Mr & Mrs Abernathy (De Mentir...

By SweetAtali

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~Sr y Sra ¿Abernathy? Una mentira, un chisme, una historia inesperada.... *Algunos personajes no me perte... More

Prólogo
Capítulo 1 - El comienzo de esta GRAN mentira
Capítulo 2 - ¡Help me!
Capítulo 3 - ¡Esto es Estúpido!
Capítulo 4 - ¡Beso, beso!
Capítulo 5 - Primera noche juntos
~Avance del capítulo 6~
Capítulo 6 - Pedida de mano
Capítulo 7- Malos entendidos
Capítulo 8 - ¿Juguemos?
Capítulo 8 (2) - Aun no se termina el juego
Capítulo 9 - Flashback
Capítulo 10 - Ellie POV
Capítulo 11 - ¿Esto es el final?
Capítulo 12 - Te extrañaré
Capítulo 13 - Inesperado
Capítulo 14 - Les presento a mi esposo
Capitulo 15 - Pasatiempo con mi suegra
Capitulo 16 - Pronto será Navidad
Capítulo 17 - Noche buena
Capítulo 18 - Feliz Navidad
Capítulo 19 - Regalos y sorpresas
Capítulo 20 - Tenemos que hablar
Capitulo 21 - ¿Amigos?
Capitulo 22 - Tocando fondo
Capitulo 23 - Celos y Lagrimas
Les debo una
Capítulo 24 - Accidente y declaraciones
Capítulo 25 - ¿¡Embarazada!?
Capitulo 26 - ¿Estoy dispuesto a ser padre?
Capítulo 27 - Observación de síntomas
Capítulo 28 - Plan A
Capítulo 29 - Plan B
Capítulo 30 - Plan B de emergencia.
Capitulo 31 - Aun con el Plan B
¡Gracias!
Capítulo 32 - Plan C
Capitulo 33 - Emociones Multiples
Capítulo 34 - Se acaba el tiempo
Capítulo 35 - ¿Qué somos?
Capítulo 36 - Amor en la playa
Capitulo 37 - La Fiesta
Mañana
Capítulo 38 - Propiedad de Effie, no tocar
Capitulo 39 - No puede ser
Capítulo 41 - Ups
Necesito tu ayuda
Capítulo 42 - Pasarela Inesperada
Capítulo 43 - La bomba
Capitulo 44 - Regresemos a casa
Capítulo 45 - Nueva propuesta
Capítulo 46 - De cualquier forma me casaré con ella
Capítulo 47 - De regreso al Capitolio
Capítulo 48 - Tres son mejor que uno

Capítulo 40 - Estamos a mano

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By SweetAtali

No estaba consciente de lo que hacia, solo tenia la necesidad de moverse igual que su amiga Victoria.

Esto era lo que temía la Effie consciente, sabia que podía perder todos sus modales a lado de su amiga, aunque era muy probable que esto no lo recordará al día siguiente, era seguro que se iba a arrepentir.

Pero ahora, solo sonreía y bailaba algo torpe al ritmo de su amiga, ni siquiera sintió cuando una mano se posó en su abdomen, pegándola mas a su cuerpo. Ella no volteo, siguió con lo suyo. No sabia quien era ni le importaba.

— Hay que irnos a un cuarto, hermosura —dijo una voz masculina.

— No, quiero bailar —respondió la rubia, tratando inútilmente quitárselo de encima. Y aunque el chico era insistente, no duro mucho tiempo para estar en el piso.

— ¡NO LA VUELVAS A TOCAR, IMBÉCIL! —dijo Haymitch, dándole un golpe en la cien.

Después tomó a Effie del brazo para acercarla a él y a pesar de las quejas, la bajó de la barra, tomando su cintura.

— ¡La fiesta de acabó! ¡Ahora larguense! —gritó Haymitch a las personas que estaban al alrededor—. ¿¡Que diablos haces!? —le preguntó entre dientes, mientras la cubría con la bata.

