figura de Jeon en el exterior le hizo temblar, su vestimenta consistía en un elegante traje negro que le hacía ver como un hombre totalmente diferente pero para él que conocía su personalidad dócil parecía un burdo intento de parte de su padre para guardar las apariencias. Se movió hasta la puerta y como sospechaba estaba encerrado, debía evitar que se lo llevaran pero encerrado allí no había que hacer, tenía un mal presentimiento y rápidamente empujó uno de los muebles contra la puerta, debía asegurar su seguridad por ahora y necesitaba tiempo para pensar. Volvió a la ventana para observa como ese lujoso auto ya se había puesto en marcha y desaparecía por el camino.
— Mierda! — Vociferó volviendo sobre sus pasos paseando de un lado a otro pensando y entre aquella incertidumbre volvió la mirada a la ventana, se encontraba en el tercer piso y la oficina de ese Alfa estaba justo bajo él. Abrió la ventana en su totalidad y se colgó de está, apoyo sus pies en las molduras de la pared exterior y se sujeto con firmeza de la pared debía alcanzar la ventana, uno de sus pies se resbaló y por suerte no cayó, aliviado miró abajo no le asustaba la altura pero era conciente que si caía de esa altura saldría bastante lastimado, consiguió llegar frente a esa ventana y para su mala suerte esta estaba trabada. — Maldición... Abre! — Empujó el peso de su cuerpo sobre la ventana, la que termino cediendo, así cayendo dentro de aquella oficina vacía. Rodó sobre su espalda soltando un suspiro aliviado.
Al levantarse del suelo se apresuró a buscar entre los cajones de ese escritorio, papeles, libros y lapices pero no encontraba las llaves. Sus manos se deslizaron al último cajón del lado derecho y dio con esa cerradura, apresurado buscó un par de clips y con la ayuda de estos abrió aquel compartimiento, sus ojos se abrieron, extrañamente se sintió aliviado de ver aquella arma y la tomó sin dudar.
Estaba por irse cuando al mirar sobre el escritorio un objeto llamó su atención, una cajetilla con el logo en dorado de un hotel bastante prestigioso y era probable que fuese allí donde habían llevado a Jeon.
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Descansaba sobre ese colchón con Hoseok a su lado, esos cabellos rojizos eran suaves al tacto y en verdad se sentía bien estar apegado a ese chico pero esa calma se vio interrumpida por dos fuertes estallidos, reconoció ese sonido como dos disparos y entonces preocupado se levantó procurando que Hobi estuviese a salvo a su espalda. La puerta fue abierta y entonces sus ojos se encontraron con los contrarios, era Jimin. Le vio caminar hasta ellos apresurado con aquella camisa blanca manchada de sangre.
— Qué sucedió? — preguntó cuando el menor se acercó a la celda.
— Jimin! — Hoseok se acercó apresurado sumamente preocupado al ver esas manchas sobresalientes sobre esa prenda de un blanco puro.
— No estoy herido... — Respondió a las palabras preocupadas de los mayores sin siquiera levantar la mirada concentrado en abrir esa cerradura con una ganzúa. — Se llevaron a Jungkook... — Agregó sabiendo que el pelinegro se pondría histérico y así fue.
— Dónde!? — Gritó el Alfa aferrándose los barrotes de la celda.
— La recepción es en un hotel del centro. — Contestó.
— Lo haces mal! — Insistió el mayor, se sentía ansioso.
— Lo haría mejor si cerraras la boca! — Le contestó mirándole con obvia molestia.
— Por qué pelean? — Hoseok quien estaba junto a Suga les miraba un tanto harto de esa situación.
Ambos muchachos guardaron silencio al recibir la queja del pelirrojo y entonces entre ese silencio Park hizo presión con en la cerradura y con un espléndido "Click" la reja se abrió y observó al pelinegro con un gesto de " Te lo dije" grabado en su rostro.
Yoongi tomó las cosas que el castaño le había entregado con anterioridad y se apresuró para salir junto a Hoseok, se aseguró de ir al frente pero un gemido por parte de Jimin le hizo mirar atrás.
