28.
"Amigos de verdad".
Lo malo de "ser parte del grupo" es que también debo participar en actividades no tan entretenidas como lo es escombrar, demoler, limpiar, reubicar, volver a limpiar, etc., etc. Jaime nos dio luz verde para reacondicionar el lugar, después de todo igual se tendrían que retirar los paneles antes de volverlo a ofrecer para renta. Lo bueno de todo esto es que Omar me "catafixio" las horas del gym por este programa de trabajo físico, ahora que lo pienso mejor, ninguna es más sencilla que la otra.
Sin embargo, el trabajo resulta que no es tan abrumador como me temía, lo más pesado lo hacen entre Lucas y Omar al derribar algunos muros para ampliar ciertas zonas, los gemelos que solo llegan de a ratos se dedican a darles los retoques a los que dejan en pie solo para acentuar la impresión de tétrico abandono (después del entrenamiento que el coach le impone no se nos hace justo que se esfuercen de más); por lo que entre Luis y yo movemos el escombro y despejamos las áreas. Las chicas se nos unen desempolvando el sitio, y lavando todo lo que pueden.
A pesar de lo extenuante que pueda parecer el trabajo no lo siento de esa forma, Lucas trajo una bocina para escuchar música, desconozco la mayoría de los grupos o las canciones de la play list aunque lo que sí puedo decir es que me agrada. Sobre todo, cuando Lucas, Luis y Omar improvisan una graciosa coreografía con escobas, baldes y palas.
Al darse cuenta del barullo que estamos haciendo hacen su aparición los gemelos, quienes me jalan para unirme al juego, por increíble que parezca no me resisto, es tan divertido que pronto estamos todos bailando más o menos coordinados. Cindy aprovecha la oportunidad para tomarnos fotos y videos para el "detrás de cámaras"
Como ya es viernes al terminar las labores los gemelos nos invitan a todos para ir a verlos jugar el sábado, es un partido importante ya que por un lado se enfrentarán a uno de sus mayores rivales, por el otro, el resultado del encuentro decidirá quién continua a la siguiente etapa del torneo.
-Entonces los esperamos a todos por allá, se supone que empieza a las 11am, pero estaría bien que llegaran un poco antes, para echarnos porras. –Nos recuerda Tony antes de despedirnos.
Es un alivio que sea en la mañana puesto que ese mismo día tengo la cena misteriosa con papá. Por mucho que me quede con ellos para celebrar o llorar calculo estar libre por aquello de las cinco de la tarde, con buen tiempo para ir a mi casa bañarme y cambiarme.
Debido a que mis amigos están en pleno cortejo Luis pasará recoger a Mónica para llevarla al partido, como no quiero interrumpirlos les invento que me llevará papá y que allá los veré. Ninguno de los dos hace alguna objeción, pero estoy seguro que él tiene sus dudas al respecto sin embargo no dice nada.
Es sábado por la mañana y despierto temprano con el zumbido de la alarma, odio hacerlo cuando puedo dormir un poco más, pero es necesario si quiero que me dé tiempo alistar mis cosas del día de hoy. Como la cena es un restaurante, opto por un atuendo casual, mientras que para el partido unos jeans, tenis, hoody negro, gorra y por su puesto la camiseta de nuestro equipo, algo cómodo. Obviamente papá no va a llevarme por lo que me apresuro si quiero tomar el autobús, justo cuando abro la puerta de la casa me encuentro con Omar del otro lado a punto de tocar el timbre y con su encantadora sonrisa.
-Buen día Nerdy, ¿listo para animar a nuestros amigos?
-Hola, me conoces yo siempre estoy listo. ¿Qué haces aquí?
-Solo quiero asegurarme que llegues con bien y a tiempo para el juego. Así que, ¿te doy un raid?
-Me gustaría sí, mi padre no ha podido y pensaba ir en el transporte público.
-Entonces no se diga más, vamos.
Antes de subirme a su moto me da unas gafas oscuras tipo aviador, le pregunto sobre ello y me responde que es para evitar el brillo del sol por la mañana, me las pongo junto con el caso y salimos. Tal vez sea el que me estoy acostumbrando a la velocidad y el modo en que conduce porque cada vez me siento menos nervioso.