Ella no entendía su regaño — Bailo con mi amiga. Me voy a subir otra vez —respondió.

La detuvo otra vez — Tu no subirás a ninguna parte —impidió, y no tenia que acercarse para saber si estaba borracha— Apestas alcohol.

— ¡Entonces bailemos! —gritó con entusiasmo, levantando sus brazos y moviendo sus caderas.

No podía negar que se miraba muy sexy, Effie ebria aun se miraba sensual. La arena pegada a su cuerpo, su cabello alborotado y ni hablar de su figura. Pero estaba molesto, aun muy molesto. Así que sin perder tiempo la tomó en brazos y empezó a caminar en silencio. Era inútil reclamarle por ahora.

En cambio Dima por su parte se encargó de su novia, al parecer no le molestaba en absoluto, mas bien, le parecia divertido. Supuso que eso era algo normal entre ellos en las fiestas, eran muy inresponsabes y parecía que nunca iban a madurar.

Ahora entendía porqué su suegro los odiaba y no queria saber de ellos. También los odiaba, para nada le gustó ver a Effie así.

— ¿Estas enojado? —le preguntó, tocando molestamente su rostro con el dedo índice.

Él no habló, se mantuvo en silencio. Ya estaban alejados de la eterna fiesta y solo se escuchaba el ruido de las olas.

— Pica tu barba, son como alfileres —dijo entre hipos y le acariciaba la barba como si fuera sorprendente.

Él aun no decía nada.

— ¿Sabes? Te pareces bastante a Haymitch —volvió hablar, sin dejar de prestarle atención a su barba— Él también tenía una filoza barba. Siempre me raspa o me da cosquillas.

Nada. Aun nada.

— Creo que tu debes ser Haymitch —esta vez golpeó su pecho con el dedo— Y si no, iré a gritarle. ¡¡¡Haymitch!!! —gritó a todo pulmón.

— Shh... Callate. Aquí estoy.

— Lo sabia —dijo entre hipos, despues baciló un poco a su alrededor— ¿Donde estamos? ¿Por qué hay tanta arena? Por eso hace calor —dijo tontamemte, frunciendo el ceño— ¡Quitame esto!

Él estaba harto, además de molesto. Ahora tenia que lidiar con una mujer ebria. Y también pensó que tal vez así lidiaban con él cuando estaba de esa manera.

No, no le agradaba en absoluto.

— No, Effie. Ya vamos a llegar.

— ¡Es que Haymitch! Hace calor —replicó pero él le negó quitarse la bata.

Empezó a retrocederse y vencedor tenia muchas ganas de tirarla en la arena pero resistió y siguió con su camino.

La arena era un poco fría, el viento soplaba y las mareas eran altas. Podía disfrutar de esto, sino fuera por su pareja, quien estaba lloriqueando, quejandose o a veces le susurraba en el oído cosas indecentes. Estaba muy intranquila y solo esperaba que durmiera al llegar.

Abrió la puerta de la cabaña con dificultad y lo primero que pensó el vencedor fue darle un baño. Así que se adentró y acostó a la rubia en la cama, sin importar que estuviera llena de arena. Fue al baño y preparó el jacuzzi, ya que no había tina y la regadera estaba afuera. No quería que se enfermara.

Regresó a ella y se cercó para cargarla pero hubo dificultades. Effie empezó a empujarlo hacia ella y besarlo con rudeza.

— Effie, espera... —le dijo, consiguiendo levantarla de esa cama, aunque no podía negar, que esto le encantaba.

Ella le mordió el labio — Quiero esto — colocó una mano sobre su erección y se la apretó — Adentro de mí, ahora.

Haymitch sonrió, le gustaba cuando ella le hablaba así, sin duda lo excitaba más. La giró rápido para quitarle la bata y desabrocharle el nudo ciego de su bikini. Ella río por el rápido movimiento que casi a la hizo perder el equilibrio, pero pronto su risa se transformó en gemidos cuando él comenzó a morderle el cuello, y al no poder quitar el nudo ciego, colocó sus manos sobre sus senos y comenzó a pellizcarle los pezones sobre el sostén.

