44.
"Gemelos"
POV Rubén
¡La fiesta es una pasada! Los disfraces que nos hicieron las chicas son geniales, aunque veo también el trabajo de Omar en algunos detalles como en las armas y emblemas que complementan el atuendo. Estoy seguro que él tiene algo que ver en todo esto, o por lo menos les dio el tip de cuáles son nuestros personajes favoritos. Y digo "nuestros" porque resulta que Antonio y yo vamos a juego lo que resulta ser genial.
La música de la banda es excelente, las luces ambientales, la oscuridad reinante en el recinto, los disfraces y el baile, sobre todo el baile es lo mejor de la noche, bueno no, las chicas son lo mejor siempre. La mayoría de ellas aprovechan la excusa del disfraz para usar atuendos súper entallados y sexies. Hay una en especial que viene con un atuendo de enfermera que realmente me ha puesto muy mal, hasta creo tener fiebre en la entrepierna.
Lo malo es que ella parece tener ojos solo para el gladiador, (vaya novedad, Omar llevándose como siempre toda la atención) sin embargo este parece no darse cuenta de que es el objeto de deseo de la mayoría de las nenas del lugar, peor que eso se ha quedado en un rincón apartado de la diversión. Bueno pues mal para él y mejor para mí, al estar fuera de la jugada me deja la cancha libre para ser yo el protagonista de la noche.
Bailo y me divierto con muchas chicas, en definitiva, una gran noche. Tony parece divertirse también, aunque no vi que bailara con casi nadie, cosa que no parece importarle. Es mi amigo, el mejor, aun así, se me hace muy raro que se comporte como si no le interesara el conseguir alguna novia y mucho menos el perder su virginidad. Sé que le gustan las chicas porque algunas veces hemos visto películas porno en su casa cuando nos dejan solos, incluso nos hemos masturbado mientras las vemos así que puedo asegurar que no es porque no se le pare. Ni modos allá él y su mala cabeza.
Me sacudo esos pensamientos tomando una cerveza fría, sé que es de raíz, pero me refresca igual que una normal, Lucas se acerca acompañado de su novia para tomarnos una foto, es solo un pretexto para preguntarme si había conseguido las luces para "el mirador de los enamorados", nombre por el cual bautizamos el rincón de la azotea donde esperamos que Luis se decida a declarársele a Moni.
- ¡Rayos, olvidé por completo pasar a comprarlas antes de venir! –No pueden culparme, estaba que moría de ganas por que empezará la noche que llegue corriendo a ultimar algunos detalles.
- ¿Cómo entonces van a poder ver allá arriba?
- ¿Tentando? –Respondo con picardía, cosa que ninguno de los dos parece entender, lo que si entiendo es que ambos se han molestado con mi comentario.
La música se detiene de pronto anunciando que la banda tomará un descanso, ponen entonces en los altavoces música electrónica para que continúe el baile.
-Podrías por favor dejar de pensar en tus cochinadas un segundo e ir a buscar las luces que prometiste conseguir desde hace semanas. –Me reprende Lucas con un tono autoritario que me deja en claro que efectivamente me he pasado de la raya. - ¡Se nos acaba el tiempo!, ¡Corre!
-Ok, ok ya voy. –Me alejo entonces buscando a Tony para que me acompañe, cuando lo ubico me doy cuenta de que por fin está bailando no con una sino con dos chicas riendo y bebiendo.
Como buen amigo que soy no estoy por cortarle el rollo así que me resigno a que tengo que ir solo, cruzando la puerta me encuentro con Omar que viene echando chispas del jardín, supongo que la chica con la que se quería liar se arrepintió en el último minuto.
- ¡Hey Omar!, qué bueno que te veo oye necesito ir a comprar unas luces que se me olvidaron para el mirador, ¿me puedes prestar tu camioneta para ir rápido por ellas?
- ¡Tarado! Como se te pudieron haber olvidado, si tú fuiste el que insistió en ir por ellas. Bueno, será mejor que vayamos, igual necesito despejarme un rato. –Increíblemente me da las llaves para que yo maneje, señal inequívoca de que no está encabronado, ¡sino lo que le sigue!
