Atrévete Conmigo

By almudeeniis

422K 23.9K 4.7K

Una única palabra, vacaciones Andrea y sus amigas deciden hacer un viaje juntas antes de que cada una vaya a... More

Prólogo
Personajes
Playlist
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42 (FINAL)
Epílogo
Agradecimientos
Valeria y David...

Capítulo 21

8.5K 511 117
By almudeeniis

Lo esquivo con una sonrisa tonta que se amplía al ver que hace un puchero.

¿Por qué es tan guapo?

Aprieto su cara entre mis manos y la estrujo antes de besarlo. Empieza siendo un beso suave, pero se va haciendo cada vez más salvaje. Pablo me agarra del culo y me eleva haciendo que mis piernas se enrosquen alrededor de su cintura.

―Chicos, Alba y yo nos vamos de compras...―nos informa Susana, abriendo la puerta. Pablo le lanza una mirada de reproche a su madre, pero ésta se limita a sonreír y gesticular—. Lo siento, solo quería avisar. Seguid a lo vuestro —añade, conteniendo la risa.

La puerta se cierra, y al mirar a Pablo no puedo evitar reírme.

―Dios qué vergüenza  ―digo enterrando la cabeza en su pecho.

―Créeme no ha sido lo peor que ha visto ―me cuenta.

―No jodas ―me río―. ¿Te pilló con una chica en pleno....?

Él asiente riendo ante mi expresión.

―Tuve una época bastante exhibicionista —comienza—. Me gustaba hacerlo en cualquier parte de mi casa y correr el riesgo de que me pillaran. Y vaya si me pillaron...la cara de mi madre al vernos en el sofá fue épica.

―No me lo puedo creer —me río―. Me imagino la cara de espanto de tu madre.

—Y la cara de la chica cuando mi madre la invitó de forma educada a marcharse también es digna de recordar —añade—. Después de eso nunca volvió a hablarme —se encoge de hombros.

—Vaya, pobre Pablito —le doy una palmadita en el pecho—. Como si no hubiera chicas esperando para tener una oportunidad contigo —sonrío.

Soy afortunada, el chico más guapo es mío.

—Creo que has ligado más en estas semanas que todos nosotros en nuestra vida —comenta, refiriéndose a sus amigos.

Si tú te lo crees, yo también me lo creo...

―Exagerado ―ruedo los ojos.

―Bueno, ahora que lo pienso, es difícil que nos superes a David y a mí —me pincha.

Una de las cosas que más me gustan de Pablo es el vacile. Sabe exactamente cómo jugar sus cartas y a mí me encanta entrar al juego.

―¿Perdona? —arqueo una ceja—. Val y yo seguro que hemos roto más corazones que tú y todos los chicos juntos ―contraataco.

―¿Eso suena a reto? ―sonríe, mirándome desafiante.

―Oh cariño, no sabes cuánto me encantan los retos ―le respondo, esbozando una amplia sonrisa.

―Entonces esta noche lo veremos en la feria ―añade él.

―Estaré encantada de mostrártelo, luego no llores —le pico.

―Tranquila nena, estaré encantado de verlo —me da un beso en la coronilla y me estrecha contra él.

¿Sus muestras de afecto sin que se lo pida? Otra de las cosas que me encantan de él.

―No intentes despistarme...—levanto la cabeza para mirarle a los ojos—. Voy a ganar, así que mentalízate para que no te afecte tanto la derrota ―le digo.

Pablo suelta una sonora carcajada.

―Estaré encantado de ganarte nena, otra vez.

Oh, esto es la guerra.





―¿Cuál es tu reto? ―pregunto al bajar del coche.

Esta noche es nuestra.

Nuestros amigos últimamente están con sus propios problemas amorosos y no les apetecía formar parte de nuestras locuras.

Me limito a observar el lugar. Es de noche y hemos venido al final del paseo marítimo donde hay muchos restaurantes y atracciones. También bares de ambiente joven con mucha gente fumando alrededor.

Una vez termino de inspeccionarlo todo, dirijo una mirada interrogante al castaño. Aún sigo esperando su reto.

―No sé si decirlo ―suspira, y eso solo hace que aumente mi curiosidad.

―¿Te estás echando atrás? ―cuestiono.