Effie se hizo para atrás, frotando su trasero contra él, lo que lo hizo desear no esperar más. Bajó una de las manos que le acariciaba los pechos y la metió en su traje de baño inferior sus dedos rozaron su intimidad y comprobó lo húmeda y lista que se encontraba para recibirlo.

— Recuéstate, cariño — le indicó en el oído — Y abre bien esas piernas — le dio una nalgada.

Él se quitó algo torpe la camisa, el short y el bóxer.

Trepó a la cama y comenzó a besarla lentamente desde el abdomen hasta subir a sus pechos.

— ¿Preciosa? —llamó sin recibir respuesta. ¡Diablos! se había dormido. Por un momento pensó en despertarla, pero se veía tan tranquila que decidió dejarla así.

Exhaló frustrado. Tomó la colcha para cubrirla y salio de la cabaña para darse una ducha. Toda la acción que había soñado tener esa noche se limitó a una ducha de agua fría.

***

Al día siguiente, Effie se levanto con una terrible resaca. Chasqueo la lengua, su boca estaba realmente seca con un aliento insoportable. Se toco la frente y noto que tenia arena pegada por todo el brazo, y mientras bajaba la vista, miro que estaba aun con su bikini y llena de arena. Con mucha dificultad se levantó y trato de llegar al baño caminando pero al final llego arrastras. Y vomito todo en la taza, se sentía realmente mareada.

— No le haré mas caso a Victoria —prometió, mientras volvia a vomitar.

— Y yo espero que lo cumplas, preciosa —dijo Haymitch, que se acercaba con un vaso de agua y dos pastillas en la mano— Tomate esto y bebe un poco de agua.

Ella tapó la taza y le bajó al baño — No mires, esto es asqueroso —le dijo, aceptando el vaso.

»Debo verme terriblemente mal —continuó, antes de beber agua y escupirla en el fregadero. Metió las dos pastillas a su boca y se las tragó con ayuda del agua. Se sentía realmente enferma y, Haymitch se aguanto para no replicarle.

— Vamos, te ayudo a bañarte —la ayudo a levantarse y con cuidado la metió al jacuzzi.

La mujer se empezó a desnudar, sentía los ojos de Haymitch clavados en su cuerpo pero ¿que mas daba? Ya la había visto desnuda en varias ocasiones. El rubio le ayudo a lavar su cabello y quitarle la arena del cuerpo, ya que Effie hacia lento el proceso porque sentía que su cabeza iba a estallar en cualquier momento, todo le daba vueltas.

Al terminar le ayudó a lavarse la boca, secarse y vestir con algo cómodo. La acostó en el sillón, mientras él quitaba la colcha y todo lo que tuviera arena en la cama. Buscó unas nuevas y la tendió como pudo.

— ¡Haymitch! —le habló Effie pero en cambio no tuvo respuesta. Fruncio el ceño y se levantó un poco para volver a llamarlo— Haymitch...

Sin respuesta, solo escuchó el sonido de la puerta al salir. ¿No la habra escuchado?

Se levantó y lo siguió para saber que pasaba con él, sin importar que aun estaba mareada. Salio de la cabaña y encontró a Haymitch acostado en la cama de afuera, que parecía un gigante coco. Se acercó a él y noto que el hombre fingía no mirarla.

— Haymitch, ¿estas bien? —Él giro su cabeza, fingiendo otra vez no oírla— ¿Por qué me ignoras? Hice algo malo.

Solo soltó una pequeña risa burlona, y seguía sin mirarla.

No entendía muy bien su comportamiento y le empezaba a molestar.

— ¿Vas a seguir así todo el maldito día? —le preguntó esta vez molesta y como era de esperarse, no recibió respuesta— Bien, si así quieres jugar, juguemos. Espero que dormir afuera sea de tu agrado —le dijo, aventándole una almohada de la cama en la cara. Y se fue de ahí evidentemente furiosa.

