10.
¿Un jabalí no es lo mismo que un cerdo?
A la mañana siguiente despierto con ánimos renovados, es un día claro sin nubes, el frío que por lo regular reina en los pasillos es sustituido por una atmósfera más cálida. Durante el primer periodo las clases transcurren sin novedades es hasta la hora del descanso que Luis se acerca a nosotros muy emocionado.
- ¡Hey buenas noticias!, ¡Acabo de conseguir tres entradas para el festival medieval de este sábado!
- ¿En serio, wow? ¿Cómo los conseguiste? He querido ir desde hace mucho, pero los boletos se agotan pronto. –Aunque parezca increíble a Moni le gustan esas cosas, cualquiera otra chica lo negaría rotundamente, pero ella es así, auténtica.
-Sí es verdad, no son fáciles de conseguir y menos a unos días del evento, pero los chicos con los que juego de vez en cuando D&D (Dungeons & Dragons), me los vendieron ya que ellos no podrán ir ese día.
- ¡Vaya, no sabía que eras tan friki! Esa no me lo esperaba. –Incluso para mí un juego de rol ya era algo extremo.
-Sí "nerdy", me encantan esas cosas, aunque tampoco es algo que les cuente a todos. –Su expresión de pronto se volvió seria esperando nuestra reacción.
-No te preocupes, somos amigos, tu secreto está a salvo con nosotros. - Le dije mientras le daba una palmada en el hombro, al parecer surtió efecto ya que en seguida volvió a sonreír con nosotros.
Estábamos tan ensimismados entre bromas y planes que no nos dimos cuenta cuando Chico Malo se paró junto a nosotros. Sin más tomó las papas fritas de Luis para comérselas
- ¡Oye!, ¡cómprate las tuyas! –Reclamó Luis sorprendiéndonos a todos, está bien que sea "el nuevo" pero estoy seguro que ya habrá escuchado de la reputación del otro.
-Es mucha grasa para ti. –Responde mientras se toma mi jugo. – Y esto, es mucha azúcar. ¿Cómo pueden comer estas cosas? Bueno, ¡nos vemos luego!
- ¿Qué se creé ese tipo? En verdad es insoportable –Resopló furiosa Moni al verlo partir.
-Por lo menos cumplió su palabra y no me golpeó esta vez. –Oops, ¿lo dije en voz alta?
-Espera ¿Te golpeó?, ¿cuándo? –Me pregunta preocupado Luis.
-Tanto como darme una paliza como a otros, no, pero si me ha llegado a empujar y ya sabes tirar mis libros y cosas así. Él es, o era mi bully, a estas alturas ya no sé decirte. –Le confieso algo apenado ya que no sabía el trato del que era objeto.
-Hablaré con él, ¡esto no puede seguir!, ¡Me va a tener que escuchar ese...! –Prometió Luis algo molesto.
- ¡No!, espera, no quiero que te metas en problemas con él por mi culpa. De hecho, ayer llegamos a una especie de tregua. –Le digo tratando de apaciguarlo, no quiero que se la tome contra él también.
- ¿Una tregua? ¿eso qué quiere decir? –Quiso saber Moni.
-Pues verán, resulta que estoy en equipo con él en historia y biología, hablamos así que por el momento no va a hacerme nada.
- ¿Quieres decir que vas a hacer sus deberes? –Los colores en la cara de mi amiga cambiaron en todos los tonos del rojo al morado de coraje.
-Tanto como hacerle su trabajo no.
-Pero ¿A cambio de qué?
-Aún no lo sé. –Eso era verdad, desconocía sus intenciones.
-Yo no me preocuparía. –dijo más calmado Luis. –Si te dio su palabra puedes confiar en él. –Volvió a su comida restando importancia al asunto.
-Cómo puedes estar tan seguro? –Insistió Moni.
-Bueno, lo conozco desde hace años, es un pesado y todo eso, pero puedes confiar en que cumplirá su palabra.
Tanto Moni como yo nos quedamos intrigados con el comentario de Luis, ya que se supone era nuevo en la ciudad. Nuestras dudas tendrían que esperar otro momento puesto que la hora del almuerzo había terminado y cada quién tenía clases diferente.
El siguiente sábado temprano Luis paso por notros, realmente estaba muy emocionado, tanto por que le hacía mucha ilusión la feria, como por el hecho de que su padre le había prestado el auto para llevarnos a esta pequeña aventura.
- ¿Estás seguro que es por aquí?, llevamos media hora en carretera y aún no se ven ni los anuncios ni nada. –Nuestra amiga estaba algo desesperada porque madrugamos para este viaje, bueno según a lo que está acostumbrada a levantarse un sábado por la mañana.
-No desesperes, falta muy poco según las indicaciones que me dieron.
-Mejor pon otro disco, porque si seguimos así llegaremos en la tarde. –Me burlé un poco de ellos.