Lo sé soy un mal amigo por no haberlas comprado desde el primer día, la cuestión es que sí fui a buscarlas como había quedado incluso encontré un par muy geniales. Ese día estaba decidiéndome por cuál de los dos modelos me gustaba más cuando una chica que trabajaba ahí se acercó preguntándome si requería ayuda. Debí parecerle un teto porque no logre articular una palabra inteligible por unos momentos, y no era para menos, ya que es preciosa. Es de mi edad (lo sé porque tomamos algunas clases juntos), de piel aceituna, cabello castaño, ojos cafés con unas pestañas enormes y unos labios rojos que invitan a devorarlos; su cuerpo si bien no es escultural, si posee curvas justo donde me gustan, todo esto envuelto en un uniforme de electricista, con todo y faja, cintas aislantes, desarmadores y pinzas colgando a los costados.
Como un idiota le medio explique qué es lo que estaba buscando, ella en todo momento me prestó atención e hizo las preguntas pertinentes, después procedió a mostrarme ambos productos con sus características, ventajas y desventajas de cada uno de ellos. Como es evidente ese día no compre nada, lo que si conseguí fue su nombre, Lorena. Volví cada día por las tardes buscando cosas diferentes para la fiesta. Incluso la invité a la fiesta, aunque se negó debido a que debía trabajar a esa hora.
En la escuela nos saludábamos cada que me la encontraba en los pasillos, cosa que era bastante frecuente pues me había aprendido sus horarios y procuraba toparme con ella casi a cada cambio de clase, charlábamos mientras la acompañaba a su salón y me la pasaba genial con ella, sin importarme llegar tarde a las mías.
Hoy temprano regresé a donde trabaja y como era de esperarse se me olvidó comprar las luces de nuevo, por fortuna esta vez vengo acompañado o volvería a pasarme lo mismo, lo malo es que tampoco me dejaría quedarme mucho tiempo. Llegamos y Omar va directo a lo que vino sin fijarse en ella, me desconcierta que ya no quiera ligar con todas las nenas que se le crucen en el camino, cosa que hoy agradezco más que nunca.
Lorena y sus compañeros de trabajo se sorprenden al vernos entrar con los disfraces puestos, por fortuna me había retirado la máscara en el auto para que me pudiera reconocer y no pensarán que se trataba de un asalto. Con una enorme sonrisa en su rostro se acerca a nosotros a saludar y ofrecer su ayuda, Omar le presta la atención necesaria para preguntarle por los mismos modelos que había visto desde el primer día, ella con una sonrisa coqueta le da la explicación que le solicita, aunque siempre viéndome a mí de reojo.
Mi amigo no tarda nada en decidirse por uno de ellos y se dirige a pagarlos a la caja dejándonos solos un momento.
-Así que si era en serio lo del disfraz. –Me dice con una sonrisa enorme en su rostro.
-Sip, aún estas a tiempo de acompañarme. Pide permiso para salir temprano y vamos.
-No puedo, mi jefe no me deja, además no preparé ningún atuendo.
-Para mí estás perfecta justo como estas en este momento. –Le respondo con sinceridad.
- ¡Basta!, tu sí que estas muy guapo vestido así.
-Listo, ya está. –Nos interrumpe mi amigo al acercarse a nosotros.
Lorena toma la copia del ticket que le da Omar y le entrega una bolsa con la compra, no sin antes deslizar disimuladamente una tarjeta dentro.
Una vez en el auto Omar se burla de mí mostrándome dicha tarjeta la cual contiene su número y una palabra, "Llámame". La tomo y me la guardo. Durante el trayecto no deja de alentarme a que le llame a la chica pues a pesar de lo distante que se mostró, si se ha percatado de nuestro coqueteo. Estoy tan emocionado que lo primero que voy a hacer es ir a contárselo a mi mejor amigo y casi hermano.
