Matsuno Omegaverse 2 ||P A U...

By -Monnna-

7.6K 636 389

Pues como dice en el título, es la continuación del fic "Matsuno Omegaverse", solo que esta vez le coloque el... More

Prólogo
01
La mala suerte la persigue
02
03
04
05
¡¡Tengo una Hater(?)!!
06
07
08
09
10
11
12
Historias Pausadas
13
14
CANCELADA!!
Noticias noticiosas(?)
15
16
17
19
20
21
22
23
24
25

18

145 17 2
By -Monnna-


N/A: Me encantan los memes de esa pagina :)

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-         

 Flashback

Algunos pueden decir que haber nacido en su familia se trataba de una especie de milagro, un regalo del mismísimo cielo, que la fortuna les había sonreído... ¿Y quién podía decir lo contrario? .... Ser el hijo de uno de los más grandes generales de central le daba al instante una gran reputación, sin mencionar también los grandes beneficios que aquel título atraía. Además de mencionar a la gran persona que el sujeto poseía como esposa, una de las omegas más hermosas jamás vista en la historia, como a la vez una de las pocas a la cual se le trataba por igual.

A vista de los demás, aquella familia constituida de cuatros integrantes era la perfección en vida. Todo el mundo hablaba de ellos. Cuando apenas eran dos miembros, estos fueron bendecidos con el regalo de la vida... llegando a alegrar sus días, un pequeño alpha de unos dos kilogramos. La pareja estaba feliz ante tal evento, estaban seguros de que aquel niño sería una persona muy importante, que su nombre sería recordado por las futuras generaciones. No paso mucho tiempo para que se les uniera el último integrante de la familia, para la alegría de esta y sorpresa de los demás; la pareja fue bendecida con otro alpha... Algo muy raro en aquellos tiempos.

Fue así como aquella familia vivió sus días dorados en total calma. Pasaron años maravillosos a pesar del agrio momento en el cual vivían. Tal como se esperaba de los menores, cada alpha se destacó de inmediato por lo que comenzaron a ser el ojo de envidias y falsos rumores.... Rumores que llegaron a oídos de central, quienes fijaron sus ojos en ellos.

No paso mucho tiempo para que ambos alphas trabajaran bajo el mando de central. Realizando grandes hazañas en sus oficios... El mayor de los hermanos, al igual que su padre, se destacó por sus habilidades físicas, poseyendo un liderazgo innato, lo que provocaba que en poco tiempo se convirtiera en un gran candidato para convertirse en el general o mano derecha de los miembros de central, sin importar que este apenas cumpliera los veinte años.

Con el menor fue algo diferente, a pesar de poseer dotes iguales o superiores a su hermano el chico prefirió destacarse en todo lo relacionado al ámbito de las ciencias, con tan solo quince años era uno de los más importantes científicos que poseía la capital, en otras palabras, se trataba de un diamante en bruto el cual estaban dispuestos a moldear para contribuyera a su causa.

La vida les estaba sonriendo, aun a pesar de la perdida de sus padres tanto Tougo como Tanaka se volvieron importantes miembros de la sociedad, incluso para algunos eran considerados elementos claves para la salvación de esta... Cosa que ambos hermanos estaban totalmente de acuerdo, todo hubiera sido fabuloso de no ser por aquel evento que cambió por completo sus vidas, aquel evento que determino de qué lado de la moneda estaría cada uno.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Tanaka se despertó aquel día más temprano de lo habitual, por lo que decidió realizar algo de ejercicio matutino mientras esperaba a que su pequeño hermanito se dignara a levantarse y preparase el desayuno para ambos. Él más que nadie sabía que eras capaz de quemar, nuevamente, el departamento en el que se alojaban. Cosa que era absurdo, era considerado un gran Alpha como también un modelo a seguir y ni siquiera era capaz de freírse un simple huevo.

─ ¡Ahh maldición, tengo hambre! ─ habló un desesperado Tanaka, su estómago le exigía que colocase algo de alimentos por lo que ya harto de esperar decidió salir en busca de estos. Rápidamente cambió su ropa y agarrando apenas sus llaves y algo de dinero salió del hogar para dirigirse hacia el centro de la cuidad, a sus oídos había llegado la noticia que un nuevo local de comida rápida se abrió hace poco y que sus hamburguesas eran las mejores del distrito, por lo que era hora de averiguarlo por sí mismo.

