Volvió de la inconsciencia comenzando a percibir el aroma a polvo y sangre, abrió los ojos con dificultad para encontrarse con el rojo intenso de esa alfombra en medio de esa habitación, sus oídos tenían un molesto zumbido y entonces un grito desgarrador le hizo mirar arriba, Yoongi se incorporó lo mejor que pudo ya que sus manos permanecían atadas a su espalda. El chico Pelirrojo permanecía sentado en una silla amarrado a ella y reconoció aquella vara de negra que daba descargas eléctricas, no lo suficiente fuertes para provocar heridas graves pero era realmente doloroso.
— Hey! No llores... — Habló el Alfa mayor luego de darle una descarga en la pierna lo que hizo estremecerse por completo al pobre chico.
— No se nada... — Escucho decir al pelirrojo con dificultad pero esa respuesta pareció molestar al mayor quién volvió a darle una descarga.
— Si hablas esto acabará! — Fue dicho con lascivia.
— Déjalo en paz! — Gritó Suga al ver al chico estremecer de dolor al recibir una descarga, él sabía que ese chico no sabía nada y simplemente ese hombre lo torturaba para conseguir una respuesta de su boca pero no hablaría, no quería que le arrebataran a Jungkook y simplemente desvío la mirada de la forma más cruel.
— Es una pena que este chico no sea un Omega, es lindo... — Agregó por ultimo tocando las piernas contorneadas del bailarín quien se veía bastante aturdido por el dolor que estaba pasando.
— Ahh! — Hoseok gritó al recibir nuevamente una descarga eléctrica de esa vara negra, la saliva caía de su boca al mismo tiempo que respiraba aceleradamente con la mirada abajo. — Por favor... — Rogó cuando esa pieza se deslizó por sus piernas ascendiendo hasta su entrepierna y apretó los dientes pero la descarga no llegó y en lugar de sentir alivió se sintió ansioso esperando el dolor. Yoongi fue incapaz de ignorarle, podía escuchar los sollozos y esos quejidos que a cualquiera le romperían el corazón.
— Hablaré! Hablaré! ...Ya déjalo... — Gritó por fin.
— Eres débil... — Agregó el Alfa alejándose del pelirrojo quien jadeaba obviamente aliviado.
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Se encerró en el baño apoyando la espalda en aquella puerta blanca mirando el piso y su miembro sumamente erecto, bufo molesto estaba en celo pero lo que en verdad le molestaba era el como había perdido el control, su cuerpo reaccionó de forma diferente e incluso él se sintió ansioso. No quiso perder más tiempo pensando en ello y decidido a ignorarlo se metió en la ducha, ni el agua fría calmaba su palpitante erección, entonces comenzó su labor masturbándose pero no importaba cuanto estimulará su parte delantera no conseguía liberarse. A regaña dientes llevó sus dedos a su entrada, estaba dilatado, metió sus dedos dentro ya sin soportar el cosquilleo donde Jungkook había llegado y sabía que ese lugar entre sus entrañas debía ser las paredes de su cavidad uterina, un lugar al que simplemente no podría llegar con sus pequeños dedos. Recordó todas esas veces casi incontables en las que había tenido sexo con Taehyung, nunca había sentido eso antes pero lo que le preocupaba aun más era lo mucho que le excitaba, incluso ahora sus piernas temblaban sin remedio.
— Maldición! — Vociferó siendo consciente del hecho que debía escoger entre el placer de ser sometido y su propio orgullo.
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Jeon Jungkook descansaba sobre la cama con sus pantalones puestos, tenía la mirada fija en la puerta del baño esperando que su hyung saliera y su instinto le decía que nada bueno saldría de todo lo que había ocurrido, tenía miedo de ser rechazado por ese hombre que le hacía temblar, de quién añoraba recibir cariño y amor. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de aquella puerta abriéndose y de inmediato se puso de pie pero antes de abrir la boca Jimin le interrumpió.
— Toma una ducha, toma tus cosas y vete! — Dijo el mayor sin mirarle secando su cabello con aquella toalla la cual se ensució con la pintura en spray café que había aplicado la noche anterior.
— Hyung? — Jeon le miró ingenuo con el corazón en la garganta, lo que temía se presentaba ante él y aun que le doliera sabía que no podía convencerle de lo contrario, Jimin era testarudo.