Resulta que no veo por ningún lado a Tony cuando entramos a la bodega, solo espero que se esté enrollando con alguien en estos momentos. Como el tiempo se nos viene encima decidimos apurarnos a instalar las dichosas luces así que subimos a la azotea. Tal como lo pensaba la Luna y las luces de la ciudad permiten ver lo suficiente para no tropezarse con nada. Una pareja ha descubierto este rincón, debido a la escaza de luz puedo medio distinguir que incluso se están besando, ¡Se supone que para esas parejitas arreglamos el jardín! Nos acercamos para desalojar a los calenturientos y poder tenerlo todo listo.
- ¿Qué diantres está pasando aquí? – Se me escapa al darme cuenta que se trata de dos chicos los que se están besando quienes al saberse descubierto se separan en el acto permitiéndome reconocerlos al instante.
Omar se ha quedado en shock y no es capaz de articular palabra ante lo que ven nuestros ojos, no lo culpo.
- ¡Tony! –La sorpresa es grande, aunque no tanta cuando identifico a su "amiguito". - ¿Diego, eres tú? Yo, no puedo más, me largo de aquí. –Esto realmente me supera, nunca pero nunca hubiese sospechado que mi hermano fuese capaz de hacer semejante cosa.
Salgo volando del lugar pues estoy demasiado enojado, confundido y dolido como para saber nada más de nadie. Una vez fuera me percato que me he quedado con las llaves de la camioneta si querer por lo que tomo una decisión rápida, lo mejor es alejarme de toda esta mierda.
Sin un rumbo fijo deambulo por las calles por un rato, sin saber a dónde ir realmente, por lo regular es Tony quien tiene siempre un plan de respaldo o es con quien acudo si me siento mal. - ¡Arrrgg! –Grito de frustración, ¿cómo fue capaz de hacer semejante estupidez?
Inconscientemente llegó a su casa, el lugar que antes ha sido como una segunda casa para mí hoy siento como si me repeliera. Tomo de nuevo el camino esta vez con un destino en mente. Al llegar apago el motor y me quedo en dentro del vehículo un rato intentando respirar y serenarme.
Me doy cuenta que no puedo ir por la vida vestido así, lo malo es que deje mi ropa en la bodega, recuerdo entonces que Omar había ido al gimnasio antes de llegar por lo que espero y con algo de suerte traiga una maleta con ropa en la cajuela. Encuentro su maleta deportiva en el asiento trasero, me siento mal por rebuscar entre sus cosas, pero la situación lo amerita. La suerte está de mi lado ya que hay una playera y sudadera limpias, no creo que le moleste prestármelas por un rato, Tony jamás se molestó por prestarnos la ropa.
¿Desde cuándo se habrá dado cuenta Tony que es, gay? Qué estupideces estoy pensando, no puede ser gay, a lo mejor solo siente curiosidad, quizá lo dejaron muy cachondo esas chicas estrechas y quiso desahogarse con alguien. ¡Puaj! Yo jamás me besaría con otro hombre por algo tan tonto como eso. Aunque ahora que recuerdo puede ser que yo sea el culpable de su confusión recuerdo que se empezó a comportar extraño después de esa vez en que... no, no eso no tiene nada que ver, que estupideces estoy pensando.
Con la mente aún embrollada bajo a esperar a Lorena, pues le había mandado un mensaje diciéndole que la esperaba a la salida del trabajo para llevarla a casa. Cuando la vi acercarse fue como sol saliendo triunfante después de la tormenta, el brillo en sus ojos parece un arcoíris que llena de color mi triste corazón.
-Hola guapo. –Saluda al acercarse.
-Hola hermosa. –Le respondo, nos damos un abrazo y beso en la mejilla, la acompaño para abrirle la puerta del copiloto y le ayudo a que se acomode, cerrando su puerta después, rodeo el auto para tomar el lugar frente al volante.
-Vaya gracias, que caballeroso me saliste. –Me dice una vez que ambos estamos dentro del vehículo.
- ¡Ja ja! Ya ves tengo mis momentos. –Es increíble como una conversación trivial con ella pueda ponerme de buenas.