Llegamos a las canchas y le devuelvo las gafas prestadas, sin embargo, las rechaza alegando que las conserve ya que igual estaremos al sol casi todo el día, agradezco el detalle, me encanta que sea tierno cuando menos me lo espero. Buscamos al resto de nuestros amigos, Lucas y Cindy son los primeros en llegar, nos hacen señas para que nos acerquemos. Veo que no soy el único en usar la camiseta por lo que no me siento fuera de tono, Mónica y Luis llegan también usándolas. Al poco rato llega Gera quien se nos une de inmediato.
En la cancha hace su aparición nuestro equipo y todos gritamos de emoción, coreamos los nombres de cada jugador con forme van entrando. Tal vez sea el entusiasmo con el que les echamos porras, pero en cierto momento me percato que casi todos los que estamos sentados en este lado de las gradas somos de la escuela. El estruendo que provocamos es contagioso y pronto entre Luis y Moni organizan "la ola".
Sentado a mi lado Omar no para de observarme y sonreír cada vez que suelto un improperio contra el equipo contrario. Mi corazón está eufórico y no solo porque el marcador nos favorece, sino porque jamás pensé en compartir un momento como este con amigos y menos aún él. Me siento feliz.
En el medio tiempo Gera, Moni y yo vamos a comprar refrescos y comida para todos, Gera quien llevaba la bandeja con las bebidas se adelanta dejándonos un momento a mi amiga y a mí a solas. Situación que aprovecho para conversar con ella de un asunto importante.
-Mónica hace tiempo que quería contarte algo, pero no sabía cómo hacerlo, de hecho, aún estoy confundido.
- ¿Qué sucede Diego? Me estas asustando, dímelo ya.
-Creo... creo que... prométeme que no le dirás nada de esto a nadie, ni siquiera a Luis.
-Lo prometo, lo prometo ¿qué es eso que te tiene así?
-Moni, creo que estoy enamorado. -Le confieso en un susurro.
- ¡Eso es genial!, ¡que buenas noticias! ¡Deberías decirle a Luis! Según lo que me contó conoce a un tipo al que sospecha que le gustas y es muy probable también te guste él, no me dio muchos detalles porque quiere cerciorarse primero antes de intentar algo... Espera, ¿por qué no quieres que se entere Luis? No entiendo esa parte. ¿Me estás diciendo que es Luis...?
- ¡No! ¿Cómo se te ocurre? Momento. ¿Han seguido buscándome pareja a pesar de que les he pedido expresamente que no lo hicieran?
-Bueno sí, aunque técnicamente solo nos pediste no organizarte citas a ciegas, lo de seguir buscando candidatos no entraba dentro de los términos del convenio. –No tiene caso el que me enoje, de hecho, me sorprende que no hayan roto su promesa antes.
Estoy por explicarle mis motivos para tenerlo en secreto cuando un mensaje llega a mi teléfono, lo leo más que nada para darme tiempo de pensar en cómo decirle que es Omar mi amor platónico. Sin embargo, las noticias me dejan frío.
"Diego amigo, estoy muy mal, mi novio acaba de terminar conmigo. Estábamos tan bien y de pronto sale con esto. Le he preguntado por sus razones, al principio se ha negado a decírmelas, pero al final me ha dicho el motivo. Al parecer su anterior pareja es Positivo y existe una posibilidad que él también lo sea. Diego tengo miedo, si todo eso es cierto puede que también esté en riesgo. ¿Qué pasará con nosotros? ¿Qué va a ser mí? ¿Cómo podré ver a mi hermano a la cara después de esto? Lo siento, no quería abrumarte con todo esto, pero tú eres el único con el que tengo la confianza para hablar de ello. Como sea voy en camino a una clínica para hacerme los estudios y actuar en consecuencia. Te hablo más tarde. Hiram"
Unas lágrimas se me escapan, no sé cómo reaccionar ante todo esto, quiero hablar con él, abrazarlo y decirle que todo estará bien. Todo esto es mucho para mí, no sé qué hacer ni que decirle para hacerlo sentir mejor o que le ayude. Moni no para de preguntarme que es lo que sucede, apenas si entiendo lo que dice, estoy tan ido que no respondo. Unos brazos me sostienen apenas pierdo el equilibrio, poco a poco voy regresando al presente.
