Atrévete Conmigo

By almudeeniis

422K 23.9K 4.7K

Una única palabra, vacaciones Andrea y sus amigas deciden hacer un viaje juntas antes de que cada una vaya a... More

Prólogo
Personajes
Playlist
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42 (FINAL)
Epílogo
Agradecimientos
Valeria y David...

Capítulo 15

9.3K 634 276
By almudeeniis

Pablo

―¡Hoy toca hogueras! ―exclama Javi, sonriendo con unas cuantas botellas de ron cuando le abro la puerta.

Me hago a un lado dejándole pasar y no duda en entrar y sentarse junto a los demás.

Me he pasado la mañana ayudando a mi madre con las tareas y estoy reventado. Mi padre y mi madre siempre se las reparten, pero con el accidente ahora no puede hacer demasiados esfuerzos.

Si soy sincero, mi paso por casa en verano se resume en salir por la mañana, volver a la hora de comer, irme después y no pisar mi casa hasta las tantas de la madrugada. Sin embargo, dadas las circunstancias, he reducido mis horarios en la calle para cuidar de mi hermana y colaborar en casa para que a mi madre no le de un chungo cuando vuelve de trabajar.

Cierro la puerta y me estiro un poco mientras sigo a Javi hasta el salón.

―¿Quién conduce hoy? ―pregunto una vez que tengo a mis tres amigos frente a mí.

―Te toca tío ―señala David a Adri.

—Que dices pringado —protesta el nombrado.

—Es cierto, te toca —apoya Javi.

―Parece que no ha colado...―murmura Adri, haciendo una mueca de disgusto.

No solemos coger el coche a menudo, pero hoy nos viene bien para dejar en el maletero algunas botellas de alcohol y los hielos en un congelador portátil.

En esta ocasión, el que conduce no puede beber, y por norma general es el encargado de controlar un poco al resto. Aunque nos valemos por nosotros mismos, no está de más evitar que tus amigos hagan locuras como llamar a sus ex borrachos o alguna cosa que implique dar vergüenza ajena.

―No tienes tanta suerte ―ríe Javi.

―Al menos tenía que intentarlo ―se encoge de hombros.

Después de hacer cuentas y darle a Javi parte del dinero del alcohol, salimos de mi casa. Nos metemos en el coche y ponemos música para motivarnos un poco hasta que Javi la baja.

― ¿Qué os traéis entre manos con las chicas? ―pregunta, tomándonos por sorpresa.

Gira la cabeza desde el asiento del copiloto y me mira.

—¿Por qué me miras a mí? —me remuevo incómodo en el asiento.

Saben que no me gusta hablar de temas amorosos. Pueden hablar de cualquier cosa, pero cuando se trata de mis relaciones me cierro en banda, siento que en ocasiones invaden demasiado mi privacidad.

—No te hagas el tonto que sé perfectamente que tienes algo con mi prima —contesta.

Mi amigo bufa y rápidamente se acomoda en su asiento.

Menos mal

—Entonces para qué preguntas —digo, volviendo mi mirada al frente.

—Porque quiero escucharlo de ti —responde como si fuese demasiado obvio.

Suspiro y cierro los ojos. Javi puede ser un grano en el culo cuando se lo propone así que la mejor forma de atajar el asunto es darle lo que quiere.

―Tu prima me gusta. Es diferente al tipo de chicas con las que me suelo juntar ―le respondo, sinceramente.

―¿Lo dices porque es más guapa que todas con las que has estado antes? ¿O porque no te baila el agua como las demás? ―pregunta, haciéndonos reír.

—La belleza es subjetiva —aporta Adri.

—¿Ya empiezas con eso? —ataca David.

—Es que es verdad. Que a ti no te parezca guapa una chica no significa que a mí tampoco me lo parezca —se defiende.

Ruedo los ojos.

Ya empiezan otra vez con sus discusiones

Adri es de los chicos que necesitan sentir algo especial, conocer a una persona con la que conecte desde un principio. Es de las personas menos superficiales que conozco, él simplemente se deja llevar.

David es todo lo contrario. Ha sido un ligón toda su vida y es de los chicos que no solo saben que son guapos sino que se lo tienen creído. A veces me dan ganas de estampar mi puño en su cara por lo superficial que puede llegar, no bromeo cuando digo que muchas veces su forma de tratar a las chicas varía en función de lo guapas que le parecen.

Javi tiene un prototipo de chica definido y, aunque él lo niegue, es cierto. Sus gustos no se basan en el físico sino en la inteligencia, tiene un radar para fijarse siempre en chicas que irradian un aire de sabelotodo. Por no mencionar que en la mayoría de los casos estudian una carrera relacionada con economía o derecho.