Durante el trayecto a su casa nos la pasamos hablando de tantos y variados temas que en algún momento ella toma mi mano para no soltarla. Yo estoy en la gloria, solo suelto su mano para hacer los cambios de velocidad y en seguida regreso a buscar la suya de nuevo. La maniobra resulta ser algo complicada por lo que ella opta por reposarla mejor en mi pierna, ¡uff! Sentir su toque y delicadas caricias en forma de círculos provoca en mí una reacción inevitable, me estoy empalmando a un nivel que es imposible ocultarlo.
Lorena parece ignorar lo que sucede en mis pantalones o por lo menos eso es lo que suponía, en un semáforo en rojo aprovecha que estamos detenidos para liberar de su prisión-tortura a mi miembro. Estoy tan sorprendido que reacciono demasiado tarde a la luz verde, me pongo en marcha mientras ella se dedica a contemplar y masajear mi pene el cual desaparece en sus labios con la siguiente luz roja. Llegar a nuestro destino en una pieza es todo un reto.
- ¿Te gustaría pasar a la casa?
-Me encantaría, ¿a tus padres no le importará la visita a esta hora?
-Seguro se enfadarían si se enterasen. –Responde con una encantadora sonrisa. –Hoy han tenido que salir así que estaríamos solos tú y yo.
Ante semejante panorama sería un verdadero idiota si desaprovechaba la oportunidad. Una vez dentro me conduce hacia lo que parece ser un taller eléctrico o por lo menos es lo que luce a primera vista dada la cantidad de cables, luces y herramienta que abarcan su escritorio; fuera de eso luce como la habitación de cualquier chica con fotos de sus amigas, un tocador atiborrado de productos de belleza y una cama con edredón rosa llena de peluches.
Seguimos besándonos por un rato más hasta que nos quitamos torpemente la ropa, nuestras risas nerviosas fuera de cortar la atmosfera crea un ambiente de complicidad, disfrutando la experiencia sin presiones. Agradezco profundamente a Omar por haber echado en su maleta un paquete de condones que tomé prestado "por si se llegaban a ofrecer" nunca pensé en realidad que en verdad los utilizaría. El colocarlo correctamente me cuesta un poco de trabajo a pesar de que en alguna plática sobre sexualidad nos habían enseñado a hacerlo, debo aceptar que es muy diferente hacerlo mientras alardeas y cotorreas con tus amigos a tener que hacerlo frente a la chica que probablemente está juzgándote y seguramente dándose cuenta de la inexperiencia que tienes en realidad.
Una vez colocado en su sitio el siguiente paso es el adoptar una posición cómoda para ambos, en las películas solo se ve que el sujeto se recuesta sobra la chica y listo. ¡Pues no! Resulta que hay un montón de otras cosas que se deben de hacer: como el cuidar que no haya algún peluche u otro objeto molestándole en la espalda; no dejar caer todo tu peso sobre ella, sino más bien el sostenerlo con tus brazos como haciendo planchas o lagartijas (lo que me recuerda que necesito hacer ese tipo de ejercicios más a menudo). Luego está el hecho que penetrar tampoco es tan fácil como se ve en las porno, entre la incomodidad, la semi oscuridad, y el que ninguno de los dos estemos depilados pues resulta un poco complicado el atinarle. Después viene lo que es el ritmo, desconozco que tan fuerte o despacio se debe hacer al principio; lo que me lleva al siguiente punto, la velocidad, rápido o lento.
Cuando hablamos de sexo entre hombres siempre suelen exagerarse las cosas, o se plantea como algo tan fácil que resulta ridículo el mencionar todos estos puntos a considerar. Al único que conozco con suficiente experiencia para hacerle caso es a Omar e incluso él se reserva siempre los detalles de cómo hacerlo. Una vez le pregunté sobre su técnica, obteniendo solo burlas de su parte "Es como andar en bicicleta; por más que te expliqué la teoría no vas realmente a aprender, sino hasta que te montes en una y practiques". Recuerdo que me había dicho en esa ocasión, pues aquí estoy, solo espero no caerme de bruces en el proceso.