Omar y Luis están ahora con nosotros, por lo poco que puedo captar ambos decidieron alcanzarnos al ver que nos demorábamos, por fortuna llegaron a tiempo antes de que me tirara todo encima. Me llevan entonces a una mesa con sombrilla cercana, y dan a beber agua fría. Los veo tan preocupados que intento calmarlos diciéndoles que debió ser un golpe de calor que no es nada grave.
Me hace sentir un perdedor el que mis amigos se preocupen por mí por un simple mareo cuando Hiram esta allá sufriendo solo. Mónica quien ha estado a mi lado durante todo este rato manda a los chicos a las gradas alegando que no me ayudarían si todos estaba alrededor mío, que me dieran espacio para recuperarme. Unos minutos después me levanto tratando de parecer normal, aunque mi humor se ha colapsado, nos reunimos en las gradas para terminar de ver el juego. Nadie hace comentario alguno sobre lo sucedido cosa que agradezco, las porras y rechiflas continúan normalmente, aunque ya no participo en ellas.
Al terminal el encuentro y con un marcador de 5-2 a favor nuestro todos bajan a las canchas a felicitar al equipo, excepto yo que le pido a Moni me despida de ellos, lo que necesito ahora es hablar con Hiram, desafortunadamente el único que me responde es el sistema de mensaje de voz. No es hasta que levanto la vista de mi celular cuando me percato que Omar camina a mi lado en silencio.
- ¿Qué haces aquí? ¿No deberías ir a celebrar con los demás? –Le pregunto algo sorprendido pero agradecido de que este aquí.
-No, ellos seguramente entenderán que en estos momentos tú me necesitas más. A parte yo te traje y no pienso dejar que te regreses solo y menos en el estado en el que te encuentras.
-No es necesario, gracias, pero quisiera estar solo si no te importa.
-Por supuesto, no hay problema, puedes estar solo mientras camino a tu lado. –¡No, hoy quiero que seas un patán y me dejes! ¿por qué es tan lindo conmigo?
Nos hemos alejado casi una cuadra y estamos solos así que me volteo hacia él con la intención de abrazarlo.
- ¡Diego espera! –Grita Rubén desde lejos. Los chicos nos han dicho que te sentiste mal, ¿sucede algo?
-No pasa nada Rubén fue solo un golpe de calor, lo llevo a un lugar fresco para que se le baje un poco y listo. –Le contesta Omar.
-Si no te preocupes estoy bien. De hecho, ya me siento mejor, gracias.
Rubén nos mira dudando un poco. –Está bien, el caso es que haremos una pequeña celebración en casa de Tony, por si te sientes mejor los esperamos allá.
-Gracias amigo, si podemos nos acercamos un rato. –Responde nuevamente Omar por ambos.
-Bien deja les aviso a Tony y a Carlos que ya los encontré. Bueno nos vemos más tarde, cuídense.
-Ve con ellos a la fiesta Omar, no tiene caso que te quedes aquí aburriéndote de todas formas tengo planes con papá en la tarde.
-Jaja, ¿quién dice que me aburro contigo? con todas esas cosas que dices, nunca dejo de reír.
Un mensaje suena en mi teléfono y lo reviso enseguida por si es de Hiram. Él deja de burlarse y pone cara seria al percatarse de mi nerviosismo. Se acerca a mí para leer el mensaje.
"-Hermano me tienes preocupado, dice el sonso de Rubén que tal vez no vengas a mi casa, no me puedes hacer esto, eres parte del equipo amigo, sin ti no hubiéramos podido jugar la mitad de nosotros por las malas notas, ni Carlos haber anotado tantos goles. Así que no hay pero que valga, vienes o vienes. Aunque sea brinda con nosotros y luego yo mismo te llevo a tu casa. Te espero, no me falles porfas."
-Veo que has hecho muchos amigos últimamente. –Me dice Omar con un tono serio que no reconozco.
-Algunos, no sabía que les caía bien.
- ¿Entonces qué dices? ¿Vamos por un helado, a tu casa o a la fiesta? Tú decides.