Se le ilumina la mirada cuando digo esas cuatro palabras.

—No sé si estarás a la altura ―sonríe burlón.

―¿Qué no? ―cuestiono―. Ya te digo yo a ti que sí.

―Tendrás que demostrarlo ―se encoge de hombros, sin dejar de sonreír.

―Lo haré cuando me digas lo que tienes en mente.

―Esta noche tendrás que ligar, pero en un terreno diferente ―chasquea la lengua―, con una chica.

Parpadeo al escuchar su reto.

No tengo ningún problema en intentar ligar con una chica, el problema es que no me equivoque al elegir.

Se avecina ridículo máximo

―¿Aceptas? ―inquiere él al ver que dudo.

―Si ligo con una chica esta noche tú haces lo mismo con un chico.

―Acepto ―sonríe con malicia.

Me alejo un poco de Pablo y empiezo  a caminar por la feria. Me acerco al primer grupo de chicas que visualizo y, a pesar de que me parecen muy simpáticas, ninguna me da vibras de bisexual o lesbiana. Así que, tras intercambiar el instagram con algunas, sigo a lo mío.

Lo cierto es que mi radar está bastante atrofiado en este campo.

Y no voy a preguntarle a cada chica por sus intereses porque no tengo la suficiente confianza y no sé cómo reaccionarían.

En el segundo grupo de chicas creo que tengo un poco más de suerte. Lo cierto es que todas son guapísimas, pero hay una chica rubia de ojos azules que me transmite ciertas vibras. El plan se va a la mierda cuando veo que besa a otra chica del grupo y, al hacerme saber que son exclusivas, me retiro.

¿Lo difícil que es ligar con una chica? Socorro, no tengo ni idea.

Hago una mueca cuando las chicas se despiden de mí y se adentran en uno de los bares. Suspiro y me giro a mirar a Pablo, que se está riendo.

Idiota

Cuando creo que no me queda otra que rendirme, pruebo suerte en el tercer grupo.

Dicen que a la tercera va la vencida, ¿no?

Hablo con una de las chicas que más me llama la atención. Estoy segura de que no me equivoco a pesar de que mis habilidades en este campo sean nefastas. Sus amigas me observan con desconfianza, asegurando que parezco heterosexual.

—Está feo eso de tener un estereotipo establecido, eh —les digo.

—No es por tu apariencia como tal —me contesta la chica que ha llamado mi atención—. Es más por las vibras que desprendes. Te prometo que mi radar nunca me falla y tú gritas "soy hetero" por todos tus poros.

—¿En serio? —frunzo el ceño.

—No te ofendas —sonríe—, pero sí. Aunque no me importaría besarte.

Estoy a punto de contestarle cuando un grupo de chicos se acerca a nosotras y nos dan un repaso de pies a cabeza.

Bastante descarado a decir verdad

Giro un momento la cabeza para buscar a Pablo con la mirada y le veo bastante serio, observando la escena. Sus ojos están clavados en los chicos y, cuando consigo que haga contacto visual conmigo, no puedo evitar guiñarle un ojo por lo sexy que se ve.

La voz de uno de los chicos me devuelve a mi situación actual.

―Hola guapas. ¿Nos dais vuestro Instagram? ―pide uno de ellos, mirándome a mí concretamente.

Una de las chicas hace el intento de responder, pero me apresuro e intervengo antes. Esta es mi oportunidad:

―Te lo damos sin problemas, pero te has equivocado de acera amigo ―le digo. Él abre los ojos perplejo al escucharme y mira a sus amigos.

El chico empieza a reírse y con él todos sus amigos.

A que les borro la sonrisa de un guantazo

―¿Qué os hace tanta gracia? ―protesta una de las chicas a mi lado—. Contad el chiste para que también podamos reírnos.

El chico se adelanta negando con la cabeza y rodea mis hombros con su brazo.

―Puedo asegurar que nos estáis vacilando, guapas ―responde convencido.

—Si no te lo crees es tu problema —le digo, deshaciéndome de su agarre.

—Entonces demuéstramelo.

—No tengo porqué demostrarte nada, chaval —contesto, empezando a cabrearme.

—Lo que yo decía...