A todo esto, Lorena parece tener pensamientos muy parecidos a los míos, pues continuamente está tratando de acomodarse mejor o quizá quiera ella también ayudarme con el ritmo, no lo sé. Unos minutos después termino con lo mío y procedo a salirme de ella. Una vez que me retiro el condón y le hago un nudo (como nos han enseñado en la escuela) me recuesto a un costado de la cama. Ambos aun con la respiración agitada permanecemos viendo las estrellas fluorescentes pintadas en su techo.
-Eso fue... -Seguramente Lore no encuentra las palabras que busca para describir mi fracaso, por mi parte cierro los ojos ante lo que vendrá. –Increíble. –Concluye, dejándome asombrado.
-Tú eres la increíble. –Le respondo, no por compromiso, sino porque realmente lo fue al tenerme paciencia, además dejando a un lado tanta preocupación lo disfrute bastante.
-Tú también estuviste genial, me gustó que fueras mi primera vez.
- ¿Fui tu primera vez? Que gran honor, sabes, también lo fue para mí, me alegra que haya sido contigo.
- ¡No te creo! Si ni se te noto. –Bromea conmigo, pues, aunque yo no se lo hubiera dicho era más que evidente.
Una vez superada la timidez la plática sale con mayor naturalidad que antes. Conversamos casi toda la noche congeniamos tan bien que casi hace que se me olvide Tony.
Salgo de su casa ya muy avanzada la noche casi de madrugada por lo que estoy seguro todos ya se habrán ido, el celular para no variar se ha quedado sin batería justo cuando lo necesito para poder llamar a Omar disculpándome por haberme ido con su coche. Espero que no haya mayor problema si se lo devuelvo mañana.
Después de todo fue una noche memorable. ¡Ya quiero contarle todo a mi hermano del alma y ver su cara de asombro! ¡Arrgg! ¡Estúpido Antonio! ¿Por qué tenías que arruinarlo?
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POV Tony
Estoy realmente nervioso, le he pedido a un chico completamente desconocido que salga conmigo, es la primera vez que intento conocer a alguien de la app y me está matando el no saber que esperar o mejor dicho quién será el que aparezca. ¿Será de mi edad, o mayor que yo?, ¿qué pensará de mi al verme, le pareceré muy joven e inexperto? O quizá se trate de un loco "mata-putos" como los que mencionan en las noticias. No, debo de dejar de pensar en eso, debo de ser optimista, aunque tampoco debo bajar la guardia.
Mi mente e imaginación trabajan horas extra discurriendo posibles escenarios fatídicos que sin pretenderlo me he perdido casi la mitad de la fiesta. Me tomo dos vasos de cerveza como si fuera agua, no es suficiente para embrutecer mis sentidos, pero si lo suficiente para animarme. Cerca de la pista me encuentro con dos compañeras de clase que me invitan a bailar con ellas a lo cual acepto sin reparo.
Seguramente así estuvimos como dos o tres piezas, debo aceptar que sus movimientos son muy sugerentes, de ser hetero seguro estaría en la gloria, o por lo menos Rubén lo estaría teniendo tan cerca y a disposición semejantes ejemplares de belleza femenina; la cuestión es que yo no soy Rubén ni tampoco heterosexual así que no siento interés alguno por seguirles el juego, me disculpo con ellas con el pretexto de ir a por más cerveza. Está claro que no necesito más alcohol lo que es cierto en cambio es que esto me ha dado la valentía que me hacía falta para contactar a "SoloAmigos".
Una de las cosas geniales que pudimos conseguir es Pintura corporal fluorescente, así que antes de que me arrepienta de hacer semejante locura la utilizo para pintar en mi brazo un "J18" como el Nick que utilizo para no dar mi nombre real. Le mando entonces un mensaje preguntándole si estaba también en la fiesta a lo que me responde afirmativamente, ok entonces si es más o menos de mi edad; el siguiente paso es decirle como puede identificarme, podría haberle dicho solamente "¡Hey dude yo soy el Sub-Zero sexy!, ¿Tú de que vienes?" pero eso le hubiese quitado parte de la diversión por buscarnos. Tal parece que entiende el juego pues me responde que él llevará "SA" escritos también es su brazo.