Unos pocos minutos después, un espectacular nos anunciaba la entrada a la feria. Siendo honestos no espero mucho del lugar, ya que está "apartado de la civilización", de entrada, deduzco que no cuentan con los servicios básicos de luz, agua, drenaje e internet. Imagino que serán unas lonas con puestos de chucherías antiguas, un mercadillo temático siendo amables.
Al bajar del auto nos inundan olores inesperados nada desagradables, bueno un poco, olía a vaca, heno y otras cosas que no quiero averiguar; pero también había un aroma a carne asándose al fuego, esencias, cuero, madera, cerveza, pero sobre todo a historia. ¿A que huele la historia? Es difícil de describir, es a viejo sí, pero no me refiero a humedad o moho, es algo más sensorial, son recuerdos que viene a tu mente pero que no alcanzas a dilucidar del todo, como si no fueras consciente de ellos hasta que los hules.
Algo más emocionado entramos al recinto, mis temores se quedaron en el auto. La feria es alucinante, a donde quiera que mires encuentras cosas fascinantes, había casas de paja y adobe, molino, establos, herrería, carpas, campo de justas, hasta un pequeño castillo amurallado con todo y un foso alrededor, incluso el staff están todos caracterizados. Me sorprendió la cantidad de detalles que cuidaron en el decorado, debió de costar mucho tiempo, trabajo y dinero llevar a cabo el proyecto, simplemente por eso el precio de entrada y el viaje valían la pena. Afortunadamente no me he dejado la cámara en casa, las fotos que podría tomar sin duda alguna nos servirían para el trabajo de historia. Si tan solo Omar estuviera aquí...
Bueno él no está, así que igual haría muchas tomas para mostrárselas la próxima vez que saliéramos. ¿Salir? No, no en plan de cita, me reprendo a mí mismo. Da igual como etiquetarlo, el caso es que, por unos minutos, unas horas con suerte, estaríamos juntos, a solas y como iguales.
-Luis perdóname por no confiar en ti, esto es increíble, ¡muchas gracias por invitarnos! –Le dice muy efusiva nuestra amiga.
-¡Vaya que sí!, no me esperaba esto para ser francos. Diego, ¿qué quieres hacer primero? –Me pregunta ahora Luis.
-No sé, hay tantas cosas que ver. Me gustaría tomar algunas fotos aprovechando que aún hay poca gente.
-Me parece bien, mientras iremos recorriendo los puestos, para ver si encontramos algún atuendo que ponernos. Y estar ad hoc con el ambiente. –Esa es Moni pensando en compras todo el tiempo.
-Oh! ¡Me leíste la mente!, ¡Yo quiero una armadura! –Dijo Luis muy emocionado.
-Jaja, será muy divertido y nos tomaremos muchas fotos para el recuerdo. –Coincidió Moni.
Así pues, nos internamos en el lugar, la cantidad, variedad y calidad de los artículos que comercializaban eran excelentes quedamos muy impresionados por todo lo que encontramos. En un punto cada cual se dirigió al puesto que más nos llamaba la atención; Luis se quedó en los artículos de magia, Moni no pudo resistirse a la joyería, mientras que yo los esperaba en la armería y forja.
-Es una daga élfica, esta tallada en driftwood (madera que ha estado a la deriva en el mar), de ahí el color y la ligereza. –Me indicó el encargado del lugar, al levantar la vista reconozco a un compañero de la escuela.
-Hola Gera, ¡Qué gusto verte!, ¿Es tu puesto?, tienes muchas cosas interesantes aquí.
- Lo mismo digo, que bueno que te hayas animado a venir. Y no, el puesto es de un amigo, yo solo trabajo aquí. Tienes razón es fascinante este lugar, la mayoría de los artículos son hechos a mano por mi jefe.
-Igual me parece muy bien, me alegro encontrar rostros conocidos, por aquí.
-Cualquier cosa no dudes en preguntarme que para eso estoy. –Se ofrece como despedida ya que tiene que atender a otros clientes.
Doy varias vueltas a los artículos que vende, hay réplicas de armas talladas en madera, cuero e incluso en acero, todas finamente elaboradas. Cuando por fin se acerca Luis me confirma que son réplicas de armas usadas en películas, o inspiradas en libros y leyendas. Unas pocas son piezas únicas como la daga que me había gustado. Creo en su palabra puesto que él sabe más de esas cosas que yo, por mi parte sólo me quedo con las descripciones que he leído en los libros. Verlas en persona, aunque sean réplicas, es mejor, mucho mejor. Los tres le compramos algo a Gera. Por mi parte no puedo resistirme y me llevo la hoja élfica, sin embargo, como no me alcanzaba para la funda Gera promete apartármela.