Para mi sorpresa la chica de antes ladea la cabeza, me sujeta la nuca y tras buscar la aprobación en mi mirada me besa. Es un simple contacto de nuestros labios, sin lengua. La chica se separa de mí con una sonrisa y se gira a mirar al chico:

―¿Decías? ―inquiere, con una ceja alzada.

―Es una pena que una chica como tú esté en la otra acera ―niega con la cabeza decepcionado―. Vámonos chavales no hay nada que hacer aquí.

Los chicos se alejan y las chicas me miran.

―¿Qué pasa? ―interrogo al ver sus miradas divertidas.

―Sólo queríamos ver hasta donde eras capaz de llegar ―se ríe una de ellas.

Las miro sin comprender lo que dicen, y se giran a mirar a Pablo que sigue mirando aquí sin ningún disimulo.

―Ese chico y tú ―me dice como si fuese obvio―. Está claro que tenéis algo.

―¿Qué? ¡No! ―niego rápidamente.

—Si hubieses venido sola quizá te habríamos creído, pero está claro que ese chico y tú tenéis algo.

Me han pillado así que no tiene sentido seguir con esto, ¿no?

―¿Es muy obvio? ―me río, y le hago un ademán de que se acerque.

―Ni te imaginas ―ríen ellas—. ¿Era una apuesta?

―Sí, un reto. Y me negaba a perder.

Le hago una señal a Pablo para que se acerque. Llega a nosotras en cuestión de segundos y se posiciona a mi lado. Le dedico una amplia sonrisa de triunfadora.

―Creo que he demostrado que puedo, ¿no? ―le guiño un ojo―. Ahora te toca a ti ―sonrío ampliamente y él hace un puchero.

Las chicas nos observan con una sonrisa.

―Gracias reinas, siento haberos molestado ―les digo a modo de despedida. Pablo tira de mí y retomamos nuestro camino.

―No es nada ―escuchamos a nuestras espaldas—. ¡Ha sido un placer, besas de maravilla!

Pablo se detiene y se gira.

―Lo siento chicas, pero es mía ―les dice.

―Chico con suerte ―agrega la chica.

―Qué puedo decir, soy muy afortunado ―le contesta él.

Esta vez nos despedimos de verdad y nos perdemos entre la gente nuevamente. Pablo rodea mi cintura con su brazo y me acerca a él. Antes de que pueda decir nada me da un casto beso en los labios.

―¿Intentando despistarme?

―Puede ser —me contesta. 

Le observo por unos instantes y acaricio su mejilla con suavidad, haciendo que sonría tiernamente.

―¿Nos subimos a algo? ―pregunta, observando las atracciones como si fuese un niño pequeño.

Me apetece un montón, pero primero...

―Luego, ahora te toca a ti superar el reto ―esbozo una amplia sonrisa, guiñándole un ojo con picardía.


Pablo

Esta chica va a volverme loco, suspiro y me separo de ella pensando en lo que va a venir a continuación.

¿Ligar con un chico? Vale.

¿Besarlo? Intentaré evitarlo a toda costa.

No dudo de mi orientación sexual, pero siendo sincero, prefiero no tener que hacerlo.

Centro la mirada en un grupo de cuatro chicas que van con un chico. Así de primeras no está nada mal, viste una camiseta blanca de manga corta, unos pantalones beige cortos y unas airforce blancas con calcetines altos. Por supuesto, también tiene una dilatación.

Me acerco al grupo y al instante siento todas las miradas puestas en mi persona. Me siento tan observado que no puedo evitar sentirme incómodo aunque lo disimulo.

―¿Qué te trae por aquí, musculitos? ―me pregunta el chico con una sonrisa.

―Acabo de romper con mi novio y necesito una distracción ―suelto rápidamente, improvisando. Rápidamente me arrepiento al ver la lujuria en sus ojos.

Las chicas miran a su amigo como si tuviera la mayor suerte del mundo.

—¿Por qué los guapos nunca estáis disponibles? —se queja una de las chicas—. A mí siempre me toca el subnormal de turno.

Si tú supieras...

―No puedo esperar, musculitos ―sonríe, poniéndome una mano en el pecho—. Te voy a enseñar lo que es bueno de verdad.

Parpadeo varias veces. ¿Por qué cojones se ha tomado la confianza de tocarme?

Reacciono cuando noto que tira de mi brazo bruscamente y nos aleja del grupo.