"Una vez que esta dicho, hay que hacerlo baby". Me digo a mi mismo, camino por todo el lugar tratando de ubicar a mi amigo, uff estoy temblando y no de frío, más bien es de emoción ante lo que vendrá a partir de ahora. Mis ojos no dejan de buscar las letras "SA" por todos lados, debido al ambiente oscuro del lugar a penas si logro vislumbrarlas a los lejos, no así el rostro que las acompaña. Estoy consciente de que me ha visto pues se acerca rápidamente hacia donde estoy, me dirijo entonces hacia las escaleras que suben a la azotea pues es un área reservada y estoy seguro que nadie nos interrumpirá.
Decido quedarme a esperarlo entre las sombras estoy tan nervioso que mi respiración es irregular, tal parece que él está dudando en presentarse o no dada la tardanza con la que llega, respiro un par de veces antes de darme cuenta que alguien está parado frente a mí.
- ¿Sólo Amigos? –La voz que me sale al preguntar es la siento más rasposa de lo que suele ser aún con nervios.
A penas me responde afirmativamente lo tomo de la mano para llevarlo por las escaleras al roof garden, no porque quisiera algo con él sino más bien para poder verlo y platicar a gusto.
Es una gran y grata sorpresa que mi amigo en la app sea también amigo mío en la vida real, se siente tan bien el poder ser sincero con alguien que no puedo más que besarlo en un intento por enamorarme de él. Diego es el novio ideal; buen chico, inteligente, tierno, guapo, divertido una vez que lo conoces y sobre todo, sobretodo es real.
Definitivamente sería genial el poderme enamorar de alguien como él, es solo que tiene un único defecto por el cual me es imposible y es que no es Rubén.
Estúpido, sensual y heterosexual de Rubén. Ha sido mi amigo, más que eso es el mejor durante años, tanto que han llegado a apodarnos como "los gemelos" ya que siempre se nos ve juntos y hacemos las mismas cosas. Es cierto que esto se debe a que nuestros caracteres son muy semejantes, y si también nos gustas casi las mismas cosas.
Lo curioso es que siempre lo vi como un hermano, ignoro cómo fue que termine enganchándome con él, simplemente pasó. Lo malo es que en lugar de acercarnos nos ha ido separando poco a poco. Nunca le he dicho que me gusta ni mucho menos que soy gay, así que nunca intenté nada con él hasta ese día en que nos quedamos solos en casa viendo una película para adultos.
No lo culpo por distanciarse después de lo ocurrido, por otro lado, eso no quita el hecho de que me doliera el que lo hiciera. Lo que nos trae a este punto y heme aquí besando a un chico diferente en un absurdo intento de olvidarme de él.
- ¿Qué diantres está pasando aquí? – Como si no fuese ya suficiente Rubén nos sorprende en el acto. Sin esperar explicación alguna se interna de nuevo en la oscuridad del cubo de las escaleras sumiéndome en la agonía por haberlo lastimado. Puede ser que la escena que presencio no fuese la gran cosa y aun así pude percibir en su mirada desaprobatoria, su decepción y coraje.
Salgo detrás suyo con la esperanza de que me escuche y calmarlo un poco pues lo último que necesito en estos momentos es perderlo. Dado lo abarrotado del lugar solo llego a ver cómo se va en la camioneta de Omar. ¡Diantres! ¡Deje solo a Diego con su bully!, debo de regresar con ellos, solo espero poder llegar esta vez a tiempo.
Como era de esperarse ni para apoyar a mi propio amigo sirvo, al llegar solo encuentro a Omar trabajando en el mirador como si nada hubiese pasado y sin rastros de Diego. Soy un asco. Lo único bueno de esta noche es que por lo menos Luis y Moni pudieron disfrutar de la velada, nadie se atrevió a contarles nada del incidente.