De tan solo pensar en dicha hamburguesa podía sentir como se le hacía agua a la boca. Tan metido estaba en sus pensamientos que ni cuenta se dio al llegar al centro. Sin perder tiempo, comenzó la búsqueda del tan glorioso local, más sus ojos se detuvieron al presenciar una escena de lo más grotesca... a su parecer.

No muy lejos de su persona, yacía un alpha maltratando y humillando a una joven de blancos cabellos. De inmediato comenzó acercarse para tener una mejor perspectiva del asunto, al estar lo suficientemente cerca de inmediato identifico a la chica como una omega debido a las leves feromonas que esta desprendía, razón por la cual la gente tan solo se dedicaba a observar... Creían que la joven había hecho algo para enojar a su alpha y siendo una simple omega, tan solo le quedaba en agachar la cabeza y aceptar su castigo. No por nada eran la clase más baja de la jerarquía.

Para Tanaka ver al sujeto levantar su mano contra alguien fue suficiente para que decidiera intervenir. Fue así como, haciendo uso de sus habilidades, derrumbo al otro alpha con tan solo un movimiento, el sujeto ni siquiera pudo reaccionar cuando comenzó a sufrir una lluvia de puños en todo su rostro, dejándole inconsciente en el acto. Una oportunidad que Tanaka no desaprovecho, por lo que levanto a la joven y huyo del lugar... No se quedaría a esperar a que la policía llegase o peor aún, los militares, tenía que cuidar una reputación por lo que prefería que la gente pensara que se trataba de alguna especie de buscapleitos o una simple pelea callejera. 

Ya después de mucho correr y verificar que se encontraban a una distancia lo bastante prudente Tanaka bajo a la joven lo más delicadamente posible. ─ Creó que nos hemos librado de una buena, por cierto, me llamo Tanaka... un placer ─ el Alpha extendió su mano a modo de saludo, pero esta fue apartada de un sol manotazo. 

─ ¡¿Se puede saber que mierda fue eso?! ─ pregunto la omega totalmente enfurecida, ─ Acabas de condenarme a muerte... muchas gracias imbécil ─ vocifero la mujer. Estaba enojada, más que eso... Estaba enfurecida.

Aquella actitud había sorprendido al Alpha, de todas las reacciones posibles no se esperaba que la chica reaccionara de tal forma.

─ Espera, espera linda... tiempo fuera ─ calmo el Alpha, ─ ¿Qué intentas insinuar?, si no hubiera sido por mi valerosa ayuda, en este momento quizás ya estarías muerta ─ aclaro mientras comenzaba a tomar cierta distancia de la mujer, no se fía de su mirada. ─ Así que ve formulando tus mejores disculpas y de paso un "gracias" no estaría mal ─

─ ¡Vete a la mierda Alpha de pacotilla! ─ contesto déspotamente, ─ ¡El que sea una omega no significa que tenga que hacer lo que me pidas! ─ mencionaba mientras se colocaba de pies y comenzaba a arreglar sus ropas, estas se habían desordenado un poco debido a la huida, fue así como la chica dio media vuelta para marcharse del lugar. ─ Maldita sea, era mi camisa favorita ─ refunfuñaba la joven, alejándose cada vez más del lugar.

Por otro lado, Tanaka había quedado congelado en su lugar. Su mente aun procesaba lo vivido hace tan solo unos segundos, y es que en toda su corta vida nunca nadie se había atrevido a tratarlo de tal forma, desde muy pequeño había sido respetado, tanto por adultos como por niños... Sin importar la casta a la cual pertenecían. Por lo que aquella joven realmente lo sorprendió, más siendo una omega... Ya que estos de por si debían de respetarlo ¿cierto?

─ ¡Espera un momento! ─ gritó mientras corría hacia la chica, al momento en que sus ojos se posaron en la figura de la omega; como si su cuerpo se hubiera movido solo, de un momento a otro le había frenado su andar sosteniéndole el brazo.