— Me oíste bien... — Sentenció pasando a su lado para tomar su pantalón que yacía tirado junto a la cama.
— Pero nosotros... — Habló con dificultad el castaño.
— Solo fue sexo no mal intérpretes las cosas... —
— No juegues conmigo! — Gritó herido por lo irresponsable de aquellas palabras. — Eso fue... — No alcanzó a terminar la frase cuando fue interrumpido nuevamente.
— "Fue especial para mi" — Terminó la frase el rubio con tono de burla.
El Alfa menor se sorprendió de lo cruel que podía llegar a ser ese hombre, esos labios suaves que había besado con ternura ahora eran venenosos y de estos no salían más que palabras que herían su corazón, había confiado en él, le había dado su cuerpo y no pudo evitar sentirse usado.
Park abrocho su pantalón, su traje estaba algo arrugado y levantó la mirada de su ropa para observar al más joven con la cabeza gacha, creyendo que había cumplido su cometido pero un grito furioso escapó de esos pequeños labios.
— No digas eso! — Jeon le miró apretando los dientes.
— Ahora me gritas? — Rió acercándose al menor. — Cuál es la verdad? — Indagó acariciando la barbilla contraria. — Es ese chico tímido e inocente... O un alfa sobre protector y desagradable? — Cuestionó hablando con detenimiento.
— No tengo que contestar...— Jeon desvío la mirada, se sentía decepcionado a pesar de que ya se había esperado algo como eso, Jimin no le amaba y lo sabía muy bien, había sido su error depositar sus esperanzas en él.
— Qué pasa con esa actitud? — Park volvió a tomarle del rostro para que le mirada pero él le rechazó tomando esa mano sacándola del camino.
— Crees que por mi personalidad no me molesto? — Dijo con ganas de llorar pero ya había decidido antes que no se dejaría herir por aquellas palabras crueles o al menos no lo demostraría, era doloroso ver como habían retrocedido, cuestionando se si ambos debían estar juntos, si es que en el futuro concretaban una relación valdría la pena o solo sería una página más en su vida, Jungkook levanto la mirada para verle desafiante. — Porque si lo hago, soy anormal pero no inhumano... Como tú. — Las últimas dos palabras salieron en un susurro casi inaudible, no lo decía con malas intenciones, tan sólo estaba herido y molesto.
— Retiro la pregunta, no me interesa! — Sentenció mirando desde arriba del hombro al castaño, clavando aquella mirada fría sobre esos ojos grandes y expresivos. Tomó su chaqueta furioso, no volvió a mirar a ese chico no le importaba y no quería tener nada que ver con él, había cumplido su parte al salvarle y había sido un idiota al encariñarse con ese joven Alfa.
— A que le temes? — Preguntó Jeon observando la espalda contraria. — Le temes al amor? — Habló con seguridad.
— "Amor" ? — Park sonrió para volver sobre sus pasos. — Tú no sabes nada del amor! Solo eres un niño persiguiendo un deseo egoísta, desesperado por recibir aunque sea una probada de ese sentimiento... — Una de las manos de jimin se levantó para acariciar ese cabello sedoso y suave, recordando aquella sensación placentera sobre sus dedos cuando acaricio esa nuca en el acto pasional en el que se habían perdido aquella noche.
— Solo te quiero a ti... — Contestó con dificultad recibiendo esa caricia sobre sus cabellos, sabía que era joven pero eso no significaba que no pudiese comprender lo que anhelaba su corazón y aún que sonase cursi solo deseaba el amor de ese chico rubio que no hacía más que pisotear le con crueldad.
— Eso... — Jimin se sintió ansioso ante esas palabras pero lo ocultó y renegó ese deseo contradictorio que le gritaba por tomar esos labios entre los propios. — Ese no es mi problema! — Fue lo último que escapó de su boca alejándose para abrir la puerta y abandonar a ese muchacho.
Dio cada paso apresurado por el corredor del motel pero se detuvo sintiendo un nudo en su garganta, camino un par de pasos con dificultad preguntándose en que momento se había formado aquello en su tráquea, sacudió la cabeza necesitando aclarar sus pensamientos y siguió con su camino pero al dar la vuelta a la esquina algo le derribó siendo tragado por la inconsciencia.