- ¿No se podrán los tres?
-Ja ja, por supuesto, pasamos por helado para la fiesta, conozco un lugar que nos queda de paso.
Una media hora después llegamos a la casa de Antonio con cuatro litros de helado de sabores, enseguida somos recibidos entre vítores y aplausos por nuestros amigos, Lucas de inmediato toman los botes para llevarlos al congelador, mientras que Cindy para no variar como la fotógrafa oficial del evento, nos sigue por todos lados con su cámara. La música y las risas están a todo volumen, casi no puedes escuchar lo que dicen a menos claro que grites. La casa de Tony no es muy grande por lo que tardo un poco en encontrar un sitio tranquilo para checar mi celular. Por si tengo noticias nuevas.
Afuera de la casa entre los árboles de la calle por fin me puedo comunicar con mi amigo.
-Hiram, ¿Cómo estás? ¿Qué te dijeron en la clínica?
-Hola Diego, perdón por abrumarte con todo esto...
-No te preocupes sabes que cuentas conmigo, para eso somos los amigos. Ahora cuéntame que paso.
-Pues nada, en la clínica tardaron horas para atenderme ya que solo se aplican la prueba en la mañana o a media tarde, me quede a esperar a que diera la hora, había mucha gente amigo, no sé si todos iban por lo mismo, pero algunos se veían mal, otros no. fue horrible.
-Me imagino, no sabes cómo me gustaría estar ahí contigo.
-Gracias, luego cuando por fin me atendió la psicóloga me hizo una serie de preguntas muy personales sobre mis prácticas sexuales, yo le respondía con timidez mientas ella llenaba la encuesta. Total, que me hizo una "prueba rápida" un pinchazo en el dedo y una gota de sangre en la tira de papel, eso es todo. El resultado aparece un minuto después.
- ¿Y bien que salió?
-Negativo, aunque esa no es concluyente, como tuve relaciones con él hace menos de un mes me dijo que es demasiado pronto para tener un resultado certero, y que debo de volverme a realizar la prueba en tres meses que es el tiempo en que se tarda el cuerpo en reaccionar ante la enfermedad.
- ¡Tres meses! ¿Mientras que procede, medicina tratamiento o qué?
-Nada, solo esperar.
- ¿Y tu pareja que dice? Se ha hecho la prueba también me imagino.
-No sé, es lo que más me inquieta, solo me dijo eso y se fue.
-Pero si está infectado y no lo sabe podría contagiar a alguien más, sé que es mucho para ti, pero creo que deberías buscarlo para que por lo menos ambos salgan de dudas.
-Lo sé, estoy buscándolo justo ahora, te dejo amigo te mantendré al tanto de todo, y gracias de nuevo, bye.
Me siento mal y no sé qué más hacer por él. Me recargo en el árbol y cierro los ojos un momento.
- ¡Sólo eso faltaba! ¡Además de patoso y marica ahora resultaste enfermo! –Grita haciendo aspaviento "Puchoncita". - ¡Hey oígan todos! – Grita esta vez entrando a la casa.
Trato de alcanzarla, pero ella me empuja en medio de la sala para continuar con su anuncio.
-Amigos, escuchen todos, ¡Alto la música! Tengo algo importante que decirles. –Con el escándalo que arma efectivamente todos se detienen para voltear a verla.
- ¿Qué sucede amor? ¿está todo bien? –Le pregunta Carlos al acercarse a ella.
- ¡No, nada está bien, me acabo de enterar que el nerd marica es un sidoso y quiere contagiarnos a todos! –Declara señalándome directamente. Ante tal afirmación un silencio se apodera del lugar.
Mis amigos enseguida me rodean, en actitud protectora, mientras que los demás aún no saben cómo reaccionar. Incluso yo mismo estoy bloqueado y no consigo articular palabra alguna.
- ¿Cómo puedes decir esas cosas Magdalena? –Le pregunta Carlos, a "puchoncita", creo que le queda mejor el mote.
-No es mentira, lo acabo de escuchar hablando por teléfono con otro maricón. Anda pregúntale si dudas de mí.
-No digas nada Diego, sólo quiere provocarte. –Me dice Moni al oído.
