Llegando a la escuela reacciono. ¡Todo el tiempo tuve las fotos del examen en el celular! ¡Pude simplemente habérselas enviado!, ¿Cómo pude haber sido tan tonto? Pero ya estoy aquí y a quien engaño deseo ver a Omar. Bajo de la bici y comienzo a caminar por el campus, puede estar en cualquier lado, pero ¿dónde? Como si me estuviera leyendo el pensamiento recibo la respuesta en otro mensaje.
"-En la oficina, ahora"
¿Cómo puede estar ahí? No puede tener las llaves, ni siquiera yo las podría conseguir. ¿Para qué entonces todo este teatro si él mismo pudo haberlo conseguido? Todo esto no ha sido más que otra de sus tretas para fastidiarme. Con esos pensamientos me dirijo al lugar indicado para por primera vez hacerle frente al bully. De alguna manera consigo orientarme por los pasillos en medio de la oscuridad, la determinación y el coraje se van diluyendo con cada paso que doy, en su lugar llega la expectación y el miedo a lo que me encontraré al final del camino.
Al llegar encuentro la puerta de la oficina abierta y las luces apagadas, entro despacio entrecerrando los ojos tratando de captar algún sonido o movimiento amenazante. Debería ser bueno en ello dada la cantidad de ocasiones en los que me he visto en problemas, pero veo que no es así. Alguien desde atrás me somete fuertemente cubriendo mi boca con una mano enguantada, ahogando así un grito de sorpresa y pánico; mientras que con la otra me sostiene por el pecho hacia él. Lo único que soy capaz de percibir es el olor inconfundible del cuero y su aliento cálido cerca de mí oído. Sé muy bien de quién se trata, de igual forma intento soltarme del agarre al que estoy sujeto, sin poner en realidad mucho empeño en ello. Cuando por fin habla puedo sentir raspar la barba de mi atacante.
–Tranquilo Nerdy, soy yo.
Me dice con voz queda, pero no por ello menos autoritaria, podría describirla incluso como seductora. Dejo de forcejear atrapado por su hechizo, rindiéndome literalmente en sus brazos. Sin embargo, ni aún con eso soy liberado de su agarre. Por un segundo sólo soy consciente de su respiración y de la barba en mi cuello.
Poco a poco la presión de sus brazos va disminuyendo para recorrer ahora mi pecho y estómago hasta llegar a la entrepierna dónde se percata al igual que yo de la erección que me ha provocado. Estrujando el bulto que tengo se burla de mí,
– ¡Sabía que te gustaba Nerdy, pero no sabía cuánto! -Mientras lo dice desabrocha mis pantalones y recarga su cuerpo contra el mío haciéndome sentir en mis glúteos su propia erección.
El morbo que me provoca es increíble, tanto que comienzo a humedecerme, sin proponérmelo siquiera suelto un gemido sordo al percibir la fuerza y firmeza de su mano frotando mi miembro. Bajo mis propias manos para dirigirlas a la entrepierna del Omar para sentirlo, acariciarlo, corresponderle el placer que me provoca. Su respiración se acelera indicándome que lo estoy haciendo bien, nuestros movimientos comienzan a sincronizarse. De pronto me tira del cabello tumbándome al suelo de rodillas frente a él, para restregar su creciente bulto contra mi cara. Aunque al principio me resisto, termino por ceder a mis hormonas, recorro la longitud de su miembro por encima del pantalón usando labios y dientes. Levanto los ojos buscando alguna señal de rechazo. Lo que veo en cambio es: a este chico rudo en chaqueta de cuero que tanto enloquece a las chicas, alguna profesora y por su puesto a mí, con una expresión de placer en su rostro. La visión me deja sin aliento. ¿Cuántas noches pensando, fantaseando en cómo sería estar con él? Es entonces cuando caigo en la cuenta de que podría ser también mi primera vez.
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POV Chico Malo
Para nada estaba en mis planes tener a Nerdy literalmente a mis pies, pero la excitación del momento es demasiado para mí, sin pensarlo dos veces saco del pantalón mi pene completamente erecto frente a él. Al principio no sabe qué hacer, solo se le queda observando como si estudiara un nuevo y fascinante espécimen, o talvez solo está esperando a que realice el próximo movimiento.