Yo soy un punto intermedio entre los tres. Soy fiel creyente de que el físico es lo primero que entra por los ojos y un mínimo debe atraerte para querer conocer a esa persona. Pero eso es solo la superficie, después tienes que ir más allá y descubrir si sois compatibles en cuanto a gustos, aficiones...

—Espero que no estéis diciendo indirectamente que mi prima no es guapa —interviene Javi en su pequeña discusión—. Seré su primo, pero también soy objetivo.

—Esto no tiene que ver con Andrea, es en general —dice David, encogiéndose de hombros—. Pero ya que nos ponemos, a mí me gustan las chicas como Valeria no voy a mentir.

―A mí Andrea me gusta en todos los sentidos ―le contesto, haciendo que él asienta—. Físicamente es guapa, pero la personalidad le hace todavía más atractiva.

―Si mi prima tiene que salir con alguien prefiero que sea contigo a que sea con cualquier otro ―me dice Javi—. Además sé dónde vives y como te pases con ella te quemo la casa ―bromea.

En el fondo sé que es verdad, pero espero no descubrir cómo sería mi amigo descargando toda su ira contra mí.

―Ya que has mencionado a Valeria —prosigue Javi—. ¿Qué te pasa con ella?

―¿Esto se ha convertido en un interrogatorio? ―David enarca una ceja—. No me pasa nada, simplemente se está haciendo la dura y está colmando mi paciencia.

Suelto una sonora carcajada al escucharlo y me río aún más al ver su cara de frustración.

—¿Qué hay de ti con...?

―Hemos llegado ―anuncia Javi, cortando su pregunta.

―Será cabrón el Javi, siempre se libra ―murmura David, haciéndome reír.

―No seas envidioso ―le contesta.

Bajamos del coche y empezamos a buscar a las chicas con la mirada.

―¡Primito! ―escucho la inconfundible voz de mi prima Elisa a mis espaldas.

Veo a mis amigos caminar entre la multitud y no me da tiempo a llamarles para que esperen. Me doy la vuelta y esbozo una amplia sonrisa al ver a mi prima.

―¿Qué haces aquí? ―le pregunto con curiosidad.

Ella vive en otra ciudad y odia venir aquí. Nunca le ha gustado la playa, ella es más de montaña.

―Vengo por un asunto pendiente, primito ―me responde ella con una amplia sonrisa―. He venido para recuperar a Javi y tú vas a ayudarme.





Andrea

―¡Preciosa! Ayer te fuiste sin despedirte ―me sonríe Álex.

Las chicas y yo habíamos decidido venir a las hogueras para distraernos y pasar un buen rato.

―Lo sé, y lo siento. Pablo y mi primo se pusieron muy insistentes con que nos fuéramos ―le explico.

―Lo sé, tranquila. Me lo dijo Rubén. ―me sonríe―. Unos amigos y yo estábamos a punto de jugar al juego del "yo nunca". ¿Os apuntáis? ―me mira, para luego dirigir su mirada a las chicas.

―Claro ―le sonrío―, será divertido.

Las chicas se miran entre ellas y acceden. Seguimos a Álex entre el mogollón de gente para llegar hasta su grupo de amigos, que ya han hecho un círculo.

―¿Y estas chicas tan guapas? ―pregunta uno de los chicos presentes.

―Tenemos la suerte de que quieren unirse al juego espero que haya hueco ―le responde Álex.

―Eso ni se pregunta ―la gente abre el círculo haciéndonos hueco y nos sentamos.

―Sabéis jugar, ¿no? ―las cuatro asentimos―. Por si acaso, el juego consiste en que cada uno hace una afirmación tipo 'yo nunca he ido de fiesta'. Si lo has hecho, bebes. Y si no, no bebes. ―sonríe el chico.

Nadie tiene preguntas así que decidimos empezar.

―¿Os importa que nos unamos? ―escucho la voz de Pablo.

―¿Es necesario? ―pregunta Álex, mirándole.

―No empecéis ―me sorprendo cuando esas palabras salen de mi boca―. Estamos aquí para divertirnos y la playa es de todos ―me encojo de hombros.

Álex se limita a hacer una mueca de disgusto mientras los chicos, especialmente Pablo, sonríen triunfantes mientras toman asiento en el círculo. Pablo y Álex están sentados frente a mí, separados por una chica a la que no conozco.

―Empiezo yo ―comienza uno de los chicos―. Yo nunca...he besado a nadie ―y todos bebemos.