─ ¿Qué es lo que quieres ahora? ─ preguntó la joven, sin siquiera inmutar su rostro. ─ Si no me sueltas juro que comenzare a gritar ─ amenazó, aun sabiendo que eso no funcionaría.

─ ¿Y qué te hace pensar que alguien vendrá ayudarte?, Por si no lo notaste, la vez anterior nadie se molestó en intentar interferir en su "conversación", ¿Por qué crees que ahora será diferente? ─ sonrió ante sus palabras, esta la ronda la había ganado él y lo que más amaba en el mundo, además de su hermano y comer, era ganar.

Ante la inminente situación, la omega tan solo soltó un suspiro derrotada. Odiaba aquel sujeto, pero tenía razón... Por más que hubiese gritado o implorado ayuda, tan solo habrían hecho vista gorda por el simple hecho de ser una omega. Hecho que le convencía aún más que la humanidad estaba perdida. ─ Okey me rindo... ¿Qué es lo que quieres cómo agradecimiento?, ¿Sexo, drogas, un baile... un baile con sexo y drogas incluido? ─ pregunto sin vergüenza alguna. 

─ ¿Me veo como alguien de disfrute de esas cosas? ─ pregunto ofendido, ─ No me conteste ─ respondió de inmediato al ver que la omega lo analizaba de pies a cabeza. ─ Mira... solo quiero mis respectivas disculpas y agradecimientos, no soy de inmiscuirme en la vida de los demás, pero no podía quedarme sin hacer nada al ver lo que como ese sujeto abusaba de ti ─

Desde que era pequeño, su padre siempre le había enseñado a él y a su hermano que las omegas debían de ser respetadas y protegidas. Sin importar lo que la sociedad dictará.

─ Escucha... solo di gracias con una gran sonrisa y me daré como pagado, no he desayunado nada y de verdad siento que moriré de hambre ─ suplico colocando sus mejores ojos de perritos, esperando a que de esta forma la omega le diera su anhelado agradecimiento. 

Ante aquella mirada, la peliblanca solo atinó a soltar un suspiro de resignación, ─ Vale, creo que realmente te lo mereces ─ menciono con una leve sonrisa, desviando su mirada del otro debido a la comparación que había hecho hace tan solo algunos segundos, el sentimiento de remordimiento comenzó a carcomerla por dentro ─ He sido toda una malagradecida, por lo que... ¿Qué me dices si te invito el desayuno?, conozco un lugar en donde hacen las mejores hamburguesas del distrito ─ menciono con una leve pero dulce sonrisa.

Aquella imagen en frente provoco que la sangre se le subiera a la cabeza, causándole un leve sonrojo. Además de sentir como su corazón daba un pequeño brinco de emoción, jamás en su vida había visto una sonrisa de tal magnitud, ni siquiera de su propia madre, y eso que creía que la sonrisa de aquella mujer era lo más bello en este mundo.

Vio como la omega comenzaba a caminar por delante de él, golpeo su rostro con ambas manos en un vago intento de enfocar sus pensamientos; comenzó a seguir a la chica, preguntándose internamente que había sucedido. ─ Por cierto, aun no me has dicho tu nombre, ¿o prefieres que te diga gruñona? ─ pregunto divertido, ganándose una mirada de molestia por parte de la omega.

─ Si serás... ─ gruño por debajo, ─ Para tu información me llamo Akane... Akane Fujiwara ─ contesto con orgullo. ─ Creo recordar que tu nombre era Tanaka, ¿cierto? ─

─ Así es ─ inclino su cuerpo a modo de saludo, causando que una pequeña risa se escapara de los labios de la omega, ─ Hiroshi Tanaka a su servicio ─ **

Aquel encuentro fue el primero de muchos. Con el paso del tiempo aquellos encuentros fueron cada vez más frecuentes, ya sea para dar un simple paseo en el parque o simplemente sentarse y conversar horas y horas de cosas sin importancia alguna. Era increíble como siempre encontraban temas de conversación, llegando a convertirse en grandes amigos. Su amistad había llegado hasta cierto punto en donde el Alpha decidió que era momento de presentarle a la persona más importante en su vida, cabe decir que no se sorprendió ante la rápida amistad que entablaron Tougo y Akane, es más, ocurrían momentos en donde se arrepentía de aquello ya que entre ambos se encargaban de fastidiarle su existencia. Pero de alguna u otra manera amaba aquello.  