El resto de la mañana seguimos participando en las actividades que se ofrecen y recorriendo las carpas con espectáculos, cuando anuncian por el sonido local que se llevara a cabo una Justa, un torneo de caballería. Claro está que no lo dudamos ni un momento para ir a buscar las carpas de los competidores. Los caballeros que participaban usaban armaduras completas con tantos detalles que pareciera auténticas, tomamos tantas fotos como nos fue posible, incluso uno de ellos se acercó a tomarse varias selfies con los nosotros. Según lo que nos contó las armaduras eran modernas no antiguas, pero si estaban hechas según los "canones originales".
- Oh! Perdonen mi rudeza, no me he presentado, mi nombre es Alan Dalmau, Caballero del Jabalí Salvaje.
- ¿Un jabalí no es lo mismo que un cerdo? –Le bromeó Luis.
-Oh! Por supuesto que no joven. –Le replicó con tono autosuficiente. –Aunque para algunos las diferencias se les escapan.
- ¡Muchas gracias guapo por aclarar nuestras dudas, eres un amor! –Le coqueteó Moni, no solía hacerlo, pero este chico le había gustado. Como no si es guapo, alto y fornido.
-No debe darlas señorita, siempre es un placer servir.
- ¡Hey!, ¡Que aquí el guapo soy yo! –Comentó Luis con un tono de celos.
-Sí, eres guapo, pero aquí tu amigo es hermoso. Disculparan, pero he de retirarme, espero sean tan amables de quedarse a brindarme sus aclamaciones en la justa. – Se despidió de nosotros, no sin antes guiñarme el ojo.
-Yo ah, gracias. –Atino a contestar.
- Pero ¿qué fue eso? –Se quedó pasmado Luis.
- ¡Uuh, amigo!, ¡Te ligaste a uno bueno! ¿Le vas a hablar cierto? En definitiva, tenemos que quedarnos a echarle porras.
-No, si, digo ¡No!, ¡Ah no sé!, Moni no me confundas, nos quedamos, pero no sé si sea buena idea hablarle, digo capaz y no era en serio.
- ¡Espera!, deja ver si lo entendí bien, Diego ¿eres gay? –Preguntó Luis rascándose la cabeza.
-Luis, amigo, no esperaba que te enteraras de esta forma, pero sí, soy gay. ¿Es incómodo para ti? – Al no haberse dado la oportunidad de tantear el asunto antes desconocía su ideología al respecto, ahora solo me queda esperar su reacción.
-Puff. No, para nada, eres mi amigo, así seas un troll de la montaña. Es solo que no me lo esperaba. ¡Ahora vamos, tenemos que apoyar tu futuro novio! - ¿En serio, así de fácil?
- ¡Si, vamos! –Secundó Moni, tomando del brazo a Luis y a mí con el otro dirigiéndose a las gradas.
-Gracias Luis, por, tu sabes, yo tenía miedo de contarte.
- ¡Nah! Olvídalo. Es más, los invito de una vez para el próximo sábado a mi casa. Mis padres se irán el fin de semana por negocios así que imagínense; piscina, comida chatarra y si quieren pueden quedarse y ponemos tiendas de campañas y toda la cosa.
-Suena genial, ¿verdad Diego?
- ¡Me parece excelente!
-Pues ya está, y, si quieres puedes invitar a un caballero de brillante armadura.
La reacción de Luis me dejó muy sorprendido y a la vez agradecido por contar con amigos como ellos. En cuanto a lo de invitar a ese chico no estaba seguro, es guapo, pero no sé nada de él, preferiría en todo caso acampar con Omar, aunque eso era imposible.
Alan quedó en quinto lugar, al ser eliminado por el caballero del dragón azul. Terminando su participación fue a quitarse la armadura para sentarse en las gradas con nosotros. Agradeció por las porras y nos iba explicando a grandes rasgos como puntuaban los jueces y las técnicas que mostraban los participantes. Hasta que llegó el duelo final en que resulta ganador el caballero del dragón, su reacción es de enojo, es palpable que existe una rencilla entre ellos. Por lo que nos invita a tomar unas cervezas en la taberna, Moni y Luis declinaron ya que querían seguir curioseando por las tiendas, no fueron muy discretos al empujarme hacia él y que lo acompañara.
Tampoco me costó mucho trabajo aceptar, hablamos un poco de camino resulta que tiene veinte años, es amable, educado y para colmo guapo y de buen cuerpo, el atuendo que traía era todavía de la época, aunque ahora más que guerrero parecía un príncipe. Fuimos a "La Taberna del Caballo Rumiante" en la zona de snack, compró una orden de nachos, un refresco y un tarro de cerveza para él.
-Dime Diego ¿Qué te ha parecido la feria?
-Muy interesante, he de confesar que no sabía de ella, mi amigo Luis es muy apasionado a estas cosas y él nos trajo, ahora que estoy aquí pienso que podría ayudarnos con una tarea que nos dejaron.