—Eh, ¿qué haces? ―inquiero, soltándome de su agarre.

El chico me mira sin entender mi reacción.

―No te pongas nervioso ―me dice—. Creía que querías desfogarte hombre —se encoge de hombros.

—Me gusta ir...despacio ―sonrío nerviosamente.

Miro en la dirección donde se encuentra Andrea. Parece muy divertida riéndose de la situación y empiezo a maldecir el momento en el que decidí retarla.

Pero bueno, no voy a echarme atrás. Así que o la cosa termina en empate o no termina.

¿Tengo mal perder? Sí.

El chico sigue mi mirada y frunce el ceño.

―¿Quién es? ―pregunta, mirándome con desconfianza.

Andrea se acerca sin dejar de sonreír y se presenta con total naturalidad. ¿Por qué no le dan un óscar a esta chica?

―Soy su hermana ―responde. Yo me sorprendo por su contestación, pero el chico a mi lado no parece notarlo.

Mi hermana...casi me río por su ocurrencia

―¿Y la dejas sola? —me mira él—. Qué hermano tienes eh, menos mal que es guapo ―le dice a Andrea.

Ella se ríe.

―Sí eh, me ha tocado la lotería con él ―responde bromeando.

―Hoy es tu día de suerte, he venido con mi hermano. Es justo que si yo estoy con tu hermano tú estés con el mío ―sonríe, qué inocente—. Solo si quieres eh, no quiero que te sientas incómoda —aclara.

Si supiese que Andrea es de todo menos mi hermana, alucinaría.

Ella me mira por un segundo y esboza una sonrisa asintiendo.

―Claro ―sonríe alegremente.

El hermano del chico resulta ser un imbécil de cojones. Sus intenciones son muy claras y tengo que hacer un gran esfuerzo de contención para no joderlo todo.

¿No ve que ella no tiene ningún tipo de interés? Que insistente, joder

Cuando creo que he aguantado más que suficiente finjo que me duele la tripa. El chico que está conmigo no para de intentar besarme y, tras varias cobras de mi parte, deja de intentarlo. Andrea sale en mi rescate diciendo que tenemos que irnos, estoy a punto de salir de aquí a zancadas cuando el chico me detiene y me da su número, me sonríe y antes de que pueda apartarme aplasta sus labios con los míos pillándome por sorpresa.

Se separa, me da una última sonrisa y se aleja. Me quedo estático mientras veo como se pierde entre la gente.

—Dime que no...―murmuro.

―Oh sí ―se ríe ella, mirándome―. Dios mío tendrías que haber visto tu cara, ojalá haberlo grabado.

Andrea no deja de reírse de camino al coche. Y, aunque yo sea el objeto de burla, sonrío al verla tan contenta.

Me gusta que sonría así

―Supongo que esto es un empate ―comento, una vez que localizamos el coche.

―¿Tienes alguna idea para desempatar? ―inquiere ella divertida.

―Creo que por hoy basta de retos ―le digo antes de desbloquear el coche.

Nos damos una última mirada antes de sentarnos en nuestros respectivos asientos.

—Bien, pues vámonos a casa porque menuda noche... —bosteza, una vez que se ha abrochado el cinturón.

Sí, menuda noche





¡Hola holaaa! ¿Os ha gustado el capítulo?

Pablo y Andrea no paran con sus retos jajaja y parece que de momento su relación va viento en popa.

¿Qué pensáis? Contadme, siempre os leo 👀💛

No olvidéis que me hacen mucha ilusión vuestros ⭐️ y 💬. ¡Nos vemos en el próximo capítulo! Cuidaos.

Continue Reading

You'll Also Like

194K 18.5K 67
Jeon Jungkook es un Omega de 20 años, el cual siempre soñó con encontrar una pareja, pero nadie lo aceptaba, ¿ porque ? Fácil, Jungkook nacio con un...
15.5K 3.2K 27
Marcus juró que nunca volvería a amar. Luego de regresar a Nueva York por petición de su padre, Marcus intenta retomar su vida, intentando ignorar la...
60.1K 4.1K 91
Donde Mia Campos entra a la casa más famosa del mundo a jugar o donde conocera a gente que se volverán parte de su vida y conocera también al amor ic...
4.9M 428K 80
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...