Fue así como la amistad entre los tres crecía de manera inusuales, la omega pasaba prácticamente todo el día con los hermanos, llegando incluso a pasar la noche en su departamento. Aquello provoco falsos rumores sobre Akane, se decía que esta tan solo estaba cortejando a ambos hermanos; que se aprovechaba de la buena situación en la que estos se encontraban. Para Akane todo aquello le tenía sin cuidado, se podía decir que ya estaba más que acostumbrada, pero para los hermanos era historia era diferente, entre ambos habían dejado muy en claro que la omega era un miembro más de familia, logrando cerrarles las bocas a todas aquellas personas mal habladas.

No paso mucho tiempo para que Tanaka mirase de una manera diferente a la omega, no sabría decir con exactitud en que momento aquellos sentimientos de amistad evolucionaron en algo más. Pero de algo estaba convencido, quería Akane... no, la amaba; estaba seguro de que era la mujer ideal para él. Pero se negaba a destruir aquella amistad por su mero capricho, ¿Quién le aseguraba que sus sentimientos eran recíprocos?, ¿Cómo saber que al momento de revelar sus sentimientos Akane no huira y se alejaría para siempre de él? Debía de admitir que tenía miedo; miedo al rechazo.

Se sentía frustrado, ni siquiera las secciones de entrenamientos lograban calmarlo. No pudo seguir con aquella angustia y termino por confesarle todo a su querido hermanito, quizás él podría ayudarlo en encontrar alguna solución, más no esperaba que este soltara las siguientes palabras "¿Sabes?, para ser todo un experto en leer a las personas, eres bastante estúpido cuando se trata de Akane-chan" ... aquella oración lo dejó pensando bastante, todo esto le hizo pensar una vaga y estúpida idea de lo que podría estar ocurriendo, más se negaba en hacerse falsas esperanzas.

Decidió que era mejor seguir siendo amigos, creía firmemente que el tiempo le haría olvidar aquellos sentimientos, pero después de un par de días, la situación se volcó totalmente en su contra.

Su mente estaba hecho un lío, comenzaba a hartarse de toda esta situación. Incluso llego a pensar en mantener cierta distancia de la omega, se dirigió a su habitación para poder pensar de manera clara, pero al momento de abrir la puerta un fuerte aroma invadió por completo sus fosas nasales, inmovilizando por completo. Algo en su interior le decía que debía de salir del lugar, salir del edificio si es necesario y correr como nunca antes había corrido.

Una dulce fragancia se podía sentir por toda la habitación, por mero acto dirigió su mirada hacia su gran cama. De todas las situaciones en las que pensó que se podía encontrarse, aquella era la que menos deseaba.

En frente suyo estaba aquella persona que lo tenía totalmente embobado, aquella que era dueña de todos sus sueños y fantasías... Aquella por la que estaba perdidamente enamorado, dicha persona estaba entrando en celo; broche de oro pensó el Alpha, quien hacia uso de todo su auto control para no lanzarse sobre la joven.

Quería tocarla, quería besarla, quería hacerle el amor de unas mil formas posibles... en palabras simples deseaba marcarla, marcarla como su omega. Marcarla como su suya y decirle a los demás que tan preciosa joya tan solo le pertenecía a él.

Pero no lo hizo.

Enfrío su cabeza y giró su cuerpo para salir de aquel cuarto, no era primera vez que la omega entraba en celo estando su hogar. Ya en algunas ocasiones había ocurrido, pero la omega siempre se tomaba sus supresores y se iba a dormir en la habitación más alejada de la casa. Habían logrado convivir con aquello, pero la situación ahora era diferente, la omega se encontraba en su habitación, impregnando todo su dulce aroma en sus cosas. Provocándole, tentándole a que cruzara aquella delgada línea.