-Ok, no había visto a tu amigo antes por aquí, ¿Luis dices que se llama?
-Es correcto, lo que pasa es que es nuevo en la ciudad, escuchó de este lugar y no ha podido resistirse y traernos con él.
-Me parece cool ver rostros nuevos por aquí, en especial el tuyo. ¿Sobre qué es tu tarea? si quieres yo podría ayudarte con eso.
-Vaya, ya esa casi terminada, pero agradezco tu ofrecimiento. Cambiando un poco de tema me gustaría que me contaras ¿cómo fue que decidiste entrar a las justas de caballería?, ¿por qué no futbol, u otro hobbie más común?
-Lo que sucede es que esto no es un hobbie o un juego, sino una antigua tradición familiar. Venimos de una casta de caballeros muy importante en Gran Bretaña, la casa del Jabalí Salvaje.
-¡Wow, estoy oficialmente impresionado!
-En la actualidad la caballería se reduce a torneos en ferias, ya no es para nada lo glorioso que solía ser, sin embargo, mi padre insiste en que continúe con nuestro legado.
-Entonces, ¿lo haces más por tu padre que por gusto?
-Un poco de ambos, lo cierto es que al estar peleando te desahogas y la sensación del triunfo es embriagador. Por otro lado, no veo el lado práctico del asunto.
-Ya veo.
La plática era amena, el conocimiento del medievo que ostenta es increíble, casi se me olvida donde estamos. Casi. Hasta que un escalofrío recorre mi espalda.
- ¿Sucede algo malo? –Al parecer Alan se ha percatado del sobresalto.
-No, no es nada, descuida.
- ¡Oh! No mires, pero ahí atrás esta ese cara dura del dragón? ¡Si será un exhibicionista!, ¡mira que no quitarse la armadura para que todos lo vean!
-Veo que te cae muy mal el tipo.
-Ese es un advenedizo, no tiene sangre noble, pero viene aquí con pretensiones de usurpar un lugar que no le corresponde. Ha tenido mucha suerte, pero créeme, pronto verá su fin y este será por mi mano.
- ¿Por qué dices eso?, ¿hace trampa?
-No lo sé, es bueno no lo niego, pero no me agrada. Me gustaría un mano a mano con él en un duelo de verdad, estoy seguro que podría derrotarlo.
-Y ¿hay mucha diferencia en un torneo real a este? ¿aparte de la sangre y los desmembramientos?
-Es mucha la diferencia, verás te explicaré...
Alan se dispuso entonces a explicar con gran detalle las reglas y técnicas, así como las diferencias entre torneos. Confieso que puse empeño en concentrarmeí atrás estaorre mi espalvo que ostenta es increíbleencilla entre ellose en lo que explicaba, sin embargo mis pensamientos regresaban a Omar y en si le gustaría este lugar como a mí.
-Todo eso es muy fascinante, pero podríamos ir a otro lado. -Aún tenía lugares que recorrer y una mente que despejar.
-Claro, es una excelente idea. Si gustas podríamos ir a mi carpa, estaremos más... cómodos ahí.
-Suena bien, sirve que me muestras el lugar.
Estábamos levantándonos cuando se acercaron Moni y Luis, este último cargando varias bolsas de compras.
- ¡Hola chicos!, qué bueno que los encontramos aún aquí. Muero de sed, hambre y cansancio. Nunca pensé decirlo, pero ¡ir de compras con Luis es agotador!
-No es para tanto, además, podrás desquitarte en el centro comercial. Le prometí que la acompañaría y claro cargaría sus bolsas la próxima vez que vaya de compras.
-Jajaja, por lo que veo será parejo. Moni se puede pasar todo el día de compras dando vueltas y vueltas por la plaza.
-No seas exagerado, eso es porque tú eres el indeciso. –Se defendió Moni.
Alan recibió una llamada, al parecer tenía que regresar a desmontar su tienda, por lo que se tuvo que retirar, no sin antes pedirme mi teléfono para ponernos de acuerdo en salir a cenar otro día.
-Y bien, ¿cómo te fue?
-Muy bien, me ha gustado mucho. Poco antes que llegaran me había invitado a visitar su carpa.
- ¿O sea que te cortamos el rollo?, lo siento bro. –Se disculpó Luis.
- ¡No! perdón amigo. Hubieras ido de todos modos.
-No se preocupen, en serio, igual prefiero estar con ustedes. Bueno ahora si comamos algo que aún quiero entrar al castillo.
Nos divertimos tanto que no nos dimos cuenta de que ya atardecía hasta que Luis recibió un mensaje de su papá preocupado de que nos fuera a alcanzar la noche en carretera. Emprendimos entonces el camino "de vuelta a la civilización".