Pasaron tres días sin dirigirse una palabra, sin ni siquiera verse. Effie esperaba que él se arrepintiera y le pidiera disculpas, mientras tanto Haymitch no sabia ni como terminaría esto pero era orgulloso, no iba a perder.

Otros dos días pasaron y la ex escolta ya se estaba hartando pero pronto llego a sus manos una revista de chismes en las tiendas del distrito, donde salia fotos de ella en aquella fiesta, dándole a Effie Trinket una mala reputación. Y es como pudo entender la molestia de su hombre.

Con vergüenza y pena, regresó a la cabaña y fue a buscarlo. El sol esta vez pegaba fuerte, agradeció de haberse untado suficiente protector antes de salir, ya que llevaba un traje de baño de dos piezas color celeste, quedando perfectamente con sus ojos y con su tono de piel, con estampados de flores rojas, también llevaba una blusa blanca sin mangas, que le quedaba algo floja. La arena estaba muy suelta, además de caliente pero soportable.

Encontró al rubio, sentado en la arena y exfoliando su piernas con ella. La piel de su espalda, estaba roja por estar mucho tiempo expuesto a los rayos del sol y ni se diga su cara. Ella corrió hacia él y sacó su protector solar.

— Haymitch, te estas quemando. Deja te pongo un poco de protector —le dijo y él la miró extrañado pero no dijo nada al respecto, solo estaba a punto de levantarse pero ella lo detuvo.

— No, espera —pidió y cuando tenia suficiente protector en la mano, lo untó en su espalda con ambas manos, haciendo círculos para extenderlo más. Él se retorció un poco por el frío de la crema— Ya se por qué estas enojado. Y quiero pedirte disculpas por ese día —tomó más del protector y lo untó en sus brazos— En verdad lo siento, ¿me perdonas?

Él la miró por un momento en esos ojos de borreguito pero solo se giró y respiró hondo como respuesta.

— ¡Vas a seguir con este estúpido juego, Mitch! —replicó frustrada. Él se levantó y camino para ningún rumbo—. ¡Estoy hasta que estemos así! Habíamos acordado en no pelear por mucho tiempo y arreglarlo —dijo, en un tono triste.

Pero solo obtuvo como respuesta, que encogiera de hombros. Eso fue la gota que derramo el vaso, la mujer estalló y derribó al hombre de un solo salto.

— ¡Ah! ¿¡Que te sucede mujer!? —reclamó, mientras que con dificultad se voltaba a ella, quien estaba sentada a horcajadas, y trataba de tomar sus muñecas cuando lo golpeaba.

—  ¿Que me sucede? ¿¡QUE ME SUCEDE!? —lo empezó a golpear con más fuerzas, mientras el trataba de esquivarlas— ¡ERES UN IMBECIL, UN IDIOTA DE LO PEOR! ME TIENES HARTA. ¡¡HARTA!!

— ¿Entonces, que haces aquí? —le contestó, alcanzando a tomar una de sus muñecas— Nadie te tiene atada, ahí esta la camioneta.

— Ahora si hablas, ¿¡VERDAD!? —lo golpeó y arañó otra vez con su única mano libre. Pero Haymitch por fin tomo el otro brazo y pudo cambiar de posición, ahora él estaba arriba de ella.

— ¿Que diablos, Eff? Espero algún día cortarte esas uñas.

— ¡A mi no me cortarás nada! ¡¡¡Sueltame!!! —dijo tratando de safarse pero el vencedor era mas fuerte— ¡Me estas lastimando! ¡Eres un animal!

— Y tu una pesada. ¿Que te sucede?

— No, ¿que te sucede a ti? Te pedí perdón y tu solo me ignoras.

— Eso no basta.

— Por si no lo recuerdas, estaba demasiado ebria y no recuerdo nada de lo que pasó esa noche.

— Ah, ¿quieres saber lo que pasó?

—¡Si, maldita sea!