Mis dudas apenas duran un suspiro, intenta decir algo, no le doy esa oportunidad. Ahogo sus palabras al colocar mi glande entre los labios abriéndose paso sin apenas resistencia de su parte hasta su garganta. Su lengua al principio estática comienza a moverse como si tuviera vida propia alrededor de mi glande y tronco. No tardó mucho en lubricar como no lo había hecho antes, con ello Nerdy parece embriagarse con su sabor, puedo decirlo por la intensidad con la que me hace la felación. El placer que me está otorgando es tremendo así que pronto comienzo a moverme dentro de su boca, ambos nos movemos acompasados, queríamos más y más uno del otro.
–Si Nerdy, no te detengas. Uff ¡Que rica boquita y lengüita tienes ahh! -Le solté a la vez que le tomo de la cabeza para controlar la intensidad de la mamada, llevándolo cada vez más profundo de su garganta hasta provocarle arcadas. Es entonces que retiro mi pene de su boca para que pueda respirar. Un hilo de saliva conecta mi glande a sus labios, la imagen es tremendamente sensual. Por su parte basta solo un par de respiraciones para recuperarse mientras me mira como preguntándome si eso es todo, la cuestión es que tampoco quiero que termine aun, a falta de una respuesta tácita mía el mismo continua con su labor. La pausa me permite darme cuenta que él mismo se estaba masturbando por encima de su bóxer del Doctor Who. Este detalle provoca en mi un sentimiento de ternura como ninguna chica lo ha hecho antes, así que lo levanto por los brazos y le planto un beso intenso probando así los restos de mis fluidos de su boca. Es tanta la pasión que le muerdo los labios. Provoco así que Nerdy se ponga más nervioso y yo más cachondo. Me sorprendo a mí mismo dándole un brusco empujón para tumbarlo sobre el escritorio, quedando a mi disposición. Desgarro entonces su bóxer al jalarlos y poder masturbarlo con mayor libertad. Para este punto casi soy capaz de ver como su cerebro explota y se desconecta al disfrutar cada sensación, su respirar se agita y su corazón se acelera, incremento el ritmo en su pene hasta llevarlo al filo del éxtasis. Es justo entonces cuando me doy cuenta de lo irreal de la situación, no puedo evitar soltar una carcajada. La expresión en su rostro es un poema; un poco de miedo, algo de deseo y bastante expectación. Quizás sea la costumbre, el hecho es que no resisto el burlarme un poco de él para incrementar estas emociones.
-Nerdy, nerdy, nerdy, ¿no querrás correrte todavía, o sí?, esto está apenas que comienza. Vamos date la vuelta, has sido desobediente y debo castigarte.
- ¡No! ¡por favor, espera! Mi padre casi me descubre, no pude evadirlo, aquí traigo lo que buscas.
- ¡Eso no me importa!, ¡Me has fallado y mereces ser castigado!
- ¡Por favor! ¡Te lo suplico! –Con lágrimas en los ojos trata de convencerme. –Tengo el examen aquí conmigo!
- ¡No sabes cuánto me excita que supliques! –Sujeto su rostro mientras se lo digo a la cara para después darle la vuelta sin miramientos poniendo frente a mí su suave y lindo trasero.
- ¡Por favor! ¡Soy VIRGEN!
Había supuesto que lo era, pero escucharlo de su propia voz hace que me replantee las cosas.
He llevado este juego demasiado lejos. Todo esto no es más que una elaborado y maniático juego para mi entretenimiento personal. Por primera vez en toda la noche me doy cuenta de lo que estoy haciendo y hacía donde nos llevará toda esta faramalla. Mi intención es dejar ahí las cosas
Trato de reflexionar si los motivos por los que estoy aquí siguen estando presentes. ¿Quiero desquitarme del profe? Definitivamente sí; ¿Quiero someter a Nerdy?