— Estás bien? — Fue la voz de Hobi que se dejó escuchar en un tono de preocupación, la mirada oscura de Min se fijo en él de igual forma y entonces Park desvío la mirada.
— Jimin... — Suga sabía que debía estar luchando con su celo, podía sentirlo ese aroma embriagante y recordó cuando se había abalanzado sobre ese chico.
— No hay tiempo para preocuparse por mi... — Respondió ignorando al pelinegro y luego revisó cuantas balas le quedaban a su arma.
— Ve atrás de mi... — Le ordenó el Alfa a lo que Park no se negó.
Al abrir la puerta pudo apreciar los cuerpos inertes de dos hombre, ese Omega de cabellos rubios no pareció dudar para asesinarlos y creía que ya había cometido esa violación a la naturaleza antes pero no preguntaría era algo seguramente personal, aun así ese chico no dejaba de sorprenderle y de cierta manera intuía que este no había vivido una vida demasiado dura.
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Era una fiesta donde asistían personas adineradas, personas importantes que pretendían no estar involucrados en el negocio sucio pero cualquiera que estuviese allí reconocería fácilmente ese ambiente lleno de rivalidad. No permaneció mucho tiempo en la recepción ya que fue guiado a una sala pequeña al final de un pasillo donde esperaban dos guardias vestidos de traje.
Al entrar se encontró con esa sala ambientada donde habían dos sillones, una mesa entre estos y un pequeño arreglo floral. Se sentó sintiéndose incomodo en ese ambiente de sumo silencio, pero esa tensión se rompió cuando la puerta se abrió dejando entrar a una mujer joven quizás un año mayor y la vio pavonearse hasta sentarse frente a él. Esa chica podía ser la mujer más hermosa sobre la tierra pero para Jeon no era nada, él solo podía sentirse deslumbrado por la belleza de un solo hombre y ese era Park Jimin, su mente divagó perdiéndose en la sensación placentera que esas manos dejaban sobre la piel desnuda de su abdomen, el agradable sabor de esa boca, el calor reconfortante y la suavidad de esos labios, su agradable fantasía se deformó para transformarse en un recuerdo doloroso, pensando en lo que tenía por delante en el destino al que había confinado a Park por su error; entonces sin poder controlar sus emociones las lágrimas se desbordaron cristalizando sus ojos y esas gotas de agua salada se deslizaron por sus mejillas en lo que amenazaba con transformarse en un llanto doloroso. Rápidamente recibió una mirada amenazante pero no reacciono para más que ponerse de pie.
— Debo ir al baño... — Habló cubriendo su boca en un intento de que su voz no sonara quebrada.
— Ve con él. — Escuchó la voz de su progenitor ordenar a uno de sus hombres y como este dijo ese tipo le siguió de cerca hasta el cuarto de baño.
Se encerró en el cubículo pegando la frente en la puerta.
Hasta cuando iba a dejarse pisotear?
Por qué seguía dejándose doblegar por ese hombre despreciable?
Debía hacer algo al respecto, debía actuar como un hombre fuerte y dejar de depender de los demás, ya que esta vez todo estaba en sus manos y no había nadie que pudiese ayudarle, todos habían salido lastimados al protegerle y era ahora su deber devolver aquel gesto, aun si significaba perder su humanidad.
Salió y se encontró con ese guarda espalda, sus ojos pasearon por ese cuerpo y entre esas ropas logró divisar aquella arma y sin pensarlo demasiado se abalanzó sobre el, forcejearon un rato ya que su contrincante era más fornido por lo que tuvo que recurrir a sus feromonas, el aire se volvió sumamente pesado y entonces le propinó un fuerte puñetazo que dejo inconsciente. Sin esperar más removió esas ropas adueñándose de esa pistola, era una buena oportunidad para huir sin sufrir ni un solo rasguño pero no era tan simple si lo que quería conseguir era liberar a Park.
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DEDICADO A ★ CFBEETH
Si quieren mandar portadas se los agradecería mucho! 💖
Siempre es bonito recibir sus creaciones!
A veces creo que soy muy cruel con Jungkook pero luego recuerdo que en mis antiguos fanfics incluso le arranque un ojo al personaje principal y se me pasa... 😅💖
❤Las amo!❤
Gracias por leer! 💖