— Bueno, empecemos donde te encontré bailando arriba de una barra con muchos hombres a tu alrededor y ni hablar del tipo que te toco. Y esa misma noche....

— ¿¡Esa misma noche, que!?

— Me.... Te dormiste.

— ¿Y eso que? ¿Que tiene de malo? —dijo Effie buscando una explicación. El rubio la soltó y ella aun trataba de descifrar sus palabras. Pero no recibió respuesta, le estaba haciendo la ley de hielo de nuevo.

No pensó dos veces para atacarlo de nuevo.

— ¡Basta!

— No, basta tú con el estupido jueguito. No entiendo que tiene que ver que me durmiera... —se detuvo, esta vez sabia la respuesta. Mientras tanto, Haymitch clavó las manos de la mujer en la arena, esta vez no se arriesgaría a soltarlas— Ou.... Bueno, estamos a mano —le dijo con una sonrisa.

— ¿A mano?

— Si, bueno. Ya me puedes soltar, esto esta arreglado.

— No —aplastó más su cuerpo—, hasta que me expliques.

Se retorció abajo de él— ¡Me aplastas!

— Y te aplastaré mas si no me cuentas —amenazó y ella molesta, no tuvo otra que explicarle.

»¿Entonces, querías abusar de mi? —preguntó esta vez burlón—. ¿Sabes? Me siento acosado.

Effie rodó los ojos — Pero tu fuiste quien empezó.

— Pero no estaba consciente. Tal vez si abusaste de mi, solo que no eres clara —sonrió burlón de nuevo, el enojo había desaparecido.

— No pasó nada pero tú no te quedas atrás, aun no se que me hiciste esa noche —replicó molesta.

— Es diferente, ahora somos pareja —respondió, y la besó pero ella apretó los labios, estaba realmente molesta— ¿Que? ¿Ahora tú eres la que esta enojada?

— Tú me haces enojar, ahora sueltame.

— No, hasta que te baje el coraje —empezó a besar su mandíbula y bajar hasta el cuello.

— Sueltame, fuiste un imbécil. ¡No quiero nada, Haymitch! —en verdad estaba enojada y tenia muchas ganas de llorar de puro coraje, pero poco a poco empezó a reírse, cuando Haymitch le hacia cosquillas con la barba— Dejame, pervertido del mal.

— Mira quien habla, mi acosadora —rieron los dos y entre risas, volvió a besarla, esta vez, ella no se resistió.

Soltó sus manos y mejor recargó los codos en la arena, para dejarla de aplastar. Mientras la rubia posó sus manos en el pecho del hombre, masajeando hasta llegar a sus hombros y finalmente llegar a su nuca, enredando sus dedos en los mechones rubios. El beso cada vez era mas humedo y placentero.

— Te propongo olvidar este asunto e irnos a la cabaña para no terminar quemados. Creo que la espalda me empieza arder —le dijo, tratando de recuperar el aliento— Aunque, eso no solo haremos, tenemos cosas pendientes.

— Me parece magnifico —le sonrió.

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Espero que les gustara mis lectores, ahora publicare todos los lunes en esta historia jeje... Me disculpo por tardar tanto pero este hubo algunos problemática que tenia que resolver. Gracias a todos por se pacientes y...

¿Que creen? Les tengo dos noticias.

Estamos en el capítulos 40, casi cerca del final para que se vayan preparando (? (No tan cerca, casi, casi)

Y la otra noticia es que el jueves cumplo años. Cada vez me estoy haciendo vieja y solo espero que me feliciten y voten mis historias jejeje... Solo eso pido como regalo(?

Los quiero mucho mis lectores, jamás me voy a cansar de repetirlo. Y antes de que se me olviden, algunos me piden que Effie quede embarazada en esta historia. ¿Quieren un bebé Hayffie? Si lo quieren, escribeme en los comentarios, y si no, también. Necesito saber si todos están de acuerdo para dejar que Mitch plante su semilla muy pronto jejeje...

Bueno, me despido.

¡Bye, bye! Los quiero ♥

~A

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