Lo cierto es que no le quiero hacer daño ni obligarlo a hacer algo que no quiera. Mientras mi mente intenta procesar lo que sucede, mi cuerpo actúa de forma automática, pues no he dejado de sobar sus blancas y aterciopeladas nalgas. Me impresiona el que haya podido manejarlo hasta llegar a este punto. Claro que en el proceso descubro que siento algo diferente por él que me tiene confundido en muchos sentidos.
Las dudas se disipan con sus siguientes palabras.
-Con cuidado, por favor.
¡El muy cabrón esta igual de cachondo que yo!
Mi miembro vuelve a ponerse duro ante la expectativa de entrar al juego más activamente.
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POV Diego
Entonces algo paso que ninguno de los dos esperó; el chico rudo se detuvo, o casi. A través de su toque pedo sentir sus dudas y su deseo reflejados en ellos.
De mis labios, surgieron palabras directo de mi inconsciente.
-Con cuidado, por favor.
- ¿Estás seguro que es lo que quieres? –Me pregunta algo extrañado.
-Si. –Le respondo.
–No te preocupes. -Le escucho decir con voz rasposa a mis espaldas.
Fue extraño, por primera vez sus palabras me dieron una sensación de seguridad. Me dirijo entonces al escritorio, retoma la posición inclinándome sobre el escritorio. Toma entonces mis glúteos con sus manos masajeándolos en forma circular, separándolos un poco, inclinándose para besarlos y morderlos. Con su lengua recorre desde mi canal sacro al surco interglúteo hasta la entrada de mi esfínter. Justo entonces suelto un suspiro de placer; por su parte continúa trabajando con su lengua humedeciendo, dilatando y succionando mi agujero a la vez; podía sentir incluso su barba raspar mi perineo. Las sensaciones que provoca me transportan al paraíso, muerdo mis labios hasta casi sangrarlos. Si antes cuando me tenía sometido le hubiera dejado hacer de mi lo que él quisiera, ahora con mayor razón le entrego con gusto todo mis ser.
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POV Chico Malo
Una vez que está bien lubricado procedo a introducirle un dedo poco a poco, siento como su esfínter se resiste a la invasión retrayéndose tratando de impedir mi avance, dejó un momento mi dedo ahí quieto para que se acostumbre a él, mientras tanto continúo masajeando sus nalgas y susurrando palabras dulces para tranquilizarlo. Poco a poco consigo que se vaya amoldando, por lo que procedo a moverlo de adentro hacia afuera lentamente al tiempo que voy lubricándolo con más saliva. Nerdy deja escapar un gemido de puro placer apenas perceptible para que yo lo escuchara, eso me entusiasma y procedo a introducir un segundo dedo. La danza de contracciones en su ano es alucinante, tanto que cuando entra el tercero ninguno de los dos puede creerlo. Los gemidos de ambos se intensifican, estaba listo, así que antes que lo pensará mejor me coloco un condón y acomodo mi glande en su orificio. Y entro, lento y sin detenerme, su esfínter aprieta mi miembro duro. Duele un poco, pero es un dolor alucinante. La sensación es completamente diferente a todo lo que he experimentado antes con mis amantes femeninas.
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POV Diego
Nada, absolutamente nada de lo que había leído sobre hacer el amor podía siquiera acercase un poco a describir el dolor y placer que estoy experimentando. Soy consciente de como su miembro caliente va abriéndose paso dentro de mí, algo que por tanto tiempo había deseado hoy por fin es una realidad. Por un lado, quisiera que el dolor termine y a la vez deseo que siga hasta el final. El momento es delirante, cuando al fin entra completamente, soy consciente también del peso de su abdomen y pecho sobre mi espalda, así como sus huevos chocar en mis glúteos. Al igual que con sus dedos, primero espera quieto dentro de mí un instante para proseguir la penetración con movimientos lentos y rítmicos, cada vez las embestidas eran más tolerables, rápidas y placenteras. Al estar de espaldas ignoraba si Omar estaba disfrutando tanto como yo, así que como puedo trato de voltearme y descubrirlo por mí mismo; cual sería mi sorpresa al ser recibido con un beso apasionado en donde nuestros labios y lenguas se unen al ritmo de la penetración.