-Diego, esto no es algo que nos incumba a ninguno de nosotros, por lo que no tienes por qué responderle. –Se dirige Carlos a mí con voz calmada y afable.
-Has dicho bien, eso es algo que no le interesa a nadie, sería mejor que controles a tu "noviesita" –Le recrimina Omar mirándolo a los ojos, retándolo a contradecirlo.
"¿Cómo puede decir una cosa así de horrible?", "Con esas cosas no se juega", "Será cierto lo que dice", "Es una mentirosa compulsiva, pero esto es mucho" alcanzo a oír murmullos entre los presentes.
El ambiente ahora es muy pesado, y todo por mi culpa. No, por la culpa de ella quien por su cara veo como disfruta del caos que ha provocado.
-Está bien, no tengo que, pero contestaré. No, no estoy enfermo, lo que si es cierto es que escucho un fragmento de una conversación privada con un amigo que está pasando por un momento muy delicado en su vida, porque existe la posibilidad que él pueda estar contagiado.
- ¡Se los dije es verdad su intención en contagiarnos!, ¡No lo toquen o les pegará el virus! –Grita de nuevo Magdalena sin embargo esta ocasión nadie le sigue el juego, y todos se la quedan viendo a ella.
-Esto es muy serio, no es juego, el virus no se "pega" con la convivencia, deberías saberlo, lo han dicho muchas veces en la escuela. –La regaña Carlos al tiempo que se suelta del brazo por el que ella lo sostiene. -Lo siento, pero esto es lo último, tú y yo hemos terminado.
- ¿Me estas terminando por un maricón que de seguro invento todo esto para robarte de mi lado?
- ¿Te escuchas cuando hablas? ¡No te estoy terminando por nadie, simplemente ya no te soporto!
- ¡Esto es tu culpa! –Con un grito gatuno y lágrimas negras por el rímel corrido se abalanza sobre mí.
En seguida Omar se pone frente para recibir en mi lugar las agresiones de la chica, mientras entre Moni y Cindy intentan quitarla de encima nuestro con poco éxito hasta que algunas de sus amigas la sostienen y se la llevan a rastras.
-Lo siento amigos, en verdad perdónenme por todo este show. –Se disculpa Carlos con todos nosotros.
- ¡Y que show! Me sentí de pronto en uno de esos programas de la tele donde todos salen peleados. –Bromea Tony.
- ¡Que pasa la loca! –Grita entonces Rubén imitando la voz de una conductora, a lo que todos soltamos una carcajada.
- ¡Señorita, mi marido se va a las polladas! –Grita una de las chicas.
- ¡Qué pase el desgraciado! –Corearon varios a la vez. Desconozco quién o como pero pusieron a todo volumen la cancioncilla del programa en cuestión, todos rieron cantaron y bailaron, regresando así el ánimo a la fiesta.
Mientras tanto Omar y Moni me llevan a la cocina para darme algo de agua por el susto.
- ¿Te sientes mejor corazón? Me pregunta ella con voz preocupada.
-Sí gracias, aunque creo que me caería mejor algo un poco más fuerte.
-Ese es mi muchacho, ¿una cerveza o quizá un tequila?, si no es porque es una vieja le hubiera partido su madre ahí mismo, esa hija de su... -Gruñe Omar mientras busca en la nevera las bebidas.
-Cerveza está bien, aún no tomo nada más fuerte, gracias. Y no deberías exaltarte así, es malo para tu salud.
- ¿Vieja? No seas grosero, estará loca, pero es una mujer así que más respeto por favor. – A pesar de que es cierto lo que dice lo hace con poca convicción.
-Ja ja ja eres divertido Nerdy, me caes bien. Lo siento Moni.
La cerveza embrutece un poco mi cerebro lo suficiente como para relajarme un poco y bajarme el susto. Lo siguiente que supe es que uno a uno los miembros del equipo brindaron conmigo dándome ánimos y ofreciendo su apoyo si mi amigo lo requería, Jimena que es novia de uno de ellos se ofreció a organizar una campaña de concientización, resulta que su padre trabaja en el centro de salud y podría llevar una plática al respecto.