Al momento en su mano toco el pomo de la puerta, Tanaka pudo sentir como unas manos comenzaron a pasear por todo su torso, pudo sentir como su cuerpo se tensaba ante tal intromisión, pero aun así no hizo nada para alejarlas. Entrelazo sus manos con la peliblanca y de un movimiento logro que esta se encontrara en medio de la puerta y su cuerpo.

Ambas miradas se encontraron, ambos sintieron como su mundo se congelaba en aquel minuto. Sus rostros estaban endemoniadamente cercas que eran capaces de sentir la respiración del otro.  Ambos sabían lo que estaba a punto de suceder, ninguno podía ignorar lo que sus cuerpos pedían, lo que sus instintos les reclamaban... Ambos sabían que las cosas no serían los mismos después de esto, más ninguno deseaba evitar aquel suceso.

Aquella noche ambos se entregaron en cuerpo y alma.

Tanaka marco a Akane como su suya, aquella marca significaba que ambos estarían juntos para siempre, ambos se apoyarían en cualquier adversidad... Ninguno abandonaría al otro, solo la muerte sería la única capaz de separarlos y aun si eso sucedía, el otro le seguiría para poder afrontar aquella etapa juntos. Por que eso significaba la marca, para Tanaka era un símbolo de lealtad absoluta y amor, para Akane era una prueba de que el verdadero amor existe.

Por un tiempo las cosas fueron funcionando de manera tranquila, la peliblanca había sorprendido a su alpha con la noticia que se encontraba en la espera de un pequeño ser. Tanaka no podría describir la felicidad que sentía en aquel momento, sentía que todo estaba resultando como él había esperado. Había encontrado el verdadero amor, se encontraba a un tan solo un paso de ser el más grande general de central y para darle el toque final, muy pronto sería padre de dos hermosas niñas.

Si hace algunos años atrás le hubieran dicho que la vida le había sonreído, no lo hubiese creído. El más que nadie sabía que todo lo que poseía actualmente se lo había ganado con el sudor de su frente, por su motivación y perseverancia.

Tanaka sentía que tenía la vida perfecta, nada ni nadie podría arruinarla... O eso era lo que creía.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

No supo las razones, ni siquiera le habían dejado alguna explicación... tan solo se habían ido, lo habían abandonado.

De todas las personas que creía que alguna vez podrían dejarlo atrás, nunca se imaginó que serían las más cercana a su persona. Y es que aun a pesar de estar inmerso en la soledad de su hogar se negaba a creer que tanto Akane como Tougo lo habían abandonado. Se negaba a creer tal desfachatez.

De su hermano talvez se lo esperaba, aquel Alpha de cabellos negros ya era alguien los bastante maduro para irse a quien sabe hacer que cosa, a pesar de constar con tan solo veintidós años. Pero aun así estaba intrigado, si Tougo hubiera decidido partir le hubiera informado desde hace mucho tiempo.

Pero por parte de la peliblanca, por parte de su omega... realmente le sorprendió. No estaban sus pertenencias, ni las de que les pertenecían a sus futuras hijas. En el hogar no había nada para decir que alguna vez habito la omega Akane en el sitio, no había absolutamente nada. Se negaba a creer en ello, por lo que comenzó una búsqueda por cuenta propia, se supone que en casos como esto lo recomendable era llamar a las autoridades para que ellos empezaran con la búsqueda, pero él no haría aquello...se trataba de su familia, él era el más indicado para realizar dicha tarea.

Por cada día que pasaba, la desesperación aumentaba. Tanaka no lograba dar con el paradero de los "prófugos", aun no lograba comprender como es que aquel par había osado en abandonarlo de tal forma. Se supone que eran familia, la familia nunca te abandona; aquellas palabras eran la enseñanza más grande que sus progenitores le habían otorgado. Entonces...

¿Por qué su hermano Tougo lo abandono de manera cruel?

¿Es que acaso lo odiaba?

¿Por qué Akane lo dejo como si de un objeto se tratase?

¿No se supone que ella era su omega?

Se habían prometido permanecer juntos, por siempre... Ella poseía su marca.

La marca significaba lealtad, amor verdadero

¿Es qué acaso Akane no lo amaba realmente?