Sin previo aviso se levanta, al salirse me deja con una sensación de vacío y extraño por su repentino comportamiento. Es entonces que procede a desnudarme por completo con desesperación, recorriendo mi cuerpo entero con sus toscas manos. Me guía hasta el sillón donde se sienta y con paciencia me va guiando para acomodarme sobre su pene. Esta nueva posición me provoca un mayor placer ya que pudo abrir más las piernas y así facilitar el acceso a mi ano, a la vez que así tengo un poco más de control sobre la velocidad y profundidad en la penetración, lo mejor de todo es que así estábamos frente a frente. Soy capaz de percibir en su mirada la satisfacción que siente es tan intensa como la mía. Nuestros rostros están tan cerca que uno respira el aliento del otro, es tan embriagador su aroma que no puedo más que besarlo, jugueteo con mi lengua en su interior tratando de absorber todo lo que pueda de su sabor.
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POV Chico Malo
Estoy a punto de correrme dentro suyo, así que me detengo ya que aún no quiero que esta noche termine. Lo sostengo fuertemente y lo llevo al escritorio donde lo dejo caer de espaldas. Su cara de desconcierto es tan dulce que me encanta, apresuro a quitarme el resto de mi ropa para estar más cómodo. Ahora es él quien me observa como un inexperto depredador saboreando a una posible presa. Se acerca a mi despacio y con timidez recorre mi cuerpo con sus manos y labios; reconociéndolo, explorándolo. Ahora que ha tomado la iniciativa lo dejo hacer a su antojo; ensortija sus dedos entre mis cabellos siguiendo su camino a los hombros, con delicadeza palpa mi pecho acercando su rostro para besarlo con ternura, de ahí pasa a la espalda hasta llegar a mis nalgas y regresa al frente para explorar mi miembro. Recoge mi chaqueta del suelo e inspira profundamente, sin duda alguna es la escena más erótica que alguien me ha regalado.
Tal vez sea la ternura e inocencia de sus caricias lo que me está volviendo loco a tal punto que retomo el control y lo arrincono de nuevo contra el escritorio. Me tumbo encima suyo y lo beso de nuevo en la boca, sigo por su cuello hasta alcanzar su lóbulo para chuparlo e incluso morderlo un poco, con esto último siento como se estremece. Bajo poco a poco a uno de sus pezones donde mis labios se apoderan de el succionándolo al tiempo que con los dientes lo rasguño con delicadeza, una vez húmedo y sensibilizado soplo un poco sobre él logrando con esto arrancarle una serie de gemidos. Pretendo hacer estremecer hasta la locura a mi joven amante, cada gemido y suspiro proveniente suyo suena para mí como una sinfonía sensual para esta cálida y perfecta noche de verano. Aunado a la adrenalina y morbo de que nos encontrarán jugando con el deseo aquí en la escuela, en las oficinas administrativas, sobre el escritorio del profesor Sayas, pero sobre todo el que mi cómplice sea su hijo me excita en niveles nunca antes alcanzados.
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POV Diego
Omar en verdad sabe cómo dar placer; bajó a mi pubis y lo beso, las ingles, otra vez el pubis, baja a mis piernas, y subió de nuevo por la misma ruta hasta mis labios. Esto es demasiado, explotare y moriré de tanto placer. En definitiva, las transgresiones son más placenteras si se comparten, solo quiero sentir la violencia apasionada de mi primera vez; no aguanto más y le pido que me penetre de nuevo. Chico malo sonríe, es la primera vez que la siento sincera, sin burla. Me toma de las piernas colocándolas sobre sus hombros, apunta a la entrada, sin pensarlo soy penetrado de una sola embestida, hasta el fondo. Dolía, pero podía más el momento de estar con él. En esta postura la totalidad del peso de aquel chico estaba sobre mi cuerpo sintiendo un estremecimiento increíble, se estaban superando sus expectativas con creces. ¿Quién diría que el chico malo de la escuela podría estar haciéndome el amor?