―Yo nunca...he follado ―continúa Val. Todos los presentes bebemos, incluida ella.

No me pasa desapercibida la mirada de los chicos. Nos miran a las cuatro con curiosidad, como si no se lo esperasen. ¿Por qué les parece raro cuando es lo más normal del mundo?

―Yo nunca...he hecho un trío ―sigue diciendo David. Javi, Pablo,  Álex y él beben.

Nunca me ha llamado la atención hacer un trío y tampoco tenía pensado hacerlo.

―Yo nunca...he besado a más de diez personas ―prosigue Pau.

Todos bebemos menos Sofi y ella, que no les gusta lo besar por besar.

―Yo nunca...me he sentido atraído por alguien de aquí ―añade Rubén, para mi sorpresa todo el círculo bebe, incluida yo.

―Yo nunca...he tenido una relación seria ―continúo yo, Sofi, Pau y yo bebemos, al igual que Javi, Álex y Pablo, cosa que me sorprende. ¿Ambos habían tenido una pareja seria?

Seguimos así durante un rato hasta que le toca a Álex.

―Yo nunca...me he enamorado ―dice. Para mi sorpresa únicamente bebemos Pau, Pablo y yo.

Miro a Sofía y a mi primo, que se miran como si quisieran matarse. ¿Acaso no habían sido su primer amor?

Desvío la mirada cuando veo que otras dos personas empiezan a discutir.

―¿A quién quieres engañar? ―le reprocha Álex a Pablo, sorprendiéndonos a todos.

―Que cierres la puta boca —le espeta el castaño.

—Lo único que sabes decir son mentiras —prosigue Álex.

—Pasa página corazón —se burla Pablo—. Supéralo que eres muy cansino.

Álex está a punto de abalanzarse sobre Pablo, pero dos chicos que no conozco se interponen. Después de ese enfrentamiento la situación se desmadra un poco, la gente parece que busca emborracharse hasta perder el sentido y en cuestión de una hora ya hay gente borracha por todas partes.

Me levanto del círculo, cansada de estar sentada, y lo hago justo en el momento en que veo a Pablo tambalearse borracho. Camino decidida hacia él y le quito la botella de ron de las manos.

¿Cómo puede beber esto sin mezcla?

―Deja ya de beber, ¿cuántas llevas? ―inquiero, enfadada. ¿Por qué se había vuelto tan irresponsable esta noche?

―Devuélveme el cubata, quiero divertirme ―me sonríe él, intentando recuperar su vaso.

—¿Te has bebido tú solo la botella? —pregunto, mirando que prácticamente no queda nada.

—A diferencia de ti, yo no me emborracho con dos míseros cubatas —se burla—. Ahora, si no te importa, devuélveme el vaso y la botella.

Intenta arrebatármelo de las manos, pero soy más rápida.

―Nos vamos a casa ―le digo, tirando de su brazo.

Justo cuando estoy dispuesta a arrastrarlo, una chica se planta frente a mí cruzándose de brazos.

¿Y esta chica ahora qué quiere?

―Deja a Pablo en paz, él está con nosotras ―me dice, mirándome desafiante.

—No te metas en mis asuntos —me limito a decirle.

Doy otro paso tirando de Pablo y ella hace lo mismo, volviendo a interponerse.

Voy a decirle algo cuando veo que Val aparece a mi lado como un rayo y le da un empujón, alejándola de mí.

—Con mi amiga no te metas —le espeta la rubia—. Apártate, ¿estás sorda o qué?

Lucho internamente por no sacar lo peor de mí, pero no no me lo ponen fácil. Y menos cuando veo a sus amiguitas dispuestas a abalanzarse sobre Valeria.

Suelto la mano de Pablo decidida a defender a mi amiga, pero el castaño me detiene.

―Ella es más importante para mí que vosotras ―interviene, y no puedo evitar sentir algo al oír sus palabras—. Si no os importa íbamos a irnos antes de que decidieseis hacer el ridículo.

Valeria sonríe satisfecha cuando las chicas se alejan, me da un beso y se va en busca de alguna conquista.

Pablo vuelve a unir nuestras manos mientras caminamos, yo decido avisar a Adri antes de irnos.

―Me lo llevo a casa ―le digo, veo que el alivio cruza su rostro.

―Gracias. David y Javi están por ahí haciendo locuras y no consigo detenerlos. Por lo menos ahora solo me hago cargo de dos en vez de tres ―me sonríe, suspirando al ver a Javi corriendo por toda la playa—. Me voy ―ríe él, corriendo en su dirección.