Una vez en casa me tiro sobre mi cama a llorar. No sé cuánto tiempo pasa desde que llegue o si en verdad hago mucho ruido cuando siento como alguien se siente a un costado de mi cama y me acaricia suavemente el cabello.
- ¿Qué tienes hijo? ¿pasó algo malo en la fiesta? –Es mi madre quien trata de consolarme, seguramente se ha quedado despierta esperando mi regreso.
-No, nada, es solo que estoy cansado de fingir quien no soy y justo cuando encuentro con quien poder ser yo mismo tenían que descubrirnos precisamente él. –Necesito sacarlo de mi sistema y quien mejor que mi madre para que me escuche, consuele y regañe.
Ella me escucho en silencio y aún sin decir palabra me estrecha con fuerza entre sus delicados brazos mientras me da un prolongado beso en la frente. –Mi amor, eres mi hijo y te quiero sin importar nada más, te conozco mejor que nadie en el mundo y sé quién eres, así que aquí en casa te prohíbo rotundamente que te ocultes. Y si Rubén no sabe apreciarte por quien eres es muy su jodido problema. ¿Me escuchaste?
-Mamá, yo. ¿cómo sabes?
-Antonio, soy tu madre y claro que lo sé desde hace mucho tiempo, ¿y acaso me has visto reprimirte de alguna manera?
- ¿Sucede algo? –Pregunta Jaime desde la puerta con voz somnolienta. Al enfocar mejor su vista y verme en un pésimo estado se apresura a sentarse junto a mamá y mostrarme su apoyo al darme unas palmadas en el hombro - ¿Estas bien campeón?
-Sí, ya estoy mejor gracias. –Le respondo.
-Lo que pasa es que Tony parece que encontró un pretendiente y a Rubén no le pareció.
- ¿Un pretendiente dices? ¿Y qué pasó con Rubén que no eran novios?
- ¡Wow! Esperen un segundo, no tengo un novio, solo es un amigo y él quiere a otro, ni tampoco ando con Rubén. ¿Qué pasó aquí, ustedes ya sabían que soy gay?
-Sí. –Dice mamá
-Más o menos. –Acepta Jaime respondiendo casi al unísono.
-Escucha campeón, no sé si esto solo sea una etapa o no, pero quiero que sepas que tu madre y yo te apoyaremos siempre, decidas lo que decidas, seas lo que seas eres nuestro hijo y eso nunca va a cambiar.
-Gracias a ambos, los quiero. Abrazo a los dos pues sé que con su apoyo podré superar cualquier cosa.
A la mañana siguiente y con mejor humor nos levantamos temprano para ir a la bodega a limpiar nuestro desastre. A la luz del sol este parece no ser tan grande como suponía, gracias a la ayuda de Jaime y un par más de sus colaboradores pronto tenemos todo casi listo. Es entonces que se le ocurre aparecer a Rubén con una tonta sonrisa cubriéndole todo el rostro, lo primero en lo que pienso es acercarme a él y preguntarle el motivo de su buen humor sin embargo solo se queda en intención pues hago justo lo contrario, mantengo una distancia prudente en un intento por pasar desapercibido. Mientras este al sentirse el centro de atención se suelta diciendo estupideces sobre que se ha convertido en un hombre, se pavonea tanto de haber tenido sexo con una mujer que incluso llego a dudar de que sea cierto.
He dejado de espirar al darme cuenta que lo he perdido para siempre, incluso como amigo pues al contarlo a los demás tal vez inconscientemente (espero) se gira hasta darme la espalda. Da igual si sea cierto o no, lo que sí es verdad es un crujido como de madera y tela que escucho cuando mi corazón se rompe y desgarra en miles de pedazos.
Papá (rayos, se siente raro llamar a Jaime así, aunque se ha ganado el título con creces), bueno él me rodea con su brazo por los hombros en un intento por reconfortarme, se acerca a mí y susurra –No te preocupes, te mereces alguien mejor. –Agradezco su apoyo y aun así me duele lo que me dice pues para mí Rubén es a quien yo necesito.