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POV Chico Malo
A pesar que el culito de Nerdy ya no oponía la resistencia de antes, soy capaz de percibir cada musculo del esfínter de mi anfitrión, así como cada vena en mi propio pene estimulando su próstata. Entraba y salía con velocidad y fuerza, para de pronto bajar la intensidad, intercalando el ritmo un buen rato más, bufando con cada penetración. Puse sus piernas alrededor de mi cintura mientras sus brazos me rodean el cuello, me pongo de pie levantándolo conmigo. Apoyo su espalda sobre la pared para dejarlo suspendido teniendo como único apoyo mi falo ardiente, continuó así las arremetidas con fuerza.
La intensidad y brusquedad eran tal que varios cuadros cayeron y rompieron, pero ni aún el estruendo que se oía me detuvo, si no por el contrario. Cada penetración sonaba como golpes de martillo sobre las paredes que junto con nuestros gemidos retumbaban por los corredores amplificándolos, como en un concierto de erótica pasión, incitándome a continuar e incrementar el ritmo. La vida entera se me iba con cada movimiento aferrándome a su cuerpo que parecía fundirse en uno solo con el mío. En un momento caemos sobre el escritorio del profe volcando al suelo los artículos que tenía encima.
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POV Diego
Poco o nada me importó el estropicio que provocamos, lo que más me interesa es retribuirle a mi amante, aunque sea un poco el placer que, con cada beso, cada gota de sudor provoca en mí. Ambos nos acercábamos al clímax, los bufidos que acompañan sus embestidas me recordaba a un toro encabritado, justo así es que lo veo, como un enorme toro rojo dispuesto a cornear al novato torero. Analogías, pensamientos, todas las palabras se agotaban para describir lo que estaba pasando.
Sin previo aviso siento un escalofrío recorrer toda mi columna hasta llegar donde nuestros cuerpos y almas se funden, la vibración pasa hacia el cuerpo de mi amante. Una sensación extraña se apodera de mí; es como si cada uno de mis sentidos se desconectaran y a la vez aumentarán. Soy consciente del palpitar de mi corazón, mentira, nuestros corazones ya que de alguna forma han logrado acoplarse a la perfección; su sudor cayendo como lluvia sobre mí alimentándome. Todas estas sensaciones nuevas nos superan, no puedo contenerme y exploto en un violento orgasmo sobre nuestros cuerpos al mismo tiempo que él hace lo propio en mi interior.
La sincronización entre ambos durante el éxtasis es tan fuerte que puedo advertir como su semen no solo inundaba mis cavidades, si no también invade mi mente, mis sentidos y emociones sin dejar duda alguna; estamos hechos para estar juntos. Ahora nos pertenecemos uno al otro. Me ha dejado tan agotado que caigo rendido. Sin salirse aún me sostiene entre sus brazos, permaneciendo en silencio e intentando asimilar nuestro viaje al paraíso.
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POV Chico Malo
Eso fue... sin lugar a dudas ¡el mejor orgasmo que tenido en mi vida!, me dejó tan exhausto que no tengo fuerzas ni ganas de separarme aún, como acto reflejo abrazo a nerdy un momento, su respirar agitado me indica que está en las mismas condiciones que yo. Puff en verdad estaba muy caliente, ya era hora de desahogarme.
Al retirarme lo hago despacio; en primer lugar, para no lastimar al chico y segundo, para cuidar que el condón no se estropeé. La luz ámbar de las farolas que se cuela por las persianas de la ventana da una sensación de acogedora intimidad, iluminado su rostro con los ojos cerrados reflejando una expresión serena, su cuerpo desnudo ante mi luce tan dulce y tierno. Es como si lo viera por primera vez. Antes no era para mí más que un "nerd-hijo del profe-bien portado-bicho raro". Ahora...
¡Oh, Dios! ¿Qué es lo que hice? Este chico se ha entregado a mí, por completo, a pesar de las burlas y acoso al que lo someto. ¿Porqué? No, esto no debió haber pasado, soy un idiota. Recojo mis cosas y me visto con rapidez. Nerdy tarda más en reaccionar, solo me alcanza a ver antes de cruzar la puerta.
-Aún me debes el examen – Le recuerdo, con el tono más autoritario del que soy capaz. – Y ni una palabra de esto a nadie ¿Entiendes? – Me retiro antes de obtener una respuesta de su parte.