Tal vez sea el alcohol en mi sangre, pero me sentí realmente bien de tener a unos amigos que me apoyan, ninguno me hizo la pregunta que más temía. No sé si tendría la cara para confesar o negar mi orientación de habérmela hecho. Unas lágrimas se me escapan, esta vez de felicidad.
Una alerta en mi celular me recuerda que mi día apenas va por la mitad, estoy tan a gusto que pienso por un momento en cancelarle a papá, sin embargo, esta cena es para él así que me despido de todos con fuertes apretones de manos, besos y uno que otro ¡salud! De por medio. En la calle me alcanzan Omar, Luis y Tony recordándome que me habían prometido llevarme de vuelta a casa.
-Lo siento amigos, pero yo lo traje y es lo justo que sea yo quien lo regrese.
- ¿En moto? Se podría caer y saldría peor.
-Es mi invitado, yo lo llevaré de vuelta.
Resulta un poco divertido verlos como se pelean por llevarme, aunque en realidad no estaba de buen humor para proseguir con una discusión absurda, para mi es obvio a quien prefiero que me acompañe.
-No discutan por favor, Tony es tu casa y debes quedarte, Luis tu viniste con Moni así que debes de llevarla a ella.
-Bien ya oyeron a Nerdy, gané yo, además Lucas me presto su camioneta, como bien dicen es más seguro así que en moto.
No les queda más remedio que aceptar, y regresan a la fiesta. Durante el trayecto siento a Omar algo tenso, al principio creo que es porque viene concentrado en el camino, hasta que de improvisto me habla.
-Y este amigo tuyo, ¿Qué tan cercanos son?, perdón no respondas si no quieres.
-Descuida. Somos amigos después de todo y... hay confianza. Su nombre es Hiram, lo conocí este verano, es un chico muy lindo, incluso me dio clases de guitarra. Es como yo sabes, tímido me refiero, a pesar de que tiene varios amigos no siente que pueda contar con ellos o quizá teme su rechazo por eso no se sincera.
- ¿Por qué entonces contigo si tiene esa confianza? ¿paso algo entre ustedes?
-No, lo que pasa es que yo solo estaba de paso, en realidad no era alguien que tendría que ver todos los días, por eso me contó muchas cosas que a nadie más le ha dicho.
-Dices que es como tú, ¿quieres decir que tampoco sientes que puedas confiar en nadie? Allá atrás muchos te mostraron que sí.
-Lo sé y es algo que siempre les agradeceré, pero entiéndeme, hay algunas cosas que... no le he dicho a nadie, son demasiado personales como para expresarlas y que alguien más entienda la carga emocional que representan para mí.
-Creo entender ese punto. Entonces, ¿Supongo que Hiram es el de la foto?
- ¿Qué foto?
-Recuerdas ese día en el café vi tu álbum de tus vacaciones, en una de ellas apareces con un chico y unas guitarras.
- ¡Oh! Ya si recuerdo –Me sonrojo de nuevo al recordar ese día. –Si es él.
-Bien, si quieres irlo a visitar, yo podría acompañarte si gustas.
-Gracias, pero es muy lejos.
-No importa le pido el coche a papá.
-Descuida, aunque te agradezco la oferta, la tendré en cuenta.
Llegamos a mi casa y se estaciona enfrente, ninguno de los dos dice nada por dos minutos, quiero decir algo, pero no sé qué. Él parece tener los mismos problemas que yo. Así que abro la puerta para bajarme. Enseguida baja y se da la vuelta para sostenerme la puerta y acompañarme hasta la entrada de mi casa.
- ¿Enserio tienes que entrar o solo fue una excusa para salir de la fiesta?
-Papá tiene una cena importante y quiere que lo acompañe, desconozco el motivo solo sé que debo estar con él.
-Bueno lo digo porque me invitaron a un concierto rock-punk esta noche y pensé que quizás podrías acompañarme.
-No creo que sea mi tipo de música, invita mejor a alguna chica, o amigo, además, no creo que sea buena compañía ahora.
-Bueno si cambias de opinión, llámame y paso por ti ok.
-De acuerdo, si puedo te llamo. Adiós.
-Hasta al rato –Corrige él – ¡Dale mis saludos al profe! -Y se va.