Una y otra vez se preguntaba lo mismo, una y otra vez se respondía a si mismo. Es mentira, ellos no me abandonaron... ellos me quieren, me aman. Prometimos estar juntos siempre. Ellos no me abandonaron.

El tiempo paso, Tanaka nunca ceso su búsqueda, nunca se rindió. Estaba decidido en encontrarlos. Algunos de sus más cercanos estaban preocupados por su persona, aquel hombre no era ni la sombra de lo que fue alguna vez en el pasado. El abandono de sus seres queridos llegó afectarle de tal manera que nadie lo hubiese creído que aquel tipo era un respetuoso general de central. 

Tanaka comenzaba a perder todas las esperanzas de encontrarlos, por más que trataba de recordar los días plenos no lograba encontrar el error que gatillo aquel suceso. De a poco los sentimientos de respeto se fueron convirtiendo en decepción, los de alegría en frustración y los de amor en ira. Fue entonces que comenzó a sentir un fuerte odio por ellos.

Los odiaba, los odiaba por haber jugado con sus sentimientos, los odiaba por hacerle creer que vivía una vida de ensueño. Odiaba a la peliblanca, la odiaba por haber jugado con su corazón, odiaba a su hermano porque creía que este había huido con su omega.

"Las omegas son seres realmente repugnantes, te seducen para obtener lo que quieren."

"Una vez que logran su cometido, se alejan de uno, te abandonan quitándote lo más preciado que posees."

"En marcarlas tan solo es una perdida de tiempo, para ellas la marca es como un simple contrato. Y los contratos pueden romperse."

"Tan solo son simples incubadoras andantes."

"No merecen respeto."

"Están por debajo de nosotros, ¿Por qué debemos tratarlas por igual?"

"Solo sirven para complacer nuestras necesidades."

"No necesitas tener a esa omega, puedes tener a todas si te lo propones."

"Trabaja conmigo, juntos podemos hacer de central aun más grande de los que es."

Aquellas palabras se repetían una y otra vez en la cabeza de Tanaka, hace poco había tenido una conversación con un tal Hayato en un bar de mala muerte. Podía ser todo un imbécil, a opinión personal, pero sentía que el sujeto tenía razón. El era un Alpha, se encontraba en la cima de la jerarquía social, todos lo miraban con respeto, todos debían de obedecerlo.

Nadie volvería a burlarse de él, nadie volvería a jugar con su corazón como lo hizo esa omega. Guardaría sus emociones en lo mas profundo de su ser, convertiría su corazón en un tempano de hielo si es necesario... Nadie volvería a menospreciarlo, haría pasar por cada una de las omegas el mismo dolor que él sufrió, las buscaría a todas, no importaba si se trataran de adultas o simple niñas. El las haría pagar, al diablo con la enseñanza de su padre... Las omegas son solo simples incubadoras, son simple objetos; no tienen derecho a voto, no tienen derecho a reclamo alguno.

─ Sufrirán... cada una de ellas ─ murmuro totalmente decidido, cualquiera que lo mirase en aquel momento diría que aquel Alpha de nombre Tanaka había perdido completamente la razón.

Fin del flashback

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

**: Sera primera y última vez que vean este nombre en la historia, seguirá siendo Tanaka solamente :D

N/A: Hola... ha pasado muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho tiempo, que ya ni me acuerdo como se usa esta plataforma xD

Se que no tengo perdón de dios por haberme demorado tanto, además de cerrar la cuenta y todo eso. Pero en mi muro puse las explicaciones correspondientes.

En fin, como verán ya se ha explicado un poco del pasado del malo, pero aun falta... solo que eso sera para más adelante.

Espero que el capitulo haya sido de su total agrado, me disculpo por la mala redacción y la falta de ortografías.

Continue Reading

You'll Also Like

380K 38.1K 97
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
59.8K 3.5K 9
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suc...
168K 1.2K 11
Relatos Lesbicos. (Todas las historias seran con Futas) Mommy and baby Lesbianas futas y más
2.3M 68.9K 100
Segunda parte de mi libro de One shots espero les guste :3 Por favor preguntar antes de hacer alguna adaptación.