Abrió los ojos con dificultad notando que debían estar en la parte trasera de una camioneta, buscó a Jeon con la mirada y fue fácil hallarle ya que estaba tirado a su lado, se arrastró como pudo para tocar esos mechones de cabello con su nariz.
— Jungkook...? — Le llamó para ver al menor abrir los ojos mirándole sin expresión alguna y entonces desvío la mirada ignorándole lo que molesto a Park.
— No hables... — Dijo por fin.
— Te dije que te mantuvieras la boca cerrada! — Escuchó gritar a un hombre que jalo con fuerza de los cabellos del menor.
— Bastardo de mierda! — Gritó furioso Park ante las acciones violentas del orangután que sujetaba a JK con firmeza.
— Quieres jugar? — Preguntó soltando al castaño para tomar a Jimin de la camisa.
— Nadie jugara nada, el jefe dijo que no quería mercancía defectuosa! — Gritó un hombre desde el asiento delantero. Park fue soltado y Jeon le miró preocupado pero como le habían ordenado no dijo palabra alguna.
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La camioneta se detuvo y ambos fueron sacados de allí, Jimin observó el lugar encontrándose con esa mansión quizás a las afueras de la cuidad. Fue arrastrado por un largo pasillo de amplias ventanas buscando una salida o algo útil por el camino, mirando de vez en cuando al castaño quien ni siquiera levantaba la mirada oculto tras esos largos mechones de su flequillo.
Una gran puerta barnizada se abrió, era un estudio donde había un escritorio, sillones de cuero además de pinturas y estantes de libros. Vió a Jeon ser arrojado con fuerza al suelo mientras él era sujetado por la espalda por uno de esos hombres vestidos de negro. Una figura se presentó en la habitación, aquel aroma era desagradable y no pudo evitar jadear ante aquellas feromonas.
— Oh! El omega en cuestión! — Escuchó decir y se mordió la lengua furioso, ese hombre se acercó a él observándole de pies a cabeza como si fuese una nueva adquisición. — De primera clase... — Fue pronunciado con lascivia al mismo tiempo que una de esas robustas manos se deslizaba por su pecho. Jimin no permitiría aquel descaro y ante aquella cercanía levanto la pierna dispuesto a golpear al Alfa. — Mantén esas piernas quietas o tendré que amarrarte los pies! — Dijo soltando aquella rodilla que había estado a centímetros de golpear esas bolas.
— No me des órdenes! — Gritó Park mirándole sin una pizca de miedo en sus ojos lo que terminó colmando a ese Alfa.
— Ya cierra la boca! — Vociferó esperando que su voz de mando hiciese el trabajo, sin despegar la mirada del rubio quien mordió su labio interior.
— No me des órdenes... — Repitió Park ignorando su naturaleza sumisa provocando al mayor sonriéndole con altanería pero su regocijo al humillar a ese alfa duro poco cuando un fuerte bofetada impacto su rostro haciendo un corte en su labio.
— Aprenderás tu lugar... — Susurro el mayor sobre su oído.
— Basta! — Gritó Jungkook aún en el suelo. — Es conmigo el problema! —
— Recuerdas cuando te dije que el que pagaría por tus idioteces sería este chico? — Agregó por último cogiendo con fuerza ese cabello rubio. — Mira lo que provocas... — El labio de Park sangraba y la piel blanca de su mejilla estaba roja.
— Me ves llorando? — La voz de Park se hizo presente llamando la atención de los dos alfas, Jungkook se vio sorprendido ante esa sonrisa sádica. — Necesitarás mucho más que una simple bofetada para lograr algo parecido a lágrimas... — Agregó por último escupiendo sobre el traje del hombre que le agarraba del cabello.
— Hyung... — Entonces Jeon fue consiente de que no conocía nada de ese chico que reía en un momento como ese con una mirada afilada, una mirada llena de ira muy diferente a todas las que le había sentido en carne propia.
Park Jimin no estaba dispuesto a ser doblegado y menos ahora, había pasado demasiadas injusticias a lo largo de su vida cada una había dejado una cicatriz sobre si pero todos esos tropiezos le habían definido y le daban valor, cargaba con ello con orgullo y no perdería sus garras frente a un Alfa que creía que el mundo estaba a sus pies.
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Namjin/ Taejin en el próximo capítulo!
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