Me despido de Sofía y Paula, que van más o menos bien y les hago una seña indicando que me voy con Pablo. Las dos sonríen ampliamente y me guiñan un ojo, yo ruedo los ojos.

Hago un esfuerzo por recordar el camino a su casa, aunque él termina guiándome.

―¿Por qué te preocupas por mí? ―me pregunta, tomándome por sorpresa.

La verdad es que no estaba muy segura, ¿por qué me preocupaba por él?

―Somos amigos, tengo que cuidarte ―miento.

―Sí, claro. ¿Aún sigues con la mierda esa de que somos amigos? ―ríe, pero sin rastro de humor.

―¿Y qué se supone que somos según tú? ―inquiero.

Su mirada baja a mis labios y vuelve a mirarme. Sin más preámbulos acorta la distancia entre nosotros y me besa tomándome por sorpresa. Sus labios son suaves y su lengua rápidamente se abre paso en mi boca. Sus manos se aferran a mi cadera y bajan rápidamente a mi culo, apretándolo.

No hay nada que me ponga más que eso, así que tiro de su camiseta pegándolo más a mí.

Nos separamos por falta de aire y nos miramos con las respiraciones bastante agitadas por la intensidad del beso. Me sonríe, y arquea una ceja.

—Estoy harto de decirte que esto que hacemos no es de ser solo amigos ―se limita a decir—. Si no estuviera borracho estoy seguro de que esto hubiese acabado de otra forma.

Voy a decir algo, pero señala una puerta indicándome que hemos llegado a su casa. Saco las llaves de su bolsillo, abro la puerta y le ayudo a entrar porque veo que se tambalea un poco.

―¿Hay alguien en casa? ―le pregunto, intentando hacer el menos ruido posible.

―Sólo está mi madre, tranquila no se va a sorprender si se levanta ―me responde—. Alba y mi padre están con mis abuelos.

Dejo que nos guíe hasta su habitación e intentamos no hacer mucho ruido, pero resulta en vano ya que se choca varias veces con los muebles. No puedo evitar reírme por su torpeza, haciendo que él se ría también.

Llegamos a su habitación y me sorprendo al verla muy ordenada. Le ayudo a llegar hasta la cama y le doy un beso en la mejilla sin pensarlo antes de dirigirme nuevamente a la puerta para irme.

―No te vayas, quédate ―le oigo decir a mis espaldas.

Me giro a mirarle, está apoyado en el cabecero de la cama observando mis movimientos.

―No creo que deba...yo...llamaré a...―pero me interrumpe.

―Sólo dormir, no quiero que vuelvas sola a estas horas. Quiero asegurarme de que estés bien ―me dice, con cierta dulzura, y no puedo evitar sonreír ante lo tierno que se ve.

―Te puedo enviar un mensaje...―susurro, pero él niega con la cabeza.

―Por favor, sólo hoy ―insiste, hasta que asiento caminando hacia él.

―Está bien ―accedo―, sólo dormir ―le advierto divertida, él sonríe asintiendo―. ¿Te importa si te cojo una camiseta?

―Coge lo que quieras, nena ―me responde.

Cojo una camiseta y me adentro en el baño de su habitación. Me quito los shorts, el top y me pongo su camiseta, que me cubre por encima de las rodillas.

Salgo y le veo quitándose la camiseta, trago saliva.

Oh dios mío.

Desvío la mirada y camino hacia la cama, aunque él sonríe sabiendo que le estaba observando.

Me tumbo a su lado en la cama y me acomodo en mi lado cerrando los ojos. Unos segundos después siento que pasa su brazo por mi cintura estrechándome contra él.

―Buenas noches nena, gracias por preocuparte por mí ―le oigo decir, aunque el sueño me consume y no me veo capaz de responder—. No creo que podamos ser amigos porque me gustas, y me gustas mucho ―añade, antes de darme un beso en la comisura de los labios.

¡Hola! ¿Os ha gustado el capítulo? Contadme.

Recordad que no cuesta nada darle a la ⭐️ y dejar un 💬.

Si queréis saber más y estar al tanto de las actualizaciones podéis seguirme en instagram: almudeeniis

Continue Reading

You'll Also Like

105K 17.6K 44
¿Y si es muy tarde para empezar de cero? Cuando Gia Davies se muda a Nueva York, está huyendo. Se ha dado cuenta de que su carrera no le gusta, su re...
75.3K 6.6K 65
Sus métodos de espantar a los hombres han mantenido a Melanie Grey a salvo de cualquier traición o decepción. Una estrategia que ha funcionado exitos...
4.9M 428K 80
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...
152K 7.3K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...